Dinamo Tbilisi, orgullo futbolero de Georgia

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გამარჯობა! როგორა ხარ? (Gámaryoba! Rógora jar?) Este bellísimo idioma es el georgiano, con un sistema de escritura que te encanta por sus sinuosidades. Espero que estés bien hoy. La vez pasada estuvimos viendo las relaciones que hubo entre el Akhmat Grozny y la Guerra de Chechenia. Ha llegado el momento de cruzar la cordillera del Cáucaso que funciona como frontera entre Rusia con nuestro siguiente destino: Georgia.

Recomendación musical 1

La música georgiana es de una belleza indescriptible. Sus polifonías son melifluas y legendarias. Como recordarás la primera recomendación musical que te enseñé para mi texto de Bulgaria (después te lo comparto), la sonda espacial Voyager recolectaba las señales de inteligencia humana para el espacio, entre ellas la música. La URSS, potencia indiscutible en la cosmonáutica, mandó una canción georgiana, la cual escucharás. Su nombre es Chakrulo (ჩაკრულო) a cargo de Ilia Zaqaidze (ილია ზაქაიძე). Disfrútala.

Vamos al tema de esta semana.

Combatiendo el centralismo en la Unión Soviética

Como te he estado diciendo en nuestras dos últimas paradas, prácticamente toda la vida en Rusia gira en torno a Moscú… y a veces a San Petersburgo cuando hay ganas. Es cierto que ciudades como Novosibirsk, Ekaterimburgo, Kazán, Rostov y Vladivostok atraen buena parte de los servicios en Siberia, el Ural, el Volga, el Sur y el Lejano Oriente, respectivamente. Pero a la hora de que los mismos rusos quieren ubicar a dónde va todo, sin lugar a dudas señalan las primeras dos ciudades.

 

Kremlin

En la Unión Soviética pasaba algo similar. Es verdad que el mismo nombre nos dice su sistema de gobierno: una unión de 15 repúblicas socialistas soviéticas. Sin embargo, de nuevo Moscú y Leningrado (el nombre soviético de San Petersburgo) acaparaban los reflectores. Aún a pesar de esto, sonaban también Kiev, Minsk, Tiflis, Bakú, Ereván o hasta Taskent, pero en menor medida, y ya para los que realmente estaban muy adentrados en conocer al gigante socialista o convivían con este sistema económicos todos los días, como los habitantes del Pacto de Varsovia, o países como China, Vietnam o Angola.

El 31 de diciembre de 1991 ondeó por última vez en el Kremlin la bandera roja con hoz y martillo dorados para dar paso a la bandera rusa (blanco, azul y rojo). Eso marcó el fin de la URSS. Antes de eso, Azerbaiyán, Armenia y Georgia, las repúblicas caucásicas, siempre causaban fuertes dolores de cabeza y defendieron su cultura de la depredación moscovita con uñas y dientes. No lograron imponer el ruso como único idioma o relegaron los idiomas nativos a las casas, sino que Moscú se vio obligada a darles voz. En especial una de ellas no se conformaba con defenderse, sino que adoptaba un rol proactivo en la vida soviética y cuestionaba la situación de Moscú para dictar. Esta república también exigía atraer los reflectores. Esta república ahora es independiente y se llama Georgia.

 

Mapa de la URSS

Un poco sobre Georgia

Mucha gente simpatizante de Estados Unidos piensa que solo hay una Georgia, la cual es uno de los 50 estados de nuestro vecino del norte, con capital en Atlanta. Solamente ubican a Georgia porque aquí juegan los Halcones en la NFL y la NBA, el Atlanta United en la MLS y los Bravos en la MLB. Ubican a Georgia porque ahí se encuentra las oficinas centrales de la Coca-Cola y donde se llevaron a cabo forzadamente los Juegos Olímpicos en 1996. Aquí se filmó Lo que el viento se llevó. También es el mayor productor de duraznos, el aeropuerto internacional Hartsfield-Jackson tiene conexiones de todo el mundo, su universidad es la primera universidad pública en Estados Unidos y aquí nacieron los Cabbage Patch Kids.

 

Mapa de Georgia, Estados Unidos

Sin embargo, la realidad es que hay una Georgia mucho más importante. Georgia (en georgiano საქართველო, Sakartvelo) tiene una extensión territorial de 69.700 km² y una población de 4 millones de habitantes. Limita al norte y al este con Rusia, separada por la cordillera del Cáucaso, mientras que al oeste está bañada por el Mar Negro y al sur es vecina de Turquía, Armenia y Azerbaiyán. Su capital es la ciudad de Tiflis (თბილისი, Tbilisi), aunque vale la pena mencionar el puerto de Batumi (ბათუმი).

Muy pocos saben que su clima da lugar a una situación envidiable para los cultivos, como la uva. Se dice que aquí se elaboró el primer vino de la historia. Hablando de historia, es uno de los países más antiguos de Europa, y los romanos ya sabían de la existencia de los reinos de Cólquida (ეგრისი, Egrisi) y de Iberia (ქართლი, Kartli). Es verdad que desde la caída de la URSS, Georgia ha lidiado con conflictos separatistas en Abjasia y Osetia del Sur, una corrupción más descarada que en tiempos soviéticos y crisis económicas, pero si visitas alguna vez el país, es muy probable que nunca lo olvides. Se trata de uno de los pueblos más hospitalarios del mundo y se desvivirán por tratarte como el mejor invitado del mundo.

Aquí hay varias razones por las cuales te enamorarás de Georgia:

  1. Es poseedora de una cultura inigualable. Como Georgia fue parte de la ruta de la seda, mezcla lo mejor del Occidente y del Oriente. Hay personas que aún la agrupan dentro de Medio Oriente, y hay otras que aún la incluyen en Europa.
  2. Tiene una gastronomía sin rival y poco conocida en nuestro continente. El platillo más famoso es el khachapuri (ხაჭაპური), un tipo de pan con queso. Guarda cierta similitud con la pizza, pero es totalmente diferente. En buena parte de países ex soviéticos los restaurantes georgianos gozan de una buena reputación.
  3. Es un pueblo que ha sufrido invasiones destructivas de turcos selyúcidas, mongoles, persas, otomanos y en especial de rusos. A pesar de que en muchas ocasiones las ciudades quedaban reducidas a cenizas, pero de alguna u otra forma renacían y hasta la fecha siguen de pie. La bravía y la resiliencia de los georgianos se vio en la II Guerra Mundial, cuando 700 mil georgianos fueron a combatir al Bloque Oriental (40% de la población, y 80% de hombres). Solamente sobrevivió la mitad.
  4. De 1184 a 1230, el reino de Georgia alcanzó su pico gracias a la dinastía Bagrationi (ბაგრატიონი). El renacimiento georgiano llegó tres siglos antes que a Europa y aquí floreció el poderío militar, artístico, filosófico, científico y literario. Este momento se debió al rey Davit IV «el constructor» (დავით IV აღმაშენებელი, David mékhute, Aghmashenebeli), y sobre todo a su nieta Tamar თამარ, la grande. Es tan querida que ella tiene el título mepe (მეფე), «rey».
  5. Es de los primeros pueblos en cristianizarse. Esto fue gracias a la evangelización de una mujer de Capadocia llamada Nino (ნინო), una de las santas más veneradas en la Iglesia Ortodoxa Georgiana. Cuenta la leyenda que, para bautizar a los reyes georgianos, Nino hizo una cruz con ramas de vid y las unió con su cabello. Por eso la cruz georgiana tiene cierta curvatura hacia dentro.
  6. Sus paisajes son para morirse allí. Esto es producto de la combinación entre las Montañas del Cáucaso y las tierras bajas de Kolkhida (კოლხეთი, Kolkheti), más los valles donde corre el río Alazani (ალაზანი). Aquí puedes encontrar el pueblo habitado más alto de Europa, Ushguli (უშგული), a 2.200 metros sobre el nivel del mar, o puedes casarte en Siqnaqi (სიყნაყი), el París georgiano. También puedes descansar en el balneario que es Batumi. Y gracias a la geografía puedes bañarte en las aguas termales sulfurosas de Abanotubani (აბანოთუბანი).
  7. El georgiano es un idioma que no tiene nada que ver ni con el ruso ni con el inglés, y mucho menos con el español. Pertenece a las lenguas caucásicas del sur con el mingreli, el laz y el svan. Puedes reconocer al georgiano por su alfabeto sinuoso llamado mkhedruli (მხედრული), que desde el 2015 es patrimonio cultural de la UNESCO.
  8. Hay un poblado llamado Gori que es parada obligada para todo amante de la historia. Aquí nació Joseb Besarionis dze Jugashvili (იოსებ ბესარიონის ძე ჯუღაშვილი), que en ruso se pasa como Jozef Besariónovich Dzhugashvili (Йосеф Бесарионович Джугашвили). El mundo lo conocería como Josef Stalin. ¿Quién iba a pensar que un aprendiz de monje con complejo de Edipo sin resolver llegaría a lo más alto de la Unión Soviética?
  9. El arte ha estado ligado de una u otra forma a Georgia. Como lo viste en la recomendación musical, el canto polifónico georgiano es aclamado alrededor del mundo. Stravinsky decía que era la octava maravilla del mundo. También aquí nació Niko Pirosmani (ნიკო ფიროსმანიშვილი), el pintor más célebre. Ve su historia de amor con Margarita. Sus monasterios y templos ortodoxos son bellísimos. En la literatura tenemos al poeta Shota Rustaveli (შოთა რუსთაველი) y su epopeya El caballero en la piel de tigre (ვეფხისტყაოსანი, Vephkhistqaosani). Y en Batumi puedes ver la genialidad de Tamara Kvesitadze (თამარა კვესიტაძე): una escultura de un hombre y una mujer que se mueve por 10 minutos para darse un abrazo, llamada Ali y Nino, una historia de amor entre un chico azerí musulmán y una georgiana cristiana.
  10. Los georgianos siempre han demostrado aptitudes físicas y los romanos los envidiaban. Aunque el futbol es el deporte más popular, el deporte nacional para Georgia es el rugby, y sobre todo en el sur del país es EL deporte. Apodados los lelos (ლელოები, leloebi) o los cruzados (ბორჯღალოსნები, Borjghalosnebi), Georgia es una selección respetable y no falta a un mundial desde 2003. Para los georgianos es una cuestión de orgullo: en la Unión Soviética nadie les ganaba y es de los pocos deportes donde pueden dominar a los rusos.
  11. El legendario defensa del Milán, Kakha Kaladze (კახა კალაძე), es de este país. Su fama le llevó a ser Ministro de Energía y ahora es el alcalde de la capital Tiflis. Ya hablé un poco al respecto hace no mucho tiempo.

Ahora bien, este último punto es el que nos interesa para esta parada. En Georgia jugó un equipo que enorgulleció y aún enorgullece a los georgianos. Precisamente Kaladze comenzó su carrera en este club. En la historia del futbol soviético, ocupa el cuarto lugar detrás del Dinamo de Moscú, el Dinamo de Kiev y el Spartak. Este club les daba una representación a los georgianos en el futbol soviético. Te presento al Dinamo Tbilisi (დინამო თბილისი).

Dinamo Tbilisi, identidad futbolera de los georgianos

Fíjate bien en su nombre. Ya vimos que hay otros equipos llamados así en Kiev y Moscú, pero también hay dentro de la ex URSS (Samarcanda, Minsk, Brest, Tallin, Bakú y hasta San Petersburgo (ahora es Sochi, más información aquí) y fuera de ella (Bucarest, Sofía, Zagreb, Tirana, Dresden y Berlín). Los clubes soviéticos pertenecían a sociedades deportivas voluntarias que velaban por la práctica del deporte. Cada sociedad deportiva estaba ligada a alguna institución. Y en este caso, el Dinamo (Динамо) estaba ligado a las policías políticas, como la KGB y la NKVD. Después hablaré más a detalle.

 

Primer partido del Dinamo Tbilisi en 1926 contra el Dinamo de Bakú

Dos años después de que naciera la sociedad de Dinamo (1923), se fundó la sucursal en Tiflis. Antes de que existiera el campeonato soviético, el Dinamo Tbilisi se sostenía a base de amistosos, los cuales ganaba sin tanta dificultad. De pronto, todos los amantes al futbol en Moscú y Kiev empezaban a oír muy buenas cosas del Dinamo Tbilisi.

 

Partido contra el Spartak de Moscú

En 1936 surgió el primer campeonato soviético. El padrino de esta liga fue el secretario de la sociedad deportiva Spartak, Nikolay Starostin (Николай Старостин). Aunque el Dinamo Tbilisi se había ganado el derecho de medirse contra los mejores, Starostin solamente tenía ojos para los cuatro equipos moscovitas (CSKA (ЦСКА), Spartak (Спартак), Dinamo y Lokomotiv (Локомотив)), dos de Leningrado (Dinamo y Krasnaya Zarya (Красная Заря)) y el Dinamo de Kiev. Por ello, el Dinamo Tbilisi formó parte de la segunda división. Fue el único torneo ahí: invicto, con la mejor ofensiva y la mejor defensiva, los georgianos se ganaron el derecho de ir a la élite. Junto con el Dinamo de Moscú y el Dinamo de Kiev, fueron los únicos equipos que nunca descendieron de la liga soviética.

Si bien en los años 30 nunca ganaron ningún título, siempre estaban peleando por los primeros puestos y en Georgia se les llamaba los «campeones sin corona» (ჩემპიონები გვირგვინის გარეშე, chempionebi gvirgvinis gareshe). Mientras eso sucedía, el Dinamo Tbilisi jugó su primer partido internacional. Llegaron a la final de la primera edición de la Copa Soviética, pero perdieron 2-0 contra el Lokomotiv. En su primer partido internacional (1937), perdieron 2-0 contra la selección de Euskadi, que estaba en plena gira para recaudar fondos para ayudar a su tierra en plena Guerra Civil. (Hablaré al respecto después). En la II Guerra Mundial les dio tiempo de avasallar al futbol iraní en un torneo de Teherán. ¿Quiénes eran los miembros de ese equipo?

  • Alexander Dorokhov (Александр Дорохов)
  • Shota Shavgulidze (შოთა შავგულიძე)
  • Vuka Berdzenishvili (ვუკა ბერძენიშვილი)
  • Grigol Gagua (გრიგორ გაგუა)
  • Vladimir Jorbenadze (ვლადიმირ ჯორბენაძე)
  • Mikhail Berdzenishvili (მიხაილ ბერძენიშვილი)
  • Boris Paichadze (ბორის პაიჭაძე)
  • Nikolay Somov (Николай Сомов)

 

Partido contra la selección de Euskadi

En los años 40 y 50, el Dinamo Tbilisi siempre competía de buena manera frente a Moscú, Leningrado y Kiev, pero por alguna u otra razón no llegaba el título. Quedaron cuatro veces en tercer lugar (1946, 1947, 1950 y 1959) y dos veces terminaron subcampeones (1951 y 1953). ¿Quieres conocer nombres de esos años?

  • Gaioz Jejelava (გაიოზ ჯეჯელავა)
  • Andrey Zazroev (Андрей Зазроев)
  • Shota Iamanidze (შოთა იამანიძე)
  • Boris Sichinava (ბორის სიჭინავა)
  • Vladimir Eloshvili (ვლადიმირ ელოშვილი)
  • Avtandil Chkuaseli (ავთანდილ ჭკუასელი)
  • Giorgi Antadze (გიორგი ანთაძე)

 

El Dinamo Tbilisi en la temporada de 1958

Aquí cabe destacar el nombre de Andro Jordania (ანდრო ჟორდანია). Gracias a él, el Dinamo recibió nuevas tácticas y por ello el campo de entrenamiento del Dinamo lleva su nombre. Su labor rendiría frutos en 1964.

 

Placa dedicada a Andro Jordania

Injusticia histórica

El Dinamo Tbilisi combinaba a la perfección la fortaleza histórica de los georgianos con técnicas de juego parecidas al futbol sudamericano. Precisamente en 1964 tuvieron una temporada inolvidable. Una racha de 15 partidos invicto lo llevaron a 46 puntos, pero estaba empatado en puntos con el Torpedo de Moscú. De acuerdo con las reglas, eso ameritaba un partido de desempate en sede neutra. Así pues, en Taskent, Uzbekistán, el Dinamo Tbilisi ganó 4-1 en tiempo extra al Torpedo. Eran campeones por vez primera.

Por tal hazaña, los georgianos le llamaron a esos campeones “los chicos de oro” (ოქროს ბიჭები, Ókros bíchebi). Incluso, en un artículo de la revista France Football, decía que si jugaran en Europa, los equipos españoles e italianos no lo podrían derrotar.

En ese equipo, estaban:

  • Sergo Kotrikadze (სერგო კოტრიკაძე)
  • Giorgi Sichinava (გიორგი სიჭინავა)
  • Guram Petriashvili (გურამ პეტრიაშვილი)
  • Jemal Zeinklishvili (ჯემალ ზეინკლიშვილი)
  • Guram Tskhovrebov (გურამ ცხოვრებოვი)
  • Vladimer Rekhviashvili (ვლადიმერ რეხვიაშვილი)
  • Shota Iamanidze (შოთა იამანიძე)
  • Slava Metreveli (სლავა მეტრეველი)
  • Vladimer Barkaia (ვლადიმერ ბარქაია)
  • Mikheil Meskhi (მიხეილ მესხი)
  • Ilia Datunashvili (ილია დათუნაშვილი)
  • Alexander Apshev (Александр Апшев)

Gavriil Kachalin (Гавриил Качалин) era el entrenador.

Sin embargo, la URSS solo metería a sus equipos a competencias europeas hasta dos años después, por lo que el Dinamo Tbilisi no pudo demostrar su poderío en Europa.

De inmediato, el Dinamo Tbilisi se veía con una reputación de equipo complicado. Jugar en Tiflis era un infierno para los equipos visitantes; los georgianos se metían con el equipo. Y de visita no iban a defenderse a ultranza. Varios jugadores del Dinamo Tbilisi llegaron a la selección soviética. Te menciono algunos ejemplos:

  • Mikheli Meskhi
  • Slava Metreveli
  • Murtaz Khurtsilava (მურთაზ ხურცილავა)
  • Revaz Dzodzuashvili (რევაზ ძოძუაშვილი)
  • Kakhi Asatiani (კახი ასათიანი)
  • Gocha Gavasheli (გოჩა გავასელი)

 

Murtaz Khurtsilava

En los años 70, Dinamo Tbilisi siguió con la dinámica. La Unión Soviética decidió mandar a sus clubes a competir a Europa, y por ello los georgianos con frecuencia se metían a la Copa UEFA o a la Recopa. Su debut fue contra el Twente en 1972. Aunque ganó en Tiflis 3-2, en la vuelta perdió 2-0. No pasaba nada. El verano siguiente hubo un torneo en Huelva llamado Colombino. Ahí le ganó al Atlético Madrid y al Benfica para ganar su primer torneo internacional. 

 

Dinamo Tbilisi vs Atlético de Madrid. Trofeo Colombino de futbol 1973

El Gran Equipo (დიდი გუნდი, Didi gundi)

En 1976 llegó a la dirección técnica Nodar Akhalkatsi (ნოდარ ახალკაცი). Sus seis años al frente de los georgianos son los más gloriosos de su historia. De inmediato les imprimió un estilo de juego rápido, técnico y ágil.

 

Nodar Akhalkatsi

De inmediato reclamaron su presencia en la historia. Para empezar, ganaron ese mismo año la Copa Soviética al masacrar 3-0 a los armenios del Ararat de Ereván en la final. También terminaron terceros en la liga. Luego, avisaron en Europa que iban en serio al eliminar al Inter de Milán y al Napoli en las Copas UEFA de 1977 y 1978, respectivamente. En la liga soviética de 1977 quedaron subcampeones. Al año siguiente no soltó la punta desde la jornada 5 y ganó la liga a cuatro juegos del final. Por esos años, el Dinamo Tbilisi metía 45 mil almas en promedio por encuentro, número que clubes como el CSKA, el Lokomotiv, el Dinamo de Moscú y el de Kiev apenas podían soñar.

 

Partido entre el Dinamo Tbilisi y el Inter de Milán

En 1979 confirmaron su estatus de equipo a temer en Europa. Por su título, ganó el derecho de disputar el Campeonato de Clubes. Y en el sorteo de la primera ronda sacaron el rival más temido: un Liverpool que dominaba el futbol inglés y que tenía nombres como Ray Clemence, Jimmy Case, Kenny Dalglish, Graeme Souness y Alan Kennedy. La ida era en el temido Anfield Road. Los georgianos hicieron gran partido, pero los Reds eran los Reds y perdieron 2-1. Se guardaron la vuelta: si el Anfield Road era sofocante, el nuevo estadio Dinamo Lenin en Tiflis era todavía más. Los cánticos georgianos opacaban el You Never Walk Alone. No podías comparar 60 mil scourses con 110 mil georgianos. El mundo del futbol quedó sorprendido cuando supieron el marcador: 3-0 a favor del Dinamo. ¡Los georgianos eliminaron al todopoderoso Liverpool! Por desgracia, el Dinamo se topó en la siguiente ronda al Hamburgo, que llegaría a la final. En casa, ganaron la copa en penales al Dinamo de Moscú.

 

El Dinamo Tbilisi acaba de eliminar al Liverpool

Esto apenas era un preludio de lo que se venía.

El camino a la gloria: La Recopa UEFA de 1981

Por haber acabado en 4° lugar en el campeonato soviético de 1979 y como subcampeones de copa (perdieron ante el Shakhar Donetsk), el Dinamo Tbilisi calificó a la Recopa UEFA, competencia que agrupaba a los subcampeones de copa europeos. A diferencia de hace dos años, el sorteo les sonrió al principio.

El rival en la primera ronda fue el Kastoria de Grecia. Era un equipo que debutaba en Europa, representaba a un poblado de apenas 20 mil habitantes y, a falta de un buen estadio, tuvo que jugar en Salónica. En Grecia, el Kastoria metió a nueve jugadores en la portería y no pasó del empate. El Dinamo ganó la vuelta 2-0 en Tbilisi, calificando a la siguiente ronda.

Para la segunda ronda, el Waterford irlandés los esperaba. El rival era prácticamente del mismo nivel que los griegos. El partido en Irlanda salió favorable a los georgianos (1-0) y un inobjetable 4-0 en Tiflis los catapultó. Seis veces había intentado el Dinamo Tbilisi meterse a cuartos de final, y a la séptima resultó.

 

Boleto del partido contra el Waterford

En cuartos de final ya era un poco más complicado, el West Ham United. Es verdad que los Hammers estaban en segunda división, pero había ganado con justicia la FA Cup sobre el Arsenal. El más famoso ahí era Trevor Brooking. Sus fans siempre dieron la nota al hacer sus destrozos en Madrid tras el partido contra el Castilla. Eso les valió jugar los partidos en el Boleyn Ground a puerta cerrada contra el Castilla y el Politehnica Timișoara, de Rumania. El partido en Londres aún es recordado por los georgianos: 4-1. La vuelta la perdieron 1-0, pero calificaron a semifinales.

En ese entonces, su rival en semifinales, el Feyenoord, además de que iba en cuarto en esos momentos en la liga neerlandesa, era un rival temible en Europa. Así, los georgianos tenían la oportunidad de seguir sorprendiendo. La ida en Tbilisi fue redonda: ¡3-0! Ese marcador oculta que los georgianos se salvaron dos veces en los últimos minutos. La vuelta en Róterdam sería clave: si los georgianos aguantaban, pasarían a la final. Era un partido con un arbitraje cargado a favor de los locales; les anularon tres goles válidos y les marcaron un penal muy dudoso. Para el minuto ’60, el Feyenoord ganaba 2-0, así que el Dinamo Tbilisi se defendió a ultranza, soportando a aficionados que gritaban de todo y lanzaban cerveza al campo de De Kuip. Acabó el partido y el Dinamo Tbilisi llegaba a la final de la Recopa.

Cabe destacar el gran apoyo del pueblo georgiano en el estadio: la entrada más corta fue de 50 mil espectadores. Por lo general, asistían más de 80 mil georgianos a ver a su equipo ganar.

El 13 de mayo de 1981, en la ciudad alemana de Düsseldorf, el Dinamo Tbilisi tenía su destino final. Enfrente estaba el Carl-Zeiss Jena, de Alemania Oriental, que había dejado en el camino a la Roma, al Valencia y al Benfica. Antes del partido, el entonces líder de la Georgia soviética, Eduard Shevarnadze (ედუარდ შევარდნაძე,), les pidió que ganaran por su pueblo. Era un duelo especial que enfrentaba a dos potencias del Pacto de Varsovia. Por lo anterior, el primer tiempo fue altamente disputado. Ambos equipos jugaban de manera vertical y directa. Eso no alcanzó para que cayeran los goles en los primeros 45 minutos.

Para el segundo tiempo, los alemanes salieron al ataque, y Hoppe abrió el marcador al ’63. El Dinamo sacó esa fortaleza georgiana que hizo que su cultura no se perdiera. Vladimir Gutsaev empató cuatro minutos después, y ahora el juego era de un lado al otro, hasta que al ’86, Daraselia marcó con un golazo 2-1. El Dinamo Tbilisi había logrado enorgullecer a toda Georgia y a toda la Unión Soviética: eran campeones de la Recopa UEFA. Emulaban así a sus hermanos de basquetbol, que le ganaron al Real Madrid el Campeonato Europeo en 1962.

¿Quiénes formaban parte de ese equipo?

  • Otar Gabelia (ოთარ გაბელია)
  • Tamaz Kostava (თამაზ კოსტავა)
  • Alexandre Chivadze (ალექსანდრე ჩივაძე) (capitán)
  • Nodar Khizanishvili (ნოდარ ხიზანიშვილი)
  • Giorgi Tavadze (გიორგი მერაბის ძე თავაძე)
  • Vitaly Daraselia (ვიტალი დარასელია)
  • Zaur Svanadze (ზაურ სვანაძე)
  • Tengiz Sulakvelidze (თენგიზ სულაქველიძე)
  • Vladimir Gutsaev (ვლადიმერ გუცაევი)
  • David Kipiani (დავით ყიფიანი)
  • Ramaz Shengelia (რამაზ შენგელია)
  • Nugzar Kakilashvili (ნუგზარ კაკილაშვილი)

Ahora bien, ese triunfo tuvo menos repercusión de la esperada. Es verdad que era un título europeo para la Unión Soviética, algo que solamente tenía el Dinamo de Kiev, pero no formaban parte de Moscú ni de los rusos. Luego, la final fue en la Alemania Occidental, entonces viajar a países capitalistas para los habitantes de países socialistas era prácticamente imposible a menos que demostraras tu lealtad al partido en el poder. Y los alemanes esperaban un partido entre el Feyenoord y el Benfica; un partido entre socialistas les generaba desprecio o indiferencia. Desde el principio se sabía que no atraería al televidente normal, pero hubo algo que le quitó aún más interés: horas antes, mientras iba para una audiencia, el Papa Juan Pablo II fue herido a balazos por un turco llamado Mehmet Ali Ağca. Todo eso contribuyó a que esa final tuviera la menor entrada de la historia, apenas 9.500 espectadores.

Por esos años, el ganador del Campeonato Europeo se enfrentaba al ganador de la Recopa en la Supercopa. Por ello, había expectativa para ver de qué era capaz el Dinamo Tbilisi. Se enfrentaría al Liverpool, que había vencido en la final al Real Madrid. Antes, la Supercopa era un partido a visita recíproca. Era el escenario perfecto para la revancha entre ambos clubes. Lo malo es que el Liverpool no encontró fechas convenientes para ese compromiso, y la Supercopa no se disputó ese año.

El Dinamo Tbilisi casi repitió la hazaña al año siguiente (eliminó al Grazer (Austria), Bastia (Francia) y Legia de Varsovia (Polonia)), pero cayó en semifinales con el Standard de Lieja.

La decadencia

Akhalkatsi dejó de ser entrenador del Dinamo Tbilisi en 1983. Ahí se desató una crisis. Ya no era el mismo estilo inteligente, incisivo y flexible, con pases de primera intención, con fintas, tecnicismos y un gran despliegue de enfoque. Y por si fuera poco, medio equipo se desbandó ya sea por retiros, por fichajes o por accidentes automovilísticos. Los últimos años de la liga soviética quedaron marcados con una dificultad para progresar en la copa soviética y desempeños decepcionantes en la liga. Por ejemplo, en 1987 estuvo a punto de descender. Fue ese año donde un club de Lituania llamado Žalgiris logró un impensado tercer puesto y con su triunfo desencadenó la implosión de la Unión Soviética (más información después).

 

Boleto de un partido entre el Dinamo Tbilisi y el Neftchi de Bakú (temporada 1982)

El 27 de octubre de 1989, el Dinamo Tbilisi jugó su último partido de la liga soviética: un 2-2 contra el Dinamo de Kiev. Curiosamente, su primer partido en la vida soviética (otoño de 1936) fue contra ese mismo rival… y con ese mismo marcador. Para 1990 la situación era insostenible y los clubes de Lituania y Georgia decidieron abandonar la liga soviética para disputar campeonatos de su misma república.

Las autoridades georgianas quisieron acabar con todo rastro soviético y trataron de cambiarle el nombre a Iberia, pero los fans no querían dejar de lado la historia y mantuvieron el nombre. Aquí comenzó el tobogán. Todo el dinero georgiano iba para financiar al Dinamo Tbilisi porque era el único que podía hacerle frente dignamente al resto de clubes soviéticos. Es verdad que por ahí estaba el Lokomotivi Tbilisi (ლოკომოტივი თბილისი), el Torpedo Kutaisi (ტორპედო ქუთაისი) y el Guria Lanchkhuti (გურია ლანჩხუთი), pero navegaban en las divisiones inferiores. De pronto, el Dinamo Tbilisi se vio en una liga donde no tenía rival. Hasta la fecha ha ganado 17 ligas y 13 copas. Es el equipo más ganador en Georgia.

Por eso mismo, el futbol georgiano ya no tiene el mismo poderío que en los tiempos soviéticos. La Erovnuli Liga (ეროვნული ლიგა) ocupa el lugar 40 del ránking de ligas europeas y eso impacta en lo que puede hacer el Dinamo Tbilisi. La última vez que se metieron a una fase de grupos de competencias europeas fue en 2005, pero no fue lo mismo y quedaron en último lugar de su grupo. Su lugar en el ránking de clubes es el 220, y por eso deben de largar desde la primera ronda preliminar. Esta temporada en particular fue desastrosa en Europa: no solamente perdieron en la previa de Champions contra el KF Tirana en Tiflis (0-2), sino que en Europa League encajaron su peor derrota en Europa (1-6) contra el KÍ Klaksvik… un equipo de las Islas Feroe (más adelante, te hablaré del ascenso del futbol en estas islas).

 

Partido contra el KÍ Klasvík de Islas Feroe, la derrota más humillante en Europa

Con un presente tan mediocre, parece poco probable que el viejo estadio Dinamo pueda ver al Dinamo Tbilisi jugar frente a la élite europea. Ahora este estadio se llama Boris Paichadze y en su momento llegó a porterear Cláudio Taffarel cuando fue el Mundial Juvenil en 1985. Su única fiesta fue en 2015, cuando fue sede la Supercopa entre el Barcelona y el Sevilla.

Eso no quiere decir que no dejen de producir talento. Te traigo algunos nombres:

  • Temur Ketsbaia (თემურ ქეცბაია)
  • Shota Arveladze (შოთა არველაძე)
  • Giorgi Kinkladze (გიორგი ქინქლაძე)
  • Levan Kobiashvili (ლევან კობიაშვილი)
  • Giorgi Papunashvili (გიორგი პაპუნაშვილი)
  • Giorgi Loria (გიორგი ლორია)
  • Guram Kashia (გურამ კაშია)
  • Aleksandre Iashvili (ალექსანდრე იაშვილი)

 

Shota Arveladze

Con todo esto, Georgia parece tener muy buen futuro. Se metieron al playoff para disputar la Euro. Ya hicieron su parte al vencer a Bielorrusia. Ahora reciben en el Boris Paichadze a Macedonia del Norte. Es el último paso para llegar a tierra prometida. Luego, el Lokomotivi Tbilisi dio de qué hablar al sacar a Universitatea Craiova y al Dinamo Moscú. Solamente el Granada los detuvo. Así comienzan los renacimientos. La «rey» Tamar podría ver tiempos mejores en el futbol.

 

Goergia vs. Bielorrusia

Uno de los vecinos de Georgia es Turquía, al suroeste, a donde nos dirigimos tras una parada en el puerto de Batumi. Así llegamos a una larga estancia que durará cuatro paradas en este país euroasiático. Y vamos con nuestro primer relato de futbol turco. Turquía y México tienen tantas cosas en común. Ambos son herederos de un imperio imponente (azteca/maya y otomano), ambos usan una política laica a pesar de la religión mayoritaria (católicos y musulmanes), ambos funcionan como bisagra de continentes (América Latina y del Norte, Europa y Asia) y ambos tienen una minoría fuerte en otro país. Para los mexicanos es Estados Unidos; para los turcos es principalmente Alemania. ¿Cómo es la influencia turca en el futbol alemán? Esa historia te la traigo la siguiente parada.

Recomendación musical 2

Stalin gobernó con mano de hierro e impuso muchas de sus preferencias. Una de ellas era que transmitieran todas las noches en la radio soviética su canción preferida. Y es una canción georgiana. Su nombre es Suliko (სულიკო) y originalmente era un poema de amor de Akaki Tsereteli (აკაკი წერეთელი) a una mujer. De tantas veces que se interpretó, trascendió fronteras y tiene traducción a otros idiomas. Escucha al coro Basiani (ბასიანი).

Recapitulemos

El Dinamo Tbilisi surgió en 1925. Es uno de los únicos tres clubes soviéticos que jamás descendió (junto con el Dinamo de Moscú y el de Kiev). Tienen en su haber dos ligas y dos copas. La época con Nodar Akhalkatsi es considerada su época dorada: eliminación de clubes italianos, las dos copas soviéticas, una liga. Su más grande logro fue obtener la Recopa UEFA en 1981, donde le ganó al Carl-Zeiss Jena. Así se convirtieron en uno de los dos equipos soviéticos en conseguir un campeonato europeo, junto con el Dinamo de Kiev. Tuvieron una crisis en los últimos años de la URSS. En 1990 los equipos georgianos fundaron su propia liga. Desde entonces, el Dinamo Tbilisi domina su liga, pero por lo endeble del futbol georgiano, no llega a fase de grupos de una copa europea desde 2005.

Nos vemos la siguiente semana. კარგად იყავი! (Kárgad íqavi!)

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Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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