Historia de la Copa Africana de Naciones

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Salut, mon ami ! Comment vas-tu ? Espero que estés muy bien hoy. Te damos la bienvenida al continente africano, ya que tenemos nuestra cita de cada dos años, la Copa Africana de Naciones. Esta copa esconde mucho talento que brilla en toda África y es momento de darle los reflectores que merece. Y comenzaremos por su historia.

Orígenes de la Copa Africana de Naciones

Todo se remonta a ese dichoso tercer Congreso de la FIFA realizado en Lisboa en 1956. Alguna vez un sueño guajiro, la descolonización en África era cuestión de tiempo y ese continente necesitaba organización a la de ya. Por eso, las cuatro naciones independientes en ese entonces que tuvieran su federación de futbol (Egipto, Sudán, Etiopía y Sudáfrica) decidieron crear la Confederación Africana de Futbol, idea que contó con el beneplácito de la FIFA.

Lo siguiente era organizar un torneo para coronar a la mejor selección del continente. Caló tan bien la idea que al año siguiente había nacido la Copa Africana de Naciones, en un fenómeno tan inmediato que recuerda al surgimiento de la Copa América en la Conmebol. De cualquier manera, al solamente tener un cuórum de cuatro naciones, bastaba y sobraba para realizar un torneo en Jartum, Sudán. Sin embargo, el que la Sudáfrica del apartheid anunciara que mandaría un equipo sin jugadores negros fue tomado peor que un insulto y la sacaron del torneo, dándole el pase a Etiopía a la final. De todas maneras Egipto venció a etíopes y anfitriones para ser el primer campeón africano. 

Defendería su título de manera exitosa en casa dos años después, aunque con un cambio en el nombre: la República Árabe Unida. Egipto se había unido antes a Siria para dar resplandor al mundo árabe, pero esa es otra historia.

La década de 1960: dominio de Ghana y África dice presente

Pasando el umbral de 1960, la descolonización de África comenzaba como si fuera efecto dominó. Como el elenco de países africanos se incrementaba, fue necesario instaurar una fase de clasificación. De nueve, cuatro clasificaron al torneo que en esta ocasión se disputó en Addis Abeba, Etiopía. Egipto de nuevo mostró músculo para llegar a la final, pero esta vez tocó agachar la cabeza, porque Etiopía ganó con justicia, no sin dramatismo, cabe precisar.

En el resto de la década, nos tocó apreciar a una de las mejores selecciones africanas de todos los tiempos, Ghana. Con una motivación para unir a un país multitribal a través del futbol, Ghana encandiló a los africanos con un juego lleno de calidad; las pocas personas fuera del continente quedaban maravilladas. En lo que restaba de la década llegó al menos a la final. En 1963 ganó en casa al vencer en la final a Sudán, dos años después en Túnez derrotó al local. ¿Lo mejor de este triunfo? Del equipo que campeonó en 1963 solamente dos repitieron en Túnez. 

Las otras dos ediciones fueron derrotas: contra República Democrática del Congo en Etiopía 1968 y dos años después la revancha en Sudán (de este logro hablé en su momento). Una pena que esa selección ghanesa no pudo plasmar a escala mundial ese extraordinario momento por el menosprecio de la FIFA que valió que toda África renunciara en masa para el mundial de Inglaterra 1966 (más información aquí).

La década de 1970: La década de campeones cambiantes

Para la tendencia que vemos en la Copa Africana de Naciones, la década de los años 70 tuvo campeones diferentes en cada edición: en Camerún 1972, Congo-Brazzaville venció a Malí. En Egipto 1974, Zaire demostró que su clasificación al mundial de Alemania a escasos meses de disputarse no fue casualidad al derrotar a Zambia. Esta ha sido la única final que se ha tenido que dirimir en más de un partido. Merecido título para la primera selección subsahariana en clasificar a una copa del mundo.

En 1976 Marruecos alzó la mano tras ser el mejor equipo del grupo final de Etiopía. En 1978 Ghana volvió a consagrarse campeón ante su gente al vencer a la sorprendente Uganda. Y en 1980 otro anfitrión se llevó el gato al agua; en este caso, Nigeria, que destrozó a Argelia, quien ya daba indicios de poderío.

Década de 1980: Camerún y Argelia se reparten el botín

Desde el ecuador africano llegó Camerún a reclamar un puesto dentro de la élite del continente. En esta década se instaló en tres finales seguidas. En 1984, en la copa celebrada en Costa de Marfil, venció en un duelo de vecinos a Nigeria; en 1986 perdió el segundo asalto en Egipto contra el anfitrión, y en Marruecos 1988 volvió a triunfar sobre los nigerianos, en una edición que comenzó a fincar una excelente rivalidad.

Sin hacer mucho ruido, Argelia desquitó la grata impresión ochentera que se tradujo en dos apariciones mundialistas. El conjunto del norte de África fue ejemplo de perseverancia, al llegar a semifinales como mínimo en todas las ediciones, salvo en Egipto 1986. Tanto esfuerzo se vio recompensado en casa para 1990, cuando se desquitó de esa derrota estrepitosa 10 años atrás a manos de los nigerianos. El título restante (Libia 1982) fue para Ghana que venció al anfitrión, quien así tuvo su mejor participación (más información aquí).

Década de 1990: el regreso de Sudáfrica por la puerta grande

Si algo hemos aprendido de la historia es que siempre cambia y los años 90 tuvo otro cambio de paradigma en el continente africano. En 1992, pasamos de 8 selecciones a 12 en la fase final. Los equipos se dividían en cuatro grupos de tres para que clasificaran dos a cuartos de final, y de ahí era eliminación directa.

Hablemos de Senegal 1992. Ghana estaba haciendo un excelente torneo con un equipo encabezado por el trascendental Abedi Pelé, pero el destino diría otra cosa. Al ser expulsado en semifinal, no pudo disputar la final, y hasta la fecha se lamentan. Costa de Marfil terminaría imponiéndose en la final en penales. Dos años después, en Túnez, el anfitrión tuvo un fiasco de presentación, al quedar afuera en fase de grupos. Hasta aquí llegó el resabio de ese magnífico equipo de Zambia que se levantó después de tan funesto accidente aéreo que acabó con todo un equipo, salvo Kalusha Bwalya. Pudo llegar a la final, pero no pudo llevarse el título, al caer con una Nigeria en plena borrachera por su primera clasificación a su mundial.

Sigamos con los cambios. No solamente la CAF aumentó los equipos participantes de 12 a 16. Otro cambio fue aún más resonante. Tras 30 años, el apartheid llegó a su fin en Sudáfrica. Esta noticia tuvo tanta resonancia que en el congreso de la CAF en Dakar acaecido en 1992, el regreso de Sudáfrica fue recibido con una aclamación de pie. Y la motivación estaba a tope. No fue tan difícil que la CAF les diera la sede para 1996. Los Bafana Bafana vieron la oportunidad de oro; aprovechando el envión de ganar también el mundial de rugby, se llevaron también la Copa Africana de Naciones al vencer en la final a Túnez. Y eso que al final fueron 15 selecciones y no 16, por el retiro de Nigeria por razones políticas. Volviendo al conjunto sudafricano, siguió con el buen momento dos años después en Burkina Faso, pero cedió ante Egipto.

Década de 2000: Egipto se erige como el máximo ganador

La Copa Africana de Naciones 2000 llegó a una candidatura conjunta de Ghana y Nigeria por dos razones: para limar asperezas entre los que alguna vez fueron grandes amigos, y en sustitución de Zimbabwe, que dejó intempestivamente la sede. Nigeria aspiraba al título y con ciertos trompicones pudo llegar a la final, pero en un thriller psicológico por un vendaval del primer tiempo, Camerún terminaría dándole un gran batacazo de visitante en penales. 

Esta selección repetiría dos años después en Malí, venciendo a una Senegal todavía eufórica por lograr su debut en un campeonato mundial. En Túnez 2004 terminarían ambas selecciones cayendo en cuartos de final, dándole paso al anfitrión, quien por fin terminaría reinando sobre todo el continente al vencer a Marruecos en la final.

Lo que siguió fue un golpe de autoridad por parte de Egipto, porque respondió ganando tres Copas Africanas de manera consecutiva. Primero fue en casa, pasando por encima de otro debutante mundialista como Costa de Marfil; luego fue dos años después en Ghana, venciendo a Camerún, y finalmente sobre Ghana en Angola, edición de paso marcada por un incidente terrorista que asustó sobremanera a Togo.

Década de 2010: Cambios por todos lados

Las voces que abogaban por un cambio para la Copa Africana de Naciones llegaron por fuera. Resulta que, por el clima húmedo de los meses de junio y julio, no había más remedio que disputarla en enero y febrero. Eso afectaba a los principales campeonatos europeos, que perdían cada vez más jugadores claves. Por supuesto, esto llegó a oídos de Joseph Blatter, en ese entonces presidente de la FIFA, pidió que se cambiara a verano europeo, aun a sabiendas de que eso privaría de las sedes a países cercanos al ecuador. El otro cambio fue mover la competencia a años pares para que no se traslapara con el mundial y con los juegos olímpicos. Este cambio se haría efectivo a partir de 2013, por lo que las ediciones de 2012 y esta última se llevarían a cabo en un lapso de menos de 12 meses.

2012 fue el año de una sede conjunta relativamente inusual: Gabón-Guinea Ecuatorial. Más allá del nivel de las selecciones participantes de dicha edición, ocurrió un cierre de ciclo que nadie esperaba ahí. Gaborone, capital gabonesa, albergó el partido final, donde Zambia obtuvo también su primer título al vencer a Costa de Marfil en penales. Sucede que el trágico accidente aéreo que se cobró la vida de la magnífica selección zambiana en 1993 ocurrió apenas a unos metros del estadio de esa gran final. Fue una manera de que descansara en paz ese magnífico equipo.

Tal parece que con el cambio a años pares se vino un desastre a nivel organizativo. Algo tan vital como las sedes de pronto fue incierto. Libia originalmente sería sede del 2013 y Marruecos haría lo propio para 2015. Ninguna sede se terminaría volviendo realidad. Con el primer caso tuvimos a una guerra civil que se recrudeció, entonces se puso de acuerdo con Sudáfrica e intercambiaron años. En uno de esos tantos cuentos de hadas, Burkina Faso se las ingenió para llegar a la final, pero cayeron con Nigeria. Por cierto, también se frustró la Copa Africana de Naciones de 2017 en Libia; el terror era cosa de todos los días, así que finalmente ese torneo fue a parar a Gabón. En una final electrizante más, Camerún frustró las aspiraciones de Egipto para ganar.

¿Y la del 2015? Un año atrás se desató la epidemia de ébola en Liberia y las autoridades marroquíes se negaron a recibir a selecciones subsaharianas por ese pretexto. La CAF no podía permitirse este gesto, así que buscaron una sede alternativa en una carrera relámpago, y Guinea Ecuatorial pudo con ese paquete de manera solista, y de qué manera. Se instaló en la final ya sin la polémica de naturalizados de manera turbia. Finalmente Costa de Marfil ganó el campeonato venciendo a Ghana tras una serie de penales de 10 tiros por cabeza.

Hay que decir que la presidencia del malgache Ahmed Ahmed trajo un cambio todavía más fuerte para la Copa Africana de Naciones: el incremento de 16 a 24 selecciones. Es decir, más oportunidad para historias increíbles de selecciones que rara vez reciben una oportunidad de brillar.

Década de 2020: arrastrando sedes

Para fines de la narración, agruparé el 2019 en esta década. Confía en mí. Me lo agradecerás.

De las responsabilidades que tiene un país como organizador es preparar estadios que estén a la altura de una competencia así. Es por eso que para cuando Camerún se empezó a quedar corta en ese aspecto para 2019, la CAF decidió quitarle la sede y dársela a Egipto, país con una de las mejores infraestructuras del continente. Aquí Argelia coronó una actuación invicta para vencer en la final a Senegal. En una situación también sui generis para un torneo de 24 selecciones, ambas selecciones se habían medido ya en fase de grupos.

De todos modos, Camerún tuvo su segunda oportunidad en 2021, así que la CAF decidió recorrer las sedes. Costa de Marfil fuera para 2023 y Guinea para 2025. Para el caso camerunés, se atravesó un contratiempo más, esta vez mundial: la pandemia por Covid-19. Por eso la fecha ahora fue en 2022. En una final que se repetiría meses después en forma de serie por un boleto para el mundial, Senegal derrotó por la mínima a Egipto para ganar su primer título continental.

Copa Africana de Naciones o Campeonato Africano de Naciones… ¿cuál es la diferencia?

Dentro del futbol de selecciones, África presenta un caso especial, al tener dos trofeos intercontinentales: la Copa Africana de Naciones y el Campeonato Africano de Naciones. El aficionado promedio se puede confundir y juntar ambos torneos en un palmarés, pero hay algunas diferencias:

En el Campeonato Africano de Naciones, las selecciones solamente pueden usar jugadores que militen en la liga local, o en su defecto, ligas del continente. Por si fuera poco, la manera de clasificar es a través de eliminatorias regionales. Este es un buen torneo para detectar talento. Por otra parte, la Copa Africana de Naciones es el torneo donde las selecciones africanas pueden llamar a sus legionarios fuera del continente; además, las eliminatorias se hacen con grupos sin importar su región.

El trofeo

Por la temporalidad de dicho torneo, no es raro que haya países que logren coronarse tres veces, requisito indispensable para quedarse con un trofeo para sus vitrinas. Por esa razón, hemos tenido tres trofeos a lo largo de la historia:

El primer trofeo recibía el nombre de Abdelaziz Abdallah Salem, nombre del primer presidente de la Confederación Africana de Futbol. Ghana se lo quedó al ganar su tercera Copa en 1978.

El segundo fue el Trofeo de la Unidad Africana: un cilindro con los cinco aros olímpicos, otorgado por el Supremo Consejo Africano de los Deportes en 1980. Camerún lo ingresó a sus vitrinas para siempre en 2000.

El tercero es el que vemos hasta nuestros días. Es un trofeo de oro elaborado en Italia. A diferencia de las dos ocasiones anteriores, Egipto no se lo quedó en 2010 al haber ganado su tricampeonato en fila, sino que la CAF le otorgó una réplica especial.

Trivia

  • En 1965, la Copa Africana de Naciones tenía la regla de convocar máximo dos jugadores fuera del continente. Esta regla se abolió en 1982.
  • Ghana tiene una racha de 31 años sin ser campeón de África, Marruecos no gana la Copa desde 1976, Congo no lo hace desde 1972 y Etiopía lleva un ayuno de 51 años.
  • La edición con un mejor promedio de gol fue Etiopía 1962 (4,5 por partido), y la que tuvo el menor fue Marruecos 1988, con menos de 1,5.
  • DTs de tres confederaciones han ganado la Copa Africana de Naciones. Además de Europa y África, hay un estratega sudamericano. Se trata del brasileño Otto Glória, campeón con Nigeria en 1980.
  • Francia y Egipto han aportado más a DTs campeones: cinco cada uno.
  • Hassan Shehata y Charles Gyamfi son los DTs que más veces han ganado la Copa Africana de Naciones, con tres cada uno. Curiosamente, lo lograron con sus selecciones nativas: Egipto y Ghana, respectivamente. De hecho, Shehata es el único DT tricampeón.
  • El francés Hervé Renard es el único DT que ha sido campeón con más de una selección: Zambia en 2012 y Costa de Marfil en 2017.
  • Su mentor, el francés Claude Le Roy, es el DT con más apariciones (nueve) y el DT con más equipos dirigidos, con 6: Camerún, Senegal, Ghana, República Democrática del Congo, Congo y Togo.
  • El galo Roger Lemerre logró la proeza de ganar la Eurocopa y la Copa Africana de Naciones, cuando en 2000 fue campeón con Francia, y cuatro años después le trajo la gloria a Túnez.
  • Egipto es la selección con más copas (7), seguido de Camerún (5) y Ghana (4).
  • Egipto ha albergado más copas nacionales que nadie, con cinco ediciones: 1959, 1974, 1986, 2006 y 2019.
  • Egipto es la selección con más presencias en la Copa Africana de Naciones, con 25. Con una menos, le sigue Costa de Marfil. Ghana completa el podio, con 23.
  • Egipto también es la selección con más partidos jugados (107), más victorias (60) y más goles anotados (168).
  • Camerún es la selección que más partidos ha empatado (30).
  • República Democrática del Congo es la selección que más derrotas ha sufrido (29) y más goles ha recibido (102).
  • En total, 44 selecciones han clasificado a la Copa Africana de Naciones.
  • Tres selecciones han disputado por lo menos una copa con un nombre diferente: Egipto (República Árabe Unida), República Democrática del Congo (Zaire) y Burkina Faso (Alto Volta).
  • Comoras es el país menos extenso en clasificar a la Copa Africana, hito que logró en 2022.
  • Túnez tiene la marca de más asistencias consecutivas a la Copa Africana de Naciones, con 16. No falta desde 1994.
  • Egipto posee el récord de más partidos consecutivos con victoria con 9, así como la del invicto más extenso, con 24, racha que llegó a su fin con la derrota en la final de la edición de 2017.
  • En la edición de 1972 hubo más debuts, con 4: Kenya, Malí, Marruecos y Togo.
  • Cuatro sedes no pudieron superar la fase de grupos: Etiopía en 1976, Costa de Marfil en 1984, Túnez en 1994 y Gabón en 2017.
  • Benín y Mozambique han registrado cuatro ediciones con clasificación; sin embargo, en ninguna de ellas lograron ganar algún partido. Benín tiene de hecho dos partidos más disputados (14) que la antigua colonia portuguesa.
  • Mauricio, Botswana y Burundi perdieron los únicos tres partidos que disputaron. Este último país tampoco logró anotar.
  • En la edición de 1968 debutaron más selecciones en la fase de clasificación, con 9: Argelia, Burkina Faso, Camerún, Congo, Liberia, Libia, Mauricio, Tanzania y Togo.
  • 10 países aún no logran clasificar a la Copa Africana de Naciones: Chad, Djibouti, Eritrea, Eswatini, Lesotho, República Centroafricana, Santo Tomé y Príncipe, Seychelles, Somalia y Sudán del Sur.
  • Lesoto es la selección con más intentos fallidos de clasificación, con 16.
  • El camerunés Rigobert Song y el egipcio Ahmed Hassan son los jugadores con más apariciones, con 8. Este último también es el jugador que más veces ha sido campeón de África, récord compartido con su compatriota Ahmed Hassan.
  • El guardameta egipcio Essam El Hadary es el jugador más veterano en aparecer en una copa: con una edad de 44 años y 21 días, disputó la final con Camerún en 2017.
  • Por su parte, el gabonés Shiva N’Zigou tenía 16 años y 93 días cuando apareció en un partido contra Sudáfrica en 2000, convirtiéndose así en el jugador más joven en disputar la Copa Africana de Naciones. Logró la marca también del jugador más joven en anotar un gol en ese mismo partido.
  • El camerunés Samuel Eto’o es el jugador con más goles anotados en la historia de la Copa Africana de Naciones con 18 tantos, seguido del marfileño Laurent Pokou (14) y del nigeriano Rashidi Yekini (13).
  • El egipcio Hossam Hasan es el jugador con mayor edad en anotar un gol en Copa Africana de Naciones: con 39 años y 174 días, le anotó un gol a República Democrática del Congo en 2006.
  • El gabonés Bruno Zita Mbanangoyé anotó el gol más tardío en una Copa Africana de Naciones, al convertir el gol ganador ante Marruecos al minuto 10 de compensación en 2012.
  • El único portero en marcar gol ha sido el zambiano Kennedy Mweene en la edición 2013.
  • Ndaye Mulamba de República Democrática del Congo es el jugador con más tantos en una sola edición, con 9, en la edición de 1974.
  • El marfileño Laurent Pokou logró la proeza de marcar cinco goles en un solo partido, en la victoria de 6-1 sobre Etiopía en 1970. En su honor, así es el nombre del balón que rodará en esta edición de la Copa Africana de Naciones.

La edición de 2025 ya no será para Guinea, por no cumplir los plazos para avances en la construcción de estadios, así que la copa regresará a Marruecos, 10 años después de la situación del ébola. Mientras tanto, en 2027 ya tenemos sede otorgada y fue por primera vez a una candidatura conjunta de tres países: Kenya, Tanzania y Uganda. La copa llega por primera vez al Este de África. Ahora bien, regresando al presente, es momento de ver a Costa de Marfil. ¿Cómo está el país actualmente? ¿En qué estadios y ciudades se jugará? Es lo que veremos en nuestra siguiente parada.

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Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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