España 2-1 Inglaterra: la cuarta con personalidad

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España logró en Berlín su cuarta Eurocopa; la tercera en el presente siglo. Hizo realidad lo que pocos imaginaban. Con un meritorio pleno de victorias (7 de 7), la selección española derrotó a Albania o Georgia, pero también dejó por el camino a grandes nombres (Italia o Croacia) y algunas incluso más favoritas cuando todo comenzó. Vencer la Eurocopa derrotando a Alemania, Francia e Inglaterra de una tacada, tiene un mérito incuestionable. Sin embargo, el mejor punto es que por el camino, el combinado de Luis de la Fuente representó de forma coral e interpretó de maravillas una idea de juego. Un conjunto que fue perdiendo antes y durante el camino a su centro del campo titular: Gavi no llegó, Pedri se quedó fuera al principio de los cuartos y Rodri, el MVP del torneo para la UEFA, no disputó la segunda parte de la final. Pero España lleva tiempo moldeando futbolistas dentro de un patrón que privilegia el pase corto, el sentido del espacio y la paciencia con balón; y que tiene en la presión alta (mejor ayer que en el resto del torneo) y en la presión tras pérdida dos armas para buscar tener el mayor tiempo posible el balón. Casi no han hecho falta milagros de Unai Simón, aunque la cabeza de Olmo evitó la prórroga. Un equipo con personalidad y una idea clara, empero, lo tiene más fácil para sobreponerse a los contratiempos que han de llegar y competir bajo cualquier circunstancia. Y en la final, de principio a fin, evidenció poseer ese don.

En el lado opuesto está Inglaterra. La selección de Gareth Southgate volvió a perder una final, tres años después de aquella tanda de penaltis ante Italia. Para sorpresa de muchos, el técnico inglés deshizo lo que tan buen rendimiento en cuanto a juego le había dado el 3-4-2-1 ante Suiza y Países Bajos. Ante una selección como la española que formó con su habitual 4-2-3-1, Southgate apenas reservó para algunos momentos del encuentro la presencia de tres jugadores por dentro por delante de Rice (Mainoo -luego Cole Palmer-, Foden y Bellingham). Precisamente, fue cuantos más problemas ocasionó a España; tanto saliendo desde atrás como presionándoles arriba. Pero el plan, con empate al menos, fue otro.

El balón fue desde el primer instante español. Los ingleses, al contrario que los españoles en la reanudación, lanzaron el largo el primer balón; perdiéndolo como harían en la mayoría de los duelos aéreos Kane. A partir de ahí, España jugó e Inglaterra persiguió. España movió bien la pelota, con tranquilidad, de lado a lado, y avanzando sin grandes esfuerzos hasta pisar campo inglés. La idea de Southgate fue robar arriba, pero España consiguió saltar su presión. Cuando Inglaterra reiniciaba, España tiraba muy arriba la línea defensiva y ganaba duelos; mientras que si Inglaterra forzaba el fallo en circulación y conseguía robar (las menos casi siempre cerca de su área), la presión tras pérdida era realmente efectiva.

Los emparejamientos en el centro del campo estuvieron claros; ungiendo a Rice con Olmo; Mainoo con Fabián y Foden con Rodri. En las bandas, Saka tenía por delante a Cucurella, pero Bellingham se colocaba casi a la misma altura que Kane (entre centrales), dando la espalda a Carvajal (prefiriendo taparle la línea de pase en el achique hacia Le Normand). Si el pase sí llegaba a lateral, debía ser Shaw (que esperaba cerca de Guéhi por Lamine) quien esprintase medio campo para frenar el avance del lateral. Pero España simplemente debía de sumar pases con sentido para contrarrestar todo aquello y hallar al hombre libre. Había que buscarlo, pero existía. A veces Carvajal a espaldas de Jude, otras los apoyos desde lejos entre líneas. La que menos se utilizó fue la de usar a Rodri como tercer hombre y que se llegase al central alejado. Rodri empezó cerca de la frontal, pero siempre marcado por Foden, por lo que optó por formar línea de tres según avanzó la primera parte. Apenas tocó 17 balones en campo propio, por 19 en el rival. Fabián empezó en una segunda altura (apoyo de progresión), cuando no de interior, y Olmo (apoyo de superación) en una tercera o, directamente junto a Morata, que aprovechaba los desmarques hacia los costados del enganche del RB Leipzig para aparecer entre líneas.

En campo rival, los centrales tenían tiempo de sobra para conducir (Laporte sobre todo). Olmo y los extremos podían vivir a espalda de la línea de medios (4-4-2) y la altura de los laterales españoles provocaba que Saka y Bellingham viviesen más cerca de su área, ayudando a Walker y Shaw (sorpresa en el once y de buen rendimiento individual) que en campo rival. El costado izquierdo de España fue la banda de más progresión. Fabián, Cucurella y Nico Williams se repartían muy bien su triángulo. Cuando Fabián bajaba, Cucurella subía (mayoría de veces como extremo) y Nico interiorizaba su posición. Cuando Fabián esperaba más arriba, era Nico quien quedaba abierto. Y cuando Fabián se llevaba a Mainoo hacia el centro, aparecía el espacio para el pase de primera línea a Nico o Cucu.

En la derecha, como viene siendo costumbre, Carvajal estuvo más centrado y sujeto (circulación lado a lado, más amenaza de Bellingham). De extremo apareció más de lo que estuvo en posiciones de extremo; a pesar de que Yamal (cuando no estaba Olmo cerca) interiorizaba su posición. Antes del 30′, España había casi triplicado (160-57 los pases de Inglaterra) y conseguía robar arriba tras pérdida, pero de Pickford se sabía poco o nada. Se fallaba en la penúltima decisión, no se quería agitar el encuentro aprovechando algunas transiciones desde campo propio (y se frenaban cuando el conjunto llegaba a campo rival) y el bloque bajo, sobre todo Stones, se encargaba de cortar el peligro.

Con el paso de los minutos, Inglaterra se fuese quitando el dominio español a través de las recepciones de Bellingham. Kane entre centrales no estuvo tan acertado, Mainoo tampoco estuvo especialmente lúcido y Foden no encontró tampoco tantas situaciones de ventaja, ni se las fabricó como el talentoso Bellingham. Alejándose de Carvajal (al que buscaba fijar Shaw), el madridista empezaba a ser el objetivo del juego directo o entre líneas. Y en ese 3×2 Inglaterra pudo llegar a campo rival varias veces. También en algún reinicio de falta o banda, los ingleses conseguían ir rápido de lado a lado o Saka había conseguido hundir mediante la conducción a los españoles. De hecho, a pesar de que había sido inferior, el único disparo entre los tres palos lo realizó Foden rematando una falta en el segundo palo botada por Rice y prolongada por Le Normand.

En esa acción que casi cerraba la segunda parte (provocada por un robo de Bellingham a Carvajal), se acabaría lesionando Rodri al chocar con Laporte después de bloquear el disparo de Kane. El mediocentro español no saldría en la segunda parte, entrando Zubimendi. Casi sin tiempo para ver el impacto del donostiarra y la ausencia del faro, llegó el 1-0 desgranado más abajo. Pero Fabián parecía desde antes del tanto que se iba a quedar más veces a la altura de Zubimendi en los momentos de inicio, buscando atraer a Mainoo-Rice a más altura o provocando que un central español se quedase libre pero Rice guardase la posició con Olmo más abajo (4+1+4+1). Inglaterra decidió esto último, aunque si Foden saltaba a por central o portero, Rice le seguía (dejando un 4v4 a su espalda). España tuvo, de todos modos, ocasiones para doblar la ventaja. En el claro remate de Olmo (49′), aprovechando Carvajal (Bellingham fue a por Le Normand desde el 4-1-4-1 que debía combinar a Bellingham con Carvajal) el hueco generado por el apoyo de Lamine y generando un duelo directo 2v2 con Morata y los centrales ingleses; en el tiro de Morata (55′) encontrando el pase de Le Normand la espalda de medios Lamine (4-4-2 en bloque medio).

También Rice bajó una altura para que a partir de ese 3×2 con Bellingham, Mainoo y Foden ante pivotes; o a través del juego directo (Saka en profundidad, Bellingham en banda izquierda abierto), se llegase a las cercanías del área ibérica. Hubo un tramo de provocar pérdidas de España y de motivarla a jugar en largo. A pesar de que con su pareja de centrales y su pareja de medios, España tenía dos jugadores más en esa primera zona teniendo en cuenta a Simón y al liberado de entre punta e interiores, pero Inglaterra encadenó varias presiones buenas. Quizás luego le faltó calma o temple para aprovechar los movimientos hacia dentro de Bellingham, que tanto daño hacían y que provocaban que Nico o Lamine deberian cerrarse para evitar la inferioridad por dentro o el 1×1 de centrales con dos ingleses. Y tampoco Inglaterra pudo generar peligro ante el 4-4-2 en bloque bajo español.

Para entonces, habían cambiado los puntas de ambos; entró Watkins por un desacertado Kane y Oyarzabal por Morata. El cambio de impacto inmediato fue, sin embargo, el de Cole Palmer por Mainoo. Jude pasó al doble pivote, con ese rol de unirse a la pareja de enganches (Foden a la izquierda, Palmer a la derecha). Apenas entró en el campo, se originó el ataque rápido del 1-1. Antes, Bellingham había tenido una (juego directo), pero Nico, Lamine Yamal y Oyarzabal habían disfrutado de sus primeros disparos con peligro aprovechando los cortes de Fabián, Cucurella y Cucurella ante el juego directo inglés. Pero España no acertó, al contrario que Inglaterra. Sin embargo, la Roja, que había seguido presionando muy arriba, a pesar de ir con ventaja, no acusó el golpe y siguió a lo suyo. Inglaterra, en cambio, no dio el paso adelante que podría esperarse de un equipo que tiene a tanto talento en el campo. España sumó varios centros al área y la ocasión más clara tras el empate, en otro mal disparo de Lamine Yamal (mejor en la segunda parte que en la primera, pero no a un nivel notable).

Quien no falló sería Oyarzabal. Después, no hubo tiempo para mucho más, aunque Unai Simón y Dani Olmo con la cabeza, salvaron sendos remates a puerta de Rice y Guéhi, en un córner provocado por la enésima muestra de calidad de Bellingham (Watkins esta vez no controló bien y se quedó sin disparo en posición franca). Viendo los méritos de unos y otros, un segundo empate hubiera sido demasiado premio para un combinado superado en casi todo el encuentro: 63%37 a favor de España; 1.89-0.61 en goles esperados. Inglaterra deberá seguir esperando a que el fútbol «regrese a casa». Mientras, España se corona como Rey de Europa con la personalidad de campeón.

Los goles

  • 1-0 Nico Williams (47′). España combina el pase corto y las conducciones. En un saque de banda de Cucurella, la pelota viaja con calma hasta Le Normand. Zubimendi recibe detrás de Foden y tiene tiene tiempo para conducir levantando la cabeza entre Kane y Foden, mientras se escora ligeramente al sector izquierdo. Fabián le compensa en derecha. La pelota regresa a la izquierda, donde Cucurella y Nico conectan. El extremo presionado por Walker ya en campo rival, la devuelve a central. Laporte juega con Fabián, que está lateralizado en el costado derecho. Bellingham que tiene a Carvajal a su espalda, no le salta. El lateral madridista ha ganado altura viendo que Yamal se metía hacia dentro. Es Foden de hecho, quien va a buscar, pero desde muy lejos al medio español, mientras indica a Bellingham que retroceda con su compañero de club. Tarde. Carvajal recibe abierto y a espaldas de Jude. De primeras y exterior prolonga para Lamine Yamal. El barcelonista, interiorizando su posición, ha conseguido que Shaw deje de verle. Yamal deja correr la pelota mientras se gira sobre sí mismo. Su primer toque con el exterior de la izquierda sirve para rebasar a Guéhi hacia dentro. Mientras eso ocurre, Morata arrastra a Stones en vertical hacia la portería. Justo después, Olmo hace lo mismo con Walker. El pase al hueco de Yamal hacia el interior del área lo aprovecha Nico. Entrando en solitario por el sector izquierdo del área, remata cruzado y de primeras con el pie menos dominante. Pickford no consigue despejar con el pie izquierdo. Inglaterra persigue sombras.
  • 1-1 Cole Palmer (73′). Pickford saca con la mano tras atrapar un remate flojo de Oyarzabal. Juega con Bellingham. El madridista está en su propio campo. Cucurella le encima, pero no anticipa; y Jude consigue conectar con Cole Palmer. Este lanza rápido al campo rival donde espera Bukayo Saka. El del Arsenal vuelve a atraer rivales (Fabián entre ellos) conducir para hundir a toda la defensa y a la pareja de mediocentros dentro del área. Es entonces cuando encuentra de nuevo a Bellingham, que bajo la presión de Zubimendi, la deja de cara para la llegada en solitario de Cole Palmer. Su disparo, con la zurda, de primeras, toca en Zubimendi. Lo justo para imposibilitar a Unai Simón que su estirada tenga premio.
  • 2-1 Oyarzabal (86′). España sigue buscando arriba a Inglaterra y fuerza un envío largo de Guéhi que se pierde por línea de fondo (Bellingham se la había pedido en corto para ser el tercer hombre para Rice, casi entre centrales). Carvajal la pone en juego hacia Laporte. Rápido y vertical filtra para Fabián, al que Cole Palmer no tiene controlado. También rápido (control derecha, pase con izquierda) prolonga para Olmo, alejado de Rice. Control con izquierda, acomoda con derecha y, sorprendiendo, filtra el pase con el exterior hacia dentro. A espaldas de medios recibe Oyarzabal, que de primeras abre a Cucurella. El lateral izquierdo cabalga a su encuentro con el esférico. De primeras, sin que Walker tape, pone un centro tenso y raso. Stones justo se ha frenado cuando va a llegar el zurdo, para provocar un fuera de juego que no será por media rodilla. Haberse frenado antes de la línea de punto de penalti, también, favorece que Pickford no pueda hacer nada y que Oyarzabal que ha seguido la acción, le gane a Guéhi la carrera. El atacante de la Real Sociedad se lanza al suelo para impactar con la derecha y pillar a contrapié al arquero inglés.
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Rafa Medel
Entrenador y periodista

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