Con Luis Romo y Orbelín Pineda productivos, además de un César Huerta revulsivo, comenzó la tercera etapa de Javier Aguirre como director técnico de la Selección Mexicana, ante un Rose Bowl desalmado que atestiguó la victoria sobre Nueva Zelanda, un equipo muy limitado y que no representó un obstáculo para permitirle al tricolor irse de California con sensaciones positivas de cara al partido frente a Canadá.
El ‘Vasco’ partió de un 4-2-3-1, con el ‘Tala’ Rangel en la portería, línea defensiva compuesta por Israel Reyes, César Montes (capitán), Johan Vásquez y Jesús Gallardo, Luis Romo junto a Luis Chávez en el doble pivote, Roberto Alvarado como extremo por derecha, Orbelín Pineda de enganche, Julián Quiñones desde la izquierda y Santiago Giménez en punta.
Ya en la práctica, contrastó la altura de los laterales, con Reyes más bajo en la derecha y Gallardo como el dueño del carril izquierdo, lo cual iba de la mano con la función de Quiñones, quien realmente fungió como un segundo delantero, rol que permite ver su mejor versión. Otro futbolista que se notó con soltura fue Pineda, y es que replicó lo que hace en su club, el AEK de Atenas, al tener libertad por dentro para ser protagonista.
Mientras tanto, el tándem conformado por Romo y Chávez mostró al primero decisivo en su faceta de ‘todocampista’, es decir, con licencia para colaborar en los primeros pases, o bien, aparecer en metros finales o cargar el área, y al segundo, enfocado en la organización y mucho más cómodo en comparación con el sistema de Jaime Lozano.
Para alimentar la emoción respecto al estreno de la dupla Aguirre-Márquez en el banquillo, el encuentro inició con una anotación apenas al minuto 5, en una jugada que incluyó un trazo largo de Romo, la asistencia de cabeza de Alvarado, un buen entendimiento entre Giménez y Pineda para que el del Feyenoord dejara pasar el esférico y así el ex del Celta definiera apenas entrando al área.
En general, México controló la primera mitad, con los mecanismos previamente mencionados en fase ofensiva y, al defender, con un 4-4-2, bloque medio-alto, en el que Orbelín y ‘Santi’ quedaban al frente. La realidad es que los neozelandeses no mostraron vías claras para atacar, tuvieron problemas en salida de balón y ni siquiera registraron algún disparo durante los primeros 45 minutos. Posesiones muy estériles por parte de la selección que dirige el inglés Darren Bazeley.
No hubo modificaciones para el inicio del segundo tiempo, al menos hasta el 52′, cuando Julián Quiñones tuvo que marcharse lesionado y en su lugar entró un futbolista que cambió el partido: César Huerta. El atacante de Pumas ingresó para tener el mismo rol que el ahora delantero del Al-Qadsiah, como segunda punta, y su impacto fue inmediato, ya que marcó con apenas un minuto en el campo, en una jugada que se originó desde el sector derecho.
Tan solo cuatro minutos después, al 57′, Luis Romo concretó el tercer tanto de la noche y una gran actuación para él, y es que el centrocampista de La Máquina fue clave en todas las anotaciones, con el balón largo que le dio vida al 1-0, la asistencia en el 2-0 y un disparo desde la frontal para firmar el 3-0. En este caso, el gol fue precedido por una buena conducción del ‘Chino’, más las intervenciones de Gallardo y Pineda.
Cabe apuntar que, aunque Santiago Giménez volvió a irse sin anotar -no lo hace desde el 16 de julio de 2023 con selección- y Henry Martín lo reemplazó al 61′, el canterano celeste tuvo un rendimiento aceptable, sobre todo en el apartado asociativo, con buenos apoyos, un buen servicio al área y hasta mostró buen giro para librarse de acosos.
Además de los mencionados Huerta y Martín, también tuvieron participación Sebastián Córdova (enganche en lugar de Pineda), Diego Lainez (extremo derecho en lugar de Alvarado), Carlos Rodríguez (en el doble pivote, por Romo) y Jesús Angulo (lateral izquierdo en lugar de Gallardo).
Prueba superada y optimismo con el reestreno del ‘Vasco’ Aguirre, además de ilusión con las postales de Rafael Márquez dialogando de cerca con los centrales (Montes y Vásquez), pero Nueva Zelanda no es un parámetro real para medir la capacidad de esta selección. La Canadá de Jesse Marsch, semifinalista en la pasada Copa América, será un rival más exigente y permitirá generar un diagnóstico de esta fecha FIFA.
