Jugadores del día X: Akanji, Sallai, Füllkrug

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Espero que me perdonen la tardanza y puede que también la falta de calidad en el contenido. No ha sido un día fácil y puede que escriba estos párrafos con el cerebro algo frito. No solo por el vacío que deja en nuestras vidas el primer turno de partidos. Tampoco influye demasiado que sea domingo, yo este mes ya perdí la noción del tiempo, aunque no negaré que ayer salí a airearme a la primera verbena de pueblo de 2:30 a 4:30 de la madrugada, tras dejar subidos religiosamente este diario y el podcast de CatenaccioW. Eso no se negocia ningún día que haya encuentros. Tras una semana de confinamiento voluntario por tener una cita con la Eurocopa y ahora, además, con la Copa América (completamente en contra de que coincidan las fechas), el mundo exterior me pareció extraño. Y también me sorprendieron en cierto modo mis deberes. A falta de primer turno, había que recuperar el debut de Venezuela, Ecuador, México y Jamaica desde el otro lado del charco. Para sorpresa de toda esta redacción, hoy hablé bien de los cometacos, como yo les digo cariñosamente a mis cuates, mientras Beto González me responde apodándome cometapas. El caso es que no esperaba una versión más o menos sólida del Tri (1-0) frente a los caribeños, ni tampoco ciertas soluciones en ataque. Menos aún la victoria (1-2) venezolana ante los amigos de un Enner Valencia que se pegó un tiro en el pie; a él mismo y a sus panas. Pero, sobre todo, he de decir que este último fue un encuentro difícil de digerir.

También fue una lástima ver en diferido y sin emoción el duelo por la primera plaza entre alemanes y suizos, aunque no tanto como la concatenación de patadones y tenetiesos que nos regalaron los escoceses y los húngaros. Hasta tuvimos que preocuparnos por el estado de un Barnabás Varga que abandonó el rectángulo de juego conmocionado y en camilla tras un golpe fortísimo. La Federación Húngara de Fútbol confirmó ya que se encuentra estable y ha sido trasladado al hospital de Stuttgart. No todo fue malo, vimos un descuento fascinante, a tumba abierta, porque a nadie le valía el empate. Y la moneda al aire cayó del lado de Hungría (0-1) en el minuto 100, para que los de Marco Rossi se aferren a pasar como una de las mejores cuatro terceras clasificadas. Otro tiempo agregado que cambia por completo el cuadro de la Eurocopa es el del Suiza 1-1 Alemania. La Mannschaft será líder porque Füllkrug cabeceó a los helvéticos en el 92′ como Zidane a Materazzi para tirar por la borda el excepcional trabajo de los de Murat Yakin, quien, tal vez, sea el mejor entrenador en lo que va de campeonato, como ahora argumentaremos. Y eso que yo daba a suizos y croatas como decepciones de la fase de grupos. Una de cal y otra de arena. No fue un día fácil en general, demasiado largo y áspero, pero mucho menos para elegir las tres individualidades de este podio. Muy mal se tiene que dar la cosa para que alguno que no sea suizo entre en el once ideal de la jornada.

🥇🇨🇭 MANUEL AKANJI 

El mejor central de la Eurocopa, sin más. Y el segundo jugador tras Gündoğan que repite podio, ambos días en lo más alto. Ya me disculparán los amigos del Bologna, porque vaya Eurocopa están haciendo también Ndoye (autor del tanto de Suiza, que ha tenido poco después el 2-0), Aebischer y Freuler. Y Posch y Calafiori con Austria e Italia… Si Manuel se exhibió ante Escocia desde la calma y la lectura, zaguero sobre el que ya reflexionamos acerca de su evolución, hoy sí ha tenido que ir más al límite en algunas acciones. Contra Alemania no queda de otra, y así tapó un remate de Kimmich en el área pequeña que era prácticamente de valor gol y le rebañó un balón a Havertz que hace años hubiera sido penalti sí o también por su exceso de ímpetu. Es una locura el Akanji post Guardiola. Y ha sido una locura el planteamiento de Murat Yakin, sustentado por su jerarca. Con recursos limitados y cierto desgaste, su selección compitió muy bien en el Mundial. Y en esta Eurocopa todavía lo mejora. Es incomodísima, flexible en términos posicionales, camaleónica en función de cómo juegue el rival, gestiona bien el banquillo con sus revulsivos… Cuando Suiza iba a presionar alto, emparejaba a los jugadores teutones uno contra uno, sobre todo en el carril central. Era puerta grande o enfermería. Y, como contra Brasil, los helvéticos resultaron un hueso.

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Ahogaron a la Alemania de Kroos, Gündoğan, Musiala, Wirtz, Havertz o del propio Kimmich. Además, si le superaban su bloque alto, completaban un disciplinado balance defensivo. Y una vez en bloque medio-bajo, volvía a ser proactiva, saltaba al poseedor del balón y dejaba buenos movimientos para compensar esos anticipos de Akanji, Schär y Ricardo Rodríguez (especialmente a Musiala y Wirtz), garantizando las coberturas a sus centrales. El entramado defensivo fue colectivo, pero el que más sobresalió resultó ser nuevamente el ‘5’. Con tanta determinación como pulcritud. Algo impensable con Akanji hace tres años. Pero la gente cambia y es más responsable. A ver si os pensáis que ayer a mí me apetecía regresar a casa a las 4:30… Con balón, Suiza amenazó, pese a no materializar sus transiciones con demasiados disparos entre palos. El más claro fue lejano y Neuer lo repelió poco antes del empate, de hecho. Sin embargo, jugando directo y raso al ‘9’ para que este descargase, activara al tercer hombre y pudieran atacar después con desmarques profundos, hallaron una receta con la que sonrojar a los de Nagelsmann. Palabras mayores, con Embolo como principal responsable desde la punta; nunca hemos dudado de este tipo en contexto selección, ni aunque haya pasado por un calvario de lesiones esta 2023/2024. Pero no como único responsable, Suiza también salió desde atrás con pausa y movilidad entre sus fichas. Cómo no hacerlo con este nivel de Xhaka y Akanji. Fue una partida de ajedrez que ganó Yakin. Y su reina volvió a lucir trenzas.

🥈🇭🇺 ROLAND SALLAI

Mi madre estudió turismo. Y yo de pequeño pensaba que la Selva Negra estaba en África. Quien dice de pequeño, dice con 14 o 15 años. O tal vez fuesen 16. Soy muy malo para las fechas, no como el amigo que me advirtió que ayer sería mejor volver a las 3:30 a casa, dado que los dos teníamos faena el día de hoy. Cuando me di cuenta de que la Selva Negra estaba al sur de Alemania fue cuando indagué más a fondo sobre el Freiburg, al que evidentemente ya dirigía Christian Streich. Llegó siendo un niño de 17 y se va este verano a sus 59 años, tras ocupar distintos cargos. Yo ya no me olvidaré de su procedencia ni de cómo iba al estadio: en bici. Streich es un entrenador de los que ya no quedan, al que tampoco olvidarán en Friburgo. Y al que añorará Roland Sallai. Con él se ha convertido en un futbolista sensacional, un infravalorado (o desconocido) al que esta Eurocopa le ha dado por fin reflectores. Eso sí, desde un papel secundario, porque el de protagonista era para Dominik Szoboszlai. El del Liverpool es valiosísimo en la Hungría de Marco Rossi. Nexo entre medular y delantera, diferencial en conducción o con alguna jugada individual cerca del área, incluso sin tanto espacio dejó una deliciosa. Y, sobre todo, por su golpeo tan variado, magnífico a balón parado.

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Fuente inagotable de peligro dentro de un combinado que siempre genera algo, aunque ceda la iniciativa y parezca estar lejos del gol. Lo que está es simplemente lejos de la portería. Tiene mucho que ver en esto también Roland Sallai, el delantero que más les acerca. Hoy se ha inventado tres ocasiones en el descuento, cuando el encuentro ya estaba roto, y la última ha acabado en forma de asistencia para que Kevin Csoboth, recién ingresado, se redimiese de su disparo a la madera pocos minutos antes. Adivinen quién mejoró esa jugada también. Efectivamente, fue el mismo que lleva toda la Eurocopa convirtiendo el pan en peces. En juego directo se impone, la retiene sacando el máximo partido a su no tan llamativa envergadura y habilita a los compañeros. Porque lo importante no solo es el físico, sino saber utilizarlo. Como ayer reflexionábamos con Romelu Lukaku, de cuerpo muy distinto al suyo. Roland es pura lectura de juego e interpretación de los espacios. El mejor amigo de sus amigos. Este ayer habría vuelto a casa a las 3:45. También habría llevado el coche. Y nos dejaría en la puerta de casa, no sin antes comprobar que no hubiésemos perdido las llaves.

🥉🇩🇪 NICLAS FÜLLKRUG

Cuando abrí esta sección me prometí dar voz a todas las selecciones. O, al menos, a las que alguno de sus jugadores se lo ganase. Tres turnos, tres figuras de diferentes países. El problema viene ahora: ¿metemos a dos suizos o compensamos con un alemán, pese a que los teutones hoy hayan mostrado su cara más gris? Yo siempre fui un abogado de los más underdogs, pero también de la pluralidad. Duro dilema. Como el de tomarme la segunda cerveza ayer o no hacerlo. Finalmente fue lo segundo, así que resolveremos este entuerto del mismo modo. Más aún, con la pelota botando para meter a Niclas Füllkrug, que al fin y al cabo salió para cambiar el resultado y con ello hacer que la Mannschaft evite probablemente a Italia en octavos de final. Eso sí, en cuartos, si ambas ganan antes, se cruzaría con España, que después de esta terrenal versión de Alemania debería pasar a ser la selección más convincente del torneo, aunque no la más temible, ni tampoco la máxima favorita. Don Füllkrug resultó ser mucho más que un fetiche personal y de Eduardo Zurita, tal y como confiesa en sus diarios radiofónicos, lo último que escucho yo antes de encarar la cama. En caso de que los suba, claro, solo a él se le ocurre montar una mudanza este mes…

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‘Lucke’ traducido a español significa ‘Hueco’. Así le apodan al delantero del ‘BVB’. No porque detecte los huecos para rematar en el área rival, que podría ser, sino porque le falta un diente. Cuanto más lo cuento, más me gusta el mote. Y soy muy de poner motes, creo que siempre respetuosos, aunque no tan buenos como ese. Al propio Niclas le hace gracia al suyo y, al ser preguntado por la posibilidad de implantarse uno de repuesto, él deja claro que no es una opción. Seguramente por un tema de carisma, aunque su versión es la siguiente: «Si mi mujer me conoció así y se fijó en mí, para qué necesito otro…» Uno que, por muy peleón que sea en el campo, no perdió disputando un duelo aéreo. Por extraño que suene. El encuentro de hoy no es nada del otro mundo, se limitó a hacer su trabajo. Salir, entretener a los centrales para dar más espacios a sus compañeros en la frontal y, en el momento adecuado, aparecer en el lugar indicado. El remate, inapelable, ni que decir tiene. Sencillo. Así es el. Ese perfil ‘tanque’ que casi siempre funcionó en la selección alemana. Prueba de ello, ver que Fülkrug jugaba en la 2.Bundesliga en 2021, a sus 29 años, en el Werder Bremen; y que en su tercer partido internacional marcó un gol que daba una vida extra a los suyos en el Mundial de 2022. Gol inútil a la postre, como el de Kroos en 2018, que hoy cumple justo su sexto aniversario. Niclas, ‘Hueco’ de ti, te prometo que si algún día montamos un despacho propio de Editorial Puskas, yo llevaré el poster que tantas veces hemos considerado que mereces tener en todo lugar con aroma a puro fútbol.

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Iñaki María Avial
Periodista · 1997 · España | Kaká me enseñó desde San Siro que en el fútbol la magia importa, Gerrard se fue a Estambul a confirmarme que la mentalidad prevalece. También soy `Chiellinista´. Delante de un micrófono, como dijo Michael Robinson, "estoy muy ocupado, pero no siento que esté trabajando".

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