Привет! Как дела? (Priviet! Kak dielá?) / Привіт! Як справи? (Pryvit! Iak správy?) Бунэ зиуа! Че май фач? (Bună ziua! Ce mai faci?) Saludamos en tres idiomas escritos en cirílico: ruso, ucraniano y moldavo. Espero que estés muy bien hoy. La semana pasada estuvimos hablando del extraordinario 2020 que tuvo Islas Feroe en el futbol. Islas Feroe está en el grupo F con Moldavia para las eliminatorias a Qatar 2022. Aquí hay un equipo que domina su liga sin ser de facto parte del país: el Sheriff Tiraspol.
Recomendación musical 1
Como verás en estas líneas, Transnistria tiene su propio himno, cuyo título es Слэвитэ сэ фий, Нистрен (Slăvită să fii, Nistrene, Cantamos las glorias de Transnistria). Este fue un himno de rebote. Originalmente era una de las propuestas para ser el himno de la Unión Soviética y se llamaba Да здравствует наша держава (Da zdravstvuyet nasha derzhava), de Boris Alexandrov (Борис Александров). Se sometió a concurso y perdió contra su padre Alexandrov. Cuando Transnistria declaró unilateralmente su independencia, tomaron esta melodía y le agregaron estrofas en ruso, moldavo y ucraniano, los idiomas oficiales. Los autores fueron Boris Pamenov (Борис Паменов), Nikolas Bozhko (Николас Божко) y Vitaly Pischenko (Виталий Пищенко). Hora de ponerse de pie.
Vamos al tema de esta semana.
Los escándalos a la orden del día
Se abrió la caja de Pandora en el futbol mexicano y el Cruz Azul volvió a ocupar los fotos de atención. No les bastó con perder inexplicablemente una ventaja de cuatro goles en la semifinal contra Pumas (algo conocido como «cruzazuleada» para los lectores que nos siguen fuera de México). Un socio de la Corporativa llamado Víctor Manuel Velázquez Rangel quiso ganarse a toda la afición apelando a la vergüenza y criticó la medrosidad del planteamiento del partido. Para el DT, Robert Dante Siboldi, era demasiada ingratitud y renunció.
No fue suficiente: en una emisión del programa Futbol Picante de ESPN del 11 de diciembre, el periodista Héctor Huerta insinuó que los jugadores celestes hicieron la cruzazuleada a propósito, lo cual equivalía a un amaño de partido. Más allá que al día siguiente en cierta manera se detractó Huerta, el daño estaba hecho. Se cernieron nubes sobre la credibilidad del Cruz Azul y por un momento todo este escándalo eclipsó la final entre el León y los Pumas.
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— Saúl (@SaulCardxna) December 12, 2020
Sin intención de excusar al futbol mexicano, hay otras latitudes donde esto es el pan de cada día, como Moldavia, una de las 15 ex repúblicas soviéticas y uno de los países más pobres de Europa (PIB de US$4.828). La semana pasada, su liga, Divizia Națională, fue suspendida. ¿La razón? La mitad de los 10 equipos que la componen estuvieron involucrados en un escándalo de amaño de partidos. Entrenadores, directivos, jugadores… todo mundo estaba metido en este muladar. Desde La Haya se descubrió una red desde Asia que se llevó una ganancia de €600.000 por arreglar en total 20 juegos.
Precisamente, el 8 de diciembre el Centro Nacional Anticorrupción de Moldavia (Centrul Național Anticorupție), en coordinación con Europol, arrestó a 11 personas. ¿Cómo era el modus operandi? Amañaban un partido que era objeto de las apuestas en países asiáticos. Las ganancias ascendían hasta €20.000 por partido. Y es que no es la primera vez. Hace cinco años también sucedió algo similar con la selección sub-21 de Moldavia y cinco hombres de Singapur fueron arrestados.
Eres el país más pobre de Europa. Tu selección es la peor rankeada de toda la ex URSS (177). Tu liga está es considerada débil en Europa (lugar 45 de 55 del ránking de cocientes UEFA). Hay poco interés en que la vean porque un sólo equipo ha ganado 18 de las últimas 20 temporadas. Ofreces los salarios más bajos de toda la antigua Unión Soviética (€800-1.000 al mes, empatado con liga de Tayikistán). Y encima tu país tiene niveles alarmantes de corrupción, con un vergonzoso lugar 120 en el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional. ¿Cómo no vas a estar tentado a amañar partidos?
Justamente uno de los equipos involucrados es el equipo que estaba de líder e iba como caballo de hacienda a ganar su título número 19, dejando en el camino apenas cinco puntos de 60. Responde al nombre de Sheriff Tiraspol. Para despertar más asombro, juega en la capital de un país virtualmente inexistente que despierta nostalgia por la vida en la antigua Unión Soviética. Este país se llama Transnistria.
Conflicto en el Dniéster sin resolver
Para saber el origen del relajo, hay que remontarnos a 1924, cuando la Unión Soviética se estaba formando desde Moscú. Por Europa del Este corre un río llamado Dniéster. La vieja palabra rumana Transnistria quiere decir «más allá del Dniester». En ruso esa región se llama Приднестовье (Pridniestóvie), en ucraniano es Придністов’я (Prydnistovya) y en moldavo se llama Нистрения (Nistrenia). Esta parte pertenecía a la República Socialista Autónoma de Moldavia. En cambio, la actual Moldavia se llamaba Besarabia y era parte de Rumania.
Pero llegó la II Guerra Mundial y empezaron las negociaciones debajo del agua entre los enemigos. Hubo un pacto de no agresión entre Alemania y Unión Soviética llamado Pacto Ribentropp-Molotov. Ellos no se hacían daño, pero a cambio se repartían Europa. Dentro de ese pacto, los países bálticos pasaban a la Unión Soviética (algo que ya hablé hace tiempo). Otra de las regiones que iba a la URSS eran Besarabia y Transnistria. Pero sabemos que Alemania no lo respetó e invadió a la URSS. El reino de Rumania estaba de lado del Eje y aprovechó para anexarse ambas. El gusto le duró cuatro años, hasta la operación Jassy-Kishinev que cambió de bando. Al terminar la guerra, Rumania ganó Transilvania, pero perdió Besarabia y Transnistria que se fusionaron en Moldavia e integró la URSS.
La administración soviética hizo lo posible para borrar esas diferencias. Por ejemplo, les metían la cabeza a los moldavos que eran diferentes a los rumanos, consideraban al moldavo y al rumano idiomas separados… y en varios casos, este idioma romance era escrito con el alfabeto cirílico. Y además Nicolae Ceaușescu, dictador de Rumania, pintó desde el principio su raya con la Unión Soviética (hablaré al respecto después). A pesar de todo, las medidas no tuvieron éxito.
Los países bálticos y Georgia se salieron de la Unión Soviética en 1990 (más información, aquí). Moldavia también se independizó en 1990. Los moldavos querían unirse con sus primos rumanos… y eso al otro lado del Dniéster no hizo mucha gracia. La cosa es que los eslavos (rusos + ucranianos, 63%) sobrepasaban a los moldavos (40%), y se dieron cuenta que serían ciudadanos de segunda clase en esa Gran Rumania. Y el 2 de septiembre de 1990 la República Moldava Pridnestroviana declaró unilateralmente su independencia.
Lógicamente todo esto escaló hasta una guerra que duró cuatro meses. Por un lado estaba el ejército moldavo con refuerzos rumanos, por otro lado estaban las milicias separatistas con el 14° Ejército Ruso más cosacos rusos y voluntarios ucranianos. La guerra se interrumpió en abril-mayo de 1992 con un alto al fuego y el conflicto en cierta manera sigue congelado. Ese cese al fuego trajo un batallón de 1.200 soldados rusos que ahí siguen.
Con el alto al fuego, Chisinau no puede expulsar a las tropas rusas porque eso técnicamente sería comprometer la independencia de Transnistria, pero mientras no escalen las tensiones, todo está bien. En 2006, hubo un referéndum no vinculatorio en el que el 95% de los habitantes de Transnistria estaban a favor de unirse a Rusia.
Ha habido más de un acercamiento entre el gobierno moldavo y Transnistria, más con las pláticas del grupo de negociaciones 5+2, con Transnistria, Moldavia, Rusia, Ucrania y la Organización de Seguridad y Cooperación de Europa, más la Unión Europea y Estados Unidos como observadores. Cuando Crimea se «independizó» de Ucrania y se anexó a Rusia, también quiso aprovechar Transnistria, bajo la mirada relatvamente complaciente de Igor Dodon (Игорь Додон), presidente moldavo muy orientado a Moscú.
La vida en Transnistria
Transnistria es una pequeña franja entre el río Dniéster y la frontera con Ucrania. Tiene un territorio de 4.163 km² y 469.000 habitantes. Su capital es Tiráspol, la segunda ciudad más grande de territorio moldavo (129.000 habitantes). Para toda la comunidad internacional, Transnistria es parte de Moldavia. Ni siquiera Rusia la ha reconocido, y eso que la apoya con economía y armamento. La constitución moldava lo designa como «Unidad territorial autónoma con estatus jurídico especial». Pero Transnistria se ve como independiente. Solamente está reconocido por tres estados: Abjasia, Osetia del Sur y Nagorno-Karabaj. Todos estos son países que no están ni en la ONU.
Puedes llegar a Transnistria en autobús. Tardas dos horas desde Chisinau hasta el control fronterizo en Bender. Unos agentes aduanales sellarán tu pasaporte (los moldavos no lo necesitan) y bajarás en Tiráspol no sin antes ver la frase: Бине аць венит ыи Транснистрия, цара каре ну ексистэ („Bine ați venit în Transnistria, țara care nu există”, Bienvenido a Transnistria, el país que no existe»).
Cuando bajas del autobús, te das cuenta que has llegado a un país organizado como Dios manda. Tienen su propia bandera, su propio himno, su propio escudo, su propio gobierno, su propio banco. También tiene su propia moneda, el rublo transnistrio (18,5 por un euro). Tienen su propio gobierno, su propio parlamento y su propio ejército. Y ni se diga de su propio pasaporte, solamente reconocido en los tres países que te mencioné.
Antes, llegar a Transnistria era toda una proeza burocrática, pero allá se dieron cuenta de que ser el último reducto de una vida soviética que se niega a morir les traería sus réditos, y se relajó el asunto. Y es que aquí, los símbolos soviéticos están a la vista de todos: estatuas de Lenin, mercancías con la cara de Stalin, la hoz y el martillo… El ruso es el idioma oficial junto con el ucraniano, y si se usa el rumano (o moldavo), va con el alfabeto cirílico, como en los tiempos de la URSS viva.
¿Cuál es la importancia de Transnistria en la geopolítica? Es casi fanatismo el amor que siente Transnistria por Rusia: la legislación rusa es válida aquí desde el 2013. Su objetivo es hacer lo mismo que Crimea, anexarse a Rusia, pero primero Rusia debe reconocerla. Paradójicamente, a Moscú le sirve más que siga siendo territorio moldavo, por más que tenga un consulado. Son dos razones: la primera es que es un grillete para que a Chisinau ni se le ocurra unirse a la OTAN y/o acercarse a la Unión Europea, algo que ya hicieron Rumania y Ucrania. La segunda es que le sirve como otro punto de presión para Ucrania por el este, y una manera de contrarrestar la labor que hace la OTAN en Rumania; en resumen, Transnistria es como un Kaliningrado camuflado (más información aquí).
Con esta invisibilidad virtual que tiene Transnistria, parecería que se ha resignado a permanecer a la zaga del mundo. Esto es una trampa. Hay dos embajadores que la representan. La primera es Valeria Lukyanova (Валерия Лукьянова), mejor conocida como la Barbie humana, porque nació en Tiraspol. El segundo embajador es el motivo por el que estamos aquí, el futbol. A diferencia de Chipre del Norte o Abjasia, en Transnistria reinó el sentido común y se dieron cuenta que debían ingresar al futbol moldavo si querían un representante en el mundo, toda vez que su selección está inactiva y no parece haber interés en revivirla. Por eso el Sheriff Tiraspol hace diplomacia con el balón.
Sheriff Tiraspol: el monopolio del futbol en Moldavia
En 1993, Victor Gușan (Виктор Гушан) e Ilia Kazmalî (Илья Казмалы), ex miembros de la KGB, fundan la compañía Sheriff (Шериф). Por el aislamiento de Transnistria, aprovecharon la posibilidad de erigirse en todo un monopolio con el apoyo de Igor Smirnov (Игорь Смирнов), el primer presidente de Transnistria. Su socio fue su hijo, Oleg Smirnov (Олег Смирнов). Empezó con estaciones de gasolina y ahora tiene dos panaderías, una cadena de supermercados, un canal de TV, una casa editorial, una constructora, una concesionaria de Mercedes-Benz y hasta una compañía de celular que le surte de comunicaciones al resto de Moldavia.
En 1996 decidieron comprar el Tiras Tiraspol (Тирас Тираспол), que estaba en Divizia B (tercera división) y apenas juntaba 400 aficionados. Su meta es simple: hacer que compita de buena forma con equipos rusos y ucranianos y llevar a este club a disputar una fase de grupos de la Champions League. Ascendieron a Divizia A (segunda). Ahí cambiaron el nombre a Sheriff. Lograron su segundo ascenso, ahora a la Divizia Naţională (División Nacional), con solo dos derrotas en 28 juegos y con una diferencia de goles de +70.
Su primer título fue la Copa de 1998-99, decidida con gol de oro frente a Constructorul. Rápidamente borraron del mapa al representante de Tiraspol en tiempos soviéticos (los verdaderos), Tiligul Tiras. Ahora llegaba el momento de dominar también Besarabia. Dicho y hecho: desde el 2001 hasta la fecha, se han llevado 18 de 20 ligas y han ganado nueve copas. Han logrado eclipsar al representante por antonomasia del futbol moldavo en la Unión Soviética, Zimbrul Chisináu (antes se llamaba Nistru, más información más adelante). Es tal la distancia frente a sus rivales que es el tercer club europeo con más partidos invictos en su liga (63), detrás del Lincoln Red Imps de Gibraltar, y Steaua de Bucarest de Rumania.
Con dinero a raudales que inyecta Sheriff, emuló la estrategia ganadora del Shakhtar Donetsk y fue el primer equipo moldavo en empezar a contratar a brasileños y africanos. Luego, Sheriff paga los salarios más jugosos en toda Moldavia (bondades de prácticas monopólicas). Sus mejores jugadores han sido el georgiano Vazha Tarkhnishvili (ვაჟა თარხნიშვილი) y Wilfred Balima, máximo goleador y seleccionado por Burkina Faso.
El dinero de Sheriff le alcanzó para construir un estadio que gritara grandeza en 2001, diez años después fue remodelado. Con el mismo nombre, fue de los primeros en lograr la certificación 5 estrellas de la UEFA en Europa. Tiene una capacidad para 13.500 espectadores. Tiene lujos que muchos clubes europeos no tienen: cinco campos de entrenamiento, canchas cubiertas, una academia donde se entrenan niños y jóvenes, una casa club, un hotel 5 estrellas en construcción y hasta una concesionaria de Mercedes-Benz. Este es el estadio más grande, no solo de Transnistria, sino de Moldavia, y hasta la selección de ese país ha disputado partidos en este recinto.
Con un equipo así, muchos transnistrios deberían estar abarrotando el estadio cada 15 días para proclamar su independencia. La realidad es que apenas van 800-1.000 espectadores en promedio. Es que es una liga aburrida en la que se sabe que el Sheriff va a ganar prácticamente con la camiseta puesta. Para dimensionar la distancia entre equipos, el Sheriff Tiraspol está en el lugar 99 de listado de cocientes UEFA (14,500) y está empatado con el VfL Wolfsburg de la Bundesliga. Su más cercano perseguidor es Petrocub Hîncești… hasta el lugar 327 (3,000). Y esto me lleva al siguiente punto.
El Sheriff en Europa: asignatura pendiente
El no tener rival alguno en Divizia Națională se traduce en una presencia perenne en competencias europeas. Obviemos las dos copas CEI que ganó. El gran objetivo desde que nacieron ha sido llegar a la fase de grupos de Champions League y que a Transnistria lleguen los peces gordos como el Barcelona, el Real Madrid, los Manchester, el Bayern Múnich y demás. El problema es que la liga moldava está en el lugar 45 del ránking de cocientes y debe largar desde las primeras rondas previas, lo cual complica las cosas de manera considerable. Por ello, las avispas (en rumano Viespile, en ruso Osy, Осы) jamás han podido llegar a la fase de grupos de la Champions League. Lo más cerca que ha estado ha sido llegar al play-off previo en el 2009 y en el 2010, cuando cayó frente al Olympiacos griego y al Basilea suizo, respectivamente.
No todo ha sido malo: ha podido estar cuatro veces en la fase de grupos de la Europa League, donde se ha medido a equipos como el Dinamo de Kiev, al Steaua de Bucarest, el Lokomotiv de Moscú y, sobre todo, el Tottenham. En la temporada 2017-18 estuvieron a punto de calificar a los dieciseisavos de final por vez primera y los frustró la diferencia de goles.
Esta temporada ha sido bastante decepcionante para ellos en Europa. Más allá de que perdieron con el Qarabağ en segunda fase previa de Champions, se quedaron cortos en su premio de consolación (Europa League) al caer en penales frente al Dundalk de Irlanda. A partir de la llegada de la Conference League el siguiente año, todo parece indicar que el sueño de jugar Champions está más lejos que nunca.
¿Cambio de timón en Transnistria?
Por primera vez, Moldavia ocupó los titulares mundiales por una buena noticia. El 17 de noviembre de 2020 en segunda vuelta resultó electa la primera mujer: Maia Sandu (Майя Санду). Para un país que ocupa el lugar 24 en la brecha de género a nivel mundial, esto es una gran nueva. Supo aguantar los embates de Igor Dodon que básicamente se basó atacarla por ser mujer, no haberse casado y no tener familia a sus 48 años. Argumentos ad hominem al final de cuentas. El 24 de diciembre, Sandu se convertirá en la primera mujer en habitar en el Palacio Presidencial de Chisináu y lo hará por cuatro años.
Egresada de Harvard, ha estado en el Banco Mundial y ha sido Primer Ministra de Moldavia. Maia Sandu es una mujer muy cercana a Bruselas, así que había gran expectación en ver cómo manejaba su política exterior; después de todo, Moldavia es un vacío diplomático ignorado por la Unión Europea y por Rusia, y está ahora recibiendo influencia de Pekín. ¿Lo haría con tacto o daría un golpe sobre la mesa?
Maia Sandu pegó primero. El 1° de diciembre Sandu llamó a que Rusia retirara sus tropas de Transnistria. Recordó que Chisináu jamás estuvo de acuerdo en que llegaran, y ahora debe ser una tropa civil. Una semana después, reinició conversaciones con Kiev para normalizar las relaciones con Ucrania, que Dodon lastimó al reconocer a Crimea como territorio ruso. Eso ya generó cierta molestia en el Kremlin.
Lo curioso es que ha mantenido la línea de Dodon de retomar las conversaciones con el grupo 5+2, algo que Sheriff (29/33 escaños en el parlamento transnistrio) ve con gran interés. Gracias a un acuerdo de comercio entre Moldavia y Bruselas, el 70% de las exportaciones de Sheriff van a la Unión Europea. Dentro de esa exportación está el futbol. Esté un gobierno prorruso o proeuropeo, el Sheriff Tiraspol seguirá mandando en Moldavia e intentando cada año en llegar a Champions League… si es que el escándalo de partidos de la semana pasada lo permite.
Fuentes
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Fondo Monetario Internacional. World Economic Outlook Database. Octubre de 2020
Știri.md. Percheziții CNA: Meciuri trucate de 600.000 de euro. Sunt 11 bănuiți. 8 de diciembre de 2020.
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Transparency International. Índice de la Percepción de Corrupción 2019. Año 2020.
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Giner, Christian. El reducto soviético que quiere salir del anonimato jugando la Champions League. El Confidencial. 8 de julio de 2020
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Agencias. Ucrania y Moldavia dan primer paso para reiniciar sus relaciones. La Vanguardia. 10 de diciembre de 2020
Wolff, Stefan. The prospects for a settlement on Transnistria under a Sandu presidency. New Europe. 11 de diciembre de 2020
Antes de seguir por otro país de la ex Unión Soviética, se nos atraviesa la Navidad. Salvo este año bastante extraño por la pandemia de CoVID-19, por lo general todos los campeonatos hacen una pausa navideña. La excepción a la regla es el futbol inglés, que incluso tiene una jornada en una fecha especial llamada Boxing Day. ¿De qué trata? Es lo que veremos la siguiente semana.
Recomendación musical 2
Me salté otro embajador de Transnistria a propósito en la música. Se trata de SunStroke Project. Originalmente era un dueto de Anton Ragoza (Антон Рагоза) y Sergey Stepanov (Сергей Степанов), ambos nacidos en Tiraspol. Se conocieron durante su Servicio Militar. En 2010 fueron seleccionados para representar a Moldavia junto con Olia Țîra (Оля Цыра) en el Eurovisión. En el sorteo les tocó pasar primero. Quedaron en el lugar 22. Siete años después, SunStroke Project regresó y ahora quedaron en tercero, la mejor posición de Moldavia en la historia. Decidí no compartir esa canción, sino la del 2010. ¿Por qué? Porque aquí Stepanov se convirtió en el Epic Sax Guy por su baile mientras tocaba el saxofón, algo totalmente adelantado a su tiempo; eso influyó para su regreso por la puerta grande en 2017 y ahora un transnistrio es parte del acervo internacional de los mejores memes. Es que tienes que verlo. La canción se llama Run Away y para el meme haz clic en el segundo 0:48
Recapitulemos
En México se suscitó un escándalo cuando se insinuó que los jugadores del Cruz Azul se dejaron perder en la semifinal contra Pumas. En Moldavia ocurrió un escándalo similar, pero este sí quedó demostrado y la Liga Nacional se suspendió. En este torneo domina el Sheriff Tiraspol. Juega en Tiraspol, la capital de Transnistria, un país que oficialmente es parte de Moldavia. En Transnistria los símbolos soviéticos no han desaparecido. Surgió en 1996 como Tiras Tirapol y lo compró la empresa Sheriff, virtualmente el monopolio comercial de Transnistria. Desde que ascendió a segunda, ha ganado 18 de 20 torneos, gracias. No ha logrado el objetivo de meterse a fase de grupos de Champions League, aunque sí llegó cuatro veces a fase de grupos de Europa League. Las cosas en Transnistria pueden cambiar con la presidencia de Maia Sandu, la primera mujer de la historia en ser electa presidenta de Moldavia y con orientación hacia la Unión Europea.
Nos vemos la siguiente semana. До свидания! (Do svidaniya) До зобачення! (Do zobachennya) Ла реведере! (La revedere)
