¡Hola! ¿Cómo estás? Espero que muy bien hoy. Sí, nuestro saludo está en español. Nos toca estar en terreno conocido. La semana pasada estuvimos hablando del sorteo que metió a Turquía a un mundial. Ahora recorreremos al revés la ruta que nos indicó Joan Manuel Serrat. De Estambul, viajamos por el Mediterráneo a Algeciras. Aquí nació un hombre que hacía hablar a las guitarras: Paco de Lucía.
Recomendación musical 1
Tal vez la obra sinfónica de guitarra más famosa es el Concierto de Aranjuez del español Joaquín Rodrigo. Son tres movimientos que describen los primeros momentos de su matrimonio con la pianista turca Victoria Kamhi. El segundo movimiento (adagio) está dedicado al embarazo fallido y cómo le pregunta Joaquín a Dios por ese destino tan triste. Ese es el movimiento más reconocido y todo un reto para los guitarristas. Paco de Lucía lo aceptó. Tuvo que aprender en tiempo récord notación musical para ese concierto con la Orquesta de Cadaqués (dirigida por Edmon Colomer) en Torrelodones, Madrid, los días 25 y 26 de abril de 1991. Los críticos lo denostaron porque fue una interpretación técnicamente sucia; el compositor los desmintió. Paco usó su técnica de flamenco para tocar de manera intuitiva. Jamás habían interpretado su concierto con tal viveza, justo como él lo pensó en ese Palacio de Aranjuez. Escuchemos.
Vamos al tema de esta semana.
Futbol en los inicios de Paco
Aquí estuvieron los árabes ocho siglos dominando al-Ándalus, ahora Andalucía. En el florecimiento del mundo árabe, la península ibérica recibió varios aportes: el sistema de numeración, la agricultura de riego, el papel, la noria, el azúcar cristalizada, las especias, elementos arquitectónicos, el algodón, el ajedrez, las damas, el backgamon, la filosofía árabe y la griega (traducida al árabe), los hospitales, almohadas, la alfombra… infinidad. También llegó la música. Aquí llegó un instrumento llamado ud, pronunciado como aúd. Por el artículo definido en español (aporte también del árabe), esa palabra se transformó en laúd. Y evolucionó en guitarra.
Algeciras. A las afueras de Cádiz. En sus costas, la bahía del mismo nombre, con Gibraltar y África a los lejos. Argelia y Algeciras son palabras del árabe que tienen que ver con «isla». En esta ciudad nació Francisco Sánchez Gomes un 21 de diciembre de 1947. El terror ya había acabado dos años atrás en los campos europeos, hacía más de ocho había cesado la guerra civil en España. Su padre, Antonio Sánchez, era un participante más de los tablaos del flamenco, esa manifestación artística donde los árabes, los judíos, los africanos y los andaluces dejaron su firma.
Hasta los 10 años, Francisco acudía a la escuela. Cuando iban por él, preguntaban y le decían: «Paco, el de Lucía». Sí, su madre era Lucia Gomes, una mujer portuguesa. No llegaría más allá de aprender a leer, escribir y hacer las operaciones más básicas de aritmética. Mientras tanto, un argentino apellidado Di Stefano engalanaba las tardes dominicales en el Nuevo Chamartín y con el Real Madrid dominaba el futbol español. Ese hechizo hizo efecto en el pequeño Paco y así se transformó en madridista.
Su padre ya no podía pagar las cuentas de sus cinco hijos, así que tuvo que sacrificar la educación de Paco. Le dio una de sus tantas guitarras que había en la casa… y a practicar horas y horas. No era tan neófito; a los siete años tuvo una por primera vez en sus manos. Ahora estaba listo.
A los 12 años formó el dúo Los Chiquitos de Algeciras con su hermano Pepe como voz cantante. Lo primero que hizo fue ir a otra ciudad andaluza llamada Jerez al célebre concurso internacional de Arte Flamenco. Les fue tan bien que ganaron y grabaron su primer disco. Ahí fue descubierto por el bailaor José Greco, quien lo contrató como tercera guitarra de la Compañía del Ballet Clásico Español. Se embarcó a los Estados Unidos para una gira.
De regreso de América, fue ascendido a segunda guitarra y viajó por medio mundo. Ahí compartió escenarios con guitarristas como Sabicas y Mario Escudero, que lo animaron a compartir música; paralelamente, nunca se separaba de su Algeciras. Para desestresarse de horas y horas rasgueando las seis cuerdas, se iba a patear la pelota a una cancha del barrio empinado llamado La Bajadilla. Ahí se encontraba de nuevo con sus amigos y era una manera de reconectarse con ellos después de estar enclaustrado hasta ocho horas al día perfeccionando su técnica. Esa niñez perdida también la recuperaba yendo a la playa o adentrándose en la mar para pescar o bucear.
Ya con 17 años, unos empresarios alemanes llamados Horst Lippmann y Fritz Rau tenían un grupo llamado Festival Flamenco Gitano. Tenía una alineación de lujo con guitarristas como El Lebrijano, el Farruco, Juan Moya y Camarón, que después sería su pareja inseparable para el estrellato; pero antes… la consagración. Siguiendo el consejo de Sabicas y Marios Escudero, sacó sus álbumes en solitario que lo llevaron a presentarse en Barcelona (Palau) y Madrid (Teatros Real y Monumental). Llenó esos recintos.
Hablando de Madrid, le tocó defender alguna vez su afición por el madridismo. Por lo general, los equipos de futbol también pertenecen a clases sociales. Para los artistas y demás intelectuales, el Atlético Madrid es la elección más razonable, lejos del elitismo e ignorancia de las clases acomodadas. Dejemos que el mismo Paco nos diga su argumento:
“Parece que si eres artista tienes que ser del Atleti, pero a mí no me da la gana… yo soy del Real Madrid desde chico; es mi equipo”
Futbol en la consagración de Paco
Ya establecido en Madrid, retomó contacto con Camarón, y el producto de ese binomio Camarón-de Lucía se vio reflejado en 10 álbumes, como «El duende flamenco» y «Fuente y caudal». Llegaron premios como Castillete de Oro (Festival Las Minas 1975) y el Premio Luna (Agrupación de Periodistas de Barcelona en 1980). Llegó el acceso al público promedio español, con sencillos de oro y discos de oro. Y de ahí, al mundo…
Con tantas giras, era lógico que también recibiera influencias extranjeras. Se atrevió a mestizar el flamenco con ritmos tan dispares como la música popular brasileña, de Chico Buarque, o jazz de Chick Corea. Esos acordes salerosos de Algeciras estaban condimentados con especias de todo el mundo. Con John McLaughlin, Al di Meola y Larry Correll formó The Guitar Trio y recorrió el mundo. El éxito cayó por añadidura.
En 1981 formó su sexteto con con Ramón de Algeciras (segunda guitarra), Pepe de Lucía (voz y palmas), Jorge Pardo (saxofón y flauta), Rubem Dantas (percusión) y Carles Benavent (bajo). El flamenco tomaba cada vez más forma y con instrumentos que no tenían nada que ver. Y es aquí donde entra el futbol; para estar en esa banda no bastaba con tener un talento artístico excepcional. El veredicto final para entrar o no era saber jugar futbol. La razón era muy simple: lugar adonde fueran a hacer giras, lugar donde sacaban la pelota y jugaban. A veces, los mismos empresarios que traían al sexteto de Paco organizaban los partidos.
Paco de Lucía armaba sus pachangas principalmente en un lugar de la capital española llamado Berrocales de Jarama, y en todos ellos corría el balón. Esto fue en la década de los 80 y los 90. Crecieron tanto que eran todo un espectáculo en la escena social madrileña. Ahí jugaban gitanos, payos, flamencos, chatarreros, rockeros, poperos… hasta jugadores. Ahí se dejaron ver Miguel Ríos, los integrantes de Ketama, Rosendo Sánchez, Alejandro Sanz, el grupo La Barbería del Sur, el productor Paco Marín y hasta el delantero del Real Madrid, Sebastián Losada.
Con tantas horas dedicadas a la guitarra, se podía pensar que Paco no era bueno con el balón. Nada más alejado de la realidad. Como también era un redomado nadador, su condición física era envidiable y eso se transmitía a su manera de jugar. No contento con ello, se la pasaba provocando a sus rivales. Carácter andaluz, a fin de cuentas.
Y tampoco faltaba el futbol en sus giras al extranjero, sobre todo a Sudamérica. Gracias a su interés en la música extranjera, logró entablar amistades con personas como Jaime Torres, un distinguido músico folclorista de Argentina. En ese país disputó un amistoso, donde los argentinos ganaron 5-1 a los españoles. Momentos después del partido, Torres confesó que ingresaron a un refuerzo de lujo, el ex seleccionado de la Albiceleste Hugo Villaverde.
Cruzando la frontera norte, llegaron a Brasil a otra parada de esa gira, donde todo se conjuntó para el partido más legendario de su carrera artística. El responsable fue Chico Buarque, escritor y arquetipo de la Música Popular Brasileira. Enamorado del Fluminense, los invitó a su casa en el Bairro da Tijuca, en Rio de Janeiro. Como buen brasileño, tenía su cancha de futbol. Se armó el partido. Dentro de los brasileños, había un refuerzo todavía más rimbombante. Se trataba de Sócrates. Sobra decir que Brasil ganó el partido por goleada. Cuenta la leyenda que era tal la diferencia de calidad entre cariocas y flamencos, que a los treinta minutos del partido, Sócrates comprendió todo y mejor se fue a vigilar cómo iba la comida que se les serviría a los invitados españoles.
Futbol para admirar a Paco
Nueva York, Moscú, Lausana, Tokio… el mundo vibraba con la guitarra flamenca de Paco de Lucía. Dentro de eso, le dio tiempo de interpretar el exigente Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo (que escuchaste al principio).
Y todo eso estuvo a punto de irse al garete. En 1992 murió su gran amigo y compañero de guitarra Camarón. Le causó tanto pesar que pensó en el retiro y durante un año no produjo nada artístico y canceló todas sus giras.
Para deleite de sus admiradores, regresó con una gira por Europa en 1994, y luego una gira más por Estados Unidos. Precisamente era gira coincidió con el mundial de Estados Unidos, y naturalmente se escapó en su parada de Chicago, el 27 de junio. Jugaba la selección española contra Bolivia en el Soldier Field, y ganó 3-1 con anotaciones de Guardiola y doblete de Caminero. Esa Bolivia era mítica y venía entrenada por otro español, Xabier Azkargorta. Por cierto, te recomiendo que leas el texto de mi compañero Ricardo Mercado para ver su mística aquí.
Dentro de los admiradores de Paco de Lucía, estaba el gran entrenador argentino José Luis Menotti. Estaba presente en varias de sus respuestas. Retomo algunas de ellas:
1.- Profe Menotti… ¿aún quiere seguir siendo entrenador de futbol?
¿Que si aún tengo ganas de ser entrenador? Pregúntale a Paco de Lucía si quiere seguir tocando la guitarra.
2.- Profe Menotti… ¿qué opinión tiene usted sobre el Barcelona del Tata Martino?
Es muy estúpido hablar de un Barça fácil de predecir. Yo ya sé que veré flamenco cuando voy a ver a Paco de Lucía, pero voy igualmente.
3.- Profe Menotti… ¿quiere opinar sobre el desempeño de Messi antes del mundial?
No se reserva para el Mundial. Eso es como decir que Paco de Lucía tocaba peor en su casa que en un escenario.
Y es que según su paisano José Carlos Gómez. la práctica del futbol causó que cruzara el puente que separa a los grandes de los virtuosos. “Muchos guitarristas acaban mal de la cabeza porque se dedican exclusivamente a la guitarra. Paco tenía muy claro que tenía que oxigenarse para después seguir componiendo y el fútbol y la pesca submarina eran actividades que le ayudaban a mantener la mente sana». Esa oxigenación le ayudó a contrarrestar esos días practicando guitarra como loco, donde cada visita inesperada le causaba ansiedad.
El futbol como final de Paco de Lucía
Con tantos conciertos, era natural que Paco de Lucía prefiriera estar alejado de todo el bullicio de los escenarios con tablaos, bailaores, taconazos, castañuelas, palmadas y gente gritando Olé. Escogió Cancún como lugar para pasar sus últimos años de vida.
Así llegamos a 2014, concretamente un 25 de febrero. En las playas caribeñas de Playa del Carmen se encontraba pateando el balón con su hijo menor Diego, con apenas 10 años. Cada que pateaba el balón era un niño más creciendo en los barrios de Algeciras, era una manera de desahogar todas las tensiones y era una forma de conectar con la gente.
Estaba jugando con Diego cuando de pronto sintió una parálisis del lado izquierdo. Sí, era el inicio de una falla en el corazón. De inmediato fue con su esposa para decirle que se sentía mal. Gabriela Canseco, restauradora mexicana, lo acompañó al hospital. Llegó por su propio pie, pero ya no salió de ahí porque falleció.
Lo lloraron voces de la música, desde Amaia Montero de La Oreja de van Gogh, hasta Ricky Martin. También se sumó el futbol, y figuras como Iker Casillas y el propio Menotti dieron sus pésames. En México fue despedido en el Auditorio Nacional; en España, sus restos descansan en su natal Algeciras. Triunfó con la guitarra, pero su primer y último toque fueron a pelotas.
Fuentes
López, Jesús María. Aportaciones de los musulmanes introducidas en la Península Ibérica: el enorme legado de los califas en tierras castellanas. Academia Play. 27 de marzo de 2018.
ABC. Paco de Lucía, el genio que universalizó el flamenco. 20 de diciembre de 2016.
Mena, Francis. El otro toque de Paco de Lucía. Revista Líbero. Fecha desconocida.
Román, Alberto. Entre dos amores: Paco de Lucía y el futbol. Apuntes de Rabona. 15 de noviembre de 2019.
Quintanar, Roberto. Paco de Lucía, un hombre de guitarra merengue. JuanFutbol. 25 de febrero de 2015.
La Segunda. Lloran las guitarras: Impacto mundial por muerte de Paco de Lucía. 26 de febrero de 2014.
Paco de Lucía nació a orillas del mar y murió también a orillas del mar. Solamente se mudó de Algeciras, España, a Playa del Carmen, México. Eligió esta ciudad por sus playas preciosas que dan al Mar Caribe, que baña también a varios países. Uno de ellos es Jamaica. De aquí es uno de los músicos más celebrados, en este caso por el reggae. Su nombre es Bob Marley, y también era muy aficionado al futbol. Se decía que pudo haber sido un gran futbolista, pero optó por llenar estadios con su voz. La historia de la relación del rey del reggae con el futbol te la traigo la siguiente semana.
Recomendación musical 2
Esta es la canción que representa más el estilo flamenco de Paco de Lucía. Sí, es la rumba Entre dos aguas, originalmente un tema de relleno de su álbum que debió improvisar. Algeciras está entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo. Sé que este no es el primer texto que se escribe sobre la conexión entre Paco y el futbol, así que he buscado la versión con su sexteto. Disfrútala aquí.
Recapitulemos
La vida de Paco de Lucía estuvo íntimamente ligada al futbol. Nació el 21 de diciembre de 1947 en Algeciras. Su carrera artística empezó a los 10 años porque su papá ya no le podía pagar la educación. Para desestresarse de tantas prácticas, nadaba, buceaba y practicaba futbol. Su equipo favorito fue el Real Madrid por el juego de Alfredo di Stefano. Lo siguió practicando, y en cada gira jugaba algún partido. Para formar parte de su sexteto, era obligatorio jugar futbol. En sus pachangas de Madrid músicos como Alejandro Sanz, Ketama y Miguel Ríos participaban en sus partidos. También jugó partidos en Argentina (Jaime Torres y Hugo Villaverde) y Brasil (Chico Buarque y Sócrates). La muerte de su compañero Camarón casi lo manda al retiro, pero regresó en 1994 con giras a Europa y Estados Unidos, donde pudo ver el partido entre España y Bolivia. Uno de sus más grandes admiradores era el DT argentino César Luis Menotti. Murió el 25 de febrero de 2014 en Playa del Carmen, cuando jugaba futbol con su hijo Diego.
Nos vemos la siguiente. ¡Hasta el jueves!