Viajando por las sedes: Fráncfort del Meno

Mapa

Cuándo y cómo se fundó

Fráncfort del Meno está localizada en lo que originalmente era una porción pantanosa del río del mismo nombre. Si bien hay presencia humana desde la edad de piedra, oficialmente el primer asentamiento en la zona data del año 70 d.C., cuando los romanos levantaron una fortificación. Naturalmente ya no está ahí, sino que en el lugar está construida una catedral, dando el nombre de Domhügel, la colina de la iglesia. 

Los romanos se fueron en 260, dando paso a los alamanes, hasta que llegaron los francos a la zona en 530. Dos siglos después la persona que daría un significado a la ciudad sería el emperador Carlomagno.

Origen del nombre

En un documento del año 794, Carlomagno le mandó una carta al obispo de Toledo, donde se menciona el nombre de la ciudad como Franconofurd. En latín se conocía como Vadum Francorum. Ambas formas tienen el mismo significado: “el vado de los francos”. Es que aquí se podía cruzar el Meno con mayor seguridad. Hay una teoría no comprobada de que este nombre se debe a un rey franco que vivió en el año 194 a.C., llamado Zuna.

Pero resulta que hay otro Fráncfort en Alemania, una ciudad ya en la frontera con Polonia. Para evitar la confusión, necesitamos referirnos a los ríos de su cercanía. Esta ciudad de Brandeburgo es oficialmente Fráncfort del Óder, mientras que el protagonista de nuestra historia es Fráncfort del Meno (Frankfurt am Main en alemán).

Breve historia

Fráncfort del Meno fue la casa de Carlomagno durante mucho tiempo, como todo rey que gobernó en la época de los merovingios. En la Edad Media fue un centro urbano de relevancia para toda Europa. Fue una ciudad independiente con tanta fuerza que dentro del Palatinado este estado era de los que llevaba la voz cantante en la política, al tener la sede del parlamento y ser considerada en 1220 como “ciudad imperial”.

Fráncfort del Meno siguió con su estela de dirección de orquesta durante el Sacro Imperio Germánico. Era la sede de las elecciones imperiales y por 230 años la ciudad donde se coronaban los emperadores. Aquí nació su carácter comercial, porque Fráncfort del Meno era el punto medio de la ruta comercial entre Génova y los Puertos del Mar del Norte. Eso atrajo a cientos de mercaderes, que se establecieron aquí. En 1585 se creó la bolsa de valores.

Ni el cambio a Confederación del Rin, ni al de Confederación Germánica le quitaron su estatus de capital ganada por méritos propios. Fráncfort del Meno fue la sede del primer parlamento democráticamente electo en toda Alemania. Tuvo que llegar Prusia en 1866 para esto, pero esa grandeza todavía tenía sus estertores. Aquí se firmó el tratado de paz para parar la guerra con Francia en 1871.

No importaba que Fráncfort del Meno ya no tuviese el estatus de capital, porque seguía albergando instituciones que hasta la fecha se mantienen en pie, como la Ópera, la Universidad, la Estación Central y el aeropuerto. En la I Guerra Mundial no sufrió destrucción de relevancia, así que seguía creciendo; es más, ni las crisis hicieron mella. En la II Guerra Mundial todo se vino abajo. Al acabar este conflicto, Fráncfort del Meno fue reconstruido con rapidez, pero ya no siguiendo el estilo tradicional.

Con la reconfiguración de Alemania, Fráncfort pasó al nuevo Bundesland de Hesse. Como Berlín estaba partida, Alemania Occidental necesitaba una nueva capital. Como siempre, Fráncfort del Meno era la opción natural por su poderío financiero y político en el país. Pero el canciller Konrad Adenauer no lo permitió. La razón oficial es que sopesó los costos y beneficios y dijo que una capital en Fráncfort del Meno significaría no moverla ahí jamás, complicando el eventual proceso de reunificación; la razón extraoficial era que él vivía cerca de Bonn, una ciudad en Renania del Norte-Palatinado, y no quería irse de ahí. Haya sido como haya sido, Bonn fue la capital de la Alemania Federal.

Importancia de la ciudad

Con la reunificación, Fráncfort del Meno perdió para siempre el estatus de capital, pero no vio mermada su importancia para toda Alemania, Europa y el mundo entero. Esta es la capital financiera de Alemania y del continente; por eso 370 bancos tienen sus oficinas centrales en esta ciudad, como la Deutsche Bank y el Banco Central Europeo. Tiene el aeropuerto más grande de Alemania, con capacidad para 70 millones de pasajeros al año. Es un centro puntual de lectura, al tener la feria de libro más grande del mundo. Tiene algunos de los rascacielos más altos del mundo, dando un horizonte característico, y el apodo de Mainhattan. Y es un polo para las ciencias sociales: la escuela de Fráncfort, que busca el desarrollo de la sociedad por vías alternativas, y que siguieron filósofos como Jürgen Habermas, Theodor W. Adorno, Walter Benjamin y Erich Fromm.

Población

Cuenta con 773 mil habitantes, siendo así la quinta ciudad más poblada de Alemania. Forma una zona metropolitana con Offenbach del Meno, y combinadas dan una población de más de 2,3 millones de habitantes. Finalmente, Fráncfort del Meno es el corazón de la región Rin-Meno, la segunda región metropolitana más grande de Alemania, y la cuarta en PIB de toda Europa. Esta región excede los 5,8 millones de habitantes, y aglutina la ciudad de Maguncia, entre otras.

Qué visitar

Tu visita puede comenzar con la Plaza Römerberg, ya que de aquí sales a conocer todos los atractivos turísticos, algunos que están próximos como el Ayuntamiento (Römer, reconstruido tras la II Guerra Mundial), la iglesia de San Pablo (Paulskirche, sede del primer Parlamento democráticamente electo), la Antigua Iglesia de San Nicolás (Alte Nikolaikirche), que sobrevivió a estos bombardeos.

Ve a la Casa de Goethe (Goethe-Haus), donde nació y vivió uno de los colosos de la literatura alemana. Con un impecable trabajo de remodelación, verás todo respecto a la vida de Johann Wolfgang von Goethe.

El distrito financiero (Bankenviertel) es excelente para perder tu mirada hacia arriba, porque concentra a los rascacielos que rebasan los 200 metros de altura, como la Europaturm, la Commerzbank Tower y la Westendtower. La Main Tower no destaca en ese rubro, sino en su fantástica terraza para deleitarte con el amanecer o una cena en su restaurante giratorio.

La Eschenheimen Turm de 47 metros de altura, era uno de los puntos de protección en la edad media, y corona los bonitos jardines de Bockenheim (Bockenheim Garten).

La Bolsa de Fráncfort (Frankfurter Wertpapierbörse) no es como las bolsas del resto del mundo, al menos en la parte de arquitectura. Una fachada de estilo neoclásico recibe movimientos de miles de millones de euros al año, y afuera están esculturas de un oso y un toro, que representan las subas y las bajas financieras.

La Catedral de Fráncfort (Dom Sankt Bartholomäus) esconde religión y política, al ser el lugar donde coronaban a reyes y emperadores.

El río Meno (Main) tampoco nos puede faltar para visitar Fráncfort, ya sea pasear por su orilla al atardecer, realizar un crucero, hacer ejercicio y montar un picnic. En un punto vale la pena cruzar el Puente de Hierro de estilo neogótico, bastante querido por los habitantes de esta ciudad.

El Barrio Sachsenhausen es el mejor si quieres conocer de primera mano el ambiente y la comida locales. En sus innumerables tabernas podrás probar el Apfelwein, una sidra típica de Fráncfort, o también podrás comer la típica salchicha de Fráncfort en sus restaurantes.

Museos también hay y muy buenos: el Städel, con una de las colecciones más importantes del mundo, con obras desde el siglo XV y el Liebieghaus, con esculturas de Egipto, Grecia y Roma.

Algo más solemne es el cementerio judío (Judische Friedhof), un vestigio del Holocausto, y rodeado por un muro con más de 11.000 nombres de las víctimas en campos de concentración.

Por último, el jardín de palmeras es un parque de 22 hectáreas de expansión, con plantas de todo el mundo, desde un jardín de rosas hasta la Palmenhaus, donde parece que estás en una selva tropical en plena Alemania.

Estadio: Frankfurt Arena

Originalmente Waldstadion, con su nombre comercial es Deutsche Bank Park. Construído de 1921 a 1925, su fachada norte recordaba a la de un teatro griego. Cuando aficionados trataron de ingresar a la fuerza a la final, se tuvo que aumentar el aforo en los años 50 a más de 80.000 espectadores. Tuvimos otra remodelación de cara al mundial de 1974, y de hecho aquí fue su inauguración. Primordialmente se usa para el futbol, pero ya ha servido para albergar partidos de la NFL cuando viaja a Alemania. Ha sido testigo de partidos de la Copa Confederaciones 2005, el mundial de 2006, el mundial femenil de 2011 (incluyendo la final), y la final de la Copa UEFA en 1980. Ahora tiene capacidad para 58.000 aficionados. Es la casa del Eintracht Frankfurt de la Bundesliga.

Qué partidos se juegan ahí

Distancia con otras ciudades