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Merhaba! Nasılsın? Espero que estés muy bien hoy, como siempre que me lees. La vez pasada vimos cómo Suiza ha sobrevivido a infiernos, minaretes y espionaje. Ahora ha llegado el momento de ver una de las páginas más doradas de la historia, cuando se vio que el coraje está en el ADN de Turquía.

Recomendación musical 1

A finales de la década de 1990, en todo el mundo se hizo popular una canción que traía una serie de besos. En el video un hombre huía por las calles desesperadamente ante tantas mujeres que lo perseguían. En Hispanoamérica fue conocida como «La canción del beso», pero su nombre real fue Şımarık. Quien cantaba era Tarkan. Gracias a él, el türk pop fue conocido en el mundo entero. Produce un efecto similar a Elvis Presley allá en Turquía. Hincha apasionado del Fenerbahçe, también se contagió de la fiebre del futbol que asoló a Turquía en el mundial del 2002. Cambió la letra a una canción de su álbum Karma llamada Taş y el resultado fue Bir oluruz yolunda (Estamos unidos en tu camino).

Vamos al tema de esta semana.

Turquía, valentía garantizada

«Die türkischen Soldaten haben sehr viel Mut, für ihr Land würden sie ohne Bedenken in den Krieg ziehen und wenn es nötig ist, dafür sterben».

(Los soldados turcos tienen muchísimo valor. Irían a la guerra por su patria sin pensarlo, y morirían por ella de ser necesario).

Albert Einstein, físico alemán

» Donnez-moi une armée composée de soldats turcs. J’envahirais le monde. Les Turcs sont mortels mais invincibles «.

(Denme un ejército de soldados turcos y conquistaré el mundo. Los turcos son mortales, pero invencibles)

Napoleón Bonaparte, estadista francés

«Siate amici dei turchi, mai nemici»

(Sean amigos de los turcos, mas nunca enemigos)

Gianni de Michelis, político italiano

«Turks are masters of destroying and creating countries. They not only turned countries upside down, they turned continents upside down and destroyed hegemonies that were very difficult to destroy.
History learned so much from the Turks. There are such monuments that came from their hands; they are ornaments of civilization».

(Los turcos son expertos en destruir y crear países. No sólo hay volteado países, sino continentes, y han destruido hegemonías que eran difíciles de destruir.
La historia aprendió muchísimo de los turcos. Hay monumentos tales que salieron de sus manos, son ornamentos de la civilización).

William Martin, comandante británico

«Турки обладают не только безграничной храбростью, но и интеллектом волшебника, оглушающего волю. Турки одерживали победы над победами и создавали цивилизации над цивилизациями, используя этот разум и оказывая самую почетную услугу человеческой цивилизации. В противном случае они не смогли бы править половиной Европы».

(Los turcos no solamente tienen infinita valentía, también la inteligencia de un mago que supera las voluntades. Los turcos siguieron cosechando victoria tras victoria y crearon civilización tras civilización, usando dicha sabiduría y dándole el servicio más honorable a la civilización humana. De otro modo no hubieran podido dominar media Europa)

Tsarnaev, comandante ruso

Estas son solamente algunas de las frases que se dice de la valentía de los turcos. He recopilado de varios idiomas y están de acuerdo: el turco es valiente. Herederos de pueblos túrquicos que surgieron de Asia Central, se establecieron en Anatolia. Cuando lograron tomar la impenetrable Constantinopla en 1453, no los pudieron parar. El Imperio Otomano fue siempre garantía de valentía en el campo de batalla. Como aliados eran valiosísimos, como enemigos jamás eran subestimados.

Esa valentía otomana corre en la sangre de los turcos actualmente. Ha permeado en la práctica del deporte, y en futbol se asocia a Turquía con una valentía. No califican muy seguido a competencias, pero son un rival que sorprende cuando se meten a las fases finales. Te menciono las campañas que han hecho:

  • 30Mundial de Suiza 1954. Turquía logró calificar eliminando a España, semifinalista cuatro años antes. Lograron anotarle el primer gol a Alemania Occidental y le perforaron siete veces la cabaña a Corea del Sur.
  • Eurocopa Inglaterra 1996. Sí, perdieron los tres duelos, pero uno de ellos fue inolvidable. Era el debut contra Croacia y pintaba para un empate sin goles. En eso, Goran Vlaović tomó el balón en media cancha para un contragolpe. Su defensor era Alpay Özalan. Özalan pudo haberle cometido falta, pero no lo hizo, sino que lo siguió, pero no detuvo a Vlaović, quien anotó el gol con el que Croacia ganó. La FIFA tomó nota y le otorgó a Özalan el primer premio Fair Play de la historia.
  • Eurocopa Países Bajos-Bélgica 2000. Dieron de qué hablar al principio, cuando le complicaron las cosas a Italia en su debut (perdieron 1-2). Tras un empate sin goles, lograron eliminar contra todos los pronósticos a Bélgica ante un Estadio Rey Balduino repleto. Cayeron en cuartos de final ante Portugal.
  • Mundial Corea del Sur-Japón 2002. Después de 48 años, Turquía estaba de vuelta en un mundial. Lograron estar en segundo lugar de su grupo, y ahí empezó la magia. Dejó fuera al anfitrión Japón en octavos de final, le puso un alto a la sensación Senegal, solamente un clavado en el área de Cafú los derrotó en semifinal, y vencieron al otro anfitrión Corea del Sur para quedarse con la medalla de bronce. Hakan Şükür metió el gol más rápido en la historia del mundial.
  • Copa Confederaciones Francia 2003. El gran papel anterior le valió que la FIFA lo invitara a este selecto torneo. Debutó con una victoria sobre Estados Unidos, luego perdió en el último minuto con Camerún. El partido siguiente logró la proeza de eliminar a Brasil con un empate y vengar sus dos derrotas del año anterior. Le hicieron un partido digno a la anfitriona Francia y terminaron de nuevo en tercer lugar al derrotar a Colombia. El protagonista fue Tuncay Şanlı, que ganó el balón de plata y la bota de plata por anotar tres goles.
  • Eurocopa 2016. Quizá la única excepción en este conteo. Tras perder con Croacia (0-1) y España (0-3), pudo conservar la esperanza de colarse a octavos de final como uno de los mejores terceros al ganar 2-0 a Chequia. Para su mala suerte, no contaban con que Irlanda les haría la travesura al ganar a Italia en otro grupo, y así los turcos salieron por la puerta de atrás de última hora a cinco minutos del final.

En este relato, hablaré de la mayor epopeya de la historia del futbol turco. Una historia que no duró un mes, sino que empezó desde septiembre de 2006. Una historia donde humillaron a su más grande enemigo y donde sobrevivieron a un infierno helado. Una historia sobre la determinación de un país que nunca se dio por vencido. Una historia sobre un equipo que iba sin miedo al campo de batalla, por muchas bajas que tuviera. Una historia de una selección denominada «los reyes de las remontadas». Te presento a Turquía en la Eurocopa Suiza-Austria 2008.

El inicio de la epopeya: eliminatorias a la Euro 2008

Turquía quería resarcirse después de perder los pasajes en los repechajes a Portugal en 2004 y a Alemania en 2006. La humillación deportiva frente a Letonia y la violencia descontrolada ante Suiza habían calado hondo en un futbol que merecía mejores resultados.

Así pues, se dispusieron a calificar a la Eurocopa que se disputaría en la cordillera de los Alpes. Sí, Suiza y Austria albergarían la máxima competencia continental para selecciones. Ahora les tocaba estar en el bombo 2 para el sorteo a las eliminatorias, el cual se realizó el 26 de enero de 2006, en Montreux, sede de un festival anual prestigioso de jazz.

Turquía volvió a sonreír. Le tocó un grupo de algún modo accesible, el C. ¿Quiénes estaban ahí? De menor a mayor ránking: Malta, Moldavia, Hungría, Bosnia-Herzegovina, Noruega… ¡y Grecia! Ahora el formato era simple: todos contra todos a dos vueltas y a la Euro entrarían los dos mejores de cada grupo. ¡Era momento de olvidarse de los malditos repechajes!

¡Otra vez habría guerra civil en el mar Egeo! Malta y Moldavia eran meras comparsas, al igual que Bosnia-Herzegovina. Hungría estaba en la mediocridad. Solamente había que tener cuidado con Ole Gunnar Solskjær, John Arne Riise y John Carew, la triada noruega que estaba en la Premier League.

Ahora bien, la vez pasada te mencioné que la violencia contra Suiza le costó cara a Turquía. Debía jugar tres partidos a puerta cerrada y en una sede neutra. Para no sentir que estaban fuera de casa, la Federación Turca escogió jugar en Alemania, concretamente en el Commerz-Bank Arena de Fráncfort. Los turcoalemanes seguramente harían barullo fuera (¿quieres saber cómo es el futbol de los turcos en Alemania? Haz clic aquí).

Todo parecía estar listo, pero Grecia casi arruinó la revancha. Los conservadores regresaron al poder en Atenas en 2004 y quisieron empezar de cero. El ministro de deportes Georgios Orfanos (Γιώργος Ορφανός) quiso poner en orden a la Federación Helénica de Futbol, causando conflictos con su presidente Vassilis Gagatsis (Βασσίλης Γαγάτσις). Constantemente se estuvo metiendo en sus decisiones. La FIFA lo supo, y mientras todo mundo tenía los ojos puestos en quién era campeón del mundo en Alemania, suspendió al futbol griego el 3 de julio de 2006. Fueron 10 días de incertidumbre hasta que el gobierno griego tuvo que recular. Grecia ya podía jugar.

Septiembre de 2006. Primera fecha FIFA. Turquía tenía jornada libre, pero Fatih Terim había tenido un calentamiento ligero el mes anterior ante Luxemburgo, que ganó sin mucho ruido (1-0). El debut vendría el 6 de septiembre, cuando ganaron en «casa» sin mayor problema ante Malta 2-0.

 

Partido contra Malta

En la fecha siguiente, todavía tenía un calendario tranquilo y debía certificar las victorias, toda vez que griegos y noruegos se enfrentaban entre sí y los últimos descansaban en la siguiente fecha. Primero tenía una cita en Budapest el 7 de octubre. Hungría no fue un rival tan fuerte en casa, y Turquía sobrellevó las cosas para ganar 1-0. Cuatro días después volvía a Fráncfort y ahí vapuleó a Moldavia 5-0. Grecia y Turquía estaban empatadas en la cima con tres victorias.

Para cerrar bien el año, fue a Italia a jugar un amistoso y le plantó cara al campeón del mundo (empate a 1). Los chicos de Terim habían tenido un buen 2006. Lástima que no abrieron bien el 2007. Perdieron 1-0 en un amistoso en Georgia.

En marzo venía el partido clave para el grupo. Era Grecia-Turquía, el duelo más picante entre ambos. Se revivían viejas heridas: el dominio de los otomanos durante tres siglos, la independencia griega en 1821, las guerras continuas en el siglo XIX, la frustración del sueño de la Gran Grecia en 1919, la partición de Chipre (ya hablé de eso en su momento)… era el partido que no se debía perder. La sede sería el estadio Karaiskakis (Στάδιο Καραϊσκάκης), casa del Olympiacos. Grecia empezó ganando con gol de Sotirios Kyrgiakos (Σωτήριος Κυργιάκος) al 5′, pero Turquía empató con gol de Tuncay Şanlı (27′) y se fueron al descanso así. El segundo tiempo Turquía se conectó, Grecia cometió sus errores. El resultado fue un 4-1 con goles de Gökhan Ünal (55′), Tümer Metin y Gökdeniz Karadeniz. ¡Turquía había humillado a los griegos ante su gente! Hasta la fecha ese marcador es una cicatriz en su historia.

Tal parece que esa victoria causó una resaca muy fuerte en su tercer y último partido en Fráncfort. Era el descanso, y los noruegos ganaban 2-0 y no se veía por dónde ganar. Tuvo que llegar uno de esos alemanes llamado Hamit Altıntop para rescatar el partido, con complicidad del portero noruego. Primero al 72′, y luego en el tiempo de compensación. ¡Por los pelos! Turquía seguía siendo líder, y tenía una ventaja de un gol sobre Grecia.

Llegaba la fecha FIFA de Junio. Ahora tocaba visitar el viejo territorio otomano en los Balcanes, Bosnia-Herzegovina. Fue un partido muy complicado, y los bosnios empezaban a ganarse el respeto del futbol europeo como una selección rocosa. Finalmente pertenecían a Yugoslavia, algo se les tenía que haber quedado. En este partido debutó un joven prodigio que andaba en el futbol checo y acababa de firmar con el Wolfsburg de la Bundesliga. Su nombre era Edin Džeko. Ese día metió gol. A diferencia del otro partido, ahora Turquía lo perdió en el último minuto 3-2. No solamente perdió el partido, también el liderato, que fue recuperado por los griegos.

 

Afición en Sarajevo

Como Turquía tenía fecha libre, debían aprovechar y pactaron un amistoso contra Brasil en Dortumd. Ante un sinodal como Brasil, Turquía hizo gala de su garra y arrancó un empate a cero. Por desgracia, por los resultados, la ventaja sobre Noruega se había reducido a un punto. En agosto, otro amistoso pactado que dio al traste con esa imagen digna, al perder 2-0 con Rumania en Bucarest. Eso no era una muy buena señal.

Septiembre de 2017. Tocaba un partido en apariencia sencillo ante Malta en Ta’ Qali. Eran tres puntos garantizados para no perder el paso de la punta. Co nlo que no contaban es que Malta ya le había pegado a Hungría y Turquía apenas arañó un empate a dos, lo que causó que Noruega se adueñara de la segunda plaza.

 

Partido contra Malta

Lo bueno es que el siguiente partido ya era en Turquía con público, y Hungría parecía demasiado endeble para recuperar el buen paso. Había que aprovechar que Grecia y Noruega se enfrentaban. Turquía cumplió al ganar 3-0. La noticia es que Noruega empató, y la segunda plaza estaba de vuelta.

 

Partido contra Hungría

Llegaba la recta final. Noruega tenía jornada libre y Turquía viajaba a Chisinau a medirse a Moldavia. Era otra oportunidad de afianzarse en zona de clasificación. Y Turquía volvió a desaprovechar. Apenas empató a un gol con un rival que jamás había pintado en el futbol. ¡A comerse las uñas!

 

Partido contra Moldavia

El siguiente partido era contra los griegos en Estambul… la antigua Constantinopla. Sí, en la ciudad que perdieron los bizantinos, en la ciudad de la vieja catedral de Santa Sofía. Este fue un partido muy disputado. Turquía tenía que ganar para no complicarse. Metió gol Grecia (Amanatidis (Ιωάννης Αμανατίδης) al 79′), y Turquía se fue al ataque. Pegó una en el palo. Al final, Grecia ganó 1-0. Con ese resultado no solamente Grecia amarró su boleto a la Euro; Turquía caía al tercer puesto, a dos puntos de Noruega. El siguiente partido de los turcos era en Oslo ante Noruega. No servía otro resultado que no fuera una victoria, porque Noruega cerraba en Malta. ¡A sudar sangre como de costumbre!

Había llegado el 17 de noviembre. Era la fecha clave. El escenario era el Ullevaal. No era invierno, pero Oslo ya tenía temperaturas gélidas. Turquía ahora se metía en el último círculo del infierno de Dante, allá donde no había calor. Fue un partido igual de disputado. Noruega empezó ganando con gol de Hagen apenas al minuto 12, y Turquía se lanzó al ataque como un antiguo ejército otomano. El esfuerzo dio resultado, Turquía remontó con goles de Nihat y Emre y así consiguió una victoria 2-1 que supo a oro.

 

Partido contra Noruega

De nuevo estaban en la segunda posición, y ahora tenían la sartén por el mango. Recibían a Bosnia-Herzegovina en Estambul. Un solitario gol de Nihat Kahveci a dos minutos de acabar la primera mitad fue suficiente para que Turquía clasificara a la Eurocopa en una eliminatoria muy similar a una montaña rusa.

Sorteo

Ya estaban los 14 invitados a la mesa que se pondría en Suiza y Austria. Era hora de ponerse serios y realizar el sorteo. La fecha era el 2 de diciembre de 2007, el lugar era el Centro Cultural y de Convenciones en Lucerna. Los 16 equipos se dividirían en cuatro grupos de cuatro equipos. Por ello había que dividir los equipos en cuatro bombos de acuerdo con el ránking de la UEFA.

Los anfitriones iban al bombo uno, a pesar de su coeficiente bajo que los dejaba en el lugar 20 (Suiza) y 27 (Austria). El otro integrante era el campeón, Grecia (lugar 11) y finalmente el último cabeza de serie era Países Bajos, el mejor de la lista. Turquía estaba en lugar 14, apenas arriba de Rusia. Por ello, ocupaba el último bombo con Polonia (12)… ¡y Francia (13)! ¡Otra vez a sufrir con el sorteo! La buena noticia es que los cabezas de serie no eran tan pesados (salvo Países Bajos), la mala es que en los otros bombos había escuadras mucho más peligrosas.

 

Sorteo de Eurocopa 2008 (FABRICE COFFRINI/AFP/Getty Images)

Ahora a Turquía le tocó un grupo bravo, el A, en territorio suizo. ¿Quiénes eran sus rivales?

  • Portugal. La escuadra lusitana tenía ansias de la revancha tras haber perdido la final de la Eurocopa en casa, y venía de colarse a semifinales en el mundial anterior. En ese ejército partían soldados como Ricardo Carvalho del Chelsea, Raul Meireles del Porto, Nani del Manchester United… y contaban con un jugador destinado a pertenecer al Olimpo, un joven de 23 años llamado Cristiano Ronaldo.
  • Suiza. Era el anfitrión. En cuanto Turquía cayó en este grupo, todo mundo recordó la rebambaramba bochornosa de Estambul. ¡Ahora venía un partido con esos carniceros! Y para colmo, en Suiza jugaban tres turcos: Gökhan İnler, Hakan Yakın y Eren Derdiyok. No eran los únicos: ahí estaban Philippe Senderos y Johann Djourou (Arsenal), Alexander Frei (Borussia Dortmund), más una promesa en el Manchester City, Gelson Fernandes.
  • Chequia. Definitivamente un animador de la fiesta que de no haberse topado con un muro griego habría tenido serias posibilidades de proclamarse campeón de Europa hacía cuatro años. Tras un mundial por demás decepcionante, no se podían permitir salir en fase de grupos de nueva cuenta, sobre todo si miras a figuras como Zdeněk Grygera (Juventus), al gran Petr Čech (Chelsea), al gigantón Jan Koller (2,02 m), a Marek Jankulovski (Milán), a Milan Baroš (Lyon) y a Tomáš Ujfaluši (Fiorentina).

Para las casas de apuesta, Turquía era el menos favorito para llevarse a casa el trofeo; sus posibilidades eran 1 en 500. Los expertos de futbol alrededor del mundo vaticinaban que los turcos ya habían hecho lo suficiente con colarse a la Eurocopa, y en el mejor de los casos arañarían uno o dos puntos para terminar en el fondo del grupo.

Preparativos

La relación de los turcos con su selección era una montaña rusa de emociones, y el responsable de esto en buena parte era Fatih Terim. Autodenominado İmperator (el Emperador), alguna vez dijo que había 365 miembros en el Parlamento Turco, y él era uno de ellos.

 

Fatih Terim

Se lo había ganado por méritos propios. Llevó al Galatasaray a ganar cuatro ligas, dos copas y le trajo a Turquía la Copa UEFA en 2000. Su currículum se extendía con sus estadías en la serie A, la Fiorentina y el Milán. La cuestión es que la selección turca se le caía en los momentos clave. Él estaba en el banquillo cuando Turquía llegó a la Euro de 1996 y salió sin ningún punto.

Sus formaciones y sus rotaciones eran los responsables de las eliminatorias bastantes inconsistentes. Sus principales detractores le achacaban que no convocara a los más experimentados, sino a los más leales. Para muestra, los dos amistosos que disputó Turquía al iniciar el 2008. Tuvo un meritorio empate sin tantos contra Suecia en Estambul en febrero, para que esa aceptable imagen fuera tirada por la borda al mes siguiente con un empate a 2 en Minsk. Sin embargo, el Fenerbahçe logró meterse a cuartos de final en Champions League, algo que muchos consideraban como una buena señal.

El 11 de mayo, Fatih Terim anunció una lista preliminar con 27 nombres:

  • Porteros: Volkan Demirel, Rüştü Reçber y Tolga Zengin.
  • Defensas: Gökhan Gönül, Sabri Sarıoğlu, Gökhan Zan, İbrahim Kaş, Emre Aşık, Servet Çetin, Hakan Kadir Balta, Uğur Boral y Emre Güngör.
  • Mediocampistas: Mehmet Aurélio, Mehmet Topal, Emre Belözoğlu, Tümer Metin, Yıldıray Baştürk, Hamit Altıntop, Ayhan Akman, Arda Turan, Tuncay Şanlı y Colin-Kazım Richards.
  • Delanteros: Gökdeniz Karadeniz, Nihat Kahveci, Halil Altıntop, Semih Şentürk y Mevlüt Erdinç.

Los aficionados turcos protestaron. ¡¿Como por qué dejas fuera a Hakan Şükür, Fatih?! Merecía una despedida por todo lo alto y sus goles serían vitales para las aspiraciones de Turquía. También dejó fuera a Fatih Tekke. El que estuviera en la final de la Copa UEFA con el Zenit de San Petersburgo no fue suficiente para que Terim tomara en cuenta al Sultán.

 

Fatih Tekke

No todo eran quejas. Turquía podía estar tranquila con una buena línea media. Ahí estaban hombres como el confiable Tuncay, que le había caído al Middlesbrough como anillo al dedo en su primera temporada en la Premier League. Otro presente era el brasileño de acero Mehmet Aurélio, responsable de que el Fenerbahçe hubiese llegado tan lejos en Champions. Del Galatasaray venía un joven de 21 años, que subía y bajaba con gran libertad y era temido por su fiereza. Su nombre era Arda Turan. También estaba Emre Belözoğlu, pero su temporada con el Newcastle estaba siendo una pesadilla por haber perdido la titularidad con Kevin Keegan. Eso contrastaba con el temporadón que se había aventado Hamit con el Bayern: campeón y regular con los bávaros.

 

Arda Turan

Aunque había dudas con la defensa, estaban Gönül y Çetin. Pero la delantera también era prometedora a pesar de las bajas antes mencionadas: llegó Karadeniz, que estaba llevando al Rubin Kazan a buen puerto. Del talento de la Süperlig estaba el máximo goleador de esa temporada, Semih Şentürk. Y ahí estaba también Nihat Kahveci, que estaba tomando su segundo aire en el Villarreal, con una temporada donde se transformó en el goleador del Submarino Amarillo.

 

Nihat Kahveci

El primer partido de preparación fue el 20 de mayo ante Eslovaquia en la «inexistente» Bielefeld. Fatih se dio el lujo de probar una escuadra por cada tiempo. La que estuvo disputando el complemento demostró una mayor posesión de pelota, traducido en un gol al minuto 63′ por parte de Balta. El resultado fue un apretado triunfo por la mínima.

Cuatro días después, llegaron las malas noticias. Gokhan Gönül sufrió una contusión en el segundo metatarso del pie derecho y se veía obligado a bajarse del barco. No había tiempo que perder, porque al día siguiente había un amistoso frente a los uruguayos en Bochum. Terim aquí le dio una chance a Halil Altıntop, que estaba recuperado de su lesión. Arda Turan y Nihat Kahveci ilusionaron con sus incursiones en el área de los uruguayos y cada uno mojó: Arda al 13′, Nihat al 51′, pero de nuevo la defensa se puso nerviosa, ahora por la presencia de Edson Cavani y Luis Suárez y concedió dos penales, que causaron que Turquía sufriera una derrota 3-2.

 

Partido contra Uruguay

Con esos dos amistosos, Terim tuvo bastante evidencia para anunciar su lista final de 23. De nuevo desperó la polémica. Había cortado a Halil Altıntop y a Baştürk, el dúo turcogermano. El sacrificado final fue İbrahim Kaş. Así quedó:

Número Nombre Posición Equipo
1 Rüştü Reçber Portero Beşiktaş
2 Servet Çetin Defensa Galatasaray
3 Hakan Kadir Balta Defensa Galatasaray
4 Gökhan Zan Defensa Beşiktaş
5 Emre Belözoğlu (c) Medio Newcastle United (Inglaterra)
6 Mehmet Topal Medio Galatasaray
7 Mehmet Aurélio Medio Fenerbahçe
8 Nihat Kahveci Delantero Villarreal (España)
9 Semih Şentürk Delantero Fenerbahçe
10 Gökdeniz Karadeniz Delantero Rubin Kazan (Rusia)
11 Tümer Metin Medio Larissa (Grecia)
12 Tolga Zengin Portero Trabzonspor
13 Emre Güngör Defensa Galatasaray
14 Arda Turan Medio Galatasaray
15 Emre Aşık Defensa Ankaraspor
16 Uğur Boral Defensa Fenerbahçe
17 Tuncay Şanlı Medio Middlesbrough (Inglaterra)
18 Colin-Kazım Richards Medio Fenerbahçe
19 Ayhan Akman Medio Galatasaray
20 Sabri Sarıoğlu Defensa Galatasaray
21 Mevlüt Erdinç Delantero Sochaux (Francia)
22 Halil Altıntop Medio Bayern Múnich (Alemania)
23 Volkan Demirel Portero Fenerbahçe

No era una mala lista, pero despertaba alarmas el hecho de que la delantera no estuviera tan completa. La defensa aún seguía siendo el punto débil, pero una de las mayores virtudes de Terim era que lograba sacar lo mejor de cada hombre que vestía la camiseta de la selección. ¡Había que confiar en el Emperador!

Para adquirir confianza, tuvieron un amistoso más contra Finlandia el 29 de mayo en Duisburgo. No tuvo mayores problemas para ganar 2-0. Turquía se reportaba lista y viajó a Suiza.

 

Partido contra Finlandia

Desde el principio la Federación Turca hizo bien su tarea. Analizó que disputarían dos juegos en Ginebra y escogió como campamento el precioso pueblo de Bellevue, bendecida con una vista idílica al Lago de Ginebra. Se encontraba a 6,5 km de Ginebra y aquí convivía el lujo de Richemont con el centro del CERN, la meca mundial de las investigaciones nucleares.

 

Bellevue, Suiza

Nadie en el mundo esperaba de Turquía más que una participación anecdótica. En Turquía estaban los pesimistas que concordaban con el mal agüero, y los optimistas que mantenían la fe intacta diciendo «İnşallah!». «Yolun açık olsun, Türkiye!» (¡Que tu camino siga siendo claro, Turquía!).

Debut con el pie izquierdo ante Portugal

7 de junio. El escenario era el estadio de Ginebra, casa del Servette. Turquía debutaba contra Portugal.

Fatih Terim salió con un 4-3-2-1, con Volkan en la portería, una defensa con Gökhan Zan y Servet como centrales, Hakan Balta en la banda izquierda, ¡y Hamit en la banda derecha! La media prometía con Emre Belözoğlu, apoyado por el brasileño Mehmet Aurélio y el inglés Colin-Kazım Richards. De volantes estaban Erdinç y Tuncay, que servirían a Nihat solo en la punta.

Por su parte, Portugal estaba con un ojo puesto en la guerra que tenían el Manchester United y Real Madrid por Cristiano Ronaldo. Esperaba que eso no contaminara el ambiente del grupo; afortunadamente, Luis Felipe Scolari era un experto en gestionar un vestidor así. Felipão dispuso un 4-2-3-1. Ricardo era el portero. La defensa estaba conformada por José Bosingwa, Pepe, Ricardo Carvalho y Paulo Ferreira. En la segunda línea teníamos el dúo dinámico entre Petit y João Moutinho. Para darle frescura al ataque, puso en el centro a Deco y como extremos a Simão (izquierda) y Cristiano Ronaldo (derecha) para servir a Nuno Gomes.

 

Luis Felipe Scolari con CR7

El trámite del encuentro fue el esperado. Turquía salió de blanco y consciente de su inferioridad, optó por esperar a la contra y de ahí optar por latigazos gracias a las incorporaciones de Tuncay y Hamit. Si los turcos anotaban primero, ya estaban del otro lado. Era el escenario perfecto para que Portugal enseñara el músculo con base en la posesión del balón y controlara las acciones. Lo único peligroso de Turquía fueron tiros libres de Nihat, única llave para hacer daño. Portugal casi se fue con ventaja al descanso, pero el travesaño les negó los goles a Simão (26′) y Cristiano Ronaldo (37′).

Para el segundo tiempo, Terim sustituyó a Sarıoğlu por Erdinç y al 55′ Gökhan Zan por Emre Aşık, pero no lograron la revulsión necesaria. Portugal llegaba y llegaba. Era cuestión de tiempo para que se abriera el ostión, y fue Pepe al 61′ que se sumó al ataque, armó una pared con Nuno Gomes. Disparó ante la infructuosa barrida de un defensor turco. Gol de Portugal. 1-0. Turquía ya no tuvo capacidad de reacción, menos con el ingreso de Raul Meireles por Simão. Los contragolpes portugueses fueron todavía más venenosos, hasta que al 92′ cosecharon un gol con una linda jugada entre João Moutinho y Cristiano Ronaldo que remató Raul Meireles. Portugal 2, Turquía 0.

En su conferencia de prensa, Terim reconoció la superioridad lusitana y las pérdidas de balón en mediocampo, lo que dificultó las cosas. No respondió al mayor cuestionamiento… ¿por qué dejó a Arda Turan en la banca para este partido? Haya sido como haya sido, Turquía empezaba con el pie izquierdo y ya se había agotado su margen de error.

Respuesta furiosa ante los locales

La siguiente prueba era la más peligrosa, Suiza. Los anfitriones también habían pinchado en su baile inicial ante los checos, 3-1, y ahora estaban obligados a dar un mejor papel. Turquía debía desplazarse a Basilea, concretamente el St-Jakob Park, casa del Basel. Si Turquía perdía, era el adiós. Encima, los turcos tenían la baja de Emre Belözoğlu por un tirón en el entrenamiento el 10 de junio.

En los medios suizos y turcos se hacía constante referencia a la vergüenza de Estambul. Sí, Suiza era el anfitrión, pero no hay que olvidar que en Basilea se encuentra la mayor comunidad musulmana. Era un duelo de urgidos por una victoria. Y encima era un duelo especial para el trío de turcos en la selección suiza: İnler, Yakın y Derdiyok. Suiza también estaba obligada a ganar. Un empate no les servía de nada, tomando en cuenta que cerraban contra Portugal.

11 de junio. St. Jakob-Park. 20:30 horas. Había lluvia torrencial que había encharcado el césped de Basilea. Ambos equipos sabían que Portugal había ganado 3-1 a los checos, y si Suiza perdía, matemáticamente quedaba fuera.

Terim seguía en plan impredecible, y ahora mandaba un rombo de cuatro en el medio campo con dos hombres en la punta. Decidió meter de inicio a sus arietes en la media Karadeniz y Arda, más a Tümer por Erdinç. La alineación era: Volkan; Hakan Balta, Servet, Emre Aşık y Hamit; el rombo con Arda y Karadeniz, Mehmet Aurélio de contención y Tümer como falso nueve. Y la punta era Nihat y Tuncay.

¿Qué escogió Kobi Kühn para Suiza? Optó por un 4-4-2 conservador, con la novedad de Vonlanthen en lugar de Barnetta como extremo izquierdo y un cambio de posiciones entre Ilner y Fernandes. También en la delantera llegaban los refuerzos turcos en vez del binomio Streller-Frei. La alineación era como seguía: Benaglio; Magnin, Senderos, Müller y Lichtsteiner; Vonlanthen, Inler, Fernandes y Behrami; Derdiyok y Yakın. (Derdiyok jugaba ligeramente adelantado).

El primer tiempo fue prácticamente un encuentro de waterpolo bajo la lluvia torrencial de Basilea. Eso dictó las condiciones del juego y frustró los planes de Terim de jugar a la latinoamericana. Con su estilo de juego parsimonioso, Suiza era la clara beneficiada por tanta agua. Es cierto que casi se va abajo con un tiro libro de Nihat, pero tres minutos más tarde (32′) se armó la fiesta turca-suiza. Derdiyok se escapó por la banda derecha, y burló a Volkan que salió a tapar. En lugar de seguir, mandó un servicio ligeramente amortiguado por el lodo de Volkan, pero Yakın llegó primero y empujó el balón. 1-0. Suiza festejaba, pero Yakın no, por respeto a la patria de sus padres.

Los aficionados turcos estaban resignados. Por las mente les aparecían flashbacks terroríficos de 1996. Una derrota y se verían obligados a hacer las maletas con la cola entre las patas. Para suerte de Turquía, la lluvia amainó un poco antes del descanso.

El segundo tiempo fue testigo de una resurrección. Karadeniz, decepcionante, dejó paso a Semih, y Tümer ahora le daba paso a Mehmet Topal, para hacer un 4-3-3 que demostraba ir por todo. Turquía salió con un brío renovado y los revulsivos ahora sí dieron resultados. Los pases ahora sí fluyeron cortesía del drenaje del campo. El vendaval encontró su premio al 55′, cuando un centro venenoso de Arda Turan encontró la cabeza de Semih y el remate no pudo ser tapado por Benaglio. 1-1 y la vida empezaba de nuevo.

 

(Laurence Griffiths/Getty Images)

El juego se abrió. Hakan Balta tiñó de sangre su camiseta blanca por un choque. Kühn ingresó a Cabanas para llevarse el juego, pero Volkan se comportó a la altura y estuvo impasable. Todo llegó al tiempo de compensación. Arda Turan tomó el balón desde su posición, reculó ligeramente ante la presencia de Lichsteiner y Behrami. Disparó, el balón se desvió en Müller y desembocó en la portería. Suiza 1, Turquía 2.

El viejo conocido Ľuboš Micheľ pitó el final. Todos los turcos estaban extasiados porque se aferraban a la vida. Suiza estaba eliminada de su competencia. Terim fue tajante: «La Euro comenzó esta noche para nosotros». El héroe de la noche era Arda Turan, y el joven de 24 años irrumpía descaradamente en la palestra mundial. Había solamente una nube pequeña: seis pintados de amarillo (Gökhan Zan, Richards, Sabri, Hakan Balta, Mehmet Aurélio y Tuncay). Eso era demasiado.

Chequia: un guion digno de Hollywood

El último partido de Turquía era ante los checos, en un duelo de matar o morir para quedarse con el último boleto a cuartos de final. El que ganaba se iba a Viena a jugar, el que perdía regresaba a casa. Si vemos en el grupo, ambos contaban con tres unidades, tenían dos goles a favor y habían recibido tres tantos. En caso de empate, se decidiría al clasificado en serie de penales. Había especial tensión por el estado de Gökhan Zan y Servet.

15 de junio. Estadio de Ginebra. Turquía se jugaba el pase frente a Chequia. Terim esta vez fue pragmático y salió con un 4-4-2 de esta manera: Volka; Hakan Balta, Servet, Emre Güngör y Hamit; Tuncay, Arda, Aurélio y Topal. Semit y Nihat iban en punta. Sí, Semih, Arda y Topal se ganaron la confianza de Terim, causando que ahora Tuncay pudiera apoyar en la media y Semih estuviera cómodo como pareja de Nihat.

¿Qué esperar de los checos? Karel Brückner confiaba en su formación inicial y no varió su esquema de 4-5-1. En la portería estaba Čech. Luego teníamos una línea de cuatro con Grygera, Ujfaluši, Rozehnal y Jankulovski por la derecha, como en el Milán. Galásek era la contención que brindaba seguridad a la media formada por Matějovský y Polák. El extremo izquierdo era Sionko, de buena temporada en el futbol danés y Plašil iba en la derecha. En punta partía Koller para horadar la cabaña turca con su descomunal altura.

 

Karel Brückner (ETIBOR KERN)

Empezó el duelo. La consigna de Chequia era clara: Ujfaluši lanzaba Sionkobalones que paraban en Sionko y Plašil para servir a Koller. Los acompañaba la estadística y el estatus de hombre por hombre. No había que preocuparse de los delanteros turcos. Ahí estaba Čech que seguía en gran plan con el Chelsea. Era cuestión de tiempo para que los checos se fueran arriba, y así fue a través de Koller al 34′ gracias a un centro de Grygera. Sonreían los checos: nunca habían perdido ningún encuentro cuando Koller mojaba. Los turcos volvían a estar al borde de la cornisa.

Para el segundo tiempo, Turquía metió a Sabri para probar en lugar de Semih. De nuevo la actitud turca para no rendirse era plausible. Richards venía en lugar de Topal. Cualquier medida era buena para encontrar el empate… pero Chequia pegó al 62′ con una volea de Sionko rematada por Plašil y que Volkan no logró detener. 0-2.

 

(Foto de Lars Baron/Bongarts/Getty Images)

Los checos recularon, confiados en que ya estaban del otro lado. ¡Grave error! Turquía empezó a empujar con tesón y consiguió hacerse del balón. Por fin Hamit mostró lo que había aprendido con los bávaros, se lanzó al ataque y desde la derecha lanzó un centro que topó a Arda y al 75′ Turquía descontaba. 1-2.

Hamit seguía en plan grande, hurgando por la derecha. Jankulovski simplemente no podía con él. Al 87′ lanzó un centro que lucía sencillo para las manos de Čech, pero en el peor momento mostró que era humano. Soltó el balón y Nihat lo pateó. 2-2. ¡Nadie lo podía creer!

Faltaba lo mejor. 89′. Siguiente ataque de los turcos. De nuevo Hamit, ahora en el centro. Ahora fue un pase filtrado que encontró a Nihat que batió la cabaña checa con un balón que entró de campana. Turquía 3, Chequia 2. Europa atestiguaba una nueva voltereta turca. Todo era felicidad del lado turco.

Lástima que hubo algo que empañó la celebración. Al 92′ Volkan fue traicionado por su carácter y respondió a la provocación de Jan Koller en un balón que ya había salido por la línea de meta. El árbitro sueco Peter Fröjdfeldt lo vio y le mostró la tarjeta roja. Tuncay ahora era el portero ante la falta de cambios. No fue necesario. Fröjdfeldt silbó el final. ¡Turquía había logrado una hazaña más y se quedaba con el pase a cuartos! De nuevo los checos salían en fase de grupos.

Ahora Turquía marchaba con cierta confianza a Viena para su cita en cuartos de final. Y ahí recibió malas noticias: Volkan recibió una suspensión de dos juegos, así que se perdía ese encuentro y una posible semifinal. Al quite entraba Rüştü Reçber, el héroe de Asia y medio olvidado en el Barcelona. Mehmet Aurélio también recibió una tarjeta amarilla, y quedaba fuera por acumulación de cartones. Servet y Gökhan Zan estaban en duda. Y además Emre Güngör tuvo un tirón y salió al 63′ lesionado. Turquía iba diezmado. ¿Hasta dónde podría llegar?

Croacia: el ojo del tigre

En una Eurocopa llena de sorpresas, Croacia destacaba. Encuadrada en el grupo B con los austriacos, Alemania y Polonia, tenía un récord de tres victorias. Los nombres eran imponentes: Dario Šimić, Vedran Ćorluka, los hermanos Kovač, Darijo Srna, Ivica Olič y Stipe Pletikosa. El mejor jugador croata tenía 22 años, venía del Dinamo Zagreb y acababa de fichar por el Tottenham: Luka Modrić. Al haber clasificado, Slaven Bilić realizó nueve cambios en su once inicial y llegaba a cuartos descansada. Lo que sí es que Croacia debía salir de azul porque Turquía solamente tenía rojo y blanco como colores disponibles.

20 de junio de 2008. 20:45. El Ernst-Happel Stadion se vestía de gala para recibir un partido de cuartos de final atípico entre Croacia y Turquía. Ya se habían enfrentado en 1996, con victoria croata y un premio Fair Play para Turquía.

Obligado por los cambios, Fatih Terim tuvo que improvisar con un 4-1-3-2. La alineación era Rüştü; Hakan Balta, Emre Aşık, Gökhan Zan y Hamit Altıntop. Ante la baja de Mehmet Aurélio, su tocayo Topal iba a la contención. La media era bastante sólida con Sabri, Tuncay y Arda por la izquierda. En punta estaba Colin-Kazım Richards y Nihat.

¿Cómo los recibía Slaven Bilić? Con un 4-4-2 bastante característico. donde los laterales iban ligeramente adelante y los delanteros estaban asimétricos, con Olić jalando marcas adelante. Así eran los hombres croatas: Pletikosa; Pranjić, Šimunić, R. Kovač y Ćorluka; Rakitić, N. Kovač, Modrić y Srna; Kranjčar y Olić.

Terim dispuso que los turcos tomaran la iniciativa, algo con lo que no estaban tan familiarizados. Dependían en buena manera de los aciertos de Tuncay y los servicios de Altıntop. Croacia esta vez los esperaba con sendos contragolpes y un Modrić que orquestaba el mediocampo con una sabiduría precoz para sus 22 años. La banda izquierda era donde llegaban los ataques croatas a cargo de Pranjić y Rakitić. Olić casi lograba abrir el marcador al 19′, pero estrelló el balón en el travesaño.

El segundo tiempo fue una tónica igual, con Turquía con el control del juego y Croacia a la espera para lastimar con contragolpes. Terim mandó a Boral en lugar de Richards para un 4-2-3-1 y luego regresó 4-1-3-2 cuando metió a Semih en lugar de Topal. Croacia solamente se limitó a un hombre por hombre, con Petrić por Olić. Acabó el tiempo reglamentario, y no hubo goles, pero sí emociones y buen futbol.

Tiempo extra y hubo más drama. Croacia no cambió ni con el ingreso de Klasnić. Terim tuvo que sacar a Nihat, ya tocado por lesión, y metió a Karadeniz a tres minutos de irnos a penales. Todo estaría por explotar.

 

Nihat Kahveci contra Niko Kovač (Achim Scheidemann)

Minuto 119. Srna escapaba ante la barrita infructuosa de Boral. Tuvo que salir de su portería Rüştü para causar que el balón abandonara la línea de meta, pero Modrić peleó hasta el final y mantuvo el balón. Sirvió un centro que Klasnić remató con la portería descubierta. 1-0. ¡Qué coraje! Turquía había resistido, pero una imprudencia injustamente los dejaba fuera… o eso creíamos todos.

Ya era el tiempo de compensación. Era última jugada y Rüştü tenía un tiro libre desde su área, a ver qué sucedía. Toda Turquía aguardaba adelante. Pateó Rüştü, el balón llegó al área croata, pero los centrales no lograron despejar. En la confusión, Semih Şentürk se encontró con el balón muerto y pateó. 1-1. ¡Increíble! Dos goles en tres minutos. Turquía lo volvía a hacer, Semih mandaba callar a los aficionados croatas, los turcos no cabían de gozo y Bilić reclamaba en vano al cuarto árbitro por el tiempo agregado. Si la remontada con los checos había sido un guion de película de Hollywood, este empate in extremis era una epopeya que rivalizaba con la magnum opera de Yaşar Kemal, İnce Memed.

Ahora venían los penales. Cobraba primero Croacia. Modrić era el primero. Pateó a la derecha… por un lado. ¡Un triste final para un partidazo de Luka! Era turno de Arda. No engañó a Plete, pero su disparo iba bien colocado a la izquierda. 0-1. Ahora iba Srna. Tomó vuelo, cobró a la derecha, engañando a Rüştü. Se empataba la tanda. Venía Semih para poner en ventaja a Turquía. Ahora él engañaba a Plete, pero por la izquierda y bien colocado. 1-2. Dibujaba un corazón para la afición. Croacia no quería rezagarse y venía un Ivan Rakitić, convocado por las juveniles de Suiza y ahora en el Schalke 04. Era un momento culmen para el mediocampista de 20 años. Cobró a la izquierda, fuerte, a ras de pasto… y de nuevo a un lado. Fallaba Rakitić, y se abrían las puertas a los turcos. Tomaba el balón Hamit Altıntop. Tomaba vuelo desde el centro. Pateaba a la derecah. Gol. 1-3. La presión ahora era para los croatas; si fallaban, quedaban eliminados. Venía Petrić. Toda la responsabilidad recaía en él. Se preparó, y pateó a la derecha. Rüştü voló, ¡¡¡y atajó!!!

 

(Clive Mason/Getty Images)

Turquía así se metía en semifinales. Rüştü se redimía en cuestión en minutos y le daba el pase impensado en semifinales. Acabábamos de presenciar el mejor juego no solamente de esta Eurocopa, sino de muchas otras más. De pronto aficionados de todo el mundo veían con admiración a unos turcos que jamás se daban por vencidos.

Al día siguiente, los principales periódicos en el mundo relataban la epopeya:

  • «Desde 1683 Viena no recibía una batalla tan épica». ESPN
  • «De la alegría a la tristeza… en tres minutos» Jutarni, de Croacia
  • «Los reyes de las volteretas» The Daily Telegraph, del Reino Unido
  • «La palabra derrota no existe en el vocabulario de los seleccionados turcos» The Times, del Reino Unido
  • «Turquía murió y resucitó por tercera vez» The Sun, Reino Unido
  • «Uno de los partidos más dramáticos en la historia de las Eurocopas» Der Bild, Alemania.
  • «Turquía es como un cuento de hadas» La Gazzetta dello Sport, Italia
  • «El milagro turco continúa», Le Figaro, Francia.
  • «Noche de Eid en Viena», Kronen, Austria.
  • «Alá siempre ayuda a los turcos». Nemzetisport, Hungría.
  • «Manos milagrosas de Turquía» La Nación, Argentina

Turquía debía regresar a Suiza para su cita histórica en semifinales. Los aguardaba Alemania. ¿Serían capaz de dar la campanada y meterse a la final?

El heroísmo contra Alemania

El partido era el 25 de junio. Después de la alegría, venía las preocupaciones en el seno de Terim. Emre Aşık, Tuncay y Arda habían sido amonestados, y por acumulación de tarjetas no podrían jugar la semifinal. Tampoco jugaría el gran Nihat. La lesión sí era seria. Dentro de lo bueno, es que volvía Mehmet Aurélio. Cuatro suspendidos, dos lesionados, tres en duda. En el peor de los casos, Turquía tendría solamente 12 hombres para enfrentar a Alemania. Más cuesta arriba, imposible.

Alemania estaba también descansada y era el amplio favorito para llevarse el trofeo. No contaba con ningún suspendido ni adolecía de jugadores lesionados. Joachin Löw podría enfrentar a Turquía en las mejores condiciones. Luego, teníamos el escenario del partido, Basilea. Aunque había mucho musulmán y mucho turco, el área conurbada de Basilea entraba a territorio alemán. Alemania prácticamente jugaría en casa.

 

Partido contra Austria (Photo by Jamie McDonald/Getty Images)

25 de junio. Estadio de St. Jakob, Basilea. Turquía había llegado demasiado lejos y ahora tenía enfrente a la siempre favorita Alemania. Un cuadro parchado ante uno entero. Un cuadro cenicienta contra uno de la élite. Turquía contra Alemania. Todo estaba listo para una batalla épica. Había esperanzas: Alemania no le ganaba a Turquía desde 1992.

Terim tenía que hacer mucho con poco, y por ello metió un 4-5-1. Solamente tenía cuatro sustitutos, incluyendo el portero Tolga. Emre Belözoğlu podría entrar, pero no garantizaba una buena forma física por su lesión. La alineación era: Rüştü; Hakan Balta, Gökhan Zan, Mehmet Topal y Sabri; Boral, Mehmet Aurélio, Hamit Altıntop, Akan Akman y Colin Kazim-Richards; en la punta estaba Semih. Sustitutos: Tolga, Emre Belözoğlu (o lo que quedaba de él), Tümer, Karadeniz y Erdinç.

Por el lado alemán, Löw recurrió al 4-2-3-1 que le funcionó de maravilla para eliminar a portugueses. Su alineación fue: Lehmann; Lahm, Metzelder, Mertesacker, Friedrich; Rolfes, Hitzlsperger; Podolski, Ballack y Schweinsteiger; en punta, Klose.

Empezó el partido. Turquía tomó la iniciativa, Alemania esperaba. Algo pasaba, pero Richards era un verdadero jenízaro y maltrataba el espacio entre Schweinsteiger y Lahm, quien se equivocó groseramente, pero Lehmann evitó la caída. Todo mundo estaba atónito: Turquía era un animal herido de muerte, y Alemania era presa del exceso de confianza agazapada en su área. Pasó lo inevitable. Al 21′ Semih caminó una vez más por la banda derecha alemana que hacía agua, Richards remató, dio en el travesaño, pero el rebote fue a parar a Uğur Boral. 0-1. ¡Turquía iba a la cabeza!

Por primera vez en el torneo, Turquía ganaba un partido. Eso fue suficiente para que Alemania espabilara. Al 26′ pegó la individualidad. Podolski se asoció con Schweinsteiger para que Basti mandara el balón a las redes venciendo a Rüştü. 1-1. El agua regresaba a su cauce. Alemania se animó a partir de ahí y casi remonta con un remate de Podolski, pero se fue por encima.

El resto del primer tiempo transcurrió con dominio impensado turco y Alemania acorralada. Ese partido era seguido de cerca por varios, y en la tribuna VIP se dejaron ver juntos Abdullah Gül, Michel Platini y Angela Merkel, presidente de Turquía, Secretario General de la UEFA y canciller de Alemania, respectivamente.

 

(OLIVER LANG/AFP via Getty Images)

El segundo tiempo trajo la misma tónica, salvo que al 50′ Sabri derribó a Lahm en el área, y el suizo Massimo Busacca juzgó incorrectamente que no había penal.

Todo transcurría normalmente… hasta que al 58′ los televidentes dejaron de ver el partido. Había tormenta eléctrica en Viena, ciudad de donde se emitía la señal. Todo el mundo quería seguir viendo, pero era imposible. Ante esto, todos los aficionados mejor prendieron la radio. La señal regresó al 72′. Seguía 1-1.

De nuevo se fue la señal al 75’… y regresó al 78′ con Klose celebrando su gol número 41 con la selección alemana. Había caído el 2-1. Todo fue un centro que cabeceó Klose ante la mala salida de Rüştü.

Tutrquía se veía con el escenario acostumbrado. Terim tuvo que quemar las naves, y que entrara Erdinç y Karadeniz por Akman (81′) y Boral (84′), respectivamente. De pronto, todos los turcos enviaban esa energía que corría por su historia engrandecida por Mustafa Kemal Atatürk, por el sultán Mehmet II, por Alp Arslan… Hay un refrán turco que dice: «Her cesur adamın kalbinde bir aslan uyur» (Un león duerme en el corazón de todo hombre valiente). Y el león llegaría por cuarta vez.

 

Alp Arslan, sultán de la dinastía de los turcos selyúcidas

Era el minuto 86′, Sabri volvía a encarar a Lahm y le volvía a ganar el duelo, servía a Semih que disparaba y el balón se colaba en la rendija que abría Lehmann. ¡2-2! ¡De nuevo Turquía la había hecho! Había empatado en los minutos finales. El mundo del futbol sonreía ante la valentía y los cojones de una Turquía que estaba diezmada, pero jamás derrotada. La señal llegó a tiempo para ver la celebración turca. Alp Arslan, Mehmet II, Atatürk, desde el cielo otomano sonreían porque el alma turca seguía latiendo. Minuto 89′ y todo parecía indicar que de nuevo tendríamos tiempo extra. ¿Haría Turquía una nueva hombrada?

Minuto 90′. Lahm tomó el balón, se enchufó con Hitzlsperger, quedó libre, batió a Rüştü y gol. 3-2. Se acabó el partido.

Turquía había caído derrotada en el último minuto. Los 70 millones de turcos veían con lágrimas en los ojos que esta vez no lo habían conseguido. Lloraban, pero su corazón estaba satisfecho. Aplaudían a esos 15 turcos que se habían batido y habían dejado esos riñones en los Alpes. En los vestidores de St. Jakob-Stadium, Fatih Terim les decía que nunca en su vida se había sentido tan orgulloso como esa noche del 25 de junio. Estos 18 días estaban inscritos en páginas de oro no solamente del futbol turco, sino de Europa. Turquía se había ganado el respeto de todo el universo futbolístico. El marcador era desfavorable, pero Turquía había ganado. Einstein, Napoleón, William Martin, Tsarnaev; todos ellos tenían razón. El soldado turco dio la vida por su patria en un rectángulo de 120 x 90 metros.

¿Qué sucedió después?

Toda la gente se dio cita en Estambul para saludar a sus héroes. En cuestión de seis años, Turquía se había metido en tres semifinales, en los torneos más prestigiosos de la FIFA. ¡Qué importaba que España hubiera ganado la Eurocopa con un tiki-taka de Luis Aragonés! Para ellos, Turquía era campeona y se habían hecho merecedores a ser conocidos como «geri dönüşlerin kralları», «los reyes de la voltereta» . No habían traído el trofeo Henri Delaunay, pero habían ganado los corazones en una aventura que comenzó en septiembre de 2006 y acabó en 2008. Repasemos:

  1. Humillaron a Grecia en Atenas remontando.
  2. Fueron al infierno congelado de Oslo y le remontaron a Noruega.
  3. Le remontaron a la anfitriona en tiempo de compensación y la eliminaron.
  4. Le remontaron el duelo a los checos en tiempo de compensación y calificaron a cuartos de final.
  5. Empataron in extremis frente a Croacia y no fallaron ningún penal para meterse a su tercera semifinal.
  6. Hicieron que Alemania sudara sangre con un equipo que se caía a lesiones y suspensiones y solamente un gol al minuto 90 los eliminó.

Esa mística también se contagió a la selección de basquetbol dos años después. Fue el mundial de la FIBA y Turquía era la anfitriona. El montenegrino-turco Bogdan Tanjević armó una selección con cuatro hombres NBA: los forwards Ersan İlyasova (Bucks de Milwaukee) y Hidayet Türkoğlu (Soles de Phoenix) más los centros Semih Erden (Celtics de Boston) y Ömer Aşık (Bulls de Chicago). Esa selección es conocida como 12 dev adam (los 12 altos). Dominraron su grupo con cinco victorias: Costa de Marfil (86-47), Rusia (65-56), ¡Grecia (76-65)!, Puerto Rico (79-77) y China (87-40). En ooctavos de final pasaron por encima de Francia 95-77, en cuartos de final dieron cuenta de Eslovenia 95-68, en unas semifinales electrizantes derrotaron a Serbia 83-82. Tuvo que llegar Estados Unidos con Kevin Durant, Stephen Curry y Lamar Odom para vencerlos 84-61. De todos modos, Turquía era subcampeona gracias a sus defensiva (71,3 puntos permitidos por juego), asistencias (16,6) y robos (8,4); también tuvieron a un Ömer Aşık que bloqueó todo lo bloqueable y a su MVP Ersan İlyasova. Su partido contra Grecia donde metió sus seis intentos desde atrás de la línea de tres aún se recuerda, y su labor en la pintura para tomar los rebotes durante todo el torneo le valieron estar en el equipo del torneo.

He querido escribir sobre esta épica porque también esa selección dejó un profundo impacto en mí. Me enseñó a jamás rendirme, a siempre creer en mí, a olvidarme de esas personas que vaticinan lo peor. Ahora la selección turca es una de mis favoritas por los riñones que tienen para jugar. En una vivencia personal en el aspecto sentimental donde di todo, mi mente pensaba en esa Turquía del 2008 que se ganó el respeto del mundo entero. Me uno a esos 70 millones de turcos que dicen con orgullo en el pecho:

 

(«Esto no se acaba hasta que se acaba» en español)

Fuentes

Selanikli6611. Most Famous Quotes About Turkish People. Tourism Travel Turkey. 19 de enero de 2017.
Alter Ego. Αποβολή των ελληνικών ομάδων από κάθε διεθνή διοργάνωση αποφάσισε η FIFA. in.gr. 3 de julio de 2006.
Soccerphile. Euro 2008 Qualifying Draw. Fecha desconocida.
UEFA- Euro 2008 Results. Constante actualización.
Federación Turca de Futbol. A Milli Takım’ın Oynadığı Tüm Maçların Detayları. Constante actualización
UEFA. Istanbul Triumph sends Greece through. 17 de octubre de 2007.
CHA. Norveç – Türkiye: 1 – 2. Haberler. 17 de noviembre de 2007.
Ledsom, Mark. Soccer-Pots for the Euro 2008 draw. Reuters. 27 de noviembre de 2007.
Sitio Oficial del Inter de Milan. Euro 2008 Draw. 2 de diciembre de 2017.
Massoud, James. Euro 2008 Betting Odds. Sportslens. 28 de noviembre de 2007.
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Federación Turca de Futbol. Turkey 1-0 Slovakia. 21 de mayo de 2008.
Federación Turca de Futbol. Turkey 2-3 Uruguay. 26 de mayo de 2008.
UEFA. Gökhan ruled out of Turkey plans. 24 de mayo de 2008.
Federación Turca de Futbol. A Milli Takımımızın EURO 2008 aday kadrosu açıklandı. Federación Turca de Futbol. 11 de mayo de 2008.
CHA. A Milli Takım’ın 23 Kişilik Euro 2008 Kadrosu Belli Oldu. Haberler. 28 de mayo de 2008.
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Macdonald, Ewan. Euro 2008 Preview: Germany – Turkey. Goal.com. 24 de junio de 2008.
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Anthony, Scott. Euro 2008: Fatih Terim – a Man Made in Modern Turkey. The Guardian. 25 de junio de 2008.

Turquía no solamente se ha hecho grande una vez en Suiza. En este país también tuvo su debut mundialista. Llegó de la manera más inesperada. Eliminó a España no por victorias contundentes, sino gracias a un niño italiano llamado Franco Gemma que sacó un papel con el nombre de Turquía. El relato de Turquía en el mundial de Suiza 1954 te lo traigo en nuestra siguiente y última parada en este país.

Recomendación musical 2

Todos los turcos que siguieron a su selección en 2008 caen en nostalgia cuando escuchan esta canción que aparecía en los comerciales de las transmisiones de los partidos. Lo realizó Ülker, que elabora su refresco turco de cola, dulces, tiene a los chocolates Godiva y es el tercer fabricante de galletas en el mundo. Para el torneo, juntó a toda la selección para cantar Yer gök inlesin (Que la tierra gima). Canta con ellos: «Yer gök inlesin, bu sesi dinlesin, Hep seninleyiz Türkiye» (Que la tierra gima, escucha esta voz. Estamos contigo, Turquía).

Recapitulemos

Turquía es una selección que suele dar actuaciones memorables en los torneos a los que califica, y el ejemplo más luminoso es la Eurocopa 2008 en Suiza y Austria. La epopeya comenzó desde las eliminatorias. Lograron ganar 4-1 a Grecia en Atenas. Eso contrastó con partidos donde dejaron escapar puntos. Para calificar, tuvieron que vencer a Noruega en Oslo en un partido muy frío, pero amarraron su clasificación con una victoria sobre Bosnia-Herzegovina en Estambul. En el sorteo, Turquía cayó en el grupo A con Suiza, Portugal y Chequia. Era el equipo con menos posibilidades de ganar la Euro (500/1) y no ayudaba la convocatoria final de Fatih Terim, donde dejó fuera a Fatih Tekke, Halil Altıntop y Hakan Şükür. Tras una derrota inicial con Portugal (2-0), Turquía clasificó a cuartos de final al remontarle en el último minuto a Suiza (2-1) y Chequia (3-2). En cuartos empataron in extremis frente a Croacia y ganaron en penales. Quedaron eliminados frente a Alemania también con un gol en el último minuto y con un equipo con solamente cuatro sustitutos. Eso causó mucho furor en Turquía y la selección de basquetbol se contagió, quedando en segundo lugar en el mundial dos años después. Por eso esa selección es conocida como «los reyes de la remontada».

Nos vemos la siguiente. Görüşürüz!

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Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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