Porto 2-1 Juventus: Una historia que se repite

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Cuando la Juventus, después de años gloriosos con Massimiliano Allegri como entrenador, alcanzando dos finales de Champions, fichó a Cristiano Ronaldo, ni el espectador más pesimista podía imaginar el devenir del conjunto turinés en la máxima competición continental las próximas temporadas. Lo más preocupante de la actuación de la Vecchia Signora en Do Dragao es que no fue la primera vez de nada. Se repitieron, punto por punto, los errores de hace doce meses ante el Olympique Lyon. Si Andrea Pirlo quiere evitar el mismo destino que en esa eliminatoria ante los franceses, tendrá que cuestionarse varios puntos del funcionamiento de su equipo.

Sin la creatividad de Arthur Melo en los primeros pases, ni la magia de Paulo Dybala en el tercio final, la Juventus se vuelve un equipo muy redundante en sus posesiones. Falta fluidez en la circulación, desmarques delante de balón y jugadores que se rebelen contra el sistema y rompan los moldes. Si, encima, un error terrorífico como el que tuvo Bentancur en el minuto uno les pone por detrás en el marcador ante un equipo como el Porto de Sergio Conceiçao, esos problemas se acentúan.

Y es que los portugueses vivieron el escenario idílico. Estuvieron lanzando presiones con Uribe y Sergio Oliveira alternando alturas, dificultando y ahogando el avance rival, y provocando pérdidas a la altura de mediocampo para sumar salidas en transición. Taremi en apoyo, y las conducciones de gente como el mexicano Jesús Corona, Otávio o Luis Díaz cuando entró en la segunda parte, provocaron peligro. Tampoco hay que olvidar la gran actuación de Moussa Marega descargando juego directo.

Por parte del cuadro italiano, como es habitual en la era Pirlo, cambiaban su 4-4-2 en fase defensiva a un sistema de tres centrales con balón. Danilo cerraba junto a los centrales, Chiesa y Alex Sandro fijaban en amplitud. Sin embargo, hubo pequeñas modificaciones que vieron a Danilo ocupar la base de la jugada, ya sea cuando Bentancur descendía entre centrales o cuando Adrien Rabiot lateralizaba. Con todos los jugadores buscando recibir al pie, sólo la lectura de Cristiano Ronaldo colocándose a espaldas de acoso rival ofreciendo línea de pase aceleraba el guión de partido, con el luso completando una buena actuación en apoyo.

El Porto, tras ese gol en el primer minuto de partido, se dedicó a adoptar una postura más reactiva, sumando salidas esporádicas en transición. Sin embargo, nada más comenzar el segundo acto, repitieron la historia y marcaron en el primer minuto de juego. Manafá llegó hasta línea de fondo y asistió a Marega.

Con esa desventaja de dos goles en el marcador, los campeones de Italia pasaron a tener largos tramos de ataque posicional en campo rival, acentuados todavía más con el cambio de Porto a 4-3-3 tras la entrada de Marko Grujic como mediocentro. En esos largos tramos de posesiones, aprovecharon la atracción de los laterales rivales saltando a banda ante las recepciones exteriores para atacar el espacio que se formaba entre ellos y los centrales, que no acompañaban la basculación. Justamente, el 2-1 nace de esa manera, con Alex Sandro lanzando a la ruptura de Rabiot en el intervalo entre Manafá y Mbemba, moviendo la defensa rival y encontrando a Chiesa en ventaja atacando lado débil. Un gol que permitirá a la Juventus llegar con más posibilidades al partido de vuelta en Turín, pero donde deberán mejorar las prestaciones si quieren avanzar de ronda.

Decepciona un poco que un jugador tan divertido como fue Andrea Pirlo esté construyendo una Juventus a la que, justamente, le falte un perfil como el que era él. Que Arthur, Cuadrado y Dybala disputen el partido de vuelta se hace indispensable si no quieren volver a dejar a Cristiano Ronaldo ante la soledad en la Copa de Europa.

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Hugo Marugan
Fútbol. Para disfrutarlo, para aprender y para contarlo.

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