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Hablar de plenitud no es sencillo cuando nos referimos a seres humanos —porque sí, eso también son los futbolistas antes que profesionales que hacen mucho dinero de la manera en que a nosotros nos hubiera gustado—. La plenitud, como algunos otros temas, posee un carácter personal que involucra factores de toda índole; desde expectativas y objetivos propios, hasta satisfacciones internas. Mi estado de plenitud no tiene por qué asemejarse ni llegar al mismo tiempo que el tuyo. Por tanto, no debería ser juzgado el proceso particular que cada jugador enfrenta hasta conseguir su punto máximo de desarrollo. Todos y cada uno requieren (requerimos) diferentes estímulos.

Después de acumular experiencias, absorber aprendizajes y apropiar nuevos elementos a su juego, parece ser que, a los 27 años, Alfonso González ha alcanzado esa plenitud que buscaba su carrera y que merecían sus condiciones. Solo a partir de ello es que se puede comprender la importancia que su rol ha adquirido en el Monterrey de Javier Aguirre, donde sin demasiados reflectores, se ha convertido en una de las piedras angulares del sistema.

Goles y asistencias de mediocampistas en el Apertura 2021 | vía Wyscout

‘Ponchito’ empezó su andar pegado a la banda izquierda, aunque con cierta tendencia a asociarse en carriles interiores dependiendo del movimiento de sus compañeros. Así lo vimos coronarse campeón del Mundial Sub-17 de México en 2011 y, dos años más tarde, llegar a octavos de final con la categoría sub-20 en Turquía, instancia en la cual puso a soñar al Tri con un bello remate de volea ante la España de Saúl Ñíguez, Jesé Rodríguez, Gerard Deulofeu, Juan Bernat y Paco Alcácer, entre otros.

Enfundado en la casaca de Atlas dio continuidad a dicho papel como extremo a perfil natural. Sin embargo, poco a poco se le exigió asumir responsabilidades por detrás del centro delantero; responsabilidades que, en ese momento, no sería capaz de cumplir a cabalidad. La turbulencia constante del club rojinegro, su juventud y los problemas físicos, no terminaría siendo una buena combinación para prosperar con los Zorros.

A mitad de 2016 aterrizó en la Sultana del Norte para integrarse a un proyecto diametralmente opuesto, no solo en términos de aspiraciones sino de competencia dentro de una de las plantillas más poderosas del continente. Ahí, el mexicano padeció con más irregularidad el hecho de no estar del todo definido. No se sabía en cuál posición estaba su mejor versión o qué funciones había que asignarle para sacar lo mejor de él. Y cuando parecía descubrirlo bajo el mando de Antonio Mohamed (6 goles en 18 partidos del Clausura 2018), una ruptura de ligamento cruzado anterior lo mandaría al quirófano.

Más de tres años han pasado desde aquel desafortunado momento y, con ayuda de Aguirre, dichas dudas se han ido desvaneciendo. Al situarlo como interior izquierdo en su 4-3-3, el ‘Vasco’ le ha otorgado a González un punto de partida específico, pero que trae consigo múltiples rutas distintas, así como la libertad para replicar un poco de todo lo aprendido.

No es extremo, pero puede juntarse por ese sector con Duván Vergara y Jesús Gallardo o fungir como uno al momento de replegar. No es mediapunta, pero igual juega por detrás de Rogelio Funes Mori gracias a su sensibilidad entre líneas, creatividad y último pase; o bien, ataca el área con decisión. Por supuesto que tampoco es un mediocentro, pero posee cualidades que le permiten bajar con Matías Kranevitter, ponerse el traje de director y colaborar en la distribución.

Mapa de calor de Alfonso González vs Juárez (Apertura 2021/ Jornada 12)
vía SofaScore

Es probable que todavía falte mucho por ver y evaluar antes de referirnos a Alfonso González como el centro o el eje de Rayados; no obstante, sí que podemos decir que entiende la composición de este equipo como ningún otro. Actúa en función de sus compañeros y se adecúa a lo que piden las acciones con un excelente nivel de interpretación.

Si a esto le sumamos la solvencia que viene adquiriendo en tareas defensivas —es líder de Monterrey en duelos defensivos ganados (15)—, nos queda uno de los centrocampistas más completos del país, además de un tipo de interior izquierdo que no tiene Gerardo Martino en selección nacional. En la medida en que aprenda a intervenir más y mejor en medio del caos, con ritmos más frenéticos y sin necesitar de tanto tiempo y espacio, seguramente su juego cobrará otra dimensión.

Sentado de este lado de la pantalla, en esta preciosa labor, uno siempre pretende que su trabajo tenga vigencia infinita y que, tanto momentos como personajes, queden inmortalizados. Por el bien del fútbol mexicano y del propio Alfonso González, ojalá que este breve análisis sobre su estado de plenitud caduque pronto; que sea solo una falsa alarma y que su mejor versión esté por llegar.

Twitter: @MemoNavarro_

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Memo Navarro
Periodista, 24 años. Amante del fútbol formativo y la Premier League. Analizo para encontrar los detalles que marcan diferencia en el juego.

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