Este mes he planificado mis vacaciones de verano. Tendrán que esperar, evidentemente. La Eurocopa es sagrada. Y dormir, una mala excusa para quienes todavía viven en la ignorancia y hacen de menos a la Copa América. Aquí, cada uno gestiona sus vacaciones como quiere. O como puede. Y nuestros protagonistas en el podio de hoy, así lo harán. A Skorupski, rudo, le pega la montaña. A Memphis, amante del postureo, el mar. Y a Bijol, unas largas caminatas por una ciudad repleta de gente que no querrá pasar cerca suya después de lo visto en esta Eurocopa. No tuvimos casi goles hoy, pese a ser el primer día de cuatro partidos. Falta nos van a hacer esas vacaciones tras semejante sobredosis de fútbol. Con encuentros muy duros de tragar, como ese Dinamarca 0-0 Serbia que, para no perder las malas costumbres, termina una vez más con tragedia para los balcánicos, matemáticamente eliminados. Y con la sensación de que no les funciona ni la cabeza, ni el corazón. Solo ese conato de alma de Luka Jović ante Eslovenia.
Una Eslovenia que, por cierto, sigue invicta y soñadora. Clasificada para octavos de final, pese a que nunca ha ganado ha ganado todavía un duelo de fase final de Eurocopa. En ninguna de sus dos participaciones. Lo que son las cosas. Lo que hace esa particularidad de que 4/6 terceras clasificadas pasen a la ronda de eliminatorias. Y lo que especulan algunas… Si no, que se lo digan también a Serbia y a una Dinamarca que sería la mejor selección del planeta si el fútbol, en vez de por goles, se decidiera por la calidad de sus sinergias. Y, más concretamente, por la de sus rondos por todo el campo. Es fascinante. Pero sin ninguna malicia en el último tercio… Va a haber que ganarlos, eso sí. Tanto los daneses, como los eslovenos, se meten como segundos y terceros, respectivamente. Ambos, a lo Portugal 2016, ojalá para ellos con el mismo final, aunque parece improbable: con tres empates en un Grupo C que concluye con la sola victoria de Inglaterra frente a Serbia en su debut, que la alcanza para concluir como líder. Igual te gana por un destello de calidad, pero sigue sacando de quicio a su hinchada. Hay unanimidad: talento desaprovechado y mal gestionado. Hoy, otro 0-0 frente a Eslovenia.
Los goles fueron a parar casi todos al Países Bajos 2-3 Austria. De Malen, el séptimo en propia puerta de la Eurocopa. De Gakpo, de Romano Schmid, de Memphis y de un Sabitzer que será el gran olvidado en este podio. Ya me perdonará, siempre dije que estaba infravalorado y luego soy yo el primero que no lo plasma en forma de letras. No caben todos… Pero sí una mención honorífica a Ralf Rangnick. Quien cogió al Hoffenheim en tercera división y lo llevó a primera en dos años. Quien ascendió a segunda también al SSV Ulm 1846. Y a primera al Hannover 96. Hasta que su gran obra reciente se produjo en Red Bull, como arquitecto de una factoría por la que ha pasado la columna vertebral de su actual plantilla. El último ascenso se produjo con el Leipzig, al que guio hasta la Champions; además de convertir al Salzburg en el rival a batir en tierras austriacas. Y, por si fuera poco, entre medias ganó una Pokal y una Supercopa con el Schalke 04, que también dio guerra en Europa por la Champions. Estábamos avisados, él no sabe lo que son las vacaciones. Y no vimos venir tal revelación. Su Austria ha terminado la fase de grupos como primera clasificada tras vencer a la Oranje. Cosa que trastoca el cuadro y que manda al lado de España, Alemania y Portugal a una Francia que no pasó del 1-1 (con penaltis anotados de Mbappé y Lewandowski) frente a Polonia, ya sin opciones desde la previa.
🥇🇵🇱 ŁUKASZ SKORUPSKI
Nunca compartí eso de que al portero no le pueden marcar un gol por su palo. Y, sí, entiendo que esa debe ser la prioridad; para, al menos, obligar al delantero a cruzarla o definir de vaselina, por debajo del cuerpo o a regatear. A buscar un compañero con pase de la muerte, incluso. Pero de ahí a no exculpar jamás a un guardameta al que le chutan al primer palo… Sea como fuere, hoy Łukasz Skorupski no quiso reabrir el debate. Le probaron en reiteradas ocasiones de esta forma y en todas respondió. Achicando de lujo, por cierto, para tapar más portería. Se puede decir que fue con la lección aprendida al enfrentamiento, intrascendente para ellos, frente al enmascarado Kylian Mbappé, especialista en buscar el disparo al palo corto y raso. Hoy le sacó varias al jugador que venía con la nariz rota y que no tuvo minutos en la segunda jornada. Pero no se notó demasiado. Claro, al fin y al cabo, compartió el ataque, como punta de lanza, con Dembélé y Barcola, como toda esta temporada en el PSG. Y eso no impidió que cayera mucho a la izquierda para asociarse de gran manera con Bradley. Hicieron diabluras, hasta que se toparon con el muro polaco. Fueron siete paradas, pan comido…
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El gol lo encajó de penalti, provocado por Ousmane. Poco más pudo hacer. Y, especialmente, le sacó una mano providencial a Mbappé en el segundo periodo, al palo largo en este caso, con rosca a media altura. No con demasiados blocajes, pero sí con brazos y muñecas fuertes para no dejar segundas jugadas, como en esa clara ocasión mencionada. Polonia se va con un punto y mejores sensaciones que en el Mundial u otros eventos de este ciclo, aunque hoy estuvieran ya eliminados. De hecho, eso provocó rotaciones, como la de la portería, sin ir más lejos. Y la actuación del portero podría abrir el debate nacional: ¿debe ser el meta titular? Complicado, sabiendo que tiene 33 años, uno menos que Wojciech Szczęsny, y que este ha sido salvador unas cuantas veces, además de jugar en la Juventus. Aun así, no le conviene relajarse, porque el del Bologna viene pisando fuerte. Antes de ayer nos quedamos con las ganas de meter a algún alumno de Thiago Motta en esa grandísima Suiza a la bolognesa, ayer abrimos la veda con Riccardo Calafiori y hoy no podía ser menos con este cancerbero. Las manoplas salen a escena en la Eurocopa y, tras Mamardashvili o Donnarumma, el representante de Skorupski puede que tenga alguna llamada perdida. Esperemos que no fructifique, a ver si nos van a desvalijar el equipo italiano de moda en este certamen pese a las dudas de la Azzurra. Menudo abuso en un día fúnebre para el pueblo polaco. Los Gallos te temen en tu corral. De aquí a la Champions, pasando por unas merecidas vacaciones que te has ganado.
🥈🇸🇮 JAKA BIJOL
Yo también soy de esos que dicen que es «mejor intentarlo que quedarte con las ganas». Aunque, luego, no siempre me aplico el cuento. Mientras escribo estas líneas me apetece resaltar la Eurocopa que está haciendo Marc Guehi. Para mí, el mejor futbolista inglés en esta Eurocopa. Y de los pocos que reciben el aprobado junto a Foden, Stones, quizá Kane, y algún que otro jugador de segundas partes como Mainoo o Palmer. Por cierto, este último debutó en el torneo a falta de 20 minutos para el final de la tercera jornada, en una Inglaterra que ha marcado dos goles en fase de grupos, después de producir él 50 esta campaña entre goles y asistencias con otro Chelsea a la deriva hasta la primavera. Ese es el nivel. Lo de Southgate merece capítulo aparte. En todo caso, hacer MVP al central del Crystal Palace en un partido en el que Eslovenia tuvo el 26% de la posesión, parece demasiado atrevido. Pero que no caigan en el olvido las actuaciones de un zaguero que llegó muy cuestionado sobre si tenía el nivel para estar convocado y más aún para ser titular dadas las bajas de Maguire, Tomori o Colwill. Ha cumplido con nota, en bloque bajo bastantes tramos frente a Serbia o Dinamarca, y a campo abierto para negarle el juego directo a dos delanteros peleones y autosuficientes como Šeško y Šporar.
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Y sí, lo vamos a hacer. Lo de meter a tres eslovenos como destacados en tres días distintos, digo. Espero que nadie se sorprenda, sabíais a lo que veníais. En la primera jornada fue Drkušić, en la segunda le tocó a Karničnik y, en la tercera, será Jaka Bijol. Tres de los cuatro componentes de esa zaga. Y a Erik Janza (sancionado para octavos), que es quien curiosamente marcó uno de sus dos únicos goles, siendo el otro de su homónimo en el lateral diestro Karničnik, también le podríamos haber colado en esta lista. Pero, puestos a elegir, hoy come aparte el central de Udinese. Contundente en los despejes, sobre todo por aire; con una gran activación en todo momento para interceptar balones, así como saltando agresivo a las persecuciones sobre Harry Kane, anticiparse y no permitir que se girara. Incluso, tuvo que lidiar con una tarjeta amarilla, perfectamente bien invertida para parar un ataque prometedor, en el último tramo de encuentro. Quizá pudo ser algo menos impetuoso en esas jugadas, pero Drkušić le contagió. Y tampoco estuvo de más, porque a la leyenda del Tottenham hay que mantenerla a raya. Si le dejas pensar y, a mayores, actuar, estás acabado. Hoy, Harry ‘El Limpio’ fue de lo poquito salvable en ataque junto a Foden. Con sus apoyos, giros, entradas al área para rematar, algún centro… No será por falta de movilidad y ofrecimiento de un delantero que va claramente a más en el torneo, después de que Nikola Milenković le secase en su debut. No os voy a mentir, tampoco estuvieron excesivamente exigidos los eslovenos, por raro que parezca. Pero sí fue Jaka el que más trabajo tuvo, especialmente tras la reanudación. Y lo solventó con rotundidad. También se han ganado estos octavos a pulso. Sus vacaciones pueden esperar.
🥉🇳🇱 MEMPHIS
El que llevaba unos cuantos meses de vacaciones, según la versión de bastantes aficionados rojiblancos descontentos con la versión mostrada este año, era Memphis. No ha debido ser un curso fácil para él, a pesar de que resulte uno de esos futbolistas muy particulares. Sus peinados no los lleva cualquiera. Y un león tatuado en la espalda, mucho menos. Pero tampoco hay tantos delanteros con su liderazgo, técnica y visión de juego cuando está enchufado. Al Inter de Inzaghi, equipazo donde los haya, le dio de esa medicina. Con Países Bajos suele mostrar la flechita para arriba, su Mundial no estuvo nada mal y terminó al alza. Exhibición en octavos ante Estados Unidos, incluida. Puntualidad tiene. Amor propio por la Oranje, más todavía. Y, por encima de todo, una trascendencia en los planes de Koeman que prácticamente se ha convertido en amor furtivo entre ambos. Aunque, ahora que lo pienso, para ser furtivo lo tendrían que disimular, cosa que está lejos de suceder. Se necesitan. Hoy quedó más claro que transparente. Al igual que cuando coincidieron en el Barça. Los dos acabaron por desesperar a la directiva y, especialmente, a la afición culé. Pero, juntos, se hicieron más fuertes. Hasta el punto de decir que Memphis resultó ser el líder de ese equipo en los meses posteriores a la salida de Messi. Poca broma. Después se evaporó con Xavi.
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Ya avisábamos. Es muy particular. Y, potenciado, verdaderamente diferencial. Pero necesita libertad y confianza, sentir que el equipo es suyo. Como varios años en el Lyon. Y como en este combinado nacional. El primer tiempo, ante una Austria que propuso ritmo alto y defensa proactiva, hacia delante, sus apoyos fueron el mejor tubo de escape y pusieron a correr a Gakpo y Malen en los costados. Después tiró del carro neerlandés como lanzador a balón parado, pie de seda en una selección con mucha amenaza aérea. Sobre todo, si entra Weghorst. Y cuando el gigantón ingresó, Memphis no tuvo inconveniente para descender unos metros y ser el enganche que demandaba un equipo que sufrió de lo lindo e, incluso, que no le ganó el intercambio de golpes a los descarados pupilos de Rangnick. Él se rebeló como el que más. Y ni siquiera marcando el 2-2 fue suficiente. Pero cómo cambia la cosa con esta versión del atacante. Memphis, presumido de ti, calla bocas y gánate las vacaciones. No queremos que nos escuches, sí que actúes. Esa celebración que gastas es tan carismática como necesaria para que tu afición siga saltando de lado a lado y dejando imágenes para la posteridad. Nosotros seguimos sin saber si esa marea fue antes naranja por el color o por la fruta. Pero no hay duda de que tú eres el primero que quiere armar bulla a pocos kilómetros de tu patria.
