Llegaron las sorpresas a la Eurocopa. No es queja. Pero si ayer me hubieran dicho que vendría a escribir de un eslovaco y un rumano como MVP del día, me habría jugado un coche a lo contrario. Bueno, mejor no, que ya tengo una deuda pendiente con los integrantes del Catenaccio W por decir que Kompany no entrenaría al Bayern. Por eso nos gusta el fútbol, porque fuimos a ver a Sudakov y nos encontramos con que la figura iba a ser Stanciu. O una de ellas, al menos, por marcar el 1-0 y participar en el 3-0 definitivo de Rumanía, después de que Răzvan Marin nos recordase por qué el Ajax pensó en él para sustituir a Frenkie De Jong. «Ojo con Ucrania», para mal.
En el segundo turno fue Ivan Schranz el que dinamitó el mismo Grupo E con un tanto tempranero que resistió Eslovaquia a duras penas frente a los de Tedesco. Todo queda entre compañeros del Slavia Praha. No, «cuidado con Bélgica», tampoco… Tal vez sí con Austria, que llegaba como candidata a revelación con Ralf Rangnick a la cabeza, aunque sin Alaba y Xaver Schlager, lesionados del cruzado, y que nos recordó los motivos para darla como posible caballo negro. Insuficiente, en todo caso, para crear peligro y puntuar ante una Francia que se adelantó gracias al gol en propia meta de Wöber, que replegó y que se hizo fuerte desde el repliegue y la transición. Mbappé, en su noche más accidentada, perdonó la sentencia y se marchó con la nariz aparentemente fracturada.
🥇🇸🇰 STANISLAV LOBOTKA
De vuelta al centrocampismo, el mediocentro que cayó de pie en San Paolo hace dos años, pero que se fue apagando al igual que lo hizo su equipo, dio una masterclass sobre posicionamiento y lectura de juego. Con y sin balón. El plan de Francesco Calzona, su también entrenador a finales del nefasto curso que ha firmado el Napoli, estaba claro: comenzar jugando desde atrás para atraer a Bélgica y después salir muy vertical; así como no hundirse en campo propio y mantener el bloque medio con Kucka y Ondrej Duda, interiores eslovacos descongelados por la selección para cada Eurocopa, saltando sobre el poseedor del balón. Por ende, Lobotka quedaba muy expuesto, a sabiendas de que él debía clarificar las posesiones de su nación, con muchos metros que cubrir cuando los belgas se hacían con la posesión, agravado porque eran De Bruyne y Trossard quienes incordiaban en esa zona. Como es lógico, no llegó a cortar todo, pero sí un buen puñado de ataques prometedores de los Red Devils. Al igual que Milan Škriniar, la otra estrella del país.
Guía Eurocopa 2024, Eslovaquia: Que pese más lo bueno que lo malo
Reto complejo donde los haya y respuesta a la altura por parte de este pequeño pulpo. Sumó una decena de recuperaciones, incansable en las coberturas y bien colocado para tapar líneas de pase o intuir dónde caerían los balones divididos. Olfato mayúsculo. Y a eso le tenemos que sumar el criterio y la predisposición para dar salidas limpias con el esférico en su poder. Si la tenía un compañero, él se convertía en su mejor amigo, con un desmarque que le posibilitase recibir libre de marca para dar continuidad a la transición. El don de la ubicuidad hecho mediocentro. Y cuando la redonda le llegaba a sus botines, las fintas bien escondidas, proseguidas de conducciones o pases que rara vez eran imprecisos, aderezaban los gestos de bailarín tan característicos de este pelotero. Eslovaquia sobrevivió al asedio y promete dar batalla en esta Eurocopa al son de Stanislav. Todo le viene de dentro. Nunca nos sacian los jugones de su calado, siempre queremos ‘Lobo’ hambriento.
🥈🇫🇷 THEO HERNÁNDEZ
Sinceridad ante todo. Estamos muy dolidos con N’Golo Kanté, su decisión de jugar en el Al-Ittihad nos ha privado de ver más a menudo la sonrisa más tierna del fútbol de élite. Esa que esconde a un perro de presa, fascinante en coberturas y para iniciar contraataques. Hoy dio una cátedra. Tan dolidos, que no le meteremos como figura de Francia pese a que ha hecho méritos. Como mediocentro más posicional, encima, algo que limita en cierto modo su mejor versión. El culpable de ello, realmente, no es Kanté, cada uno es libre de escoger su camino y a los zorros de aquel Leicester de Ranieri les llevaremos siempre en el corazón. El que le resta algún que otro reflector es Theo Hernández, un lateral que se hidrata a base de gasolina.
Guía Eurocopa 2024, Francia: Mbappé contra la narrativa
Cuando Didier Deschamps vio que su hermano, Lucas, volvía a caer lesionado de gravedad en la antesala de otro gran torneo, no pegó ojo en toda la noche. «Me va a tocar jugar otra vez sin cuatro centrales, maldita sea». Sepa Pavard que es banquillo izquierdo, simple y llanamente, porque ha evolucionado más como lateral que como central. En todo caso, compartirá Didier con nosotros que Theo no está nada mal. De hecho, sus aptitudes pueden potenciar mucho a Mbappé o a un Marcus Thuram que no le resulta desconocida la posición de extremo izquierdo y que hoy fue titular para permutar esa demarcación y la punta con Kylian. El mayor de los Hernández, en su día a día, retroalimenta de fábula a Rafael Leão en Milán. Paredes a máxima velocidad, desmarques mientras intercambia carriles con el extremo, conducciones para dar profundidad infinita… Eso, y una ocasión manifiesta llegando al área, fue lo que vimos hoy en la engrasada banda izquierda de los galos. Hasta Rabiot nos gustó con sus cameos por allí. Y a eso debemos sumar que el canterano del Atlético de Madrid estuvo muy férreo en defensa, incluso para reducir a un revoltoso Wimmer que le dio alas al siempre energético y vertical imperio austriaco.
🥉🇷🇴 NICOLAE STANCIU
Bajo amenazas de Pakillo Mariscal, en esta redacción acordamos hablar siempre bien de los jugadores que lleven las medias bajas. Si encima es un veterano que se marchó al Damac FC de Arabia Saudí, al que añoramos los jueves de Europa y Conference League, gana enteros para entrar en el podio del cuarto día de Eurocopa. Y con este golpeo que gasta el amigo Stanciu, nos ha llegado alguna que otra petición para que le diéramos el Premio Puskas. Cómo no le vamos a querer… Sin ir más lejos, hoy ha faltado el canto de una moneda para que marcase un gol olímpico, el travesaño evitó que el 2-0 subiese al marcador. Ni que decir tiene que el primero salió de la escopeta que tiene por pierna derecha, con la contribución de un Andriy Lunin que hoy no estuvo especialmente sobrio bajos los palos de Ucrania. Stan y Dennis Man, otro de los jugadores del día por su diagonal hacia dentro desde la derecha, se sacaron de la manga una jugada aparentemente ensayada en un córner indirecto para que Denis Drăguș, principal novedad de Iordănescu como punta para oxigenar el juego y mejorar la jugada, remachase la fiesta rumana poniendo el 3-0.
Guía Eurocopa 2024, Rumanía: El muro de Bucarest
No faltan candidatos a MVP en los Cárpatos, porque atrás Drăgușin también estuvo imperial en acciones de área. Sin embargo, el capitán Stanciu, que no necesita sumar mucha cuota de balón para resultar diferencial con su buen pie, fue quien abrió la lata y esto ahogó en un mar de dudas a una Ucrania demasiado plana pese a contar con jugadores de corte asociativo. Su incidencia en el resultado cambió el partido y veremos si también lo hace trayendo el pase a octavos bajo el brazo, como ya sucediese en el clasificatorio a esta Eurocopa en el que fue máximo goleador (3) del combinado de Transilvania. Dentro de una selección que se relame por la frescura que aportan ya como pesos pesados los artífices del gran Europeo sub-21 que realizaron en 2019 (Ianis Hagi, Puscas, Dennis Man, Coman, Marius Marin Nedelcearu, Cicaldau…), muchos de ellos criados en la academia de ‘Gica’ Hagi, los veteranos aún tienen cabida. Nicolae, soldado de Trpišovský, catapulta de ti, si nos lo pides así nos entregamos al fútbol de highlights.