Quien aún no haya podido ver el primer cruce de la semifinal entre Guadalajara y León, puede hacer memoria y recordar el duelo que ambos equipos sostuvieron en la jornada uno del presente torneo. Más allá de que el trámite es completamente distinto, sirve para hacerse una idea de los problemas que ambos conjuntos han vuelto a presentar seis meses después. Entre importantes bajas por lesiones y COVID-19, el Rebaño y la Fiera firmaron un empate que deja la eliminatoria en el aire, a la espera de su definición en el Nou Camp.
Al igual que en el ya mencionado partido de fecha uno, León volvió a demostrar sus intenciones en los primeros minutos del encuentro. Partiendo de su habitual 4-4-1-1, los dirigidos por Ignacio Ambriz no tardaron en ganar protagonismo, cargando el porcentaje de posesión de balón a su favor. Pasando a una especie de 3-3-4 como estructura en fase ofensiva, comenzó a encontrar ventajas para dar el primer pase. Sin embargo, fue incapaz de girar el bloque defensivo que Chivas montó en su propio campo. Junto a esto, las marcas individuales que los locales buscaron implementar en el primer tercio del campo entorpecieron la circulación de los Esmeraldas, volviéndola incluso un tanto predecible.
Dicho esto, León comenzó a jugar con el ejercicio defensivo del Rebaño, generando arrastres para desacomodar las marcas rojiblancas y despejar el camino. Ante este escenario, Stiven Barreiro (quien sostuvo una actuación brillante) aprovechó para descoser al Guadalajara en conducción y, de esta manera, originar el primer gol de la Fiera. El defensor colombiano rompió para activar a un Joel Campbell que, con la mano en la cintura, sentó a Gilberto Sepúlveda para asistir a un indetectable Fernando Navarro, quien volvió a hacer de las suyas llegando desde segunda línea para vencer a Raúl Gudiño.
Por su parte, el cuadro tapatío volvió a exhibir problemas para fluir con balón. Más allá de los interesantes triángulos que se formaban en los costados del campo para progresar, el equipo de Víctor Manuel Vucetich fue incapaz de mantener sus posesiones en campo rival. Fernando Beltrán, quien partió como enganche en el 4-2-3-1 inicial del Rebaño, no logró estar a la altura de las exigencias, viéndose rebasado al intentar jugar a una altura que no le beneficiaba en lo más mínimo.
Para la segunda mitad, el Rey Midas buscó responder desde su pizarra. Alexis Vega y José Juan Macías entraron al ruedo, y Chivas pasó a un 4-3-3 mucho más sensato, empatando perfiles con un plan de juego distinto. De esta manera, con las cartas reposando sobre la mesa, el Guadalajara buscó el partido. Por pura amenaza, los locales lograron aumentar el ritmo del encuentro, nivelando la balanza, e incomodando al León. Así, al Rebaño le bastaron 15 minutos de competitividad para empatar el encuentro.
Con el 1-1 ya en el marcador, surgió una de las exhibiciones individuales más potentes y diferenciales de todo el Guard1anes 2020, por no decir que la mejor. Sí, hablamos del ya mencionado Joel Campbell. El costarricense se encargó de ser el nexo que le permitió a la Fiera retomar el control de la llave, absorbiendo cualquier cantidad de choques e imponiéndose en los duelos individuales con una superioridad pasmosa.
Pese a la inminente mejoría del segundo tiempo, Chivas fue incapaz de mantener su nivel de competitividad durante la última media hora de partido. El León retomó el control de las acciones, mientras que los rojiblancos se limitaron a incomodar a Rodolfo Cota mediante transiciones ofensivas. Sin ir más lejos, el Guadalajara se vio forzado a iniciar un ejercicio de supervivencia que le permitiera llegar con aspiraciones al partido de vuelta del fin de semana. Raúl Gudiño fue esencial para remar hasta la orilla. De esta manera, habiendo sumado su sexto partido al hilo sin derrota, el Rebaño deberá ir a buscar una victoria en el patio del mejor equipo del fútbol mexicano.