PSG finalista de la Champions

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Con vistas a la final de la Champions League del próximo sábado 31 de mayo, desde Editorial Puskás quisimos indagar sobre por qué Inter de Milán y Paris Saint-Germain decidirán el máximo titulo europeo. Para ello, preguntamos a Clément David y Sebastian Ghisolfi, dos entrenadores con licencia UEFA A, uno francés y otro italiano, uno del PSG y otro del Inter, que aportan luz sobre la presencia de nerazzurri y parisiens en Múnich.

La historia del Paris Saint-Germain alteró su argumento cuando, en 2011, Catar aterrizó en París. De la mano del fondo soberano QSI (Qatar Investment Authority), el PSG se convirtió en el club dominante a nivel nacional. De los 13 campeonatos ligueros de su palmarés, 11 se celebraron a partir de la fortísima inversión catarí. Este año han vuelto a conseguir un doblete nacional que parece más una obligación que un reto. Pero tras casi tres lustros y más de 2.100 millones de euros en fichajes la Champions League siempre fue el objetivo. A veces, más obesesión que deseo.

En el país donde se ideó la competición, solo el Olympique Marseille pudo ganarla. Y eso es una gran espina para la ciudad de París que nunca se ha visto tan favorito como ahora para sumar la Orejona a sus vitrinas. Porque apenas han disputado una final, en pandémico verano lisboeta de 2020, pero el conjunto de Tuchel, con Neymar y Mbappé coloreados de rouge et bleu, no pudo con el ogro alemán. El Bayern München, por historia y por momento, le miraba un poco por encima del hombro.

Todo esto ha cambiado. Como explica Clément David, Nasser Al-Khelaïfi añadió la «paciencia» a su libro de estilo de dirección. «El presidente emblemático del PSG cambió el tipo de proyecto con jugadores jóvenes con fuerte potencial, un entrenador más formador y un proyecto a largo plazo, dejando de lado la “obsesión” por ganar la Champions», afirma el natural de Valence, en el sudeste francés.

Al-Khelaïfi le dio las llaves de la secretaría técnica a Luis Campos en 2022 y del vestuario a Luis Enrique hace dos temporadas. El portugués había hecho méritos suficientes con el Monaco o Lille como para tenerlo en cuenta. Neves, Vitinha, Barcola, Kvaratskhelia, Désiré Doué o el sorpresivo William Pacho son de su cosecha. El español ha aportado su carácter y su sello propio dentro del campo para firmar dos tripletes nacionales que pueden coronarse con la primera Champions de la historia del club parisien.

Luis Enrique: «El cambio y la evolución del equipo son evidentes. Nuestro objetivo era crear poco a poco algo diferente, algo especial, algo que pudiera atraer a los jugadores y hacer que quisieran venir a París. Teníamos que hacer los fichajes adecuados. Creíamos en el perfil de los jugadores que buscábamos, como Willian Pacho, João Neves y Désiré Doué, junto con los titis [jugadores de la cantera]. Todos ellos nos ayudan».

El fase ofensiva del PSG finalista

Y si uno ve jugar al PSG puede ver las líneas maestras del entrenador. Presión adelantada, valentía, hambre, competitividad, dominio del esférico para someter al rival, juego de posición… todo lo que ha sido Luis Enrique en casi toda su carrera como entrenador, pero con jugadores diferentes a los que tuvo en su etapa en el Celta, Roma, Barça (con quien ya conquistó un triplete en 2015) o en la propia selección española. El PSG es el equipo que más pases ha completado y el tercero con más posesión.

Sin embargo, claro, el PSG «no es solo un equipo de “posesión”, sabiendo alternar ataques posicionales y contraataques, con piezas muy rápidas y buenos en 1 contra 1, como Doué, Kvaratskhelia, Barcola, Dembélé, o los propios laterales Nuno Mendes y Hakimi», matiza Clément David.

En la fase ofensiva, el entrenador con experiencia en el fútbol francés, así como en el fútbol base de Valladolid y Madrid destaca la versatilidad de los jugadores del PSG. La libertad con la que alternan posiciones dentro/fuera, fuera/dentro, que un lateral pueda aparecer de mediapunta, que los extremos vayan moviéndose por los diferentes carriles y que la mayoría de los jugadores se desenvuelvan en varias zonas sin problema produce dificultades en el rival a la hora de defender.

Para David, el trío de centrocampistas Vitinha, Neves y Ruiz es el «sector dominante», creando superioridades a través de sus movimientos. Aquí hay que sumar el factor Ousmane Dembélé, partiendo como delantero. «El falso 9 es una “novedad” de 2025 que permite al delantero francés posicionarse más cerca de la portería, disparar más y ser más decisivo (mejores estadísticas desde que le pusieron de falso nueve). Le permite también participar más en el centro del campo, fijando y creando espacios libres para sus compañeros».

La fase defensiva del PSG finalista

Mucho se puede hablar del Paris SG en ataque, siendo el segundo equipo más goleador del torneo, pero es también el equipo que más recuperaciones ha sumado en esta competición. «La transición defensiva es el punto más relevante del PSG. La presión tras pérdida es muy potente y eficiente, ya sea para volver a recuperar o para denegar el contraataque al rival. Si no se puede recuperar, el conjunto entero efectúa un repliegue con todas los jugadores, algo que el año pasado, con jugadores más enfocados exclusivamente en la parte ofensiva, como por ejemplo Mbappé, no pasaba».

En estos bloques bajos, el equipo «sabe aguantar». «La pareja compuesta por Marquinhos y Pacho multiplica las coberturas, mientras que Donnarumma -muy criticado en Francia en la primera parte de la temporada- es cada vez más decisivo en la portería», cuenta David. Momentos duros los ha pasado, como ante el Liverpool en Anfield o algún momento ante el Arsenal o Aston Villa, pero siempre ha podido sobrevivir.

Sin embargo, no es un equipo perfecto. Para David «hay problemas en las acciones a balón parado defensivas, encajando varios goles». También en las acciones en las que la presión tras pérdida o alta no es efectiva, pues se generan situaciones favorables para el rival, incluso con posible superioridad numérica o espacios a la espalda de los laterales», algo que el PSG intenta minimizar estableciéndose en campo contrario con una primera línea de tres y un mediocentro por delante que tampoco puede abarcar todo la horizontal.

Fluctuat nec mergitur

Lo puede conseguir justo el año después de la marcha de Mbappé. Con permiso de los grandes nombres que existen, en el PSG ya no hay una estrella rutilante, aunque sí un conjunto de grandísimos jugadores. La calidad en todas sus líneas, sumado a la cohesión grupal y la fe en la idea de juego ha provocado que, como se vio en la noche de Birmingham, el equipo tenga «una mentalidad diferente porque arrima el hombro y lucha junto; en este equipo los ofensivos defienden y los defensores se suman al ataque», sentencia David.

Además, el PSG añadió el vocablo resiliencia. «Antaño, mantener un resultado siempre había sido difícil en París. La remontada contra el Barcelona [ndr: 6-1, 2017] se inscribe en la dramaturgia francesa y es un traumatismo que dejó cicatrices en la mente de la afición. Sin embargo, este PSG ya no se rinde y varias veces supo remontar resultados desfavorables; siendo el ejemplo más llamativo es el partido contra el City», recuerda nuestro compañero.

La fase liga fue difícil. Después de vencer al Girona, enlazó cuatro jornadas sin ganar. derrotas ante el Arsenal, Atlético y Bayern; sazonado de un empate en casa ante el PSV. «Si tuviéramos que analizar todo lo que ha sucedido en nuestra Champions, creo que daría para una gran película de suspense o de terror, porque ha habido un poco de todo —comenta Luis Enrique—. En todos los partidos de la fase liga, merecimos mejores resultados, pero no llegaron. Nuestra puntería era casi ridícula. La clasificación mostraba una cosa, pero sentíamos algo totalmente distinto. Teníamos la sensación de que el equipo estaba haciendo muchas cosas bien».

Igualmente, lograron clasificarse para la ronda preliminar después de obtener victorias en Salzburgo y Stuttgart, y entremedias una remontada ante el Manchester City. Para Clément David ese encuentro ante el conjunto de Guardiola es el «punto de inflexión». «Aunque estoy convencido de que las derrotas -como el gol del Atlético en los últimos segundos-, enseñaron mucho, el PSG comprendió que podía cuando remontó al City aquella noche de enero en el Parc des Princes. Antes del inicio de aquel partido, en la grada Auteuil se pudo leer el lema de la ciudad: “FLUCTUAT NEC MERGITUR”, que significa «Fluctúa, pero no se hunde», tal y como consigue este PSG».

Después de la eliminatoria-paseo ante el Brest (10-0), llegaron los tres duros cruces ante equipos de la Premier: Liverpool, Aston Villa y Arsenal. El PSG salió airoso de las tres y con sensaciones positivas durante la mayor parte de las eliminatorias. Por eso, Luis Enrique cree que tanto aficionados como club «merecen ganar la Champions League» y no tiene duda de que tarde o temprano «lo conseguirán».

«No sé si ocurrirá el 31 de mayo, pero estoy convencido de que en esta década, el Paris ganará más de una Champions. Aunque no sea el entrenador, no es por interés personal. Ojalá seamos los primeros en hacer historia, ya que esa ha sido nuestra motivación desde el primer día que pisamos París». Ya no están Cavani, Neymar, Messi, Di María, Ibrahimović, Thiago Silva o Kylian Mbappé. Pero el EQUIPO de París, con Donnarumma, Hakimi, Marquinhos, Vitinha y Dembélé como columna vertebral tiene ante sí la mejor oportunidad hasta ahora de proclamarse campeón de Europa.

Después de Supercopa, Liga y Copa, el PSG puede conseguir un tetracampeonato histórico en 2025.
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Rafa Medel
Rafa Medel es entrenador (UEFA A) y Periodista. Autor de "Fútbol en Blanco y Negro" (Librofutbol, 2022), trilogía que repasa la primera centuria de este maravilloso deporte.

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