UEFA Champions League – Martes (Jornada 6)

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RB LEIPZIG 3-2 MANCHESTER UNITED: LA TÁCTICA VENCIÓ A LA INSPIRACIÓN

Por: Roberto González

El RB Leipzig recibió en Sajonia al Manchester United en el partido del martes con más cosas en juego en Champions League. Un lugar en los octavos de final, una vía más sencilla para seguir buscando el sueño de campeón en las etapas de eliminación directa y, quizá, varios golpes en el pedigrí europeo. De esas cosas, los alemanes se llevaron todo lo primero y los ingleses sólo lo segundo, quedando eliminados y clasificándose a Europa League como terceros de grupo tras una derrota en la que mostraron una de sus caras más anticompetitivas de los últimos años. Allí, Julian Nagelsmann cimbró con su pizarra a Ole Gunnar Solskjaer. Con cierta continuidad en lo hecho el fin de semana ante el Bayern Múnich por Bundesliga (4-3-3 asimétrico), el joven entrenador alemán volvió a tender una trampa a su rival, pero no sólo con un falso nueve, sino con dos. Al regresar a su 3-4-2-1 más habitual, dispuso carrileros bien abiertos (Haidara y Angeliño) para ensanchar al máximo la defensa impar del contrario y que Dani Olmo y Emil Forsberg pudieran lastimar la espalda del doble pivote mancuniano (Matić-McTominay), tener mano a mano a dos de los tres centrales (Shaw y Maguire), desordenar todas las referencias individuales y estar acompañados de una amenaza al espacio como Christopher Nkunku, quien atacaba los costados del tercer zaguero (Victor Lindelöf). Siendo esto indefendible por sí solo, Haidara y Angeliño terminaron haciendo de la media hora inicial un infierno con sus diagonales fuera-dentro. Con el desorden ya creado en carril central y zonas interiores, su fin de atacar los intervalos carrilero-central externo y dar ese último toque, fuese pase o remate. Los primeros 30 minutos pudieron irse perfectamente 4-0 a favor del anfitrión, pero daba igual porque, al final, los Toros Rojos ya habían destrozado el penoso ejercicio defensivo de su oponente.

Por su parte, el estratega noruego jamás pudo plasmar claramente sus intenciones. Una vez más, se quedó en medio de dos ideas muy distintas sin saber cuándo tirar de una u otra, entre replegar o ser protagonista desde la posesión. Desde su planteamiento inicial, Solskjaer condicionó a su equipo a un constante asedio del que tendría que salir por calidad individual en casi cualquier zona o situación. Entre la falta de jerarquía y habilidad de su zaga y todos los problemas de su sistema con y sin balón, sepultó su clasificación a octavos de final. El nórdico partió con su 3-4-1-2 especial para partidos donde cede por completo la iniciativa, pero ni siquiera eso evitó que todas las carencias de su sistema volaran por los aires; dio la sensación que el DT de los Red Devils se vio sorprendido ante la ausencia de un punta más nominal como Yussuf Poulsen y la entrada del doble falso nueve. No sólo es que eso fuese indefendible ya en campo propio, sino que los saltos de Bruno Fernandes en presión media sobre el doble pivote (en inferioridad y teniendo mano a mano a sus mediocentros con mediapuntas) fueron descoordinados por buenas secuencias de pase desde los centrales teutones, exponiendo así todas las zonas entre líneas y dejando a los suyos sin respuesta al buen escalonamiento de Kampl (pivote más posicional), Sabitzer (pivote de segunda altura) y los hombres libres arriba. Entre esto y un positivo lado al lado del Leipzig con balón, el bloque se quebraba por dentro y era fácil de girar por los costados debido a sus pésimas basculaciones -un problema crónico del último par de años que  causó el 2-0 en contra-. La estocada final de esta serie de errores inadmisibles para un equipo de élite la dieron tanto Aaron Wan-Bissaka (carrilero diestro), Lindelöf y Maguire. El primero, cerrándose sin estímulo alguno contra el central sueco y midiendo de forma terrible la distancia contra su par, mientras que los otros dos fueron rebasados en duelos individuales, defensa del área y poca presión bastó para hacerlos romperse con balón. En todo caso, ni el ínfimo paso a 4-2-3-1 con más posesión sobre el final del primer tiempo o la entrada de Donny van de Beek en el segundo para pasar a 4-3-1-2 (si es que lo fue) sirvieron para darle coherencia a una reacción que consiguió dos goles por empuje y motivación individual de Bruno Fernandes. Así avanzó el Leipzig del sensacional Nagelsmann. Así cayó el United. Así, la táctica venció a la inspiración.

BARCELONA 0-3 JUVENTUS: HUNDIMIENTO Y ESPERANZA

Por: Hugo Marugán

Dentro de un inicio de temporada tan duro para el Barcelona de Ronald Koeman, la Champions League estaba sirviendo de salvación a los resultados de la competición nacional. En la máxima justa de clubes, los resultados hasta ahora eran de quince puntos sobre quince posibles. Pero entonces llegó la Juventus de Cristiano Ronaldo al Camp Nou, ganó 0-3, y relegó a los culés a una segunda plaza que les deparará un sorteo durísimo.

Mantuvo Andrea Pirlo sus modificaciones habituales, defendiendo en 4-4-2 y atacando con línea de 3 atrás. Danilo se quedaba de central, Cuadrado y Alex Sandro ocupaban la amplitud, Arthur acaparaba la base (qué partido el suyo girando ante acoso rival), McKennie y Ramsey daban profundidad interior en zonas intermedias y favorecían los descensos en apoyo de Cristiano y Morata. Contando con esto, los italianos se aprovecharon de los errores de los centrales rivales, Araujo y Lenglet, para lograr los goles. En defensa, combinaron presiones altas con bloque medio y estuvieron generalmente sólidos, contando además con un partido muy destacado del neerlandés De Ligt acudiendo en coberturas.

Por parte del local, una alarmante falta de soluciones en todos lados del campo. Ni Pjanic y de Jong lograron combinar bien en salida, ni se tuvieron combinaciones fluidas en campo rival, con un Griezmann desconectado del juego, un Pedri errático y la poca sinergia entre Dest y Trincao. Tan solo individualidades de un Leo Messi abandonado a su suerte lograron incordiar la portería de Buffon. Cuando el marcador ya reflejaba el 0-3, con la catástrofe cerniéndose en el Camp Nou, la entrada de un suplente funcionó como un flashforward de lo que podría ser el equipo. Riqui Puig dinamizó las posesiones desde su entrada, acumuló y pidió balones, rompió la monotonía instalada y ofreció soluciones tanto desde el pase como desde la conducción.

ZENIT 1-2 BORUSSIA DORTMUND: EL ORDEN DE LOS FACTORES

Por: Memo Navarro

Borussia Dortmund vino de atrás para imponerse en el partido que, al menos en el papel, mayor comodidad transmitía. Al final, poca relevancia tiene el orden de los factores cuando consigues salir con los tres puntos y asegurar el liderato del grupo, el sitio donde en verdad importa el orden de las cifras. El Zenit, líder de la Premier League rusa y eliminado de cualquier competición europea desde la semana pasada, se soltó en su campo sin temor. La rotación de plantilla se hizo presente y, con ello, el deseo de complicarle los planes de febrero a Lucien Favre con una dosis de verticalidad y energía. Luego de que el equipo de San Petersburgo insistiera con Sardar Azmoun para desestabilizar la línea defensiva teutona, llegaron las combinaciones rápidas. No hay mejor ejemplo que el gol, pues con solo seis toques (posteriores a un saque de banda) giraron el juego y encontraron a Sutormin, quien asistió a Driussi.

En cambio, los de Westfalia no tuvieron éxito al tratar de mitigar la falta de un ‘9’ nominal. El último terció lució congestionado y nadie de la segunda línea fue capaz de llegar a cargar el área con eficiencia, situación que el Dortmund ya había experimentado la temporada pasada. Parte de la solución llegó con los ingresos de Giovanni Reyna y Youssoufa Moukoko, quien se convirtió en el debutante más joven en la historia de la UEFA Champions League a sus 16 años y 18 días. El partido se agitó en favor de la visita. Lukasz Piszczek se encontró con el empate mientras que, con un disparo ajustado al palo, Axel Witsel -ex del Zenit- aprovechó el excesivo repliegue ruso. Nadie le asegura al Borussia Dortmund que en un par de meses encontrará un rival accesible solo por haberse proclamado el mandamás del grupo F. Pero, por lo pronto, evitaron tener que recurrir a las matemáticas. La tarea está hecha.

CHELSEA 1–1 KRASNODAR: BILLY GILMOUR Y POCO MÁS

Por: Víctor Martín

En un grupo decidido, la visita del Krasnodar a Stamford Bridge presentaba pocos alicientes competitivos. Para la ocasión, no obstante, Frank Lampard alineó un ’11’ con bastantes caras nuevas entre las que destacaban especialmente las de dos debutantes en Champions: Billy Gilmour (ya había jugado 5 minutos vs Sevilla) y Faustino Anjorin, ambos del 2001. El prometedor centrocampista escocés, de hecho, fue uno de los centros de atención del primer tiempo en clave ‘blue’. En consonancia con la flexiblidad posicional que Lampard reclama a sus triángulos conformados por el lateral, el interior y el extremo, Gilmour aportó mucho dinamismo al ataque del Chelsea. Partiendo del interior izquierdo y con unas ganas que se veían reflejadas en su vehemente lenguaje corporal, el joven se movió siempre ocupando el espacio libre e inyectando fluidez a la circulación. Cabe decir que tendió más a la base de la jugada, aunque también fue asiduo a la zona intermedia e incluso desdobló al extremo en alguna una ocasión. Sin lugar a dudas, sus participaciones dieron pie a los mejores ataques del Chelsea.

Por otro lado, los ‘blues’ se encontraron a un Krasnodar que demostró por qué merece ser considerado el tercer mejor equipo del grupo. En líneas generales, el cuadro ruso cuajó otro buen partido. En el primer tiempo, los de Musaev aprovecharon que el balance defensivo de los de Lampard no fue el óptimo para ir sumando aproximaciones a la portería de Kepa a través de Wanderson; y en el segundo, ya con el 1-1, fueron sólidos dentro de su área ante los centros laterales, la única vía de peligro del Chelsea. Además, como se ejemplificó en la secuencia previa al 0-1, a pesar de promediar menos balón, los rusos hicieron gala de la gran calidad individual que atesoran sus jugadores de centro del campo hacia adelante.

DYNAMO KIEV 1-0 FERENCVÁROS: PREMIO DE CONSOLACIÓN SIN BRILLO

Por: Iñaki María

Empatados a un punto antes del duelo directo, el hecho de que el equipo ucraniano hubiese marcado dos goles fuera de casa en el 2-2 que midió a ambos conjuntos en la segunda jornada hizo que el 0-0 inicial obligara al campeón de Hungría a anotar al menos un tanto para quedar relegado a los dieciseisavos de Europa League, lo único que quedaba en juego. Y, a partir de esa premisa, se desarrolló un encuentro que no tuvo un ritmo muy elevado en ningún momento y dejó más sombras que luces por parte de los dos planteles. Especialmente, de un Dynamo Kiev que replegó en bloque medio dibujando un 4-4-2 donde uno de sus interiores  –normalmente Garmash– saltaba a la altura de Verbič para completar un ejercicio sin balón pasivo, sin apenas presionar la salida de balón visitante. Como de costumbre, esta fue en superioridad numérica respecto a la primera línea de presión rival, gracias a los descensos de Ihor Kharatin entre centrales, con el cometido de que Heister y Lovrencsics ganasen altura convirtiéndose en carrileros en ataque posicional y tanto Zubkov como Uzuni interiorizasen desde los extremos. Pero, más allá de imponerse en lo que a tenencia de pelota se refiere, el equipo dirigido por Serhiy Rebrov no consiguió acelerar las posesiones, no encontró con facilidad a Laïdouni y Somalia libres de marca por dentro e, incluso, abusó de un desplazamiento en largo que no dio demasiado resultado –la precisión de los envíos por parte de los centrales no superó el 50% de efectividad–.

El trabajo sin balón coordinado por parte de la medular del Dynamo Kiev, sin embargo, sí resultó eficaz para frenar el avance interior de su adversario y, a pesar de acumular un 59% de balón, su jugador franquicia Tokmac Nguen apenas entró en 34 ocasiones en juego desde la punta de ataque. Y cuando lo hizo amenazó la meta de Bushchan, pero no mostró la puntería que su equipo necesitaba para cambiar el escenario de partido. El  Ferencvárosi no disparó entre palos en toda la primera mitad y, aunque los de Mircea Lucescu ni siquiera generaron ninguna ocasión a lo largo de los primeros 45´, el balón parado les sonrió a falta de media hora para la conclusión. El único gol de la noche lo anotó el central Denys Popov después de que Kędziora peinase una falta lateral botada como de costumbre por un Carlos de Pena que, más allá de esa acción, pasó bastante desapercibido. De esta forma, el subcampeón ucraniano sella su billete a los dieciseisavos de final de Europa League –donde estuvo por última vez hace dos campañas y eliminó a Olympiacos para caer en 1/8 ante un Chelsea que a la postre sería campeón–; mientras que un valiente Ferencvárosi que no jugaba una fase de grupos desde 1995, se despide dejando un buen sabor de boca. A pesar de haber sumado un solo punto, el cuadro húngaro ha demostrado tener personalidad y una propuesta atractiva en el grupo de Cristiano Ronaldo y Leo Messi.

LAZIO 2-2 BRUJAS: LOS ROMANOS EN EL ALAMBRE

Por: Miquel Villarroya

La puesta en escena del conjunto de Simone Inzaghi fue, cuanto menos, decepcionante. Ante un rival con carencias significativas, ilustradas perfectamente en su fase defensiva, la Lazio no consiguió la victoria en el Olímpico de Roma. El Club Brugge buscaba defender alto mediante vigilancias individuales, pero con una excepción: dejaba un 2vs3 en primera línea de presión para tener atrás superioridad numérica. La cuestión es que estos emparejamientos no eran buenos. Cuando los interiores (Luis Alberto y Milinković-Savić) arrastraban a sus marcas, Joaquín Correa descendía y siempre recibía libre, pues, al ser vigilancias, estas persecuciones llegaban hasta un punto. 

Pero pasaban los minutos y el conjunto romano no conseguía imponerse. Pese a las facilidades, les costaba encontrar a hombres libres debido a malas tomas de decisión y errores en la ejecución que impedían fluir y progresar en campo rival. Incluso con la expulsión del lateral izquierdo Eduard Sobol en el primer tiempo, a la Lazio le costaba atacar. Además, los goles de Vormer y Vanaken pusieron a los italianos en el alambre. Con este empate, la Lazio cierra una fase de grupos que se puede resumir en este partido. Por muchas facilidades que le den, se complica sola.

RENNES 1-3 SEVILLA: DOKU CONTRA LA ESPESURA

Por: Manu Escuder

En un partido espeso, por el contexto y el escenario (había quedado ya todo decidido en el grupo), el Sevilla logró imponerse a un Rennes cuya participación en la presente UEFA Champions League quedará sin gloria alguna. En todo caso, los de Stéphan buscaron desde el primer momento ejercer una defensa alta para contrarrestar (o dificultar) la fase de inicio rival, con Niang desgastándose y yendo sobre centrales mientras Grenier quedaba pendiente de Gudelj. Sin balón, asimismo, el cuadro francés sufrió en exceso su pobre defensa del área y, en las pocas ocasiones que tuvo el Sevilla durante el primer tiempo, concedió dos tantos y numerosas ocasiones peligrosas. Aun con todo, cabe destacar la excepcional actuación de Jérémy Doku en el sector derecho del Rennes buscando la espalda de Rekik una y otra vez y gestionando muy bien las acciones de 1vs1 para llegar a línea de fondo y representar la principal fuente de peligro para los locales.

Por la parte del conjunto español, y como viene siendo habitual, los de Lopetegui reprodujeron bien las salidas desde atrás con Gudelj alternando la primera altura con la de los centrales, uno de los interiores como intermedio (generalmente Rakitic) y Óliver Torres algo más largo. Suso, el extremo derecho, podía descender para oxigenar y generar superioridades en el centro del campo, aunque solía permanecer en zonas intermedias a espaldas de los mediocampistas rivales como potencial receptor entre líneas. Por izquierda, Idrissi y Rekik se entendieron bien y apenas se pisaron cuando el lateral buscaba proyectarse en arriba, siendo que ambos compartían el mismo carril con balón. Con todo y esto, y a pesar de no ser todavía la mejor versión del Sevilla con balón, los visitantes rescataron sus últimos tres puntos de la fase de grupos previa a las eliminatorias (a cuyo sorteo asistirá como segunda clasificada).

El Paris Sant Germain – Istambul Basaksehir se interrumpió a los 14 minutos de empezar debido a un comentario racista de un miembro del equipo arbitral. El encuentro se reanudará este miércoles en el horario de las 18:55. El Paris ya está clasificado y ganando sería primero de grupo.

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Editorial Puskas
Proyecto periodístico dedicado al fútbol. Análisis, historias y entrevistas.

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