La Lazio disputó por primera vez la UEFA Champions League en la temporada
1999/2000, después de quedar como el segundo lugar de la Serie A, pero los
biancocelesti ya contaban con uno de los dos scudetti que tienen en sus vitrinas,
¿por qué aún no debutaban en la máxima competición europea?
En la temporada 1973/1974 y tan sólo dos años después de haber ascendido a primera división, la Lazio se consagró como campeona de Italia tras conseguir 43 puntos, dos más que la Juventus de Dino Zoff, Paolo Rossi y compañía. La consecución del trofeo, además del hito de campeonar por primera vez, le permitía al equipo romano debutar en la Copa de Europa, cuando en aquel tiempo solamente se podía acceder al torneo por medio del título de liga, pero tal acontecimiento no sucedió.
¿La causa? Una sanción que le impuso la UEFA que los vetó durante una temporada de competiciones internacionales.
La sanción que acarreó la Lazio surgió debido a un incidente que protagonizaron tanto sus jugadores como sus aficionados durante un partido de dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA, hoy Europa League, que disputó el conjunto laziale en aquella temporada del scudetto.
Su rival fue el equipo inglés Ipswich Town, entrenados por un joven Bobby Robson, que venía de eliminar al Real Madrid en la ronda anterior por un marcador global de 1-0 y que, temporadas más tarde, en la edición la 1980/1981 consiguieron levantar la Copa de la UEFA con el técnico inglés al mando.
Por su parte, la Lazio llegó a dichas instancias tras eliminar al Sion suizo 4-3 en el global, con un triplete incluido de su delantero Renzo Garlaschelli en el partido de ida.
Dirigida por Tommaso Maestrelli y capitaneada por Giuseppe Wilson, la Lazio buscaba demostrar su gran estado de forma más allá de Italia, y la Copa de la UEFA era la oportunidad perfecta para hacerlo; sin embargo, un resultado adverso de 4-0 en el partido de ida, donde el autor de los cuatro goles fue el delantero Trevor Whymark, complicó las cosas para los biancocelesti.
Para el juego de vuelta en el Estadio Olímpico, la Lazio llegó al medio tiempo ganando 2-0 tras los goles de Renzo Garlaschelli y Giorgio Chinaglia, por lo que el fervor de los 45 mil aficionados laziali presentes estaba en su máximo esplendor; la remontada estaba cerca.
En la segunda mitad, la situación para los italianos volvió a estar cuesta arriba. Clive Woods fue derribado dentro del área chica y el árbitro central del partido, el neerlandés Van der Kroft, señaló la pena máxima a favor de los ingleses. Ante la decisión, tanto la grada como los jugadores de la Lazio se desataron sobre el Ipswich Town y el árbitro, quien se llevó gritos a la cara y un par de empujones. Algunos aficionados laziali se hicieron presentes a través de una invasión de campo y otros, desde la comodidad de la grada, se dedicaron a lanzar todo tipo de objetos como latas de cerveza, encendedores y monedas; no obstante, a pesar de su descontento, Colin Viljoen anotó el 2-1 a través de la vía penal.
Chinaglia firmó su hat trick y David Johnson descontó en el minuto 90 para los ingleses, por lo que el encuentro terminó con una victoria 4-2 para la Lazio, la cual no fue suficiente para gestar la remontada, dado que el global finalizó 4-6 a favor del Ipswich Town.
La frustración llevó a los jugadores biancocelesti a perseguir y golpear a sus colegas ingleses, entre ellos el portero David Best, el lateral Colin Harper y el centrocampista Brian Hamilton; incluso, los italianos intentaron romper la puerta del vestuario contrario.
Al terminar el encuentro, Bobby Robson declaró que lo que había ocurrido no era
fútbol, sino una guerra. «Yo lo vi todo, y el delegado de la UEFA también. A quienes
golpearon, a nuestro portero, los vi y serán denunciados. ¿Dónde estaban los
directivos de la Lazio cuando todo esto sucedió?», comentó el director técnico inglés.
De igual forma, Robson responsabilizó a los jugadores de la Lazio por lo ocurrido, tanto por lo que pasó dentro del terreno de juego como lo sucedido por los aficionados, donde el entrenador inglés alegó que incitaron con su comportamiento la reacción agresiva del público.
«Sin embargo, quiero agradecer a uno de ellos, Giorgio Chinaglia. Él fue el único
que se esforzó por defender a mis jugadores de los ataques de sus compañeros y los aficionados. Debemos agradecérselo a él si las cosas no terminaron aún peor», concluyó Robson.
Al mismo tiempo, los aficionados de la Lazio continuaron vandalizando en las afueras del estadio, donde incendiaron automóviles cercanos y agredieron con botellas y piedras al cuerpo policial, quien respondió con gases lacrimógenos.
La respuesta de la UEFA ante el incidente fue clara: la Lazio sería excluida de la
próxima Copa de Europa. Además, ningún equipo italiano tomó el cupo que dejó vacante el equipo biancocelesti.
En el sentido estricto de la palabra, la Lazio jamás pudo jugar en la antigua Copa de Europa, pero para debutar con su sucesor, la Champions League, tuvo que esperar exactamente 35 años.
Ahora, para la temporada 2023/2024, la Lazio jugará por octava ocasión el torneo
tras alcanzar el subcampeonato en la pasada Serie A y compartirá el Grupo E con Feyenoord, Atlético de Madrid y Celtic.
Texto escrito por Santiago Sande. Apasionado de contar historias a través del periodismo, sobre todo en el ámbito deportivo, el cual lo ha convertido en el comunicador que es. El cine y los videojuegos son sus otras grandes aficiones, porque son capaces de transportarnos a relatos más alla de nuestro razonamiento. En Futbolinha realiza contenido a través de redes sociales acerca de lo que pasa más allá de los terrenos de juego.