Partido de octavos de final de una Copa del Mundo. Tu nombre es Gonçalo Ramos, tienes 21 años y te han llamado como delantero en Portugal. Por delante tienes, ni más ni menos, que a la referencia absoluta de tu país. El mejor jugador de su historia. Un percance te lleva a ser titular, y dejas tu carta de presentación con tres goles y un clínic de movimientos. Los compañeros a tus pies, el mundo a tus pies, el fútbol a tus pies. Esta es la historia del Portugal 6-1 Suiza de los octavos. Esta es la historia del doctorado de Gonçalo Ramos.
De inicio, Portugal partió de un flexible 4-3-3 o 4-2-3-1 marcado por la notoria ausencia de Cristiano Ronaldo, a quien dejaría Fernando Santos en el banquillo de acuerdo con comportamientos inadecuados en el anterior encuentro ante Corea del Sur. Por la parte suiza, desde el 5-3-2, con Ricardo Rodríguez ejerciendo de central externo y Rubén Vargas apareciendo como carrilero por izquierda. En todo caso, Breel Embolo terminaría por dejar otra gran actuación ante un defensor de élite como Rúben Dias, siendo un quebradero de cabeza recibiendo al pie, lanzándose en conducción, rompiendo al espacio o incluso cuando era fijado por los centrales rivales.
En sustitución de Cristiano Ronaldo entraría nuevamente Gonçalo Ramos, de 21 años, tirando la puerta abajo con hechos palpables: el cronómetro sumaba apenas 17 minutos, y en el primer disparo ya superaba a Yann Sommer. Sería, además, con la zurda, en un golpeo seco, fuerte, con altura, con un movimiento previo muy bueno de Joao Félix para dar soluciones a partir de su magnífica relación con un delantero de sus características. Y no solo eso: más allá de su gol, Ramos daría una masterclass de cómo participar en apoyo dentro del área, de movimientos para liberarse y encontrar portería, y de un amplio repertorio de acciones para llegar a momentos de finalización. Su partido, en resumidas cuentas, fue un espectáculo y ofreció muchas ventajas a los suyos de inicio a fin.
La fiesta prosiguió de parte portuguesa. Apenas habían pasado 15′ más cuando Pepe, en una acción a balón parado, aumentaría ventajas y pondría a los suyos con pie y medio en cuartos de final. 2-0 en apenas media hora. Suiza, desde su sistema, fue incapaz de generar seguridad a nivel defensivo. Llegaría en alguna ocasión a la portería de Diogo Costa, pero la sensación invitaba a pensar que seguía más cerca el tercero luso (la tendría nuevamente Gonçalo Ramos en el 42′) que el primero suizo. Lo mejor, en todo caso, estaría todavía por llegar.
Seguiría la superioridad lusa en la segunda parte tal y como se manifestara en la primera. Ni siquiera habrían pasado cinco minutos de los 45′ restantes cuando Gonçalo Ramos, tocado con una varita, pondría el 3-0 con una magnífica aparición al primer palo para acariciar el balón hacia el fondo de la portería. Raphael Guerreiro se sumaría también a la fiesta con el cuarto del partido, en otro gran contragolpe con el lateral incorporado al mismo. Sería de córner la forma en que Suiza recortaría distancias, con Akanji apareciendo en el segundo palo para poner el 4-1. Pero ni siquiera este tanto lograría frenar al hombre del partido: a falta de 24′, Gonçalo Ramos pondría el quinto, el tercero en su marca personal, por si hubiera quien tenía dudas de su inmenso talento de cara a gol. Aparecería finalmente Rafa Leão, para poner el punto y final al encuentro, con un magnífico tanto en el 91′ al palo largo de la portería de Yann Sommer.
Portugal masacró a una Suiza poco competitiva en la noche de Gonçalo Ramos, pero también fue el día de João Félix, quien intervino en cuatro de los seis goles del conjunto portugués, de forma directa (par de asistencias) o indirecta. Ahora, en cuartos de final, a la Selección de Fernando Santos le tocará enfrentar a la sorprendente Marruecos, el equipo revelación de Qatar 2022 que hoy mismo dejó fuera en la tanda de penaltis a España.