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HISTORIAL

¿CÓMO CLASIFICÓ?

ANÁLISIS

Dieciséis años después, Alemania se presenta a un gran torneo sin que Joachim Löw sea su entrenador. El ciclo dorado con su anterior estratega, que tocó el cielo en Brasil en 2014, se había ido apagando poco a poco, sobre todo con el recuerdo de la eliminación en fase de grupos en Rusia 2018. La difícil tarea de sustituirle y construir desde las cenizas, ya sin contar con Toni Kroos, uno de los grandes centrocampistas del siglo, ha recaído en Hans-Dieter Flick, el hombre que asumió el liderato del Bayern Múnich en medio de una difícil temporada y unos meses después los hizo campeones de absolutamente todo. Es así que Alemania se presenta en Qatar 2022: sin Löw ni Kroos, pero con Joshua Kimmich en plenitud, Jamal Musiala como uno de los mejores jugadores jóvenes del mundo, una gran camada de jugadores interesantes y una idea de juego contracultural con lo que es el fútbol actual.

La selección teutona opta por salir jugando, pero tiene muchos patrones diferentes y flexibilidad construyendo. Dentro del 4-2-3-1 habitual, los laterales tienen roles diferentes. El derecho (donde puede optar por un perfil de lateral-central como pueden ser Matthias Ginter, Lukas Klostermann o Thilo Kehrer, o un perfil de lateral-extremo como Jonas Hofmann) suele quedar algo más bajo, buscando atraer, siendo el extremo (o incluso Müller cayendo ahí) quien fija abierto en banda. Por otra parte, en izquierda, David Raum suele tener la misión de ganar mucha altura por fuera, con Gündogan abriéndose en salida y Leroy Sané desplazándose hacia dentro, en un rol que recuerda mucho al que tiene en el Bayern de Julian Nagelsmann.

El conjunto teutón no deja nunca de presionar muy arriba la salida del rival, generalmente con delantero y mediapunta formando una primera línea que va sobre centrales rivales y les orienta a jugar fuera, con el equipo intensificando esfuerzos tras haber obligado al rival a decantarse por un sector. Habrá que ver hasta dónde le alcanza a Alemania, aunque ha logrado formar un equipo con una idea clara y acorde a los jugadores que poseen en este cambio de ciclo. No es un ente perfecto: tiene algunas carencias especialmente en línea defensiva, pero no habrá que despistarse ni un segundo con ellos.

XI TIPO

FIGURA: JOSHUA KIMMICH

El mediocentro del Bayern Múnich y de la selección de Alemania ya lleva unas temporadas siendo uno de los mejores jugadores del mundo. Autosuficiente en salida, con giro y retención ante presión, visión y capacidad para jugar en largo, usar cambios de orientación o filtrar pases rasos que encuentran a compañeros en situaciones ventajosas entre líneas. Es el cerebro y el director de la selección, el que decide qué pases meter y cuándo es el momento adecuado para ello. Si Alemania es una selección que fija tantos jugadores por delante de balón, es gracias a que Kimmich es más que autosuficiente para cargar con todo el juego del equipo en la base. Contra él, no puede haber despiste y tampoco se puede dejarle tiempo o espacio porque encontrará cualquier desperfecto. En el desastre de Rusia 2018 hace cuatro años, jugando de lateral por aquel entonces, fue de las pocas cosas salvables del equipo. Ahora, en Qatar 2022 y con 27 años, la edad perfecta entre juventud y madurez, él querrá que sea su Mundial.

PROMESA: JAMAL MUSIALA

La de Jamal Musiala ha sido una explosión gradual, pero sin pausa. A sus 19 años, está promediando un gol o asistencia por partido en esta temporada en la Bundesliga de Alemania, y es uno de los mejores jugadores de estos primeros meses de temporada en Europa. No tendrá fácil encontrar un hueco en el XI titular de Flick, pues la competencia es salvaje, pero ya sea como titular o como suplente, será un recurso muy potente girando entre líneas, reteniendo, con visión para el último toque, asociándose y sumándose a circuitos de pase o llegando al área.

ENTRENADOR: HANS-DIETER FLICK

Asumió el cargo del Bayern en noviembre de 2019, y heredó a un equipo que parecía envejecido y que llevaba unas temporadas sin aspirar de verdad a la Champions League. Para el final de la temporada, había ganado todos los títulos posibles haciendo de su equipo uno que desprendía energía, ritmo y valentía. Al igual que en su Alemania, la búsqueda por fijar con mucha gente delante de balón repercutía en la transición defensiva, pero era un intercambio de golpes que siempre estaban dispuestos a asumir. Gran parte de su estructura en el Bayern fue legada a esta selección posLöw que buscará igualar a Brasil en Qatar 2022 como el país con más copas del mundo ganadas.

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Hugo Marugan
Fútbol. Para disfrutarlo, para aprender y para contarlo.

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