Pablo Barrios: rojiblanco áurico

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Era una tarde soleada de finales de octubre en las afueras de la capital española. El Atlético de Madrid había remontado al Leganés y a Diego Simeone le preguntaron por Pablo Barrios. Con problemas físicos visibles, el periodista quiso saber qué perdía el equipo rojiblanco sin su dorsal 8. Su técnico puso en valor la «juventud, velocidad, intención y agresividad» del flamante oro Olímpico. Mencionó la habilidad del canterano rojiblanco para «recuperar pelotas» y lo redondeó con el manido pero también real: «Es un jugador muy completo».

El entrenador, quizás sin demasiada energía tras el estrés del encuentro ni querer centrar su discurso en una única figura, respondió breve. Curiosamente, apenas valoró cualidades defensivas. Sin embargo, un centrocampista no llega a Primera División (el propio Simeone le hizo debutar en octubre de 2022) únicamente por correr rápido, ser intenso, agresivo y recuperar balones… Tampoco se queman etapas en las inferiores de la selección española, ni se debuta con la absoluta (siendo la española una de las selectivas con el centro del campo) solo por «recuperar pelotas».

Si uno tira más de hemeroteca, uno lee la siguiente afirmación de Simeone sobre Barrios tras un encuentro ante el Elche en enero de 2023. «No hay edades sino jugadores que entienden el juego, que tienen personalidad y hay que saberlos llevar en un camino que tiene un futuro prometedor. Hace mucho que un jugador de la cantera no viene con nosotros a este nivel», decía el Cholo. Dos años después, Pablo Barrios Rivas (2003) no solo se ha quedado con el dorsal de Saúl Ñíguez, sino también con el puesto del que ha sido su ídolo y referente: Koke.

Cuando las lesiones no le importunan (se perdió el 34% de encuentros de su club la pasada campaña), Barrios es un fijo. Para ejemplo, solo basta mirar las apariciones en la Champions League. Si en la 23/24 apenas fue titular ante el Celtic en la fase de grupos y en las eliminatorias (Inter y Borussia) era un elemento que entraba en las segundas parte, en la presente edición ha sido titular siempre que ha estado disponible. En el campeonato doméstico, a principios de febrero, ya ha igualado el número de titularidades de la pasada campaña.

«Barrios juega sin miedo. Con personalidad y responsabilidad, visión de juego… El chico tiene condiciones y no hay que apurarlo. Hay jugador de fútbol y de club. Ojalá mantenga la humildad que tiene. Tiene todo lo que te lleva a un buen camino».

Diego Simeone, mayo de 2023

Pasado merengue

Moratalaz se encuenta en el sudeste de la capital española, más allá de la M-30, la carretera que redondea y divide el «núcleo duro» de la capital con los barrios periféricos. Otro de tantos barrios de clase trabajadora edificados en el franquismo tardío. En esa zona se avecindaron Elena Rivas y Félix Barrios, jugador en los 90 del histórico regional CD Colonia Moscardó. La primera hija, Marta, haría carrera en el mundo de la gimnasia rítmica. El pequeño, Pablo, sería más de golpear el balón.

Así, nada más empezar Primaria, Pablito se apuntó a su primer equipo, la ED Moratalaz. A escasa distancia entre el campo de fútbol y el colegio, en las tardes de entrenamiento apenas tenía que salir de su colegio, el Sagrada Familia de Moratalaz, la SAFA, montarse en el utilitario, esperar un puñado semáforos en la Avenida del Doctor Tapia y arribar al campo de Urbis. Casi no tenía tiempo para devorar la merienda y cambiarse la ropa. Allí empezó a entrenar con el Prebenjamín C. Como no había pasado por los Chupetines (categoría previa), no esperaban que tuviese semejante nivel. «Este chico no es que nos sirva, ¡es que está para el Prebenjamín A!», exclamó Sergio Vega, quien iba a ser su entrenador aquel primer año de fútbol tras su primer entrenamiento.

Sí, Pablito estaba ya para mucho más que el Prebenjamín A. Dos años más tarde, la ED Moratalaz se le quedaba pequeña. «Otros entrenadores ya nos avisaban de que Pablo nos iba a durar poquito. Además, al ser rubito con el pelo a tazón y las botas azules, era aún más reconocible. A mí me llamó el Rayo Vallecano; el Real Madrid se puso en contacto con el Moratalaz. Pero me consta que todos los grandes de la Comunidad le seguían». Fue el Real Madrid quien convenció a la familia Barrios Rivas.

Así, llega a Valdebebas como benjamín (8 años). «Lo que más me sorprendió de Pablo era su toma de decisiones y el manejo de los conceptos para jugar al fútbol. Era un sobresaliente, impresionante verlo. Aquel año yo decía que era un libro de tácticas, sabía en todo momento lo que había que hacer y tomaba las decisiones correctas. Y eso en un niño de edad alevín, es muy poco habitual», recuerda Santi Expósito, su entrenador en la Fábrica en el Alevín A, del que Pablo era capitán. Y la palabra de Expósito tiene suficiente peso: con pasado en las categorías inferiores del Atlético, Real Madrid, Leganés o Getafe, por sus pizarras también pasaron los hermanos Hernández, Theo y Lucas, o un Balón de Oro como Rodri.

Todo parece seguir de forma correcta para el rubio. Barrios sigue jugando y liderando sus equipos. En el Infantil A también luce el brazalete. Sin embargo, al cumplir los catorce, el club madridista le comunica que no cuenta más con él. Noticia que sorprende a todos en aquel verano de 2017. «No sé cuál sería la razón para que no siguiera, pero me sorprendió», afirma Expósito.

Es entonces cuando aparece el Atleti, que entre los demás pretendientes españoles (se citan a Celta o Barça) es de los pocos que le aseguran seguir viviendo en casa. «Nos sorprendió, le llevábamos siguiendo desde que jugaba en el Moratalaz. Nos dijeron que no le veían desarrollo», confesaron fuentes de la cantera rojiblanca.

«Son decisiones que toma la gente… ha salido bien la jugada. Estoy muy contento en el Atlético; ojalá siga muchos años aquí. (Viendo la evolución hasta el primer equipo) quizá sí fue una bendición salir del Madrid para fichar por el Atlético».

Pablo Barrios

Refugiarse en el balón

Su trasvase al Atlético de Madrid no fue del todo simple. No porque el Real pusiera pegas en facilitarle la baja federativa, sino porque la FIFA había sancionado al club colchonero y en ese verano del 2017, ni el primer equipo (Vitolo o Diego Costa), ni la cantera del Atlético pudieron inscribir futbolistas. Barrios se tuvo que conformar hasta enero con entrenarse y jugar amistosos que el club organizaba. Con el nuevo año, 2018, ya ingresa a todos los efectos como cadete rojiblanco.

El paso de niño a adolescente sería en el Cerro del Espino, lugar de la ciudad deportiva rojiblanca. Poco a poco, su físico evoluciona hasta que como juvenil eclosiona. Pega el estirón (1.81m) y, sobre todo, gana fuerza. Ya no solo toma buenas decisiones, tiene más talento que la mayoría y gana duelos, sino que todo ello lo concatena durante el paso de los minutos.

Sin embargo, durante el 2021, la familia Barrios Rivas recibió una noticia para la que nadie está preparado. De la que puede hacer perder el rumbo a un chico menor de edad. Elena, la madre, sufría de insomnio y decidió acudir al médico. Esos problemas para dormir se encuadraban con una enfermedad «poco común». Apenas semanas después de haber visto a su hijo jugar en el primer partido de la nueva temporada, Elena fallecía…

Era noviembre de 2021. Pablo se queda sin madre a los 17 años. No es necesario ser psicoanalista para entrever la cantidad de tristeza, rabia, frustración, indignación o el sentimiento de injusticia que un chico de 18 años puede sentir en esa situación. Estoico, Barrios no perdió la cordura. «Fue una etapa complicada para él. Es un chico reservado, silencioso. Nos demostró una personalidad única. Es un líder», admiten desde la Academia del ATM. Más allá del habitual entorno de familiares y amigos, Pablo se enfoca en su pasión.

Dentro del campo consigue que todo vaya bien. «Viviendo deprisa» es una canción de otro ilustre de Moratalaz como Alejandro Sanz, que bien podría definir el 2022 de Barrios: en enero, debuta con el Atlético B; en febrero, lo hace con la sub-19 nacional. Ese mes Barrios se da el gusto de eliminar al Real Madrid en Valdebebas con dos golazos en los octavos de final en la UEFA Youth League. Para final de campaña, el Juvenil A de Fernando Torres se alza con el título de División de Honor (Grupo V) y había alcanzado las semifinales de la competición europea juvenil tras eliminar al Borussia Dortmund en el Signal Iduna Park.

Después del verano, para la 22/23, Barrios tiene ficha en el Atlético B de Tevenet. Pero una docena de encuentros en Segunda RFEF son suficientes para que Diego Simeone le requiera con los mayores. El 29 de octubre de 2022, en la derrota del Atlético de Madrid en Cádiz, Simeone le hace debutar. Para Navidades, el mejor regalo: «Pablo, te quedas con el primer equipo». Hasta final de temporada, se hará con muchos de los minutos que, en cierto modo, le hubieran correspondido a Geoffrey Kondogbia.

Highlights hasta enero de 2023

Un medio enjaulado

El canterano rojiblanco («un poco más blanco que rojo») es un centrocampista diestro, que no se «olvida» de su pie izquierdo. No se le debería encerrar en una localización o altura exacta, pues sus cualidades y lectura de juego le permitirían participar tanto en el primer escalón como en un segundo del centro del campo. Incluso si le colocasen fuera de zona (lateral), cumpliría. Porque entiende el juego. Y así, todo lo demás es mucho más sencillo.

Si a la comprensión y técnica, se le añade una habilidad «diferencial en la capacidad de generar acciones de alta intensidad, así como ser capaz de mantener un ritmo alto de carrera durante todo el transcurso del partido», que completa un perfil de un «centrocampista que abarca mucho terrero y a mucha velocidad», tal y como recogen los informes del club, se puede hablar de un jugador de élite.

Se sobreentiende que perfectamente podría ser un medio brioso, galopante como un purasangre y resistente cual camello cruzando el desierto. En cambio, Simeone le sitúa como el mediocentro más posicional. También Santi Denia en los Juegos Olímpicos de París le utilizó en un rol más «conservador». Como le ocurría con Álex Baena el pasado verano, su función en el día a día acompañando a De Paul es la de acompañar al creador y ofrecer soluciones por detrás de compañeros o de continuidad, más que recibir a espaldas de medios rivales.

Sin alejarse demasiado de zonas centrales y soliendo estar a espaldas o a los lados del poseedor, Barrios permite que otros vuelen y brillen más. Entiende que no siempre debe de participar activamente con balón para hacer funcionar a su equipo, y sabe ocupar según qué espacios. De todas formas, para nada es lo único que sabe hacer. Podría decirse que está jugando así, con el freno de mano puesto a la hora de sumarse al ataque, por exigencias del guion.

Más que nada porque antes de llegar a la élite y durante los primeros tramos de esta, no era un 5 posicional. «Su evolución desde que está en el primer equipo ha sido bajar altura y metros en el campo, jugar más alejado del área rival de lo que jugaba en su momento en el Juvenil A», nos cuenta el periodista Alberto Sánchez. Esto también se vio en su ratito en su debut en la absoluta (acompañando a Casadó y Fabián), así como cuando coincide con Koke.

Suele estar cerca de dónde se juega y, además, analiza lo que ocurre a su alrededor. Ya sea defendiendo (preparado para acosar en el momento preciso, tapando línea de pase dañina, persiguiendo hasta área a su marca ante centro lateral); o atacando (desdoblando al lateral para que coja vuelo, mirando a espaldas de forma continua antes de recibir, perfilándose de manera correcta) «Destaca mucho por sus conducciones potentes y por su capacidad física, repitiendo esfuerzos largos muchas veces por partido sin bajar rendimiento por el desgaste. Tiene momentos muy buenos, da mucha continuidad a sus esfuerzos y es fuerte para ganar duelos», nos resume Sánchez.

Lo cierto es que Barrios es de esos jugadores que, gracias a su calma para decidir, suelen mejorar cada jugada que pasa por sus pies. Tiene la importante capacidad para realizar las acciones con la cabeza levantada la mayor parte del tiempo. Se puede poner el modo de centrocampista conservador y errar pocos pases, pudiendo jugar a pocos toques, decidiendo rápido y bien, pero también ha demostrado tener capacidad para ser más imaginativo. Con pelota controlada, puede salir airoso de situaciones en poco espacio, protegiendo el esférico hasta encontrar el pase.

Así como dañar al rival en conducciones, desbordando gracias a cambios de ritmo y una alta velocidad. Aunque esas conducciones, como los cambios de orientación (pases largos) menguan sus posibilidades de acierto. Pero esa capacidad, no lo está demostrando tanto esta temporada. Valga el ejemplo estos dos radares comparando sus registros como medio con su compañero De Paul y Thomas Partey, el mediocentro del Arsenal que viene desarrollando un papel similar al de Barrios en el esquema de Arteta.

No significa que Barrios no pueda jugar de otro modo porque no tenga ciertas capacidades, sino que, dentro de un equipo, debe realizar más veces ciertas funciones que otras. Y dependiende del equipo (entrenador, estilo, nivel…), también se verá condicionado a realizar más veces unas que otras. Y por poner un ejemplo, en febrero de 2025, el Atlético es el 9º equipo con más posesión de LaLiga y el 22º en la Champions League.

En cambio, sí tiene varios puntos de mejora si quiere ser un centrocampista en la selección española, donde compite con nombres como Gavi, Pedri, Zubimendi, Rodri… A finales de la temporada 22/23, lo que más le demandaba Simeone era que llegase «más al área» y mejorar los guarismos anotadores. «Es la faceta que más tengo que mejorar», reconoció el madrileño al número de junio de 2023 de la revista Club del Deportista. Y se le intuye un interesante golpeo de media distancia, pero ahora vive demasiado tiempo lejos de la frontal como para potenciarlo.

Sin embargo, hay otros aspectos más útiles para un centrocampista que deben de ser trabajados. En los duelos aéreos no tiene gran relevancia, tampoco parece tan preciso cuando juega en distancias largas. Lo que parece más acuciante aun es la capacidad de controlar. Ya sea cuando conduce a altas velocidades (algo más normal), como al recibir ciertos pases tensos, sus primeros contactos pueden no ser suficiente limpios, cogiendo poca altura o alejándose demasiado. Su velocidad gestual le permite salir airoso a menudo, pero han de ser mejorados si quiere llegar a la excelencia.

«Le digo que tiene que ser mi sucesor aunque me queda tiempo para ponerle las cosas difíciles. Es fundamental para nosotros, es dinámico, tiene calidad, chuta a portería como hoy… Es un jugador diferente y tenemos que ayudarle para que sea un jugador importante en el futuro en el Atlético»

Koke, jugador con más partidos en la Historia del Atlético de Madrid

Sus tempranas expulsiones ante el Bayer Leverkusen (entrada por detrás en campo rival, después de que Mukiele le cogiese la espalda) como ante el Celta (tras un mal control orientado), ambas por entradas temerarias y por zona del campo innecesarias, le han puesto en el disparadero mediático. Sin embargo, se trata de una etapa del proceso de un jugador que se está asentando a la élite. Por edad, cumple 22 años en junio, tiene margen de sobra.

El exceso de impetuosidad se suele encaminar soplando velas en una tarta. Lo otro, con más entrenamiento y amortiguando mejor los contactos. A partir de ahí, quién sabe si, como deseaba Simeone, tendrá la carrera de Koke. ¿Y lo hará como mediocentro o como interior? Entretanto, el morataleño recoge los galones del vallecano y empieza a comandar el centro del campo en el Nuevo Metropolitano…

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Rafa Medel
Rafa Medel es entrenador (UEFA A) y Periodista. Autor de "Fútbol en Blanco y Negro" (Librofutbol, 2022), trilogía que repasa la primera centuria de este maravilloso deporte.

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