HISTORIAL
¿CÓMO CLASIFICÓ?
ANÁLISIS
Más allá de lo futbolístico, Luis Enrique ha impregnado a su selección de carácter competitivo y capacidad de superar rondas en cada torneo importante que ha disputado. Semifinalista en la Eurocopa de 2021 y finalista en la Nations League, la España actual se desarrolla a partir de un 4-3-3 clásico con un dinamismo constante en la estructura y sinergias complicadas de lograr teniendo en cuenta el breve tiempo que coinciden sus jugadores con la camiseta de La Roja. El secreto, simple pero a la vez complicado, pasa por tener el balón y juntar a los muy buenos con los de su mismo nivel. Perfiles de jugadores que buscan la pelota, desde un portero con buen juego de pies hasta extremos asociativos, pasando por un delantero que participe al pie, centrales y laterales con buen trato de balón y centrocampistas que dominen el juego con pelota controlada.
En general, la España de Luis Enrique tiene calma en la elaboración de sus jugadas. Su portero interviene mucho como un onceavo jugador que genera superioridades numéricas en el campo y que no rehuye al juego de pies. En este sentido, Unai Simón se ha consolidado como el guardameta indiscutible por lo que ofrece al equipo. Mismo perfil busca el técnico en sus centrales, priorizando lo que generen con balón (que, generalmente, no es poco) a lo que puedan hacer sin él. Pau Torres, Aymeric Laporte, Diego Llorente, Hugo Guillamón o Eric García son perfiles que tienden a beneficiar lo que propone España con la pelota.
En el centro del campo, el pivote (Busquets o Rodri) suele ser quien colabora con centrales para fijar a la presión o generar movimiento a espaldas de presión. Lo que ocurre por detrás de estos mediocentros es lo que tiende a provocar más desajustes en los bloques rivales: el movimiento de sus interiores, para aparecer en la base o lateralizar, para asociarse o moverse a espalda de la línea de mediocampistas contrarios, es lo que dificulta los saltos de los centrocampistas adversarios y le ofrece tramos de posesión prolongados y productivos a su equipo. En este sentido, Luis Enrique tiende a juntar interiores más acostumbrados a vivir entre líneas (Gavi, Pedri u Olmo) con alguno más de segunda altura, que tiende a acudir mucho a la base (Soler o Koke, sin ir más lejos).
Desde fuera también genera desajustes esta España renovada respecto a la de la anterior Copa del Mundo. Inicialmente, los extremos tienden a aparecer abiertos, pero ninguno de quienes ocupan las bandas tienen un perfil de extremo regateador que genere ventajas de forma individual. Las sinergias generadas desde carriles exteriores con el movimiento dentro-fuera de los laterales (primero como bajos, y luego cogiendo altura) van relacionados con lo que producen los extremos apareciendo mucho por dentro (sobre todo cuando uno de los interiores aparece en la base). La España de Luis Enrique tiende a ser rica en movimiento, con mucho dinamismo por dentro y jugadores que siempre piden la bola al pie.
No obstante, a pesar del plus competitivo que le ha sumado Luis Enrique a todo lo anterior, esta España tiene un gran déficit en sus transiciones defensivas. Con un Sergio Busquets en el declive de su carrera y unos centrales algo irregulares en los cuerpo a cuerpo, la presión tras pérdida de su equipo exige que la recuperación se dé de forma rápida y efectiva. Tener que correr hacia atrás, con todos los metros que deja su línea defensiva a su espalda, llega a convertirse en un dolor de cabeza. Los partidos ida y vuelta, contando con un portero que genera ciertas dudas controlando todos estos metros a espaldas de centrales, no tienden a beneficiarle a la selección que se erigiera campeona del mundo en 2010. Con jugadores muy diferentes, Luis Enrique tiene ante sí su primera Copa del Mundo como seleccionador. Tras actuaciones más que notables en todas las anteriores competiciones oficiales, habrá que ver hasta qué punto compite esta ilusionante selección española en Qatar 2022.
XI TIPO
FIGURA: PEDRI
Sin ser un indiscutible para Luis Enrique (debido a todo el talento con el que cuenta para su centro del campo), el fútbol se torna algo diferente cuando la pelota pasa por las botas de Pedri. Perfil de mediapunta o interior de tercera altura, su capacidad para generar situaciones de peligro a muy pocos toques le da a España un aroma diferente en ataque posicional. Su sensibilidad para leer espacios, su dinamismo sin balón y el talento para cargar responsabilidades a su espalda son cualidades que domina a la perfección. Cuanto más inspirado esté, más difícil será para el rival frenar lo que ocurre en zona de tres cuartos.
PROMESA: GAVI
Uno de los grandes talentos de los últimos años en La Masía aterriza en su primera Copa del Mundo tras conquistar el Golden Boy y el trofeo Kopa. A sus 18 años, Pablo Páez Gavira ‘Gavi’ es indispensable tanto en los planes de Xavi con el FC Barcelona como en los de Luis Enrique con la selección española. Interior de segunda o tercera altura, de magnífico dominio del balón y el espacio, con capacidad para ejercer también como “falso banda” y que le ofrece una gran movilidad al equipo en ataque posicional. Intenso, agresivo, talentoso, determinante, asociativo e inteligente. El fútbol que propone su selección parece hecho a medida para que la figura de Gavi destaque por todo lo alto.
ENTRENADOR: LUIS ENRIQUE
Seguramente uno de los técnicos más preciados de la Copa del Mundo y de los últimos años en la selección española. Su idea, continuista respecto a la de sus predecesores, pasa por formar en 4-3-3 y organizarse a través de la pelota y la buena ocupación de los espacios. Sus éxitos son múltiples: desde su trabajo en la Roma o el Celta, pasando por el triplete conseguido con el FC Barcelona de Neymar, Messi y Suárez, hasta llegar a las semifinales de la Eurocopa 2021 y la final de la UEFA Nations League. Su secreto, simple pero complejo al mismo tiempo: ejercer como auténtico líder, dentro y fuera del campo. Al resto llamémoslo fútbol: lo ejecutan los jugadores comprándole la idea que propone.