Quenda: el leão de Bisáu

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Nota: el mismo día de publicación de este artículo, el Sporting oficializaba la venta de Geovany Quenda al Chelsea. El coste de la misma supera los 50 millones de euros, permaneciendo el bisauguineano en el Sporting hasta verano de 2026.

El pasado mes de septiembre, el español Roberto Martínez alistó a Geovany Quenda en la Seleção das Quinas. Después de haber sido finalista en la Euro sub-17 y casi retumbando el eco de su debut con el primer equipo del Sporting Clube de Portugal, el zurdo era citado con la absoluta lusa. «Juega en mi misma posición y, probablemente, me quite el sitio. Yo, con 17 años, ni siquiera jugaba en la cantera del Benfica», aventuraba un tal Bernardo Silva.

«La edad no es un criterio. Quenda ha demostrado una personalidad, una calidad y una capacidad de adaptación increíble. Le encanta desequilibrar. Tiene una calidad que no es normal para un chico de 17 años».

Roberto Martínez, seleccionador nacional de Portugal, en septiembre de 2024

Un semestre desde esa primera llamada, ha recibido una segunda tras mostrar un «crecimiento significativo». Martínez demuestra lo que los tres entrenadores que han pasado por el banquillo lisboeta esta campaña (Amorim, Pereira y Borges) han venido confirmado cada semana. O lo que los transatlánticos continentales empiezan a conocer. Que este zurdo menor de edad (30 de abril de 2007) que juega con los mayores a pesar de seguir viviendo en la ciudad deportiva donde se instaló con 12 años, ya está más que listo.

Y si uno relaciona las palabras «extremo» y «canterano del Sporting» puede recordar nombres a la palestra de diferente escalón. Desde Futre a Cristiano Ronaldo, pasando por Figo, Simão, Quaresma, Rafael Leão… Pero también Gelson Martins o Bruma. No se pretende entrar en comparaciones innecesarias, absurdas e injustas, sino en reconocer que en el futuro también uno evoque a Quenda. Un extremo centelleante, driblador y gran pasador al que su mejora en la cuota de producción de goles situará más o menos alto en el escalafón.

A sus 17 años, Geovany Quenda está siendo uno los grandes nombres de la liga portuguesa.

De Bisáu a Amadora

Como dicen de la propia humanidad, todo arranca en África. Tcherno es uno de tantísimos africanos que emigran a Europa, en su caso Portugal, en pos de una prosperidad negada en su patria. La suya es Guinea-Bisáu, precisamente una antigua colonia lusa, y ahora un pequeño y joven estado arrinconado entre Senegal y Guinea-Conakri. A su cincuentenaria independencia no ha logrado transformar su libertad y riqueza natural en bienestar y bonanza.

La economía de supervivencia, la subdesarrollada industria, el limitado acceso a los servicios básicos o el bajo puesto en el Índice de Desarrollo Humano (179 de 193), hacen de esta pequeña porción de la costa de la África Occidental uno de los estados más débiles del mundo. Y si 4 de cada 10 adolescentes bisauguineanos no saben leer y escribir, un padre puede buscar un panorama distinto para su vástago.

Tampoco Tcherno debió pensarlo mucho cuando surgió la posibilidad de embarcar a su hijo menor de nueve años y llevarle al extrarradio dela capital. En Amadora, municipio colindante con Lisboa (noroeste) y A a un kilómetro del estadio benfiquista de Da Luz y el sportinguista José Alvalade, Tcherno vuelve a vivir con vástago Geovany Tcherno Quenda.

Aunque entendible desde el punto de vista paterno, el cambio debió ser drástico para aquel niño. De los suelos ocre de Bisáu y el contacto estrecho con la naturaleza, a las calles grisáceas y pavimentadas europeas. Sin olvidar, las rutinas, la cultura, la añoranza de seres queridos y hasta la comunicación con el entorno. Porque aunque Guinea Bisáu fue colonia lusa, el portugués no se asentó de forma tan profunda como ocurrió en Cabo Verde, Angola o Mozambique. Menos del 15% de la población bisauguineana habla portugués).

Si algo no difiere en ningún niño es su deseo de jugar. A fútbol, en el caso del pequeño Geovany. Únicamente ha de acostumbrarse a «nimiedades» como tener siempre botas de fútbol y correr sobre ese trampantojo al que llaman hierba sintética. De hecho, Ana Correia, entrenadora del Damaiense, aún reconoce cómo vio le llegar en el primer entrenamiento con pantalones vaqueros cortos. Pero la esencia del juego es misma en Bisáu que en Amadora: una pelota, dos porterías y el objetivo de anotar más.

Quenda pasó de ser finalista en la Euro sub-17 a convocado por la absoluta.
¿El nuevo 7 de Portugal? El zurdo pasó de ser finalista en la Euro sub-17 a convocado por la absoluta en tres meses. En otoño, jugó con la sub-21.

El rapaz chapurrea malamente el portugués, pero deja sin palabras a un viejo conocido del fútbol luso. «En su primer día, vi que algo no cuadraba. Fui a hablar inmediatamente con el presidente [del Damaiense] y le conté que había encontrado a un atleta especial», recuerda Basaúla Lemba que consiguió separar rápido la arena del oro.

Con pasado, entre los años 80 y 90, en varios equipos portugueses, Lemba colabora allá por 2016 con una fundación que ayuda a chicos con riesgo de abandonar la escuela y dirige la dirección deportiva de un pequeño club de Amadora, el Damaiense. «Después, marché a casa con la familia de Geovany y hablé por teléfono con el padre. Le expliqué la situación y que no debía preocuparse por ningún pago. Afortunadamente, lo convencí», comentaba el antiguo internacional de Zaire, nombre anterior de la R.D. Congo.

Quien llegase a ganar la taça portuguesa de 1990 con el ya extinto Estrela da Amadora, se va a convertir en un personaje fundamental en el devenir futbolístico de Geovany. Más incluso que el propio padre de la criatura, quien poco después se trasladó a Francia por motivos laborales. Para que el pequeño Geovany se pudiese quedar en Amadora, hubo de nombrar un tutor legal. Y este no fue otro que el ex jugador congoleño reconocido en el municipio por su labor filantrópica con la fundación.

«Era prácticamente su padre: por la mañana tenía que saber dónde estaba, controlar la situación en la escuela y asegurarme de que todo estuviera bien. Por ejemplo, él estudiaba muy lejos de casa y tuve que encontrar una manera de que fuera transferido a un lugar más cercano. Ajustes que eran fundamentales en su vida», comentó Basaúla Lemba.

Una de las decisiones más importantes que tomó ocurrió semanas después de inscribirse como pupilo del Damaiense. «Su categoría jugó un partido amistoso antes de comenzar el campeonato. Quenda lo rompió todo. De repente, el presidente me llama y me dice: «Basa, te dije que no llevaras al niño. El Benfica y el Sporting ya me han llamado», recuerda entre risas el aún tutor legal. «A partir de ahí, las cosas fluyeron. Como él aún estaba en una fase de adaptación, no tenía sentido cambiar de club en ese momento. Entonces, llegamos a un acuerdo con el Benfica, el club que mostró más interés, y al final de la temporada él siguió su camino».

Dos cursos completos (2017/18 y 2018/19) pasaría como encarnado. El nivel fue óptimo, pero su historia con el Benfica tendría un abrupto y, con el tiempo, desquiciante final para los intereses de las águilas.

Quenda jugó en el Benfica entre 2017 y 2019

La habitación más costosa del Benfica

Aunque el estadio de Da Luz se encuentra a un kilómetro de Amadora, el complejo deportivo benfiquista se encuentra bastante más lejos del domicilio de Geovany Quenda. Cada día de entrenamiento o partido, Quenda atraviesa 30 km para llegar al municipio de Seixal. Sale de Amadora, entra en Lisboa, bordea la Colina de Monsanto (pulmón verde lisboeta), cruza el Río Tajo por el Puente 25 de abril y deja atrás varias localidades del distrito de Setúbal hasta llega a Seixal. Unos 30km en coche, pero hora y media en transporte público. Demasiado tiempo para ir y volver del Benfica Campus tres o cuatro veces a la semana.

El tutor legal al cumplir el segundo curso, recuerda lo prometido por el club para el chico de 12 años: una habitación en la residencia del club. Sin embargo, llegado el momento, el Benfica incumple su palabra. «No había lugar», explica Basaúla.

«Al final de la reunión, me llamó alguien del Sporting con una oferta que coincidía con lo que queríamos. Aunque Tcherno era del Benfica y el chico ya tenía grandes amigos en el equipo, al final, logré convencerlos de cambiar al Sporting. Después de eso, el Benfica me llamó para ofrecerme todo: ya podía ir a la Academia, recibir un salario mensual, ir a un colegio prestigioso… Recibí presiones. Sin embargo, ya le había dado mi palabra al Sporting y no iba a dar marcha atrás».

Así, Quenda cambió el rojo encarnado de las águilas por el verdiblanco de los leones. En el verano de 2019 entró a vivir en la renombrada Academia Cristiano Ronaldo; aún no se ha mudado. Situada en Alcochete, a 40 kilómetros al sudeste de Lisboa, el cambio volvió a ser drástico pues limitó las libertades de Geovany.

Por un lado, ahorraba el tiempo de los desplazamientos. Y en un entorno así, es difícil dejar de pensar en el fútbol. Pero no deja de ser un adolescente al que se le fijan unos horarios semanales estrictos y en el que el tiempo, salvo para ir a la escuela y en algunos momentos de ocio pactados y limitados, lo pasan en las instalaciones. Estudian, se entrenan, se alimentan y descansan, conviven con otros compañeros de todas las edades bajo el mismo techo, como el propio futbolista del PSG Nuno Mendes.

Quenda, por ejemplo, conoció a Rúben Amorim mucho antes de saber que sería su entrenador, mientras cumplía un castigo por no coger el autobús a la salida del colegio. Un lugar, como otras academias, donde formar personas que quizás acaben siendo futbolistas es el objetivo base.

En este caso, a Quenda también le acompaña el progreso dentro de la grama. Y ni la irrupción de la pandemia en su primer curso en Alcochete le frena. Cuatro años después, con 16 años, ya inicia la campaña con conjunto sub-23 de los verdiblancos, que juega la liga de filiales (Liga Revelação). En ese mes de septiembre de 2023 también logra viralizarse con este maradoniano tanto ante Marruecos. De acuerdo, el contexto no es para tanto: últimos minutos de una goleada en un torneo amistoso de categorías inferiores. Pero el golaço, por destreza y potencia, es brillante.

Y al comenzar 2024 rompe todos los récords de precocidad con el Sporting B. El técnico del B, Filipe Çelikkaya, explica el progreso flemático que el Sporting CP ideó para su pupilo. «Siempre fuimos muy cautelosos en cuanto a su exposición. Inicialmente, pasó de la sub-17 a la sub-23, donde ya rendía lo suficiente como para ser utilizado en el equipo B. Pero no nos arriesgamos demasiado pronto para cuidar su parte emocional y evitar que subiera y bajara de equipo».

Por suerte, en voz del joven técnico luso-turco con pasado también en Benfica o Shakhtar Donetsk, a Quenda le gustaba «aprender y escuchar», además de poseer «un gran afán de victoria, sentido del trabajo en equipo y un gran rendimiento». Es todo tan evidente que, al alimón, empieza a ser citado por Rúben Amorim.

El por entonces entrenador del primer equipo está encantado con el bisauguineano: «No cambia su actitud cuando entrena con el primer equipo y regresa al conjunto Sub-23. En ocasiones se le asignan tareas de presión que no se ajustan del todo a su perfil, pero su comportamiento sigue siendo ejemplar. Su evolución dependerá de él mismo. Ya vivimos un caso similar con Joelson, que debutó con 16 años y acabó perdiéndose un poco. En su caso, está trabajando bien y mostrando una gran madurez».

Y para concluir el productivo curso 23/24, Quenda vuela a Chipre. No a disfrutar de Konnos Beach o otra paradisiaco paisaje, sino para ser finalista del europeo sub-17. Junto a Rodrigo Mora o su amigo el mediocentro zurdo João Simões (sportinguista que también se ha hecho un hueco en el primer equipo), Portugal cae en el último paso ante Italia. Geovany, que ha jugado como volante derecho (4-2-3-1), forma parte del XI de gala.

El salto al primer equipo no se prolonga más. A su vuelta a Lisboa, Amorim aumenta su apuesta y Quenda reacciona contundente. «Tiene mucho talento, es muy maduro y entiende el juego como un adulto. Obviamente, tiene mucho que mejorar, pero creo que hizo un partido excelente y tenemos un jugador ahí», cuenta Amorim tras su buen amistoso ante el Athletic Club. Para la Supertaça (derrota 4-3 en la prórroga), su actuación y gol en el debut oficial con el primer equipo fueron consagratorios.

El Sporting se muestra tan ágil como el joven zurdo y le renueva hasta 2027. ¿La cláusula? 100 millones de euros. Al momento, Roberto Martínez le llama para la Absoluta. El técnico español no le hará debutar entonces (puede ser cosa de horas), pero en el siguiente parón participó con la sub-21. Entretanto, Quenda cumplía con las exigencias de los tres distintos entrenadores que han pasado por el banquillo de los Leãos. Tanto con Amorim (que le hizo estrenarse en liga y en Champions League) como en el breve lapso de João Pereira o en la presente etapa de Rui Borges, Quenda ha sido titular: 88% de titularidades en Primeira Liga y 8 de 10 en la Champions. ¿Pero por qué?

¿Dónde juega Quenda?

El bisauguineano ha venido ocupando los carriles exteriores la mayor parte del tiempo, pero su punto de arranque ha ido variando durante esta temporada en función del entrenador y sistema. Rúben Amorim le colocaba de carrilero derecho (3-4-2-1), pero cuando Amorim se marchó a Manchester en noviembre, llegó João Pereira. El técnico, que le conocía del sub-23 sportinguista, le situó a veces de carrilero derecho como Amorim (ante el Arsenal), pero también en el costado izquierdo.

Esta decisión la compró también el siguiente en la lista de sucesión: Rui Borges aterrizó el día después de Navidad. Desde entonces y con alguna excepción, Borges le ha mantenido en el costado siniestro como volante (4-2-3-1) o mediapunta izquierdo (3-4-2-1), con alguna excepción (ida de la ronda preliminar ante el Borussia Dortmund)

Empezó la temporada en la banda derecha, aunque con Pereira y Borges inicia más veces a pie natural.

Esto no quiere decir que Quenda no acceda a carriles interiores. Es posible que, en un futuro, lo haga como base. Por cualidades, bien podría acabar jugando en tres cuartos de campo por dentro. Ejemplos los empieza a haber. Durante la Euro sub-17 del pasado verano, Quenda (banda derecha del 4-2-3-1) actuaba con libertad para aparecer en escalones atrasados y centrados. Incluso, en algunos partidos, la pedía más abajo que el enganche Rodrigo Mora. De verdiblanco y con Amorim, el intercambio posicional con Trincão era otro recurso de pizarra, aunque más enfocado en las necesidades del ex del Barça y Wolverhampton.

En la breve etapa de Pereira y con el bisauguineano habitualmente en la izquierda, hubo encuentros en los que aparecía dentro del cuadrado central en la estructura 3+2+4+1. Esto permitía dar vuelo al lateral Maxi Araújo, quedando el uruguayo en amplitud. El propio Borges ha repetido este movimiento, pues si bien defiende habitualmente en 4+4+2 con Quenda como volante, en ataque suele soltarse más el lateral izquierdo Araújo. Incluso, ante la baja de Trincão, Geovany jugó como enganche derecho (3-4-2-1) en la vuelta ante el Borussia. En un partido sin demasiada tensión competitiva tras el 0-3 en contra de la ida, Quenda fue más gestor de juego, participando mucho, aunque completando un encuentro mejorable.

¿Cómo juega Quenda?

Quenda debe mejorar su cuota goleadora: 2,37% de efectividad

A medida que progrese su carrera, se podrá comprobar si acaba siendo un extremo o es algo más. Por conducción, regate y velocidad (gestual y física) ya es un gran extremo. Sus caños en autopase después de recibir pegado a banda y pararse empiezan a ser marca registrada. Cuando conduce, los contactos suelen ser más que correctos; la electricidad y el manejo ayudan a cambios de ritmo y dirección con mucha facilidad y hacen el resto. Tiene salida por fuera y por dentro, hacia pie natural o hacia el derecho.

Aunque curiosamente, en sus primeros meses en la élite ha habido partidos en los que no se atrevía a arriesgar en el 1 contra 1, teniendo mucho más regate del que mostraba. Prefiriendo jugar el pase fácil o el envío de primeras, antes que intentar profundizar a través de la conducción. Poco a poco, con el avance de la campaña, Quenda va siendo más él mismo y ya asoma en la lista de máximos regateadores de la liga.

«Demostró ser un jugador irreverente, talentoso, sin miedo a tomar la iniciativa, con un regate arriesgado y una zurda muy fuerte. Me di cuenta que era un niño apasionado por el fútbol, interesado en todo lo relacionado con el juego», Diogo Teixeira, entrenador de Quenda en el Benfica sub-12 y Sporting sub-13.

Otra cosa es su relación con el marcador. Hasta ahora, su camino para producir variación en el marcador es a través de la asistencia (6 en total). Sus centros suelen tener buena intención, pero sobre todo tiene gran capacidad para levantar la cabeza y ver el pase entre líneas y al espacio (top 10 de la liga tanto en ocasiones creadas como en «pases clave»). Los filtra desde posiciones escoradas y desde mayor o menor distancia.

Pero en cuanto al remate a puerta… suspende de momento. Según SofaScore, sus goles esperados (xG) son 3,01 en liga. Y apenas ha celebrado uno. Quenda es de los jugadores con peor promedio de disparos (2,37% de 37) del campeonato luso. En Champions League no anotó (0.50 xG). Contando también las copas nacionales, Geovany únicamente ha acertado entre los tres palos en 14 de 55 remates…

Es cierto que los primeros meses de campaña actuaba de carrilero. Además, en un ataque en el que están el acaparadador Gyökeres y el revalorizado Trincão quizás es más complicado ser el objetivo de los remates, pero el dato también fue muy bajo en el torneo sub-17 del pasado mayo: 0 goles. Pesar más en el resultado ha de ser un objetivo claro para el propio jugador, a riesgo de alejarse del área durante su carrera.

Lo positivo es que añade varias cualidades que pueden mantenerle en la élite sin necesidad de sumar muchos goles y asistencias. Como explica quien fuese uno de sus mentores en el Damaiense, Edmundo Silva, la idea de Quenda es ser jogador de futebol» y no un «jogador da bola». No es un extremo alocado que únicamente corre; Quenda lee rápido la situación y entiende el juego de forma insospechada si se tiene en cuenta su edad.

Su control y protección del esférico, la calma a la hora de decidir, su habilidad para devolver al compañero y combinar de primeras (algo que hace poco hacía en exceso), para elegir cuándo regatear y cuándo no, son herramientas que el africano maneja. Aparte de los saques de banda (saca más fuerte que la media), es lanzador de faltas laterales y de los saques de esquina, su golpeo de zurda es tenso y preciso. Si no golpea, ocupa posiciones de rechace.

A la hora de defender las jugadas de estrategia, es de mayor utilidad en la frontal o descolgado para montar los contraataques, pues su juego aéreo (1.72m) no es nada especial. En general, su actuación en fase defensiva no es significativa. Más allá de su velocidad para acosar o anticipar, su tranquilidad le hace ser menos intenso -que no perezoso o divo- para ponerse el mono de trabajo.

Con el tiempo, irá mejorando la capacidad de decidir, sobre todo en las últimas instancias. Con el tiempo, irá puliendo la ejecución del golpeo. Seguirá practicando situaciones y problemas que acabará resolviendo con más asiduidad. Con el tiempo, se irá haciendo más fuerte, más resistente, más ganador de duelos… Y teniendo ¡17 años!, tiempo tiene de sobra.

Si no pierde el foco, y quienes le rodean parece que no le dejarán, irá puliendo sus defectos y mejorando también el resto de aptitudes. Si ya ha llamado lo suficiente la atención como para que el Chelsea ponga más de 50 millones de euros en la mesa, cuando le crezca la melena -trenzada, eso sí- su rugido podría escucharse hasta en Bisáu.

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Rafa Medel
Rafa Medel es entrenador (UEFA A) y Periodista. Autor de "Fútbol en Blanco y Negro" (Librofutbol, 2022), trilogía que repasa la primera centuria de este maravilloso deporte.

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