Formados y orientados al buen juego

Comparte esta historia:

Facebook
LinkedIn
Twitter
Pinterest
Email
WhatsApp

“Hemos intentado reivindicar al joven, esa esencia del juego; ese gusto por el fútbol” 

Fabián Coito, Seleccionador Nacional de Honduras en La Libreta Podcast

Que juegan bien a la pelota, que se divierten en el campo y que llevan muchos años haciéndolo, no solo son sensaciones, también son verdades. Con esas palabras quiero comenzar describiendo a la Selección Sub 23 de mi país, Honduras.

Los que observamos el torneo Preolímpico, fuimos testigos de un combinado hondureño que gestó su juego desde el mediocampo. Pero, para que esto pasará, hubo una combinación de factores, comenzando con la apreciación a la individualidad de cada jugador, donde en sus etapas formativas se les respetó su juego y sus manifestaciones futbolísticas fueron potenciadas. Los casos más notables son los de José Alejandro Reyes y Edwin Rodríguez, formados en las Fuerzas Básicas Olimpistas y en las Reservas del Club Deportivo Olimpia. Cuando se juntan en el mediocampo, su superioridad socio-afectiva es evidente. Mucho tiempo entendiendo y hablando el mismo idioma futbolístico.

La idea de esta Selección Sub 23 dirigida por el uruguayo Miguel Falero fue siempre tratar bien el balón, ordenarse en base al mismo, que sus mediocampistas se pudieran organizar jugando. Y aquí resaltan nombres como el de Kervin Arriaga, que en el centro del campo logró ser apoyo constante en salida, provocando rivales, buscando lejanos como primera opción pero también potenciando un tercer hombre en salida. 

Sí, salir jugando, sí, tercer hombre… porque está Selección Sub 23 jugó con la intención de construir desde atrás, buscando generar superioridades. Denil Maldonado, el capitán de esta generación, fue responsable de comenzar ese proceso; un defensa central que, además de sus virtudes sin balón, destaca por sus buenas decisiones con la pelota.

Quieren mucho a la número cinco, resienten no tenerla y sienten la idea de recuperarla rápido. Saben presionar alto, lo evidenciaron contra Estados Unidos en el segundo gol de Luis Palma. Los acosos a posibles receptores y las trayectorias de acoso son bien marcados. Destacar en esta faceta los mediocampistas que inciden en este tipo de situaciones como Jonathan Nuñez. 

El juego también necesita pasar por los habilidosos, por aquellos que definen partidos en los duelos individuales, como Rigoberto Rivas, que milita en el Reggina de Italia, que jugó el tiempo necesario para demostrar su calidad diferencial. Había quienes también entraban en el segundo tiempo y provocaban desbordes, conducciones y desmarques de ruptura como José Mario Pinto.

Como hondureño me siento contento; como formador orgulloso; como espectador honrado; como amigo de mis amigos, contento por ellos. Esta Selección Sub 23 ha jugado bien a la pelota, y volverá a representar a la «H» en uno Juegos Olímpicos.

Por: Gaspar Vallecillo Castro

Picture of Editorial Puskas
Editorial Puskas
Proyecto periodístico dedicado al fútbol. Análisis, historias y entrevistas.

También lee: