HISTORIAL:
¿CÓMO CLASIFICÓ?
ANÁLISIS:
El fútbol va demasiado rápido. Hace escasos tres años, Italia parecía poner fin a sus años de decadencia, los que le dejaron fuera del Mundial de Rusia, venciendo, en Wembley, la pasada Eurocopa. Defiende la corona, por tanto, una selección italiana que ha visto como en estos tres años se ha desandado todo lo conseguido, cuando se volvieron a quedar fuera de la cita mundialista de Qatar y ahora aterrizan en Alemania sin la mayor parte de su columna vertebral de la pasada edición (Bonucci, Chiellini, Verratti, Insigne, Immobile y hasta Mancini).
Por lo tanto, el combinado de Luciano Spalletti, que apenas lleva unos meses en el cargo, se presenta en Alemania con muchas más dudas que certezas. Italia es uno de los equipos que llega al torneo con mayor sensación de imprevisibilidad. No se sabe con claridad qué sistema utilizarán ni cuáles serán sus intenciones. La no llamada a Manuel Locatelli, y la lesión a última hora de Francesco Acerbi, sume todo en un clima de extrañeza y dudas. Pero es Italia.
Spalletti empezó sus días como seleccionador italiano usando una línea de cuatro atrás, un 4-3-3 que, en fase ofensiva, se transformaba pues el lateral derecho, Giovanni Di Lorenzo, se cerraba como un central más dándole toda la banda al extremo. Sin embargo, en sus últimos partidos ya empezaron a utilizar una línea de cinco, también en fase defensiva, y es así como se espera que se presenten en esta Eurocopa.
A Italia es una selección que le gusta salir jugando y atraer en primeros pases, utilizando a sus carrileros en posiciones hundidas, para incitar al rival a salir y luego jugar en largo sobre el punta. Una idea que cobra mayor sentido si el delantero es Gianluca Scamacca, idóneo descargando balones largos y dejando de cara y que viene de un gran final de temporada en la Atalanta campeona de la Europa League. De todos modos, no se puede descartar que el delantero elegido por Spalletti sea Giacomo Raspadori, un jugador muy del gusto del seleccionador (le fichó para el Napoli) y que aporta más al juego colectivo con sus apoyos.
En construcción media, lo normal es que formen con un 3+1 en primeros pases, dejándole toda la base de la jugada a Jorginho (aunque Barella muchas veces baja a ayudar), con Frattesi (o Pellegrini, que también es una opción factible) estirando por dentro y dos jugadores abriendo el campo por fuera. Spalletti viene utilizando a Di Lorenzo como carrilero, pero no se descarta que utilice al del Napoli como central y le dé la banda a un jugador con mayor presencia ofensiva, como es Raoul Bellanova, de buen año en el Torino. En la banda izquierda, Dimarco y Chiesa se intercambian constantemente alturas y zonas de acción, con uno abriéndose y el otro fijando dentro. Pueden sufrir si les presionan arriba, especialmente si el rival obliga a Donnarumma a tomar decisiones, pues el portero del PSG sigue con un amplio margen de mejora en el juego con balón.
Otro mecanismo que utiliza el equipo es el de descender al mediocentro a la primera línea de construcción, lo que permite a los centrales exteriores abrirse e incluso sumarse al ataque. Esto lo hacen principalmente en la banda izquierda (donde Italia concentra mayor juego) y donde Alessandro Bastoni, de una manera similar a como hace en el Inter, se incorpora por fuera para aprovechar su maravilloso pie izquierdo e incluso buscar centros medidos al área. Son un equipo que presenta ideas frescas en ataque y que, principalmente, se caracteriza por atacar bien los pasillos interiores, con mucho movimiento y rupturas para encontrar líneas de pase y poder conectar por dentro.
Es un equipo que, en su fase defensiva, se caracteriza por presionar bastante bien la salida de balón del rival, emparejando al delantero y los mediapuntas con los centrales rivales, tapando bien el pase hacia fuera y forzando balones largos, donde tienen centrales dominantes en el juego aéreo (aunque en ese sentido la pérdida de Acerbi es delicada) y jugadores que pueden ganar la caída. Combinan bien momentos de presión alta, bloque medio donde se enfocan en tapar por dentro y los centrocampistas se coordinan bien los saltos, o bloque bajo donde se hunden formando un 5-4-1 que busca desesperar el rival y proteger bien el área, con centrales capaces de resistir en el punto de penalti, pero un portero, Donnarumma, que sufre saliendo en centros laterales.
Donde sí pueden tener una debilidad es defendiendo la pérdida, con centrales que no son especialmente rápidos a campo abierto y que además tienden a saltar mucho, lo que abre grandes espacios a su espalda. Si la primera red de contrapresión es superada, suelen tener problemas para contener los ataques rivales.
Tienen la opción de desatascar partidos con extremos desequilibrantes, como es el caso de El Shaarawy o Zaccagni, un delantero incisivo al espacio en el caso de Retegui y centrocampistas que aportan profundidad y llegada, como Pellegrini, pero la sensación con Italia es que no da para mucho más de lo que hay. Su bloque ganador se ha esfumado con mucha rapidez y el relevo generacional, salvo en algunos puestos, no está llegando a tiempo. Spalletti se entregará a los tres genios que junta en la banda izquierda: Bastoni, Dimarco y Chiesa, como su opción más segura para abrir defensas rivales desde el pase, las llegadas a línea de fondo y las conducciones. Si ellos tres tienen un buen torneo, Italia puede permitirse soñar en grande.
XI TIPO:
FIGURA: NICOLÒ BARELLA
El gran heredero de los geniales centrocampistas italianos que ha producido Italia en los últimos años y que permitieron al país llegar a lo más alto. Pieza clave en el Inter Milán de Simone Inzaghi, lleva años siendo uno de los mejores jugadores del campeonato italiano y ahora debe tomar las riendas de la selección.
Una selección donde toma un rol un pelín más atrasado que en su club, el Inter, teniendi que acudir a la base para ayudar a Jorginho y filtrar desde ahí, encontrando a jugadores en zonas intermedias. No significa eso que no se incorpore al ataque y genere peligro con su buen hacer en espacios reducidos en el último tercio, clave para una Italia que carece de pausa y finura, y amenace con su llegada y disparo. También es fundamental en el juego sin balón debido al sacrificio que hace cerrando líneas de pase o lanzando presiones altas.
PROMESA: RICCARDO CALAFIORI
Uno de los jugadores sorpresa de esta temporada en la Serie A, siendo fundamental en el buen hacer del Bologna de Thiago Motta. Lateral izquierdo cuando salió en sus inicios en la cantera de la Roma, una grave lesión de rodilla le hizo perder potencia y explosividad, lo que convirtió en una oportunidad de convertirse en un defensa central que suma mucho por su lectura de juego.
Un privilegiado en salida de balón a partir de su pierna izquierda, filtra muy bien y sabe incorporarse a la siguiente línea, acompañando las jugadas sumándose al ataque. Contundente en vigilancias defensivas, tiene la mala suerte de compartir puesto con Bastoni en la selección, pero no es descartable que se haga un hueco como el central del medio en la línea tras la lesión de Acerbi.
ENTRENADOR: LUCIANO SPALLETTI
Toda una vida en los banquillos que le han llevado a aceptar, el pasado mes de septiembre, lo que él definió como «el trabajo de su vida». Llegó a la selección tras la proeza épica de sacar campeón de Italia al Napoli, el primer título liguero del equipo sin Maradona en plantilla y que ha ganado todavía más valor tras el descalabro de este año. Lo hizo de forma tiránica y desplegando un gran juego, con posesiones fluidas, sobrecargas en el mismo sector y construcciones desde atrás muy aseadas.
También ha entrenado a Empoli, Sampdoria, Venezia, Udinese, Ancona, Roma, Zenit San Petersburgo, de nuevo la Roma, el Inter y el Napoli. Cuenta en su palmarés con la comentada liga del año pasado, la liga y la copa rusa, y una copa y supercopa con la Roma en su primera etapa. A sus 65 años, se le ha dado el encargo de volver a revitalizar a una Italia carente del talento de antaño.
LISTA DE CONVOCADOS:
