HISTORIAL
¿CÓMO CLASIFICÓ?
ANÁLISIS
Seguramente, es la última oportunidad para que Neymar logre la gloria con Brasil. Se tuvo que retirar de la Copa del Mundo del 2014 por lesión y a la del 2018 llegó tocado, siendo ese un torneo al que la selección canarinha llegaba como favorita. Pero a los problemas físicos de Neymar se sumaron las ausencias de Dani Alves y la de Casemiro en el decisivo partido frente a Bélgica, uno en el que tanto Courtois como Hazard firmaron actuaciones para el recuerdo. Cuatro años después, Brasil vuelve a llegar al Mundial como una de las grandes favoritas, sustentada más por el inmenso talento que poseen, donde a Neymar, Casemiro o Thiago Silva se han sumado las explosiones definitivas de Vinícius o Éder Militão, que por la convicción de su juego. Tite quiere que su Brasil sea la Brasil de Neymar, pero en su búsqueda quizás está aislando al crack del Paris Saint-Germain en vez de ayudarle.
La selección sudamericana se caracteriza por tener una primera línea de construcción muy ancha, con laterales ganando poca altura e involucrándose mucho en primeros pases (Danilo encaja bien en ese rol, aunque también podría jugar ahí Militão, mientras que por izquierda la lesión de Arana es un problema para Tite). Planta un doble pivote en la base buscando atraer al rival, dos extremos que fijan muy abiertos y muy arriba, y un 9 que estira a los centrales rivales. De esta manera, se genera mucho espacio por dentro que puede aprovechar Neymar, buscándole aclarados para que él genere, pero sin rodearle de compañeros que retroalimenten su creatividad.
Hay dudas con la posición de Lucas Paquetá, al que podríamos ver tanto ejerciendo de nueve, dando mucha movilidad arriba y cambiando de altura y rol constantemente con Neymar, fijando en banda izquierda o en el doble pivote junto a Casemiro. Con esta última opción, se abriría un nuevo hueco en ataque, que en los últimos partidos había llenado Richarlison (muy útil dentro de lo que Tite pide que sea su centro delantero), o también podría ser para un Gabriel Jesús que está volando en el Arsenal. De todas formas, la opción de Paquetá en el medio y meter arriba a cuatro delanteros parece complicada de ver en partidos de eliminación directa en donde Brasil divida la posesión y tenga que saber sufrir y cerrar en campo propio. Es una selección que puede seleccionar bien sus ritmos, generalmente buscando construir de manera lenta, tomándose su tiempo, y después buscando acelerar a partir de que se encuentre a Neymar en una buena posición. No tienen problemas en meter a laterales en zona de pivotes o abrir a estos, buscando cambiar las referencias rivales.
Defensivamente, optan por un 4-4-2 sin balón, con Neymar y el nueve descolgados arriba. No son especialmente agresivos en sus intentos de presión alta y repliegan si su primera línea es superada. Es relativamente sencillo girarles y tener recepciones en la zona entre líneas ante ellos, pero luego se hacen poderosos con centrales saliendo a anticipar y achicar, o con Casemiro protegiendo su zona, acudiendo en coberturas y ganando duelos. De hecho, muchas veces ellos mismos incitan al rival a que juegue por dentro, dejándoles la puerta abierta para posteriormente robar y transitar en carril central con Neymar conduciendo.
Son un equipo bien construido en todas sus fases, por más que en ocasiones se desee ver una selección brasileña menos posicional y que libere más el talento del jugador, dándole más libertad. Tite prioriza el orden y la paciencia. Veremos qué le depara el futuro.
XI TIPO
FIGURA: NEYMAR JR
Es uno de los mejores jugadores del mundo, en lo que va del siglo y llega al torneo en un genial estado de forma. Las continuas lesiones y el paso del tiempo (ya tiene 30 años) han provocado que pierda esa chispa de velocidad tras regate, pero lo ha compensado aumentado cada vez más su creatividad, lo que lo hace un pasador formidable. Con extremos abiertos y un nueve que estira por delante, habrá que descubrir qué relaciones logra crear. Hay ganas de verle por fin en un Mundial a pleno rendimiento, y es muy posible que esta sea su última oportunidad. Un talento como el suyo se ha merecido más suerte con las lesiones a lo largo de su carrera, pero llegará bien y enchufado a Qatar 2022 en busca de agrandar su leyenda.
PROMESA: GABRIEL MARTINELLI
Es muy difícil ser titular en esta selección brasileña y más si se tiene a compañeros por delante en la rotación, pero no será de extrañar que Gabriel Martinelli dispute un buen puñado de minutos en el torneo. Es titular en el Arsenal, uno de los equipos de moda del fútbol europeo, y ha mostrado un crecimiento exponencial a lo largo de su carrera. Le llega la cita mundialista con 21 años y toda la carrera por delante, pero está para sumar desde ya.
Extremo izquierdo o delantero con una muy buena capacidad de ruptura en el último tercio, que sabe atacar la espalda del defensor, y es un maestro encontrando situaciones de remate al atacar el segundo palo. Juega a mil revoluciones pero es capaz de mantener precisión técnica dentro de esos ritmos altos, tiene gol en el área y una buena retención de espaldas. No es especialmente creativo, pero tiene capacidad para filtrar buenos pases en el último tercio. Atacando en transición es una bala al espacio que genera amenaza desde muy lejos. Si Tite apuesta por él, responder´a.
ENTRENADOR: TITE
La cima de su selección brasileña llegó en la fase clasificatoria para el Mundial de Rusia, donde tuvo tramos de un nivel altísimo de juego. Luego, la lesión de Alves, los problemas de Neymar y el querer integrar a Coutinho en el mediocampo provocaron que el equipo perdiera esa fluidez, derivando finalmente en la eliminación en cuartos de final ante Bélgica. Posteriormente, ganaron la Copa América 2019, un torneo que Neymar se perdió por lesión, y perdieron la final de la Copa América 2021 ante Argentina. Llega a Qatar 2022 con la ambición de darle el sexto título al Scratch du ouro.
Su equipo se caracteriza por las nociones de juego posicional y la búsqueda por respetar los espacios a ocupar, algo que no encaja del todo con la historia y el sentimiento del jugador brasileño. Este, en general, es más propenso a la libertad que deja fluir la creatividad. En la convivencia entre la forma de sentir el fútbol de unos y de otros radican las posibilidades de éxito de Brasil.