La inmigración a Lombardía, particularmente en Bérgamo, crece año con año. Se trata de una de las ciudades con mayor número de habitantes extranjeros, con alrededor del 15% de la población, pero esto no siempre fue así. Hubo una época, allá por el siglo XVI, en la que la ciudad se tuvo que proteger de los estados vecinos., con murallas venecianas que aún se observan en la parte más antigua de la ciudad, conocida como Bérgamo Alta, y donde se ubica la Torre civica o Campanone, que hasta la fecha sigue anunciando que son las diez de la noche con 100 campanadas, que era cuando se cerraban las puertas de las murallas en esa época. Curiosamente, en una ciudad donde las murallas forman parte importante de su historia, fue donde nació la carrera futbolística de uno de los mejores centrales de la historia. Seguro está en el olimpo de la posición junto a Franz Beckenbauer, Bobby Moore y Franco Baresi. Su nombre fue Gaetano Scirea.
De padre siciliano y madre lombarda, Gaetano nació y creció junto a sus tres hermanos en Milán. Era aficionado del Grande Inter de Helenio Herrera, y jugó como centro delantero en sus equipos hasta que se incorporó a las inferiores de la Atalanta, donde lo convirtieron en lateral derecho. Con el tiempo, pasó a jugar al centro, alternando como mediocampista, donde destacaba por su buena salida y golpeo de balón, y de líbero, posición en la que debutó en la Serie A. Entre el medio campo, la defensa y en el torno del taller de su tío, vivió sus primeras dos temporadas, la segunda en la Serie B, la mayor parte como libero y bajo las órdenes del paraguayo Heriberto Herrera, quien lo convirtió en uno de los mejores de Italia. Esto lo llevó a la Juventus.
A Turín llegó como un buen prospecto, pero no tardó en convertirse en un referente de la zaga bianconera en su primera temporada, en la que ganó el primer Scudetto de siete que obtendría con la Juventus. Bajo las órdenes de Giovanni Trapattoni, lideró la famosa Cortina de Hierro, que tanto le dio a la Juventus y a la selección italiana. En ella, además de Scirea, estaban Claudio Gentile, Francesco Morini, Antonello Cuccureddu y Antonio Cabrini, con Dino Zoff en la portería. De hecho, esa fue la base de la azzurra que se coronó en España en el Mundial de 1982, venciendo a Alemania en la final. Los aficionados italianos aún recuerdan la marca perfecta que le hicieron a la Argentina de Diego Armando Maradona y Mario Alberto Kempes.
Con la Juventus, alcanzó el éxito continental con la Copa UEFA en 1977 ante el Athletic Bilbao, la Recopa de Europa contra el Porto en 1984, ya con la cinta de capitán, y la Supercopa de Europa contra el Liverpool. Sin embargo, el mayor logro llegaría un año más tarde, y contra el mismo rival, cuando vencieron a los Reds en la Copa de Campeones, en la trágica final de Heysel, en la cual perdieron a 34 aficionados. Ese 1985 lo cerraron ganando en Tokio la Copa Intercontinental a Argentinos Juniors. En 1988, habiendo ganado todos los títulos posibles con la Juventus y con un legado que lo convertía en el mejor jugador del club durante el siglo XX, se retiró del fútbol con 35 años para iniciar su carrera como entrenador. Dino Zoff lo invitó para ser su asistente en el banquillo bianconero, pero la experiencia terminó en tragedia.
En septiembre de 1989, le pidieron observar al Gornik Zabrze de Polonia, su próximo rival en Copa UEFA. La diferencia entre ambos planteles era enorme. De hecho, la Juventus no tuvo problema en derrotarlos e insistieron en cumplir los protocolos de analizar a los rivales. Fueron a Zabrze, analizaron al rival y, de regreso a Varsovia, desde donde iban a volar a Turín, una camioneta chocó con el Fiat en el que viajaban y este se incendió rápidamente. Debido a un desabasto de gasolina en Polonia, era normal que en los autos cargaran con latas con combustible en la cajuela, ellos llevaban cuatro, y les terminaron costando la vida a Scirea, al conductor y al traductor. La noticia se dio a conocer en el programa televisivo Domenica Sportiva, en donde se encontraba Marco Tardelli, quien fuera su compañero en la Juventus y selección italiana. La noticia conmocionó a todo el medio futbolístico.
La Vecchia Signora se coronó esa temporada en Coppa Italia contra el Milan y en la Copa UEFA contra la Fiorentina, trofeos que le dedicaron a su excapitán. En el Stadio delle Alpi, inaugurado en mayo de 1990, la Curva Sud, donde se situaban los aficionados de la Juventus, fue bautizada como Curva Gaetano Scirea. Este fin de semana, se enfrentarán en Turín los dos equipos de la carrera de Gaetano Scirea -el que lo vio debutar y con el que tocó la gloria- cuando la Atalanta de Gian Piero Gasperini visite a la Juventus de Massimiliano Allegri en el Allianz Stadium.
Texto escrito por @Gutila5ta.