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Su eclosión se dio por sí sola y a la vez tuvo una relación estrechísima con el mejor jugador de siempre. Se podría decir que apareció de la nada y que muy pronto encontró en Leo Messi un punto de apoyo futbolístico sobre el que cimentar sus primeros pasos. Pedri, que venía con alma de mediapunta intermitente, empezó su andadura en la élite bajo el paraguas del argentino, siendo un elemento vertebrador del gran año del 10 en el Barça, una pared sobre la que progresar, un cercano sobre el que mirarse cuando la jugada moría. Con la marcha de Messi y la lesión de Pedri, las dudas sobre qué jugador veríamos flotaban en el aire. Nadie vio lo que estamos viendo en su retorno, una metamorfosis sin perder nada de su fútbol anterior, solo añadiendo capas y capas a un juego cada vez más completo. Pedri ya es lo que no imaginábamos que sería siendo lo que creíamos que iba a ser.

El Barça de Xavi Hernández ha tardado en definirse, pero en parte porque el intérprete que necesitaba estaba lesionado. Sin Pedri, construir algo sólido erancomplejo, porque es cimiento para la base y la decoración para el comedor; lo imprescindible y lo prescindible pero que agrada y acomoda al espectador. Con el retorno del canario ante el Real Madrid, el Barça empezó a entender qué podía hacer y c´ómo hacerlo. Pedri es un manual de instrucciones en todos los idiomas, no hay fútbol que rechace ni contexto que sufra, y ahí Xavi intuyó la oportunidad definitiva para crear algo, paras transformar la idea en realidad.

Comparativa de Pedri entre la pasada temporada (rojo) y la actual (azul). Vía StatsBombEs

La muestra todavía es pequeña, pero el cambio parece claro respecto al Pedri del pasado curso. El actual es un jugador que ha entendido la marcha de Messi no como una limitación sobre el fútbol mostrado, sino como una posibilidad para potenciar sus virtudes y sacar a relucir unas que nadie intuía. Muy pocos jugadores transformarían una herida futbolística y emocional como la marcha del mejor jugador de siempre en una promesa futura; Pedri prometió ser mejor y hacernos mejores a todos. El actual es un jugador que tiene más peso con la pelota y que ha expandido los límites de qué hacer con ella: intenta más pases, más lejos que antes , conduce más, busca más pases profundos y regatea más. Pedri ha añadido en un tiempo récord una serie de recurso que los centrocampistas suelen ganar con los años. Asimila conceptos con una facilidad pasmosa, la de un niño prodigio que asume nuevos roles sin compromiso.

Radar de pases de Pedri esta temporada (Vía StatsBombEs) Cuánto más extensa sea, más longitud media de los pases, a más rojo más precisión

En el radar de pases de esta temporada podemos apreciar algunos puntos interesantes que nos explican la evolución del canario. Vemos que influye en todas las alturas, y a cada perfil, porque Pedri está donde se le necesita, no donde él quiere, sino donde el equipo exige que esté. Aparece para mejorar la jugada y transforma el axioma del buen centrocampista «mejorar el balón que te llega» en una realidad al cuadrado. Así lo dijo Xavi: «Pedri es talento. Cuando creo que allí está el pase correcto, él da uno que todavía es mejor y no había visto». Ahora ya no solo mira cerca, sino que es capaz de mirar lejos y así incluir a muchos más jugadores en su mapa. Sin Messi, que era un futbolista que le permitía habitar una zona concreta y producir mucho a la vez, Pedri necesita hacer más cosas (y mejores), y no le ha dado vértigo asumirlo como parte del proceso de crecimiento.

Como buen alumno aventajado, Xavi le ha dado a Pedri González unas responsabilidades adaptadas a su talento. Le ha dado las llaves del centro del campo, siendo el epicentro creativo de un equipo que corría demasiado sin él. El Barça ha aprendido a andar para correr mejor, algo que antes no sucedía, y ahí la pausa y temple de Pedri han sido claves. El azulgrana frena sin dejar de acelerar, lo que en sí mismo es un sin sentido, cuando le ves jugar se transforma de forma natural en algo obvio, porque Pedri nunca corre, solo acelera. Y es ahí, en ese espacio casi olvidado entre el correr y el andar, donde el canario está cimentando su juego. Partiendo de ahí, Xavi le ha pedido ser el jugador que se mueva en el cuadrado (espacio clave) la mayoría de las veces, quizás la altura más importante en sus sistema de juego.

Pero como vimos vs Valencia, Pedri es mucho más que un intérprete para Xavi, por lo menos el egarense lo está visualizando no como un apéndice del Juego de Posición, sino como un motor primario de juego. Un futbolista capaz de mandar ya desde los primeros pasos, acudiendo al auxilio en salida de balón, de ordenar ataques desde el posicionamiento y el pase + control, y acelerarlos cuando es necesario. Pero en Pedri estamos descubriendo unos dotes de mando que el pasado curso dejó entrever, pero demasiado tenue como para ser tomado como referencia, en Granada y algún ratito más. Vs Valencia y, sobre todo, Athletic, Pedri fue el jugador que ordenó las jugadas, secuenciándolas. Pedri se viene vistiendo de muchos centrocampistas, acostándose como Kroos en izquierda, con el regate canchero de los sudamericanos y la fluidez posicional de Iniesta. Pero en la génesis de su juego, Pedri sigue conservando esa ductilidad propia de quien entiende este deporte como un juego, algo lúdico que usa para relacionarse y establecer conexiones con sus compañeros.

Pedri apareciendo en la génesis de la jugada como pivote

¿Y ahora qué? Es difícil dar respuesta a un fenómeno que se está desarrollando, que evoluciona y avanza todavía sin mostrarse completo. Pedri es un acontecimiento, una aurora boreal en el desierto. Entenderlo es descifrarlo, y descifrarlo es reducirlo. Y su fútbol no merece ataduras, merece ser disfrutado, analizado para ser explicado, pero no catalogado. Pedri, como toda obra de arte, no tiene más comparación que ella misma, aunque beba de muchas fuentes. La pregunta será saber cuándo tocará techo, si es que lo alcanza, pero todavía parece lejos, aunque su presente nos insulte de esta forma. Pedri después de Leo es todo aquello cuanto necesitaba el aficionado al FC Barcelona.

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Albert Blaya
Periodista. Escribo sobre fútbol y leo mucho.

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