Hoy tuve miedo de que el partido bautizado por bastante gente como «el más divertido de la Eurocopa» antes de comenzar, nos decepcionase. Sin embargo, los turcos y los austriacos nos brindaron un espectáculo a la altura de las expectativas. Tal vez no como ese Turquía 3-1 Georgia, difícil de olvidar, pero sí suficiente para convertirse en el más disfrutón de la ronda de eliminatorias. La prórroga que nos endiñaron a traición en el Inglaterra 2-1 Eslovaquia, o en el Portugal *1-0 Eslovenia (a este lo salva la narrativa), yo me quedé con ganas de verla hoy. Poco que reprocharle a Austria, que se encontró el peor escenario de partido posible, ante una selección de lo más pasional, que se creció por el gol de Demiral a los dos minutos y que levitó por momentos con el 2-0 del propio central del Al-Ahli saudí árabe a la hora de partido. Los centroeuropeos lo empataron pronto por medio del recién ingresado Michael Gregoritsch y fueron con todo al ataque, pero no fue suficiente. Un nuevo éxito para Ralf Rangnick, en cualquier caso. Muchísimo mérito. Estos octavos te los firmaban sus paisanos hace un mes, pero quizá sepan a poco por el cómo han competido en la Eurocopa.
El próximo rival de los turcos, en su regreso a unos cuartos de final 16 años después (cayeron ante Alemania en las semifinales en 2008), será la Países Bajos de Ronald Koeman. Infravalorados tanto su seleccionador, como el combinado nacional. Ante Polonia armaron un buen ataque posicional, contra Francia tiraron de un bloque defensivo sólido y frente a Rumanía hoy (3-0), lucieron su mejor cara desde la verticalidad asociativa. Los rumanos se marchan tras un partido flojo, pero han demostrado este verano bastante sintonía con su modelo de juego y, además, son jóvenes. De la misma hornada unos cuantos, incluso, que crecieron juntos en categorías inferiores o en la Academia de ‘Gica’ Hagi. Mola mucho comprobar cómo han llegado hasta aquí, eso contextualiza su buen desempeño mostrado en fase de grupos. Esta Eurocopa no debería ser un hito aislado para ellos, vienen para quedarse.
🥇🇹🇷 MERIH DEMIRAL
El fútbol es caprichoso, como Caprichosa es la nomenclatura de la pizza que me trajeron una vez por equivocación los del Spoletto. Se les perdonó, pese a llevar alcachofa y algún que otro ingrediente underground, porque en esa pizzería debe de estar buena hasta la aberración que lleva piña. No lo comprobé, por si acaso. La fruta, de postre. Y Demiral, de regreso a la Atalanta, si no es mucho pedir. Por cosas de la vida, Merih fue titular como central del medio de una línea de tres centrales que, hasta hoy, había sido de dos, con Bardakcı y Akaydin en el eje. La baja por sanción de este último le abrió las puertas al que, curiosamente, completó la mayor actuación individual de la Eurocopa. Y hay competencia atrás con Akanji, Calafiori, Bijol, Drkusić, Drâgusin… Marcó dos goles en sendos saques de esquina botados por Arda Güler, nuevamente falso ‘9’. Pero, aunque no hubiese pesado en el área contraria, habría sido el jugador del día. Fue un muro defensivo el antiguo alumno de Gasperini, escuela de marcaje individual. Y si le das una marca y tiene el día, no es de extrañar que responda así.
Guía Eurocopa 2024, Turquía: Çalhanoğlu y las dos delicias
Por algo fue escogido como el sustituto del ‘Cuty’ Romero en ‘La Dea’. Facilitarle la tarea es clave para Turquía y, más concretamente, para Demiral. Que no tenga que interpretar tanto el juego, sino actuar de acuerdo a un plan. Por eso la idea de emparejar individualmente que implementó Montella fue un acierto. Mucho mejor marcar al hombre que defender el espacio. Así controló bien a Marko Arnautović en el primer tiempo, con persecuciones férreas. Y, tras la reanudación, en un bloque más hundido en su propio área, estuvo inconmensurable. 17 despejes nos dejó el angelito, además de algún duelo en el que impidió remates limpios de los adversarios o interceptó alguno de ellos. Vincenzo le ha dotado de mucha naturalidad a sus pupilos y estos han respondido. Algunos son muy contextuales; pero, potenciados, tienen fortalezas marcadas y compatibles. No solo defensivamente; con balón, su aparente anarquía posicional fue virtud en fase de grupos: difícil de maniatar por el golpeo de Güler o Çalhanoğlu, para más inri ausente hoy por sanción; y desequilibrante gracias a Yıldız, Aktürkoğlu, a la movilidad y las conducciones de Barış Yılmaz o a un Ferdi Kadıoğlu que, al igual que Don ‘Demi’, debería terminar esta Eurocopa con varias propuestas para salir del Fenerbahçe.
🥈🇳🇱 CODY GAKPO
De pequeño, el profesor de la asignatura nos dijo que teníamos que conocer la historia para no repetirla. Creo que como a todos, vaya. A mí en ese momento la frase no me convenció demasiado, pero con el tiempo la comprendí. Creo que también nos habrá pasado a todos. Con los jugones que rompen su cascarón sucedió más o menos lo mismo. Yo, iluso de mí, pensé que Takumi Minamino podría ser un buen fichaje para el Liverpool por lo que había mostrado en el Salzburg de Marco Rose. Equipo fetiche a más no poder, por cierto, jamás olvidaré aquella Europa League con Haidara, Schlager, Lainer, Dabbur, Hwang Hee-chan y compañía. Sin embargo, cuando el japonés desembarcó en Anfield, su talento quedó totalmente eclipsado. Es uno de esos jugadores que necesita sentirse cabeza de ratón y no cola de león. Algo parecido sucede con Cody Gakpo, un chico al que vi crecer cubriendo de cerca la Eredivisie durante varias temporadas. Yo no quería, pero la experiencia me había enseñado que, en el fútbol, el contexto lo es casi todo. Y traicionando a mi corazón, acabé por decir lo que me pedía la cabeza. «Cody se equivoca yendo al Liverpool» post- Mané, ya con Luis Díaz asentado. Para mi desgracia, esa vez sí acerté, porque con Klopp hemos visto las posibilidades futbolísticas de Gakpo a cuenta gotas. Y perdió parte de la esencia que ha recobrado este mes.
Guía Eurocopa 2024, Países Bajos: Todos para uno y uno para todos
En Países Bajos muestra una versión que del Cody Mathès Gakpo parecida a la que nos maravilló en el PSV del señor Roger Schmidt. Divertido a más no poder. Con un rol de partida bastante conciso a las órdenes de Koeman, que le instruye dar la amplitud en la banda izquierda mientras Aké permanece como tercer central y a la que Dumfries es el encargado de hacer suyo todo el carril derecho. La asimetría del primer partido, en el que también brilló, pero con el matiz de que ahora Xavi Simons es mediapunta en vez de extremo derecho que acaba dentro. Y así, Ronald ha conseguido activar a la promesa y realidad del PSG, cedido en el Leipzig, esperando entre líneas las filtradas de Schouten y Reijnders, o las atrevidas conducciones verticales de este último. Vaya Eurocopa la suya, también. Gakpo está más enfocado en el último tercio, sin necesidad de descender tanto a la base. Alguna conducción suya nos perdemos, pero es a cambio de tener más impacto cerca del área. Y ahí está marcando la diferencia y los goles. Fueron cuatro en el Mundial y son tres ya en la ‘Euro’, en cuatro partidos, empatado como máximo anotador con Mikautadze, Schranz y Musiala. Sin contar el anulado hoy por fuera de juego. Pero no es solo pegada con su buen golpeo desde la frontal en momentos importantes para romper el empate, también es diagonal hacia dentro, toques de primeras para habilitar compañeros (alguno fantasioso de tacón, incluido), carreras a campo abierto… Y la guinda la puso con la asistencia a Weghorst en el 2-0, que a Douglas Sierra le recordó a la jugada de Messi ante Gvardiol en el Mundial. Bien tirada, porque ahora es Drăgușin, central crecido en esta Eurocopa, el que sale retratado en el regate. Un poco también a lo Fernando Redondo en Old Trafford haciendo equilibrismo por la línea de fondo. Ojalá tuviésemos más fútbol de selecciones y Cody no regresara a la Premier para ser un mero jugador de rotación.
🥉 CHRISTOPH BAUMGARTNER
La historia de Baumgartner ya la contamos hace unos días, porque este es otro repetidor. En el buen sentido. Hasta creo que se habría comido dos familiares más de la Tropical o la Caprichosa si se lo hubiese pedido Ralf en uno de estos retos que tan de moda están y que hace unos meses me gustaba ver en la cama antes de dormirme. Por falta de voluntad de Christoph desde luego que no ha sido. Menuda Eurocopa se ha marcado, líder a sus 24 años. Se mueve como ardilla en el monte en este tipo de contextos verticales y de ritmo alto, es un gran acelerador en conducción para romper líneas y un llegador excepcional. Hoy lo volvió a demostrar contra Turquía, en la gestación de la jugada antes del descanso y en la definición de la misma cuando Austria se marcó el all in.
Guía Eurocopa 2024, Austria: Rangnick y los inicios relámpago
Perfil de jugador valiosísimo. Pulido en Red Bull y trascendental para una Austria que comparte idiosincrasia con esa factoría, cuyo ideólogo fue el propio Rangnick, el mismo que este mes tenía que disimular la ausencia de extremos puros y de pegada en su plantilla. Baumgartner ha servido para todo, comenzando como mediapunta por el buen desempeño de Romano Schmidt ante Países Bajos, que convenció al prestigioso estratega para repetir hoy esa idea ubicando a nuestro protagonista por dentro. Pasó al costado de la derecha al inicio de la segunda mitad, con el cambio de 4-2-3-1 a 4-2-2-2, y terminó en la izquierda. Omnipresente y, de no ser por la parada de Mert Günok, seguramente la más icónica del torneo tras la de Diogo Costa ayer a Šeško, también habría parecido omnipotente. Apareció permanentemente en zonas de remate, lo probó en más de cinco ocasiones y estuvo a punto de mandar el duelo al tiempo extra en el último suspiro. Christoph, efervescente de ti, ya eres uno de los mejores para ilustrar eso de que lo importante no es estar, sino llegar. Tu Eurocopa solo tiene una cosa que envidiar a la de Jude Bellingham: el destino.