HISTORIAL:
ANÁLISIS:
Después del letargo que supuso el final del ciclo de Joachim Löw, más de un lustro donde Alemania encadenó dos eliminaciones en fase de grupos en el Mundial y una en octavos de final de la pasada Eurocopa, parece que están de vuelta. Y aunque sin duda gran parte de culpa de eso la tiene la irrupción en la élite de dos talentos sobrenaturales, en los que regocijarse, como son Florian Wirtz y Jamal Musiala… en verdad el verdadero cambio fue la vuelta de él.
Kroos, presente en 2018 y 2021, ha regresado a una selección alemana huérfana, sin timón, y dos partidos le bastaron para que ahora podamos considerarla una de las máximas favoritas al torneo que organizan. En los que van a ser los últimos partidos de su carrera, el centrocampista del Real Madrid lidera a una selección sobrada de talento y que, parece, ha logrado encontrar un remedio a los problemas que le asolaban en los puestos de lateral y delantero centro.
Hans-Dieter Flick, que tuvo una etapa en la selección mucho mejor a nivel de juego que de resultados, construyó el equipo en base a una idea contracultural en el fútbol actual: si hoy en día los equipos se caracterizan por construir sus posesiones con mucha gente detrás del balón, llenando de piernas y opciones los primeros pases, Flick quiso que su Alemania metiese a casi todo el equipo delante de balón, opciones infinitas para abrir avenidas en los sistemas rivales. La poca protección ante la pérdida terminó por condenar su etapa.
Julian Nagelsmann, uno de los entrenadores de moda en el mundo, matizó esa idea de Flick y, además, añadió al equipo germano a la revolución metodológica que están sufriendo numerosos equipos de la Bundesliga, que está siendo la competición pionera en esta nueva revolución que está sufriendo el fútbol. A saber, concentrar casi todo el juego en pocos metros, con los jugadores muy juntos, sobrepoblando un mismo sector. Esto, que en el papel suena muy bien, a Nagelsmann no le estaba funcionando. Contaba sus partidos por derrotas. Pero entonces llegó Kroos y los ordenó a todos.
Por lo tanto, empezando a desmenuzar al equipo, Alemania es una selección a la que le gusta salir jugando desde atrás, usando mucho al portero para generar superioridades. En primeros pases, los laterales no ganan mucha altura y son opciones por fuera, pero, conforme el equipo avanza, Kroos empieza a lateralizar en la banda izquierda y los laterales, en principio Kimmich y Mittelstädt, ofrecen profundidad y amplitud por fuera. Alemania junta a mucha gente por dentro, en posiciones intermedias, donde se juntan Musiala, Wirtz, Gündoğan y Havertz.
Generalmente concentran juego en la banda izquierda, con Kroos dirigiendo desde atrás, y luego optan por cambiar el juego y encontrar a Kimmich en profundidad por la derecha, aprovechando su capacidad de llegar a línea de fondo y centrar, o simplemente finalizan en el mismo carril donde ya estaban.
Si uno ve el equipo alemán seguramente lo que más eche en falta sea un jugador que amenace yendo al espacio, capaz de estirar a la defensa rival y que desatasque cuando desde el pase no se puede. Y, aunque es cierto en gran parte, tanto Jamal Musiala partiendo desde la banda derecha, en un rol mucho más comprometido moviéndose sin balón que el que adopta en el Bayern, como Gündoğan por dentro, compensando los descensos de Havertz y llegando al área, pueden llenar ese vacío.
Si sorprende, en ese sentido y tras las lesiones de Werner o Gnabry, la ausencia en la convocatoria de Karim Adeyemi, pero parece que Nagelsmann apuesta por el joven jugador del Hoffenheim Maximilian Beier, un jugador con una ruptura corta poderosísima.
La presencia de Kroos tampoco se entiende sin su complementariedad con Robert Andrich, que ha evolucionado mucho de la mano de Xabi Alonso. El del Bayer Leverkusen otorga mucho equilibrio y variantes en los primeros pases. No es un jugador que acapare mucho volumen, dejándole su espacio a Toni, y juega simple siempre que recibe. En vez de que Kroos lateralice también está la opción de que él descienda entre centrales, favoreciendo la idea de la selección de generar un hombre libre en primera línea que pueda filtrar a los jugadores de una altura superior.
Allí, Havertz, que también ha evolucionado mucho a través de Mikel Arteta, es un experto en apoyos circulares que dejen de cara, Gündogan compensa y facilita a cada compañero y tanto Wirtz como Musiala son generadores de juego de un calibre superior. El primero, recibiendo en la intermedia izquierda, más enfocado a progresar desde el pase, tanto sobre mismo carril como liberando a lado débil, mientras que Jamal aporta la opción de desequilibrar en conducción y amenazar con su potente disparo que arma en un milisegundo.
Antes de Kroos era común ver a Alemania usando una línea de tres centrales, con carrileros que en realidad no lo eran y abandonaban las bandas, en un equipo que colapsaba el carril central hasta la saciedad. Parece difícil que formen así en la Eurocopa, pero es una alternativa que tiene Nagelsmann.
Entrando en la fase sin balón, también es imperativo mencionar la importancia del regreso de Kroos en la mejora que el equipo ha sentido en ese aspecto. De tener problemas para cerrar el carril central y conceder muchas recepciones, a poner un candado que dificulta mucho al rival el avance por el centro, orientándoles hacia fuera. Ahí, Alemania puede tener su punto débil en la posición de Joshua Kimmich como lateral, especialmente ante extremos rápidos que le busquen mucho en el 1×1. Kimmich viene de sufrir ante Vinicius en la Champions League, y también sufrió ante Mbappé en un amistoso el pasado mes de marzo.
Nagelsmann ha bajado la altura y la agresividad del bloque en su fase de presión alta, no buscando tanto un robo rápido en campo rival sino dificultar el avance del rival y orientarle hacia las zonas que les interesan. Tienen una buena presión en intermedias, con extremos cerrando los pases de los centrales hacia los laterales y, principalmente, una última línea muy coordinada, donde destaca lo bien que se entienden Tah y Rüdiger marcando la línea del fuera de juego y posibilitando al equipo defender lejos de su portero. Kroos es el que suele marcar la altura y las intenciones del equipo, decidiendo entre saltar o quedarse, con Andrich guardándole las espaldas.
Por último, y como equipo de Nagelsmann que son, también hay que mencionar lo bien que se manejan jugando en inferioridad. No es lo mismo en amistosos, donde se les ha visto, que en una Eurocopa donde los nervios afloran, pero su valor reside en que saben mantener el plan de partido y la altura de su bloque, no haciendo notar su inferioridad.
Sin saber hasta dónde les dará, lo que parece claro es que Alemania ha vuelto. El último baile de Kroos coincide con la primera Eurocopa de dos jugadores destinados a jugar muchas y ganar muchos partidos. Juegan en casa y, como decía Gary Lineker, «el fútbol es un deporte en el que siempre gana Alemania».
XI TIPO:
ESTRELLA: TONI KROOS
Los últimos partidos en el fútbol de uno de los mejores y más importantes centrocampistas de la historia del fútbol. Como último servicio, le ha cambiado el presente a una Alemania de futuro, haciéndoles recordar su pasado glorioso. Kroos ordena a todos sin balón, rompe sistemas rivales, lo ve todo sobre el campo, aporta pausa cuando el vértigo irrumpe y precisión cuando la precipitación acecha. Su temporada es digna del mejor jugador del mundo y es el jugador clave, con y sin balón, de esta Alemania.
PROMESA: ALEKSANDAR PAVLOVIĆ
A sus 20 años y tras apenas una temporada en el fútbol de élite, haciéndose importante bajo la dirección de Tuchel en el Bayern, Pavlović acude a su primer torneo internacional sabiendo que, aunque en principio no parte como titular, sabrá responder si la situación se lo demanda. Con Kroos como maestro, el del Bayern tiene en él un buen ejemplo para saber qué cadencia necesitan los partidos en cada momento. Es muy preciso en los pases, lanzando contras o filtrando ante líneas rivales, se mueve bien ofreciendo líneas de pase y en defensa aporta mucha inteligencia para compensar su falta de poderío en duelos. Sería un perfecto acompañante de Kroos, aunque en principio Andrich y Groß parten con ventaja.
ENTRENADOR: JULIAN NAGELSMANN
Hace no demasiado era considerado la joya del futuro en el mundo de los entrenadores, gracias a sus experiencias en el Hoffenheim y el RB Leipzig. Su paso por el Bayern Múnich no acabó bien del todo, saliendo despedido a mitad de temporada en la 22/23, pero tiene las cualidades para marcar una época en el fútbol. Uno de los emblemas de la forma de jugar de la Bundesliga actual, con dos rasgos distintivos: sobrecargas posicionales en un mismo sector y presiones en intermedias.
LISTA DE CONVOCADOS: