Países Bajos 3-1 Estados Unidos: Memphis, Dumfries y el arte de defender

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La Oranje estará en los cuartos de final tras derrotar a la prometedora selección de Estados Unidos. Los norteamericanos no pudieron ante la mágica noche de varias individualidades neerlandesas, como la de Memphis Depay y los dos carrileros, que estuvieron presentes en los tres tantos, y, sobre todo, al ejercicio defensivo del combinado de Louis van Gaal. Pues aunque Estados Unidos tuvo la primera y condicionó también la manera de atacar de Holanda en -casi- toda la primera parte, Holanda defendió como un equipo élite a partir de sus agresivas persecuciones, desdoblamientos, vigilancias y cambios de marcas tan bien como para desesperar a los de las barras y las estrellas. Y, además, se permitieron el lujo de hilvanar jugadas como la del 1-0. Igual Países Bajos no enamora, pero sí compite. Y muy bien.

La verdad es que el dominio del balón fue de los estadounidenses durante la primera parte. Gracias a su disposición para presionar (dejando como hombre libre a Timber -con McKennie preparado para saltar sobre él en intermedias-, Pulisic más cerrado sobre van Dijk, el debutante Jesús Ferreira centro entre Ake y mediocentro), Estados Unidos tapaba la progresión por banda izquierda, la preferida de los neerlandeses. Así, Holanda progresaba casi nunca de manera limpia por la banda derecha, ya fuese en corto o buscando en largo a Dumfries. Eso permitió al conjunto estadounidense mandar en la posesión (63%) e incluso a empezar con mejores sensaciones y tener en los pies de Pulisic una acción gol (3′) tras un robo y envío de Adams después de centro desde la derecha de Dest. La tibia de Noppert (una de las revelaciones del torneo) frustró un inicio de ensueño.

Sin embargo, más allá de esta situación, a Estados Unidos le costó generar peligro en la primera parte. En parte, por el mazazo que supuso el 1-0 en contra en el 10′. Fue una de las primeras veces que Frenkie de Jong bajó a primera línea para ayudar a evitar esa presión, y tras dos conatos de progresión por derecha, acabaron girando con paciencia a derecha para, por fin, encontrar a Blind. El lateral del Ajax, muy importante en labores de creación, inició una jugada superlativa. Al primer toque, alternando pase adelante con pase atrás, con terceros, cuartos quintos hombres, y girando de lado a lado. Blind encontró bien el apoyo de Memphis -descolgado de centrales para aparecer antes que Adams- y servir de tercer hombre a De Roon, que ganaba posición a Musah. A un toque: De Roon (adelante), Klaassen (de cara atrás), Memphis hacia delante para Gakpo. El control, fijación de Robinson y abertura del 8 lo aprovechó Dumfries para recorrer la banda para servir un pase hacia atrás. Con Klaassen arrastrando a los dos centrales, creó el espacio para la aparición de segunda línea de Memphis.

El remate y, en general, el partido de Memphis Depay fue de mega crack. Pero si Estados Unidos no generó más peligro (aparte de un disparo de Weah poco antes del descanso) fue debido al brillante trabajo sin balón de Holanda. Una defensa con marcaje zonal muy agresiva y coordinada, sin espacios para receptores próximos al balón. Un trabajo que empezaba con los emparejamientos desde salida de balón en el que se situaban por pares, salvo los puntas que se colocaban entre centrales y laterales para disuadir del pase a Robinson y Dest y dejar que Zimmerman y Ream tuviesen que tomar un protagonismo excesivo para ellos. De nada serviría que los laterales empezasen a recibir por dentro, ni las apariciones de los puntas en zonas de medios (sobre todo Ferreira), ni los intercambios posicionales continuos de los medios y los delanteros. Tampoco el juego directo funcionaba y la segunda línea de presión (medios o quien estuviese) apenas era superad. Y cuando había un desajuste en el cambio de marca o se encontraba la espalda de los medios, el bloque bajo y el trabajo de Dumfries Timber, van Dijk, Aké y Blind fue soberbio.

Por si fuera poco, Holanda se fue ganando al descanso con doble ventaja. Transición, saque de banda a favor por la derecha y otro centro de Dumfries, esta vez rematado por Blind (anticipando a Dest). 2-0 y sensación de partido muy encaminado. En la segunda parte, de hecho, el partido se abrió y la posesión se niveló. Del 63% de posesión para Estados Unidos, Holanda lo mejoró a un 53% en la segunda. Gracias a que las fuerzas en ambos bandos para presionar empezaron a flaquear y a que con el zurdo Koopmeiners (De Roon fuera) desde el reinicio y Gakpo como enganche (Bergwjn por Klaassen), las recepciones a espaldas de primera y segunda línea aumentaban en número y posibilidad de que fueran positivas con dos jugadores de más talento. Memphis ya no estaba tan solo para asentarse en campo rival y Blind empezó a aparecer.

Realmente, las ocasiones empezaron a producirse con más cantidad. Tanto para unos (Ream pudo acortar en una acción a balón parado) y, sobre todo Holanda. Disparos de Koopmeiners y Memphis desde la frontal tras sendos robos en campo rival, y la ma´s clara, el remate del delantero del Barça en el primer palo tras otra jugada como la del primer gol yendo de banda a banda mediante Blind, Memphis y un Gakpo (mejor en la segunda parte) y que Turner evitó, como en el resto de oportunidades. Y entrando en el último cuarto de hora, con Berhalter habiendo quemado varia naves (Reyna desde el descanso, primero como punta y después en la derecha; Aaronson como interior izquierdo y Wright como delantero centro a partir del 67′), llegó la esperanza americana.

De un regalo de Memphis, con un mal pase de seguridad a centrales, robo, autopase ante el portero y disparo de Wright que solo Dumfries pudo evitar, llegó un córner que metería a Estados Unidos en el encuentro. Despejado el córner, el recién ingresado De André Yedlin (por un agotado y empeorado Dest) anticipó para jugar con Zimermann y, tras la descarga, abertura para Pulisic que volvía de lanzar el córner. Su centro raso lo remata Wright de tacón y ganándole la posición a Van Dijk. La fortuna -o el hecho de haberse dejado ganar por una simple vez la posición- provocó que ese remate tocase en el pie del central del Liverpool, levantándolo de manera asombrosa y cayendo este de manera perfecta dentro de la portería. Esta vez, ni Dumfries, que lo intentó, pudo despejar ese balón.

Pero la esperanza duró muy poco, pues el partido rompió. Un acercamiento para cada equipo, un córner que atrapa Noppert y envía en corto a Blind para que juegue en largo. Entre Bergwijn, Memphis y Frenkie aportan la pausa suficiente para que el propio Blind llegue por su banda, vuelva a conectar con los barcelonistas y, tras otra abertura, el lateral del Ajax ponga un centro al segundo palo que rematará libre de marca (Robinson está con Gakpo y el resto de centrales solos) Dumfries. De carrilero a carrilero. Como en el segundo tanto, pero al revés. El susto holandés duró muy poco y los cuartos esperan a la Oranje.

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Rafa Medel
Entrenador y periodista

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