Fuera de los focos, la presente UEFA Europa League ha traído consigo unos atípicos octavos de final, sin ningún equipo portugués ni tampoco alemán, pero destacando una mayor representación para varias ligas de inferior coeficiente que están reduciendo esa brecha. ¿Puede alguno de los “tapados” repetir unas semifinales siguiendo el ejemplo del Shakhtar Donetsk en la pasada campaña?
🇬🇷 Olympiacos
El gigante heleno, campeón de 45 Superligas griegas -más de la mitad disputadas en la historia- y líder aventajado en la presente edición tras años complicados, se presenta en las rondas finales de la presente Europa League como uno de los ocho equipos que han caído relegados desde la UEFA Champions League, donde fue tercero compartiendo grupo con Porto, Manchester City y Olympique Marseille. En el global de dieciseisavos de final, a pesar de la tremenda actuación de Eran Zahavi, eliminó (5-4) al PSV Eindhoven sobre la bocina, con gol de Ahmed Hassan en el 88´. Dentro de las competiciones nacionales solo ha perdido un encuentro en lo que va de temporada, ante Panathinaikos, en el derbi conocido como La madre de todas las batallas.
Con un estilo propositivo y más habilidad combinando desde atrás de la que pueda parecer viendo su plantilla, sin grandes estrellas, los de Pedro Martins representan un proyecto futbolístico de alta identidad. Centrales contrastados como Sokratis Papastathopoulos o Rubén Semedo, laterales con proyección ofensiva, Youssef El-Arabi en punta siendo un jugador imponente en duelos aéreos que suma buenas cifras (20 goles en 33 partidos) y un mediocampo con capacidad para imponer su ley. Andreas Bouchalakis ejerce como mediocentro más posicional (4-3-3 / 4-2-3-1), Mady Camara como “todocampista” con llegada al área rival y Valvuena-Fortounis como los jugadores de mayor creatividad, siendo piezas que gozan de libertad para inventar en 3/4 de campo. Un rival correoso en una competición donde ya eliminó al Arsenal -su próximo rival- en la prórroga de dieciseisavos hace un año y donde, tras el confinamiento, murió de pie, arrinconando al Wolverhampton de Nuno en octavos.
🇨🇭 Young Boys
El actual equipo a batir en Suiza, aunque ni mucho menos el club de mayor prestigio en tierras helvéticas. En 2018 conquistaron de la mano de Adi Hütter -actual técnico del Eintracht- su 12ª Swiss Super League tras 32 años de sequía y, desde entonces, con Gerardo Seoane a los mandos, nadie les ha arrebatado el trono dentro de sus fronteras. En términos europeos está haciendo historia porque ha llegado a unos octavos de final por primera vez, tras dos temporadas cayendo en fase de grupos -de Champions en la 18/19 y de Europa League en la 19/20-. Esta vez estuvieron muy cerca de repetir el resultado del pasado curso, pero un penalti polémico en la sexta jornada ante el Cluj rumano, les llevó hasta unos dieciseisavos donde dieron la campanada, eliminando al Bayer Leverkusen (6-3) en una eliminatoria tremendamente abierta y emocionante.
Su propuesta (4-4-2 flexible) está muy ligada a la agresividad bien entendida, velocidad en las transiciones y búsqueda de un ritmo alto donde haya mucho ida y vuelta. Su principal fuerte se encuentra en los contragolpes verticales una vez que recuperan el esférico, buscando activar a la doble punta conformada por Elia y Siebatcheu, muy complementaria en lo que a movimientos se refiere. Mientras el primero cae más a los costados, el segundo destaca por sus desmarques de ruptura en profundidad, aunque también se pueden invertir los roles. Y, todo ello, sin olvidar a un Nsamé que vuelve tras sanción y que la temporada pasada promedió un gol por partido en liga. Su jugador más talentoso -especialmente en conducción- es Christian Fassnacht, que comienza tirado a un costado, desde el otro parte el veloz Ngamaleu, destaca también Hefti como un lateral diestro creativo con tendencia a pisar carril interior derecho y, en el doble pivote, Aebischer es el encargado de llevar la batuta. Defensivamente son vulnerables, tratando de anticipar en exceso. Una formula de lo más atractiva para medirse a un Ajax al que también le puede pasar factura su valentía en esta próxima ronda.
🏴 Rangers FC
Sin lugar a dudas, el proyecto que más altibajos ha dado dentro del fútbol escocés en los últimos años. Tocar fondo para, a la postre, acariciar el cielo en apenas nueve años. Siendo el equipo más laureado del país, sufrió una bancarrota que le relegó hasta la cuarta categoría del fútbol escocés en 2012, tuvo que refundarse como Rangers FC dejando atrás la nomenclatura de Glasgow Rangers y, tras volver a la élite en 2016, ha roto la hegemonía reciente del Celtic esta misma semana, proclamándose campeón de su 55ª Scottish Premiership a falta de seis fechas para el final, aventajando a su rival histórico por 20 puntos.
Una historia de superación porque se hizo fuerte ante las adversidades y, en solo dos años desde su descenso administrativo, remontó el vuelo ascendiendo hasta la segunda división con solo tres derrotas en dos temporadas y un promedio de asistencia al Ibrox Stadium de más de 50.000 aficionados cada jornada. Tras esta profunda crisis, el equipo ahora dirigido por Steven Gerrard no solo está imparable en la liga de Escocia -invicto tras 32 jornadas, sumando 88/96 puntos y habiendo encajado solo nueve goles-, sino que también ha vuelto a competiciones europeas pisando fuerte, alcanzando los octavos de final en la 19/20 y repitiendo estancia un año después.
Por su localización geográfica, afición caliente y, especialmente, por la figura de su técnico, es complicado evitar la comparativa con el Liverpool. Pero, lo cierto, es que sobre el campo también comparten muchos rasgos comunes: un fútbol de alto ritmo partiendo desde un muy asentado 4-3-3 con interiores y laterales que abarcan muchos metros, ejecutores de una presión intensa bastante alta, capaces de desenvolverse bien en partidos de transiciones y que, sin una brillantez sobresaliente en lo técnico, su determinación en los duelos les lleva a ser un equipo que impone su libreto. Es muy difícil desnaturalizarlo. La magia corre a cuenta de los trequartistas Ryan Kent y Ianis Hagi -este con menos minutos- que tienden a ir hacia dentro, la veteranía en defensa la ponen Helander y su jerarca Connor Goldson y, arriba, es la astucia de Alfredo Morelos la que marca la diferencia, a pesar de que las cifras de este curso no sean tan llamativas (16 goles en 36 encuentros). Un hueso duro de roer que se medirá en territorio continental a otro que vende su piel muy cara, como es el Slavia Praha de Trpišovský.
