Marcelo Flores al Real Oviedo: La excepción a la regla

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Los clubes de la Premier League dan mucho peso a los tiempos, ciclos y procesos que sus jugadores deben llevar en la Academia. Si bien no existen normas estipuladas, porque cada caso es diferente, sí que se pueden identificar patrones en la duración de cada etapa con tan solo revisar el camino de algunos de ellos, o siguiendo regularmente la dinámica de estas divisiones.

Una vez sobrepasada la categoría U18, prácticamente todos los juveniles han de jugar, como mínimo, durante un año o una temporada completa en la liga U23 (que este año volverá a ser U21) para después aventurarse a préstamo en el fútbol sin límite de edad. A veces más, pero nunca menos. De esto solo escapan los talentos generacionales y los suertudos, quienes pueden darse el lujo de saltarse estos últimos pasos gracias a sus extraordinarias condiciones (Bukayo Saka, Mason Greenwood y Phil Foden, por ejemplo), o porque les tocó irrumpir en el timing perfecto en que la primera plantilla les requería.

En el Arsenal, Marcelo Flores llevaba un proceso convencional a lo que solemos ver, aunque no por ello menos sólido. Le tomó un poco más de lo esperado dejar la U18, pero una vez instalado en la U23, a partir de enero de 2022, respondió y dio pasos contundentes. Ganó protagonismo en el equipo, lograba buenas cifras, se enfrentaba mayores retos y empezaba a respirar el ambiente del primer equipo y de la selección nacional. Sin embargo, pocos dimensionan que todo esto sucedió en solo seis meses. Y de acuerdo con los parámetros usuales, su formación requería otros seis.

Tenía un total de 14 partidos disputados U23, una experiencia mínima comparada con la que han contado sus compañeros al momento de salir cedidos. Mika Biereth, Omari Hutchinson (recién fichado por el Chelsea), Charlie Patiño, Miguel Azeez, Brooke Norton-Cuffy, y el nombre que sea, registran -más o menos- el doble. Eddie Nketiah o Reiss Nelson en su momento jugaron alrededor de 40.

En el horizonte todavía estaba la oportunidad de jugar algunos partidos de EFL Trophy, marcar aún más diferencia en su categoría (porque no es que le quedara chica todavía) y, por qué no, buscar su debut en Copa de la Liga o Europa League, aprovechando que es elegible para la lista B del equipo Gunner.

Está claro que es la excepción, habré seguido a cientos de jugadores en la Premier League 2 y no recuerdo a uno que saliera cedido de manera tan prematura. Pero realmente lo que lo hace un excepción es que a ninguno se le había presentado una Copa del Mundo. Ahí, su ciclo presenta un factor particular que impide que lo comparemos con otros, y que debemos tener en cuenta al momento de hacer un balance sobre su decisión.

Para hacerlo más claro, podemos decir que su elección está condicionada por dos elementos clave: proceso individual y oportunidad en la Copa del Mundo. Si no fuera año de Mundial, seguramente estaríamos hablando de otra cosa.

Marcelo Flores jugando para la selección mayor en la Nations League

En este camino, y en varios aspectos de la vida, es importante saber que ningún proceso es lineal. Hay circunstancias que exigen tomar decisiones y cambiar de planes. Hago hincapié porque fue él quien empujó para que esto sucediera, no el club londinense. Por ello, me parece que hay que valorar su ambición. Después de apegarse a un camino ya trazado, ha decidido pegar un brinco y ser la excepción para intentar sacarse un boleto a Qatar. Si Gerardo Martino lo termina contemplando o no, esa será otra historia, él está reuniendo argumentos y controlando lo que está en sus manos.

Real Oviedo

Llegado a este punto del análisis, sería un error gigantesco menospreciar a Oviedo como destino, o pensar que es poco para Flores. Sería incongruente, incluso. Y es que, ¿cómo esperar un escenario mayúsculo para un chico ‘inexperto’ con deseos de impacto inmediato? Otra vez, basta con explorar ejemplos. Lo común no es ir de primeras al máximo circuito de Alemania, Francia o Portugal; lo normal es recalar en segunda o tercera división inglesa, o en la zona media-baja de Países Bajos o similares.

Pero su caso, como ya dijimos, es distinto. La Championship podría lucir apetecible; no obstante, es una liga muy volátil, donde hay tanto dinero en juego que los jóvenes cedidos pueden acabar desechados ante el más mínimo desliz. De igual modo, la Eredivisie estuvo sobre la mesa, pero ninguna opción le ofrecía tanta estabilidad y garantías para poder afianzarse como la del club español, además de la accesibilidad que pudo traer consigo negociar con propietarios mexicanos.

Martín Peláez, presidente del club, confirmó que el acuerdo es por un año sin opción a compra y con posibilidad de extenderlo un año adicional (hasta 2024). Su contrato con el Arsenal culmina en el verano de 2023, pero se puede ampliar automáticamente hasta 2025. Un trato que no descuidará el futuro del futbolista.

Flores en su presentación con el Real Oviedo

Aún así, LaLiga 2 tampoco será un terreno a modo. A lo largo de estos días he tenido la oportunidad de intercambiar reportes con Pablo Fernández y Carlos Sierra, dos periodistas radicados en Asturias que conocen al Real Oviedo de primera mano. Ambos coincidieron en que el talento no es algo que reine en esta competición. No solo porque aquellos futbolistas distintos son blanco de constantes faltas y patadas, sino que el estilo de juego tampoco suele ser el más propositivo. Desde luego, un reto que tendrá que asumir el chico de 18 años. “Se piensa más en cómo tapar líneas de pase que en cómo romperlas. Más en el orden y la organización defensiva que en las vías para atacar”, aseguró Fernández, editor de La Voz de Asturias.

Lo que es un hecho es que su cabida en el equipo de Jon Pérez ‘Bolo’ parece estar bien encaminada. El nuevo entrenador gusta de organizar a su conjunto bajo un sistema 4-2-3-1 o 4-4-2 y, mediante este, ejecutar tareas de presión alta, algo en lo que ha destacado el nuevo dorsal ’19’ a lo largo de toda su estadía en las inferiores de Inglaterra. En caso de decantarse por la primera variante, Flores estaría llamado a formar una sociedad en la zona de mediapuntas con Borja Sánchez, la máxima estrella del club.

De acuerdo con Carlos Sierra, editor de Grada Oviedo, Borja también ha venido partiendo desde la izquierda como extremo; sin embargo, ya ha expresado su deseo por jugar atrás del punta (su posición nominal) bajo las órdenes de ‘Bolo’. Alternar posiciones y funciones entre los dos, luce como un recurso factible y ciertamente ilusionante.

Sobra decir que las expectativas son altas, tanto alrededor de Marcelo como del equipo. La afición Oviedista ha agotado las camisetas de local en unas cuentas horas y, un día después del anuncio del fichaje, en el primer día de venta de abonos, se ha adquirido la cifra más alta en siete años (1,314 abonados). El objetivo principal es acceder a los play-offs por el ascenso.

Sabiendo que es la excepción a la regla en más de una cuestión, y considerando las circunstancias que rodean su presente, podemos decir entonces que Marcelo Flores ha tomado una decisión inteligente y muy valiente, lo cual no vemos a menudo en el fútbol mexicano.

Con esto, el paso inicial está dado. Es algo que destacamos hoy, pero que mañana quedará en los libros. Ahora, la pelota está en sus pies y debe demostrar que está listo.

Twitter: @MemoNavarro_

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Memo Navarro
Periodista, 24 años. Amante del fútbol formativo y la Premier League. Analizo para encontrar los detalles que marcan diferencia en el juego.

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