La libertad de culto, es decir, el derecho a practicar libremente cualquier religión, más allá de la católica, que era la oficial del Reino de Cerdeña hasta mediados del Siglo XIX, se dio en Italia a partir de que el Rey Carlos Alberto promulgara el Estatuto Albertino. Tras promulgarse el estatuto, la comunidad judía de Turín decidió construir en la actual Via Montebello una sinagoga y contactaron al arquitecto Alessandro Antonelli. Sin embargo, la obra terminó siendo más grande de lo pensado e imposible de costear para los judíos, por lo que fue intercambiada con el ayuntamiento por un terreno donde se encuentra la actual Sinagoga de Turín. La obra original se terminó, pagada por las autoridades y fue dedicada al Rey Victor Manuel II. La famosa Mole Antonellina, el símbolo de la ciudad, es la que da nombre al choque entre los dos equipos principales del fútbol turinés.
El Derby della Mole nació cuando Alfred Dick, un financiero suizo que fue presidente de la Juventus, con quien ganaron su primera liga, renunció por problemas con los socios. Esto lo llevó a fundar al Torino en 1906, junto a otros disidentes bianconeri. Durante el primer Derby, ganado por toro, Alfred fue encerrado en los vestidores para que no estuviera presente. Un par de años más tarde se suicidó con un balazo, cuando tenía 44 años. En un inicio, la Juventus era el equipo de los ricos y el Torino de la clase obrera, pero la popularidad de los bianconeri aumentó cuando la familia Agnelli llegó al club, ya que todos los trabajadores de FIAT los empezaron a apoyar.
Se trata de un Derby disparejo: 73 victorias de la Juventus, 35 del Torino y 44 empates en las 152 veces que se han enfrentado en la Serie A. Pero, en los cuarenta, el toro pudo presumir que la Vecchia Signora los miraba hacia arriba. El Torino ganó cuatro títulos al hilo entre 1943 y 1948, recordando que la liga fue suspendida entre 1943 y 1945 por la Segunda Guerra Mundial. No había equipo en Italia que le compitiera al Grande Torino en la cancha, pero sí llegó una fuerte lluvia para la hegemonía.
El equipo viajó a Lisboa para jugar el partido de despedida de Xico Ferreira del Benfica, y en su regreso, el avión se estrelló con la Basílica de Superga, al estar volando bajo por el mal clima. Nadie del equipo sobrevivió, solo Sauro Tomá, quien no viajó por estar lesionado. El Torino fue campeón. Como homenaje, en las jornadas restantes los equipos alinearon reservas contra ellos.
Cuando se dice que el Torino es un club rodeado de tragedias, no se exagera. Aún hay otra importante en su historia. Para contarla, es necesario ir a los sesenta, con un talentoso extremo de sangre gitan, como protagonista.
Después de debutar con el Como y pasar por el Genoa, Luigi Meroni llegó al Torino en 1964 por una cifra récord. En Turín, dirigido por Nereo Rocco, pronto se convirtió en ídolo del equipo, al grado en que fue conocido como La Farfalla Granata (La mariposa granate) por su elegancia y habilidad. En él, los tifosi depositaban sus esperanzas de volver a ganar la liga.
En 1966, jugó la Copa del Mundo de Inglaterra. Todo iba bien para Gigi, aunque tenía un problema. Lo comparaban con George Best por su tipo de juego, el peinado Beatle y su estilo de vida. Y a Meroni le gustaba la fiesta.
El 15 de octubre de 1967, al terminar un partido contra la Sampdoria ganado por el toro, Meroni salió en la noche con sus amigos, entre ellos Fabrizio Poletti, compañero de equipo. Al cruzar corso Re Umberto caminando, Gigi fue impactado por un automóvil que iba a exceso de velocidad, conducido por un aficionado del Torino que festejaba la victoria. El golpe lo empujó al otro carril, donde un Lancia Appia lo arrastró 50 metros. Murió a las pocas horas.
Hay algunas curiosidades en las tragedias del Torino. El avión que se estrelló en Superga y el primer automóvil que impactó a Meroni fueron fabricados por FIAT, empresa hermana de la Juventus. Otra es que el joven que manejaba el FIAT 124 Coupé, unos años más tarde se convirtió en presidente del club, Attilio Romero, quien al ver que había matado a su ídolo fue a entregarse a la policía, pero no pisó la cárcel, gracias a la influencia de su familia y el apoyo de los tifosi, quienes lo abrazaron en lugar de reclamarle. Era uno de ellos.
En el 2000, Romero fue nombrado presidente del club, cuando renunció Francesco Cimminelli, y se lo ofreció como un reto a uno de sus más fuertes críticos, que en ese momento trabajaba en FIAT, cercano a Gianni Agnelli. Su Torino inició bien, pero duró poco. En el 2005, a un año del centenario y después de haber logrado el ascenso, se declararon en bancarrota y tuvieron que refundarse en la Serie B. Attilio fue condenado a dos años y medio de prisión por la justicia italiana por desvío de fondos, lo que llevó al club a la quiebra. Romero es conocido como el hombre que mató dos veces al Torino.
La Juventus no ha sido ajena a tragedias. La más conocida fue la de Heysel. Ahí ganó su primer Copa de Europa, de la mano de Michel Platini, pero perdió a 32 tifosi antes del partido. Murieron en las gradas por una avalancha de gente provocada por los hooligans del Liverpool, quienes vieron este juego como una revancha contra los aficionados italianos, ya que fueron golpeados un año antes afuera del Stadio Olimpico, donde ganaron la final contra la Roma de Di Bartolomei. Los clubes ingleses fueron vetados de la competición por cinco años tras el suceso.
Otra de las más conocidas fue el descenso a la Serie B como castigo por haber sido de los equipos protagonistas del Calciopoli, un escándalo de asignaciones arbitrales que estalló en el verano del 2006, cuando Italia estaba por festejar su cuarta Copa del Mundo. Superga, Heysel, chicos y ladrones son palabras que forman parte de los cantos que entonan los tifosi contra su rival en cada Derby. Es una rivalidad que ha llegado a episodios penosos, como el ocurrido el 22 de octubre de 1967, después de una victoria del Torino por 4-0. Ahí, algunos aficionados de la Juventus destruyeron la tumba de Luigi Meroni, fallecido una semana atrás.
El Stadio Comunale Benito Mussolini o Stadio Comunale Vittorio Pozzo, como fue llamado antes y después de la Segunda Guerra Mundial, fue casa de los dos equipos hasta 1990. La curva del Torino siempre con la Torre Maratona de fondo. Después, la Juventus inauguró el Stadio delle Alpi, pero volvió unos años más tarde al ahora llamado Stadio Olimpico, ya que, en el 2006, la ciudad fue cede de los Juegos Olímpicos de Invierno. Finalmente, en el 2011, la Juventus inauguró el Juventus Stadium, ahora conocido como Allianz Stadium.
No todas las curiosidades que rodean al Derby della Molle son tragedias. En la familia de Leonardo Bonucci, uno de los capitanes de la Juventus, se vive un derby diferente. Su hijo mayor, Lorenzo, de 9 años, es aficionado del Torino y tiene como ídolo a Andrea Belotti, delantero del toro, con quien su padre tiene que lidiar cuando juegan. Esto ha sido bien recibido por ambas aficiones y, de hecho, se ha visto a Leonardo en el Stadio Olimpico acompañando a su hijo.
Este fin de semana tendremos un capítulo más del Derby della Mole en el Stadio Olimpico, ahora con un ambiente más tranquilo, cuando el Torino de Iván Juric reciba a la Juventus de Massimiliano Allegri.
Texto escrito por @Gutila5ta.