Para pensar en el mejor plantel de la Liga MX Femenil, sólo debemos mencionar a la escuadra felina. Tigres aventaja a sus demás competidoras con una distancia notoria en cuanto a plantel y proyecto. En la reciente semifinal, remontó un marcador de 2-1, pero no sólo lo dejó en empate, sino en una goleada.
Aún con ello, hubo lapsos lúcidos de su rival. América compitió en una buena parte de la eliminatoria. Analizamos lo que fue su serie y las fortalezas del equipo finalista ¿es un equipo invencible?.
Incomodar como pocos
En su partido en el Estadio Azteca, aquel donde las Águilas sacaron ventaja, buena parte se debe a la forma de realizar emparejamientos en la salida de Tigres. Y es que mientras las de La U jueguen más lejos del arco y con mayor sensación de pérdida entre sus defensoras, mejor se verá el equipo rival. América consiguió esto en buena parte para evitar colgarse de su arco ante embates de Lizbeth Ovalle y María Sánchez, las mejores extremos de la liga.
Competir sin balón, no sale bien.
Para el encuentro de vuelta, lo que realizó el cuadro azulcrema sin balón y defensa alta terminó por desaparecer. Tal vez durante minutos iniciales se vio un esbozo de aquel primer plan. Al final, jugar cerca del arco se convirtió en algo más que un reto extremo, sino en una desventaja enorme. Principalmente por el cambio de formación, de 5-3-2 a 4-5-1, porque ahí radicaba su fortaleza por la cantidad de jugadoras para protegerse tras duelos 1v1 y, si eso sucedía, la cobertura era realizada por la siguiente jugadora en cuestión. ¿El problema? Hacerlo en calidad de visitante ante Tigres.
El equipo que mejor castiga el error
Jugar defensivamente como nota alta por 90 minutos es algo difícil de realizar, sumado a la condición de desgaste constante que se tendrá es otro factor importante, pero hacerlo ante el cuadro que más aprovechara alguna falla, fue sin duda un desacierto de Harrington. Tigres se mandó un segundo tiempo abrumador, uno que realizaba en torneos anteriores con tal intensidad pero con la diferencia de ser en lapsos iniciales.
Si das un espacio para poder centrar, lo harán. Si quieres defender cerca, generaran ocasiones por las bandas. Si la idea es no tener el balón, van a buscar llevarlo al área para romper el bloque, ya sea desde el trazo cruzado o una jugada corta entre Steph Mayor y Bélen Cruz. Lo mismo si recogen las segundas jugadas, demasiada interpretación y sobre todo, relaciones socio-afectivas para entenderse en momentos tensos de los partidos..
Tigres se ha convertido en ese equipo que muchos aspiran a ser. Traer jugadoras que van a saber cuándo influir en el marcador, aún sin merecerlo, siempre lleva a imponerse. Se nota la calidad en controles, duelos, pases y disparos en comparativa a otros equipos, pero tanto América como Rayadas y Chivas, sacaron algo más allá de puntos en sus partidos (los equipos mencionados lograron las mayores pérdidas en zonas bajas de Tigres en el torneo, 26, 22 y 20 balones cuando promedian 5 por juego).
El camino al tricampeonato tiene a su rival eterno enfrente, Rayadas. Para nada será algo sencillo, más pensando en aquel duelo disputado entre ambas, uno de los mejores partidos del torneo y aún con todas las miradas a favor estadísticamente y por cerrar de local, sería difícil pensar en si hay un equipo favorito. Al final, la calidad siempre puede imponerse, pero diversos factores pueden existir ese lunes 20 de diciembre. Nos quedan dos partidos para celebrar la máxima exigencia del futbol femenil mexicano.