Guía Eurocopa 2024, Eslovenia: Oblak para resistir y Sesko para correr

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HISTORIAL:

¿CÓMO CLASIFICÓ?

ANÁLISIS:

24 años después de la única Eurocopa que han disputado como país independiente, lejos del influjo de Yugoslavia, Eslovenia regresa a la fase final del mejor torneo europeo de selecciones. Y, aunque inevitablemente parte como uno de los equipos más flojos de la competición, sin grandes esperanzas de gloria, no es menos cierto que cuentan con dos jugadores, uno en cada área, de los que te ganan partidos. Jan Oblak, uno de los mejores porteros de la década, y Benjamin Šeško, uno de los delanteros más cotizados en el mercado, son los motivos de esperanza.

Y, además, esas dos estrellas se encuentran bajo un sistema, de la mano de Matjaž Kek, que prioriza el orden y el sentimiento colectivo, permitiéndoles competir incluso donde la calidad individual no llega. Nadie espera un torneo sobresaliente de Eslovenia, pero poseen argumentos para dar algún que otro susto y lograr la primera victoria de su historia en Eurocopa, después de despedirse de la edición del 2000 con dos empates y una derrota.

Entrando ya en el análisis del equipo, y ante la falta de calidad individual construyendo desde atrás, se trata de un equipo que busca evitar los riesgos y que suele ceder el balón en sus partidos. Optan por salidas directas, donde cuentan con especialistas ganando juego directo como Šporar o Mlakar, para luego comprimir mucho la caída, ganar la segunda jugada y lanzar rápidamente a Šeško a campo abierto. Normalmente buscan esa situación lanzando directamente desde el portero, pero en algunas jugadas optan por rodar un poco más en primeros pases y atraer el bloque rival, para lo que usan a sus laterales muy hundidos, incitando al salto, siendo un equipo muy largo que fija la última línea rival con la doble punta.

Si logran instalarse en campo rival y tener una posesión algo más larga, usan a sus dos laterales como extremos, dándoles toda la banda y pidiéndoles mucha profundidad, con los extremos apareciendo por dentro, ya sea en un rol como nexo, un centrocampista más, como Petar Stojanović, o fijando última línea y estirando, en el caso de Jan Mlakar. También posee Kek la opción de Benjamin Verbić, un extremo con más desequilibrio y capacidad de conducción recibiendo al pie, al que utiliza en contextos de remontada o para desatascar partidos. También han recuperado para la causa, y eso es un gran motivo de alegría para el mundo del fútbol, a Josip Iličić. Algo mayor y pasado de forma, habiendo pasado las dos últimas temporadas en la liga local, no se le presupone titular ni con un papel fundamental en el equipo, pero Eslovenia no tiene a ningún jugador de su calidad y creatividad.

Cargan bien el área en campo rival, con laterales llegando a línea de fondo y tanto la doble punta como Gnezda-Čerin (que es quien se descuelga en el mediocampo) buscando situaciones de remate, combinando bien los desmarques simultáneos y buscando atacar el primer palo. Tanto Zan Karničnik en la derecha, como Erik Janža en la izquierda, son dos laterales de mucho esfuerzo y recorrido, que dan constantemente amplitud y que tienen un buen golpeo, especialmente Janza, para servir balones al área.

La mayor parte de su amenaza reside en su amenaza en transición, donde destaca lo bien que se despliegan tras robo. Nada de pases de rutina, sino una constante búsqueda por la verticalización, juego a un toque y la misión de buscar, lo antes posible, a Benjamin Šeško a campo abierto para que encare a su par. El del RB Leipzig es un delantero que combina una gran envergadura con una velocidad endiablada, poco común en ese tipo de cuerpo, que le deja como el gran as en la manga de Kek a la hora de dañar a los rivales.

En su fase sin balón, que al final es la fase del juego en la que pasan mayor minutaje durante los partidos, y aunque de vez en cuando se animan a presionar en reinicios del rival, se caracterizan por un 4-4-2 muy marcado sin balón, que se cierra dentro y que busca esperar en una altura media. Orientan hacia una de las bandas del rival y ahí establecen encajes por sector, con centrales agresivos saliendo de zona y el doble pivote contundente en los duelos. A pesar de no presionar los primeros pases del rival, toman una actitud bastante activa en cuanto el contrario supera cierta altura, prefiriendo saltar para anticipar que quedarse para cortar. De hecho, si reducen la intensidad, su doble pivote suele tener problemas para cerrar su zona y conceden recepciones en zonas intermedias.

A pesar de que el 4-4-2 es casi que innegociable, es común ver a Kek cambiando de sistema durante los partidos, especialmente si tienen una ventaja que proteger. Ya sea pasando a un 4-2-3-1, subiendo uns metros la altura de Gnezda-Čerin, o pasando a un 4-3-3 con la entrada de un mediocentro como Jon Gorenc Stanković, queriendo protegerse con un medio más a costa de perder amenaza con un delantero menos.

Si el rival les empuja hacia atrás y les encierra en un bloque más bajo, suelen buscar que el extremo izquierdo se hunda, formando una línea de cinco atrás en la que el lateral, Janza, se queda como un tercer central. Protegen bien el área, con dos centrales como Blazic y Bijol que se encuentran cómodos resistiendo en el punto de penalti y convirtiendo su área en un fortín. Y eso sin contar a Jan Oblak, que es el mayor cerrojo que tienen y el hombre al que se encomiendan buscando los milagros.

Tienen una falta de calidad evidente en muchos puestos y su plan da para lo que da, con carencias si necesitan remontar y llevar la iniciativa, prefiriendo siempre un papel secundario, pero se han metido aquí, lo que ya es un enorme mérito para ellos, y no quieren irse de vacío. Con dos jugadores que muchas selecciones matarían por ellos, al menos quieren dejar su huella.

XI TIPO:

FIGURA: JAN OBLAK

Uno de los mejores porteros de la última década en el fútbol mundial y que, aunque da la sensación de que en los dos últimos años hace menos milagros (su equipo, el Atlético, le protege bastante menos) sigue vigente. Eslovenia no posee ninguna certeza competitiva como él, y Jan afronta, a sus 31 años, el primer gran torneo internacional de su carrera dispuesto a saborearlo.

Es un equipo, Eslovenia, que esconde sus posibles defectos, pues ni le pide ningún protagonismo en el juego de pies (algo, por cierto, donde Oblak ha mejorado considerablemente) ni le desprotege en el área, obligándole a salir. Buscando defender en altura baja, se encomiendan a su héroe para que resuelva las situaciones a donde el colectivo no llega.

PROMESA: ADAM GNEZDA-ČERIN

A sus 24 años, y tras una carrera que le ha tenido recorriendo varias ligas del centro de Europa (salió del Domzale esloveno para luego pasar por Alemania, Croacia y actualmente en el Panathinaikos griego), Gnezda-Čerin es un centrocampista de mucho recorrido, que compensa su falta de lectura en algunas situaciones con una predisposición para siempre hacer un esfuerzo más y un físico que le permite vencer duelos y anticipar a su par.

No es un centrocampista demasiado aseado con balón, no se complica, sino que lo suyo es descolgarse y llegar área, entrando desde segunda línea y con cierta capacidad de marcar goles llegando desde atrás. Aunque Sesko es la cara del futuro de la selección, Gnezda-Čerin es otra opción, más bajo el radar, que tener en cuenta.

ENTRENADOR: MATJAŽ KEK

Leyenda del fútbol esloveno, donde tuvo una primera etapa dirigiendo a la selección nacional entre 2007 y 2011 donde les clasificó para el Mundial de Sudáfrica, donde lograron una victoria y se quedaron realmente cerca de clasificarse a octavos de final. Regresó al puesto en el 2018 y les ha clasificado a este torneo, la segunda Eurocopa de la historia, donde buscará su primera victoria.

A nivel de clubes, también ha dirigido al Maribor esloveno, Rijeka croata y Al-Ittihad saudí, habiendo ganado la liga tanto en Eslovenia como en Croacia. A sus 62 años, busca seguir haciendo historia.

LISTA DE CONVOCADOS:

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Hugo Marugan
Fútbol. Para disfrutarlo, para aprender y para contarlo.

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