La selección italiana de Roberto Mancini ha finalizado la fase de grupos con tres victorias en tres partidos, siete goles a favor y ninguno en contra, además de dejar las mejores sensaciones en funcionamiento colectivo de todas las selecciones. Por si fuera poco, en el partido ante Gales Mancini rotó y entró en el equipo un Marco Verratti que llevaba un mes y medio apartado de los terrenos de juego debido a una lesión. Lejos de acusar la falta de ritmo, el jugador del PSG dejó un grandísimo partido y añade una pieza más a la maquinaria italiana. Una selección que opta a todo.
También modificó su equipo Robert Page, consciente de que un empate les valía y la derrota también podía hacerlo (como así acabó siendo). Plantando al equipo en 5-4-1 en fase defensiva, Gales consiguió ser un bloque muy estrecho que dificultó el avance y la fluidez de su rival. Sin embargo, al no contar con la referencia de Kieffer Moore para descargar juego directo e instalar al equipo arriba, a los de Page les faltó mucha capacidad de amenaza a lo largo del encuentro. Cuando el delantero del Cardiff City entró, el equipo ya se encontraba en inferioridad numérica y tampoco consiguieron amenazar, finalizando el partido con un único remate.
Por parte italiana, sorprendió en la ocupación de espacios darle en un inicio la banda derecha a Bernardeschi, con la intención de fijar abierto (Toloi queda como tercer central en ataque posicional) y la izquierda a Chiesa para participar por dentro, mientras Emerson subía la banda. Federico Chiesa, de gran año en la Juventus siempre recibiendo abierto, le costó pesar en el partido participando en carril central. Corrigió el seleccionar con el paso de los minutos cambiándoles de banda.
Entre Verratti y Pessina apenas habían sumado cinco minutos de juego en los dos primeros partidos de la Eurocopa, pero ambos cumplieron con muy buena nota ante Gales saliendo de titulares. Marco le dio fluidez a las posesiones participando en la base, escondiendo ante acoso y batiendo líneas rivales, mientras Matteo a través de su posicionamiento en zonas intermedias, fue capaz de abrir líneas de pase y garantizar progresiones. También cumplió Alessandro Bastoni en sus primeros minutos en el torneo, sustituyendo a Chiellini y demostrando gran capacidad para dividir en conducción y filtrar, tal como ha demostrado en su día a día liguero durante el curso.
La expulsión de Ethan Ampadu dejó sin alicientes el tramo final del partido, con ambas selecciones contentándose con el resultado y en un contexto de continuos ataques posicionales por parte de los locales, donde Danny Ward volvió a destacar salvando algún gol más rival. Las sensaciones italianas son inmejorables, pero ahora deberán confirmarlas en los cruces y contar con la mejor versión de sus piezas, tal como ha ocurrido en la fase de grupos. Gales necesitará la mejor versión de Gareth Bale, tal como se vio ante Turquía, para poder dar alguna sorpresa.