Jack Grealish es un jugador atípico. Lo son sus medias bajas, lo es su esencia de enganche en el fútbol británico, lo es su carrera siguiendo al Aston Villa a la segunda división y manteniéndose ahí actualmente a pesar de ser uno de los mejores jugadores del país. En Wembley, ante República Checa, estrenó titularidad en esta Eurocopa y completó una buena actuación, que le va a dar serios problemas a Southgate de cara a elegir su línea atacante en las eliminatorias.
En general, el arranque inglés fue muy bueno. Ante las marcas al hombre en presión características de la República Checa, con Darida pendiente de Rice y Soucek saltando sobre Phillips, los ingleses lograban progresar de manera fluida con los giros de Grealish, las conducciones de Saka, los apoyos de Kane y las rupturas de Sterling. Precisamente este último, el jugador del Manchester City, fue el autor del gol en uno de los pocos fallos de los centrales checos defendiendo el área durante el torneo.
Presentaba desajustes el sistema defensivo de la República Checa al establecer esas persecuciones individuales tan largas, llegando muchas veces tarde a la marca y permitiendo el avance rival. Dentro de un modelo de juego tan característico como es el implantado por Jaroslav Silhavy, buscaban presionar en reinicios con Schick y Masopust sobre los centrales rivales buscando orientar, mientras que en defensa posicional se veían conductas como los extremos bajando hasta línea de fondo persiguiendo a los laterales rivales (Shaw y Walker muy profundos durante todo el encuentro), mientras Coufal y Boril salían de zona persiguiendo a Sterling y Saka.
El partido le sirvió a los ingleses, más allá de la victoria que confirmó su primer puesto de grupo, para que Harry Kane ganara confianza en esta Eurocopa, completando el mejor de los tres partidos gracias a sus participaciones en apoyo aunque sigue sin marcar el gol. Jordan Henderson jugó el segundo tiempo para ganar ritmo competitivo tras su lesión sufrida en febrero, mientras Grealish, Saka y Sterling ganaron confianza completando buenas actuaciones. Se echó en falta, de todos modos, que Southgate le diera más minutos a un Jadon Sancho que apenas disputó los últimos minutos del encuentro.
En el empuje del segundo tiempo buscando el empate que les valía para ser primeros de grupo, República Checa dejó al descubierto sus cartas en la fase ofensiva. Se trata de un equipo muy exterior, que cuenta en Tomas Holes con un gran jugador para sumar asociativamente desplazando en largo o dejar controles orientados ante acoso, avanzan por fuera con Coufal y Boril llegando hasta línea de fondo y cargan el área con Schick más las llegadas de Tomas Soucek desde atrás. Inglaterra resistió y aunque sus sensaciones no acaban de ser las mejores, se plantan en octavos de final sin haber recibido ni un solo gol, y con la mejora en la confianza de varios de sus atacantes. Si consiguen enganchar del todo a Harry Kane, los de Southgate serán favoritos prácticamente como los que más.
