Qatar 0-2 Ecuador: Luchar contra la ansiedad

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Por fin. El telón cayó, los himnos sonaron, el balón rodó y las estrellas hicieron acto de presencia. La apertura de una Copa del Mundo es uno de esos eventos que, por esporádicos, se quedan en nuestra memoria de por vida. No hay aficionado al fútbol que no recuerde dónde estaba y qué hacía en el momento en el que inicia un Mundial. Este año es más extraño que de costumbre, jugándose en noviembre, pero eso no ha evitado que estuviéramos pendientes de Qatar y de Ecuador a la hora H del día D. Empieza un mes precioso que vamos a disfrutar entre todos.

A Qatar, en su Mundial, le paralizó la ansiedad. No nos engañemos, no son un mal equipo, como demuestra su triunfo en la Copa Asia 2019, o sus participaciones más que dignas en la Copa América 2019 o la Copa Oro 2021, en la que llegó a semifinales. Si es verdad que este torneo, el que llevaban tantos años preparando, les ha venido en un mal momento para el equipo y los jugadores que conforman el mismo. La Qatar actual es peor que la de hace tres años. Pero, como decía antes, lo que paralizó a los anfitriones fue la ansiedad. Lógico cuando te ves, al fin, jugando ese partido con el que llevabas soñando los últimos años. La puesta en escena del cuadro asiático no pudo ser más decepcionante, y la selección ecuatoriana dirigida por Gustavo Alfaro se encargó de aprovecharse.

Y es que Ecuador fue capaz de dominar tanto cuando tenía el balón como cuando defendía. Con balón, y ante un bloque rival que no les presionaba los primeros pases, las intenciones eran salir en 3+1, es decir, descender a Jhegson Méndez entre centrales y que Moisés Caicedo esperara en la base. Los laterales fijaban abiertos pero sin ganar demasiada altura, ofreciendo línea de pase cercana (si Estupiñán ganaba altura, Caicedo se abría hacia fuera). Teniendo en cuenta esto, el cuadro sudamericano decidió concentrar juego en el sector izquierdo, donde contaba con Hincapié construyendo y siendo el encargado del primer pase (muy bien filtrando), Caicedo en ese sector y Estupiñán recibiendo abierto. Juntaban pases, atraían al rival ahí (Qatar saltaba con interior sobre lateral bajo), para luego buscar en largo a la pareja Estrada-Valencia, que estuvieron fantásticos ganando duelos por arriba o aguantando de espaldas, mientras Ibarra, apareciendo por dentro, recogía las segundas jugadas e instalaba al equipo arriba.

Cuando era Qatar quien tenía el balón, Ecuador decidía esperar en bloque medio, cerrando muy bien carril central. Los de Félix Sánchez salían por izquierda, con el central Abdelkarim Hassan asumiendo peso y buscando filtrar pases. Eran interesantes los movimientos de los interiores, estirando por dentro, dejando solo a Karim Boudiaf en la base de la jugada, y buscando atacar la prolongación una vez el carrilero recibía. En la teoría estaba bien, pero en la práctica nada le funcionó a Qatar hasta que, en los minutos finales del primer tiempo, Akram Afif empezó a descender muchísimo su posición, se puso a recibir de centrales y a organizar él las posesiones, filtrando algún buen pase y provocando los mejores minutos de su selección en el partido.

Quizás el gran protagonista del encuentro fue el doble pivote ecuatoriano, Jhegson Méndez y Moisés Caicedo, que, especialmente sin balón, estuvieron fantásticos. Cubriendo su zona, tapando líneas de pase, apareciendo en coberturas y ganando duelos, lograron bloquear el carril central. Y, lo que es más importante, lograron transformar cada robo en una situación de peligro favorable, buscando lanzar rápidamente y aprovechar el desconcierto de Qatar tras pérdida. Tanto la jugada del penalti del 1-0, como la del 2-0, se inician de esta manera. El único punto débil ecuatoriano se encontró en la espalda del central Félix Torres, que se mostró algo impetuoso saliendo de zona y desprotegiendo su espalda.

En el segundo tiempo y con un 2-0 en el marcador, Alfaro decidió correr los mínimos riesgos posibles, dividió más la posesión y buscó que pasaran pocas cosas. Destacó la movilidad de Gonzalo Plata ofreciendo soluciones por dentro, algunas secuencias construyendo por izquierda, y lo bien que taparon en todo momento a una Qatar que acabó inoperante. En la anfitriona, la entrada del interior Mohammed Waad aportó algo de creatividad y de juego interior, pero no lo suficiente para poner en apuros al rival.

El ansiado estreno de Qatar en su Mundial acabó en pesadilla, y ahora apenas se pueden permitir más tropiezos, lo que aumentará la ansiedad y la presión sobre ellos, algo en lo que tienen mucho trabajo en los próximos días. Ecuador, por su parte, desprendió alegría, se mostró eficiente en todas las fases del juego, y se permite soñar.

Día 1 de Qatar 2022 completado. Que vengan los demás.

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Hugo Marugan
Fútbol. Para disfrutarlo, para aprender y para contarlo.

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