UEFA Champions League – Miércoles (Jornada 5)

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MANCHESTER UNITED 1-3 PSG: EL DIABLO PERDONA Y DIOS CONCRETA

Por: Roberto González

El Manchester United recibió al Paris Saint-Germain en Old Trafford para tratar de confirmar el liderato del grupo H y cerrar su pase a octavos de final. Sin embargo, lejos de conseguir alguna de las dos, terminó tensando al máximo la lucha por la clasificación, abriéndola a tres bandas y llevando el duelo con los franceses y el RB Leipzig hasta las últimas consecuencias. Más que por buen fútbol, esto fue producto de un partido con poquísimos aciertos desde lo colectivo y accidentes o fallos individuales en muchos pasajes del encuentro. De hecho, tanto Ole Gunnar Solskjaer como Thomas Tuchel tuvieron problemas para plasmar alguna intención táctica de mayor peso, y fue allí donde el partido se entregó al caos y a la equivocación del rival. Fue así como el PSG se fue al frente muy temprano, con Neymar clavando el 0-1 al minuto seis tras una gran transición en la que recibió entre líneas con holgura, puso de cara a Mbappé y luego definió en la segunda jugada. El mismo camino siguió Marcus Rashford para empatar al 32’ en una jugada aislada que acabó en la red con desvío de Danilo. Y esa misma fue la suerte de las siguientes tres ocasiones que se perdieron Martial y Cavani a campo abierto, pero también de dos goles fortuitos que Marquinhos (después de un córner) y el propio Ney (gran asistencia de Rafinha después del uno contra uno). Aunque el noruego buscó volver a plasmar lo hecho ante el İstanbul Başakşehir con un once prácticamente idéntico al de la semana anterior –sólo cambiando a van de Beek por McTominay–, lo cierto es que los Red Devils tuvieron muchísimos problemas con su 4-2-3-1 para asentar posesiones largas sin quedar desprotegidos en la pérdida. Si bien el nórdico apostó de nuevo por Anthony Martial en izquierda (por dentro), Marcus Rashford en derecha y Edinson Cavani en punta para activar constantemente al tercer hombre, nunca se replicó lo visto ante el campeón turco. En esto, el centrocampista escocés y Fred –expulsado al 70’ por doble amarilla– tuvieron mucho ver. 

El primero, sobre todo, por un primer tiempo muy deficiente en el que Neymar se impuso en cada rubro posible. No sólo sufrió defendiendo su espalda de los movimientos del brasileño en el tiempo de mayor posesión parisina, sino que fue incapaz de sostener de buena manera sus acosos frontales ante el ‘10’, que le generó todo tipo de problemas desde el momento previo a su recepción, al recibir y, luego, en el mano a mano. Pero, además, quitando buenas intenciones de pase, fue un lastre competitivo cuando tenía que identificarse como hombre libre –salvo en un par de acciones en las que lateralizó junto a Victor Lindelöf– e ir compensando espacios a fin de mantener una ocupación racional. Todo esto desencadenaba un desequilibrio que llevó a Rashford a jugar mucho más de espalda que a la ruptura, a Bruno más cerca de la cal que de las intermedias y, a su vez, producía más descensos de Martial en el otro lado, obligando a Cavani a balancear esto y causando que se pisara con el francés. El resultado, pérdida tras pérdida, poca preparación ante esto  y una transición detrás de la otra. En la contraparte, el estratega alemán buscó, al menos de inicio, acumular mucha gente por dentro con su 4-3-3. Allí, Danilo se incrustó como tercer central en inicios y reinicios, dejando a Verratti y Paredes (interiores) en la siguiente línea, los laterales bien anchos y extremos en zonas intermedias. De esta forma, la idea parecía ir enfocada a tener a Moise Kean fijando centrales para lograr que Mbappé y Neymar pudiesen recibir a espaldas de pivotes y luego atacar a los centrales. Aunque eso se dio de cierta manera en los primeros 20 minutos, los galos acabaron cediendo terreno, yendo a tumbos y contestando a las ráfagas del contrario. Así surgió el caos, pero también sus problemas con balón, ya que cada posesión significaba ver al bloque partido y con poquísima activación de segunda y tercera línea para matar el contraataque. Afortunadamente para el PSG, el diablo perdonó todas las ocasiones que pudo crear corriendo, y allí apareció dios para darle tres puntos que mantendrán el suspenso en este sector en los encuentros de la siguiente semana.

SEVILLA 0-4 CHELSEA: UN HÉROE LLAMADO OLIVIER GIROUD

Por: Manu Escuder

En el primer tiempo, el Sevilla fue incapaz de dañar el bloque defensivo inglés. Durante buena parte de los primeros 45’, y amén de la tímida presión que propuso el Chelsea tras el 0-1, el movimiento constante de «acercarse-alejarse» por parte de los centrocampistas sevillistas liberó espacio en la primera línea e invitó a que los dirigidos por Frank Lampard defendieran más cerca de su propio arco. A esto se sumaron dos movimientos clave: la lateralización de Rakitic por izquierda (o el acercamiento de Gudelj a la línea de centrales) para generar superioridades constantes en salida y la aparición por carriles interiores de Franco Vázquez para crear ventajas a espaldas del centro del campo blue. Sin embargo, los británicos fueron capaces de tapar muy bien los espacios en todo momento e incluso tuvieron entre manos las mejores acciones del primer tramo (conducciones de Kovacic, regates de Pulisic, Giroud activando juego directo o alguna triangulación por derecha). Hay una evolución en el juego sin balón del Chelsea 20/21. Ya no es cuestión de nombres; es a nivel de bloque. Está todo mucho mejor trabajado: quién salta sobre poseedor y hasta qué altura, cuándo se aprieta, en qué momento se convierte al repliegue.

De hecho, a lo largo del encuentro, la tónica inicial perduró y condenó a un Sevilla que si bien pudo zafarse de la presión inicial del cuadro londinense, luego no logró generar ocasiones de peligro. El Chelsea logró imponerse gracias a una gran actuación defensiva y a las dificultades para progresar en campo rival del Sevilla. Sin el pie de Jules Koundé en los primeros pases, los problemas para filtrar entre líneas se multiplicaron y las superioridades numéricas y posicionales generadas en carriles internos no sirvieron de nada. Las intenciones eran claras, pero fue imposible ejecutar la idea. En cambio, la figura del partido sí supo cómo aprovechar cada intervención que tuvo: activó juego directo, se relacionó muy bien en apoyo y anotó los cuatro tantos de la victoria. Noche inolvidable para Giroud. Con este triunfo en el Ramón Sánchez Pizjuán, el Chelsea asegura el primer lugar del grupo.

BORUSSIA DORTMUND 1-1 LAZIO: CIRO LIDERÓ Y MARCÓ, PERO SEGUIRÁ TENIENDO MALOS RECUERDOS EN EL WESTFALENSTADION

Por: Iñaki María

Fieles a su estilo, alemanes e italianos regalaron un partido abierto, con alternativas hacia ambas áreas (25 disparos), pero sin demasiado control del juego. Un empate que hace justicia a lo que se vio sobre el césped, donde los locales dominaron a la Lazio en el primer periodo y encontraron un tanto de Raphaël Guerreiro en el 44´, pero no fueron capaces de maniatar a su rival tras la reanudación. Ciro Immobile, consciente de que la contundente victoria del Club Brugge les obligaba a ganar para no jugarse el pase en el enfrentamiento directo, tiró de casta y demostró que sus virtudes, aunque muchos digan lo contrario, también lucen en Dortmund. Suyo fue el 1-1 desde el punto de penalti después de que el recién ingresado Schulz derribase a un Milinković-Savić que tampoco se escondió. Incluso puso en aprietos a Bürki con otro disparo desde la frontal a escasos minutos para la conclusión. Pero no fue suficiente. Con las tablas en el luminoso, el Borussia Dortmund se asegura su presencia en los 1/8 de final –aunque aún no como primer clasificado– a pesar de que dar un paso atrás en el segundo tiempo no le sentó bien al equipo de Favre y la figura de un Hummels que acabó con molestias se volvió a imponer por encima del resto.

El técnico suizo, probablemente para que sus jugadores tuviesen mejor referenciados a los adversarios, recuperó una línea de tres centrales y carrileros –esquema inamovible para Inzaghi– que venía dejando atrás a lo largo del último mes de competición. Y lo cierto es que, de inicio, le sirvió para manejar los tiempos del encuentro. Sin ejercer una presión intensa ni muy organizada, consiguió, al igual que hace una semana en Bélgica, recuperar balones con el rival mal posicionado y espacios por los que transitar. Así llegó la mayor parte del peligro local ante una Lazio que salió paciente, defendiendo con las líneas juntas y aprovechando su momento para contragolpear. Fue más profunda por izquierda como de costumbre, comprometiendo así a dos jugadores con menor ritmo competitivo como son Piszczek y Morey. Pero los minutos de mayor dominio para el cuadro romano llegaron cuando su rival le cedió la iniciativa, Jude Bellingham dejó de ordenar a su equipo desde la tenencia de la pelota y el móvil tridente Reyna-Hazard-Reus –sin el lesionado Haaland– perdió la frescura para intimidar a campo abierto. El alto ritmo inicial acabó apagando un duelo que no será recordado porque ambos equipos mostraran su mejor nivel, pero sí porque Pepe Reina se convirtió en el tercer futbolista con más partidos disputados en competiciones europeas (175), superando a Paolo Maldini, situándose a cinco de Cristiano Ronaldo y a once del récord que mantiene Iker Casillas

KRASNODAR 1-0 STADE RENNES: SE CULMINA EL DESASTRE FRANCÉS

Por: Hugo Marugán

En el partido clave para determinar quién ocuparía la tercera plaza, un solitario gol de Marcus Berg superó al Rennes, confirmando su fracaso. Los de Julien Stéphan, tras un punto y dos goles en cinco partidos, llegarán a la última jornada sin posibilidades de abandonar la última plaza del grupo. Por su parte, el Krasnodar confirmó su billete para la Europa League. No empezaron mal los del norte de Francia, especialmente concentrando juego en una banda izquierda donde contaban con Eduardo Camavinga dirigiendo en la base, las proyecciones del prometedor lateral Truffert dejando buenos centros y, por encima de todo, los giros y el desborde de un inspirado Jeremy Doku en zonas intermedias. Sin embargo, a medida que el rendimiento de Camavinga en el partido bajó, el Rennes dejó de sumar salidas con facilidad, echando mucho en falta el juego en apoyo y ganando juego directo de su delantero habitual, un Guirassy que se encuentra lesionado.

Por la parte local, el cuadro ruso aprovechó la mala defensa rival, especialmente protegiendo los costados del mediocentro, para filtrar balones ahí, con Rémy Cabella dando un gran partido girando y conectando con sus compañeros. El problema para el Krasnodar fue el desacierto en el último gesto, no logrando culminar sus jugadas. Damien da Silva, el central del Rennes que llevaba un partido más que correcto protegiendo el área, fue finalmente el señalado en la acción del 1-0, perdiendo un duelo a campo abierto ante Berg. Sabiendo que ese resultado no les servía para nada, Stéphan metió a toda la artillería disponible en el campo, pero los últimos veinte minutos del equipo fueron un cúmulo de decisiones erróneas y precipitaciones, en un “quiero y no puedo” de manual que confirmó su eliminación.

FERENCVÁROS 0–3 FC BARCELONA: EL BARÇA CONVENCE EN HUNGRÍA

Por: Victor Martín

El FC Barcelona se jugaba la primera posición del grupo ante el Ferencvaros y, a pesar de las rotaciones, no dio opción al rival desde el minuto uno. A los azulgranas les bastó con una primera media hora de gran nivel, que trasladó en un marcador abultado para poder afrontar el resto del choque con menor tensión competitiva y dosificar a sus futbolistas. Contra el 5-4-1 en bloque bajo del Ferencváros, la posesión de balón culé fue todo lo que debía ser: rápida, ancha y profunda. El Barça movió el balón de lado a lado, con muchos cambios de orientación, y generó ventajas en los carriles exteriores que se hacían inalcanzables para los jugadores húngaros. La ocupación de espacios de los de Koeman fue muy buena. Cuando el Barça crecía, Dest y Dembélé fijaban a los carrileros rivales, y a Jordi Alba auxiliaba en los primeros pases por izquierda. Pero una vez el Ferencváros defendía más abajo, Alba era el que ofrecía amplitud, Busquets sujetaba por detrás suyo para la transición defensiva y Dembélé y Trincao se ubicaban en zonas intermedias. La sinergia entre Alba y Dembélé fue muy productiva y permitió al Barça llegar mucho a línea de fondo. Braithwaite, fijando a los centrales, y Griezmann, con un radio de acción amplísimo, acabaron de dar forma al notable ataque del Barça.

Por su parte, el cuador húngaro apenas pudo salir de su mitad en el primer tiempo pese a la altura de los laterales azulgranas. Los de Rebrov fueron muy imprecisos tanto en la construcción como tras recuperación y solamente en el segundo tiempo pudieron aproximarse a la portería defendida por Neto. El preparador neerlandés aprovechó la prematura sentencia del choque para que los secundarios acumulasen minutos. Como en Kiev, ingresaron Riqui Puig, Konrad o Aleñá, entre otros. Contra la Juventus, el Barça depende de sí mismo para certificar el liderato del grupo.

JUVENTUS 3–0 DYNAMO DE KIEV: LA PEGADA MARCA LA DIFERENCIA

Por: Victor Martín

Viendo solamente el marcador final, uno podría pensar que la visita del Dynamo de Kiev al Juventus Stadium fue una tarea sencilla para los pupilos de Andrea Pirlo. Sin embargo, la victoria holgada de la Juve no fue precisamente plácida; el equipo de Lucescu dio batalla. Hasta que se puso en ventaja, el juego de los juventinos no estaba siendo del todo convincente. En ataque posicional, el equipo no encontraba la manera de perforar el 4-1-4-1 en bloque medio del Dynamo. Pese a los apoyos y rupturas de Morata o la agresividad de los movimientos de Chiesa, la Juve no fluyó en campo rival. Cristiano –cayendo mucho a banda– prácticamente no estuvo integrado en el circuito asociativo y Ramsey, que debía ser el nexo, tampoco participó demasiado. Así las cosas, yendo por detrás en la contienda, el Dynamo empezó a generar una dinámica positiva a través de su salida de balón, superando la tardía presión alta de la Juve, que le fue otorgando paulatinamente mucha confianza. Con perseverancia y sin rifar un balón, los ucranianos encontraron al hombre libre (Kedziora), atrayendo a la Juve en izquierda y girándola hacia el otro costado. De esta forma, cruzaron la divisoria con mucha frecuencia e incluso, por tramos largos, arrebataron a la Juve la posesión del balón. Szczesny impidió que consiguiera premio antes del descanso.

El guion no cambió en el segundo tiempo y el Dynamo, liderado por un Shaparenko que tomó el ritmo y la dirección de la posesión de su equipo, siguió atacando en campo de la Juve, que ya asumió el cambio de papeles y pasó a defender en 4-4-2. En esa versión más reactiva, de hecho, los turineses encontraron el modo de revertir la tendencia. Con espacios para atacar, Morata, Ronaldo y Chiesa pudieron desplegarse en ataque y sentenciar en antes de tiempo. La pegada marcó la diferencia.

İSTANBUL BASAKSEHIR 3-4 RB LEIPZIG: DESCONTROL GRADUAL EN LA NOCHE DE KAHVECI

Por: Memo Navarro

Conforme los minutos avanzaban, una noche que parecía estar destinada a mantenerse en un mismo guion fue convirtiéndose en una de las más divertidas de toda la frase de grupos. La responsabilidad recae en la valentía del Basaksehir, la verticalidad del RB Leipzig y, por supuesto, en la exquisita zurda de Irfan Can Kahveci. En un inicio, el club alemán controlaba todo lo que sucedía en el terreno de juego con la amplitud y profundidad con los laterales. Marcel Sabitzer encabezaba la circulación y decidía cuando transitar en horizontal y cuando penetrar entre líneas hacia un Emil Forsberg que, aunque sigue lejos del nivel que exhibió años atrás, no ha perdido sensaciones cuando pisa la frontal. La respuesta inicial de los locales se reducía únicamente al juego directo con Demba Ba, un plan que no fructificó del todo por la poca proximidad de los atacantes para ganar segundas jugadas.

El 4-3-3 que propuso Okan Buruk para la segunda mitad generó espacios por doquier con Tekdemir como pivote, Giuliano interior izquierdo y Kahveci desplazándose a la derecha con el fin de encontrar situaciones mano a mano y permitirle a Gulbrandsen ejercer de mediapunta. Si en el primer tanto el turco mostró sus dotes como llegador, en el segundo dejó ver su capacidad para trazar la diagonal hacia dentro y en el tercero su delicadeza en el cobro de falta. Todo con la cara interna de su zurda como protagonista. La balanza se inclinó a favor Nagelsmann y los suyos con un disparo inesperado de Sørloth. Sin embargo, eso no borra la honorable participación del Istanbul Basaksehir en esta edición. Por su parte, el destino del RB Leipzig sigue en el aire, ya que se lo jugará todo en la última fecha ante el Manchester United. Sólo vale ganar.

BRUJAS 3-0 ZENIT: EL MISMO DRAMA RUSO DE SIEMPRE

Por: Manu Escuder

El Zenit de Serguéi Semak exhibió los mismos problemas de toda la temporada durante su derrota en Bélgica. Sin balón, el equipo fue incapaz de generar una presión tras pérdida mínimamente efectiva, con referencias claras o una ocupación de espacios lógica, y cada pérdida en campo contrario se terminaría por convertir en una transición ofensiva fructuosa para el Club Brugge. Con balón, además, los rusos sólo dispusieron del juego directo como argumento ofensivo y fueron incapaces de generar algo a partir de este por la ausencia de Artem Dzyuba (Azmoun y Erokhin fueron las referencias arriba). Semak partió de una especie de 4-2-2-2 con la doble punta enfocada a activar juego en campo rival, con Driussi y Malcom apareciendo en segunda línea ya puestos de cara, aunque el plan no logró verse en marcha en ningún momento. Para agravar todos estos problemas, en el 40’, Aleksandr Erokhin saldría lesionado y Andrey Mostovoy terminaría ocupando su posición.

En el segundo tiempo, quizá fruto de esta lesión y de los problemas que estaba acusando su equipo con balón, Semak decidió realizar tres cambios que revolucionarían la dinámica del encuentro: Mostovoy (17) por el lesionado Erokhin; Ozdoev (27) por el desaparecido Driussi y Rakitskiy por Krugovoy, que desplazaría a Douglas Santos a la zona de central izquierdo. Así, el sistema pasaría del 4-2-2-2 con juego directo al 4-3-3 con voluntad de jugar en ataque posicional, con Ozdoev y Kuzyaev escoltando a Barrios en los interiores y Malcom-Mostovoy como extremos de zonas intermedias. La experiencia, no obstante, duraría poco: en el 57’, Kuzyaev cometería un penalti sobre De Ketelaere y entregaría el 2-0 en bandeja. A los 15’, en lo que sería otro despropósito defensivo del cuadro ruso, De Ketelaere de nuevo arrastraría a la pareja de centrales y liberaría un espacio dentro del área que aprovecharía Noa Lang para rematar el partido y seguir con chances de clasificar para la siguiente ronda de la UEFA Champions League. Los belgas deberán sacar un resultado histórico del Olímpico de Roma para estar en octavos.

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Editorial Puskas
Proyecto periodístico dedicado al fútbol. Análisis, historias y entrevistas.

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