HISTORIAL:
¿CÓMO CLASIFICÓ?
ANÁLISIS:
Por tercera ocasión consecutiva (y en su historia), Eslovaquia jugará la fase final de la Eurocopa. Una buena muestra de la generación que han tenido en los últimos años y que ahora, ya sin Marek Hamsik, y con Škriniar y Lobotka pasando temporadas complicadas en París y Nápoles respectivamente, se logra mantener.
Completaron un gran grupo de clasificación, en los que apenas cedieron puntos en el enfrentamiento contra Portugal (más un empate ante Luxemburgo) y mostrando un modelo de juego reconocible y que les permite seguir compitiendo en días donde hay menos inspiración o los mejores jugadores no tienen su día. Francesco Calzona ha realizado un gran trabajo, dotándoles de un claro sistema de juego y haciéndoles más competitivos, dejando atrás versiones que en ocasiones se pasaban de conservadoras.
Tienen buenos constructores de juego en primeros pases (Dávid Hancko y, especialmente, Lobotka), por lo que combinan salidas elaboradas, con estructura 2+3 y los laterales buscando atraer, con balones largos hacia el delantero, Róbert Bozenik, que es un jugador que se maneja bien jugando de espaldas y que deja buenos apoyos de primeras abriendo hacia fuera.
Si salen jugando desde atrás, el equipo eslovaco es uno que muestra claros principios del juego de posición, con laterales sin ganar mucha altura, interiores en zonas intermedias y extremos abiertos. Son pacientes en primeras líneas, a los centrales no les tiembla el pulso reteniendo el balón y esperan hasta buscar el descenso de uno de los interiores, que juega de primeras para dejar al mediocentro, Lobotka, de cara. Además, hay mucha sujeción sobre última línea, con dos extremos que esperan abiertos y que buscan movimientos profundos para estirar el bloque rival.
De vez en cuando hay variaciones, como, por ejemplo, es habitual que el mediocentro del Napoli descienda a primera línea, incrustándose entre centrales, lo que permite a los laterales ganar vuelo. Peter Pekarík se incorpora por fuera, llegando en profundidad, mientras que Dávid Hancko, que en el Feyenoord actúa de central, lo hace por carriles interiores, apareciendo por zonas intermedias. Como bonus, es un equipo que posee muy buenos tiradores desde media distancia (como Duda, Kucka o el propio Hancko), por lo que siempre tienen a disposición ese recurso si ven que se están atascando y no encuentran el camino del gol.
Sin balón, generalmente esperan en un bloque medio, pero de vez en cuando se animan a lanzar presiones altas. En esa fase del juego, buscan orientar hacia fuera la circulación rival, usando una estructura con extremos sobre centrales, el delantero con el mediocentro contrario, e interiores siendo los encargados de salir hacia fuera en cuanto han conseguido llevar la circulación rival hacia uno de los lados. Son un bloque que bascula mucho hacia la zona del balón, llamando la atención cómo intentan bloquear todas las vías cercanas del poseedor.
De todos modos, normalmente se sitúan en un bloque medio en 4-3-3, en el que el interior de lado activo salta para igualar y donde destaca la postura corporal de la última línea, que se mantiene atenta marcando la altura pese a defender lejos del área, logrando forzar situaciones de fuera de juego.
También destaca el papel de los interiores, muy sacrificados persiguiendo rupturas por dentro y acudiendo en coberturas a los laterales, desfondándose y ofreciendo mucho recorrido. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y se trata de un bloque que tiene dos problemas principales. Por un lado, los timings a la hora de saltar en primera línea, y de acompañar la presión por detrás, no son todo lo buenos que deberían y conceden bastantes recepciones en zonas intermedias que el rival puede convertir en dañinas. Y, por otro lado, aunque en última línea tienen a perfiles ganadores de duelos y contundentes en sus acciones, Pekarik no entra dentro de esa calificación y es un lateral que suele sufrir bastante defendiendo ante extremos rápidos, hábiles y poderosos en el cambio de ritmo.
Después de despedirse a las primeras de cambio en la anterior Eurocopa, querrán repetir un papel similar al de Francia 2016, cuando alcanzaron los octavos de final. Tienen posibilidades de hacerlo tanto desde un prisma individual, con dos jugadores de la élite, como colectivo, donde Calzona ha realizado un gran trabajo. Si pesan más sus fortalezas que sus debilidades, tendrán algo que decir.
XI TIPO:
FIGURA: MILAN ŠKRINIAR
Viene de una temporada muy discreta en París, donde incluso ya se rumorea su salida este verano, y además suma dos años consecutivos sufriendo lesiones importantes, lo que ha mermado mucho su explosividad y capacidad para encadenar esfuerzos. Pese a todo, no hace tanto que era considerado uno de los grandes centrales del mundo, y querrá refrendar eso en un torneo a donde llega como el líder de una selección que se apoya en su liderazgo defensivo para hacerse fuertes.
Es un central con capacidad para defender lejos del área, con buena lectura para tirar la línea, pero que se hace especialmente fuerte resistiendo cerca de su portería, donde demuestra su poderío en duelos y su capacidad para sumar despejes y enfrentar asedios. Con balón no es especialmente creativo, pero tampoco se pone nervioso ante acoso y tiene un buen pase vertical o salida en conducción.
PROMESA: TOMÁŠ SUSLOV
Joven mediapunta de 22 años que ha realizado una buena primera temporada en el fútbol italiano, en el Hellas Verona, a donde llegó procedente del Groningen neerlandés. Pese a que ahí suele actuar más centrado, apareciendo en zonas intermedias, en la selección eslovaca suele partir desde la banda derecha para, a partir de ahí, aparecer por dentro, donde es capaz de dejar buenas combinaciones en espacios reducidos y suma con su gran cambio de orientación para activar el lado débil.
También posee un buen golpeo (otro más de la nómina previamente descrita en este equipo), lo que le puede convertir en un arma a balón parado o un gran recurso en segundas partes. En principio parte como suplente, con Ivan Schranz siendo un jugador más experimentado y además sacrificado con su movilidad, pero no sería de extrañar que se hiciera con el puesto.
ENTRENADOR: FRANCESCO CALZONA
La selección de Eslovaquia, a donde llegó en septiembre de 2022, fue su primer trabajo como entrenador jefe en su carrera y ha cumplido con buena nota clasificándoles hasta aquí, sin sufrir demasiado por el camino. Previamente ya participó en diversos cuerpos técnicos, siendo pieza importante tanto en el Napoli de Maurizio Sarri como en el de Luciano Spalletti, o ayudando a Eusebio Di Francesco en el Cagliari.
Los últimos meses ha combinado su puesto de seleccionador eslovaco con el trabajo como entrenador jefe del Napoli, a donde llegó tras Rudi García y Walter Mazzarri para intentar revitalizar a un equipo que defendía el título en Italia. No lo ha logrado para nada, con apenas tres victorias en 16 encuentros y una décima posición que deja al conjunto partenopeo sin competición europea la próxima temporada.
LISTA DE CONVOCADOS: