HISTORIAL
¿CÓMO CLASIFICÓ?
ANÁLISIS
Camerún llega al Mundial como una de las selecciones africanas con mejor cartel. Poseen sistema, individualidades a buen nivel (Choupo-Moting y Anguissa están brillando en el Bayern Múnich y el Napoli respectivamente) y han logrado algunas nacionalizaciones de última hora que ofrecen cosas nuevas, como son Bryan Mbeumo y Olivier Ntcham. En la Copa África que organizaron el pasado mes de enero, fueron una de las mejores selecciones y sólo la tanda de penaltis en la semifinal ante Egipto les privó de la gloria. Desde entonces, han cambiado de entrenador pero han mantenido la idea de juego y se han clasificado a la cita mundialista superando a Argelia, una de las selecciones vecinas con mejor plantilla. Ahora habrá que ver qué les depara Qatar 2022, en donde han caído en un grupo exigente.
Camerún es una selección que se encuentra más cómoda cediendo el balón, esperando en campo propio y buscando situaciones en las que poder correr. A partir de su 4-3-3 (es también posible que muestre un 4-4-2, con Choupo-Moting en punta y entrando Mbeumo por fuera) cierran bien por dentro, con interiores coordinándose bien entre apretar arriba o cerrar junto a mediocentro y orientan al rival a jugar por fuera. Sus extremos tienden a bajar mucho en fases de defensa posicional, en ocasiones formando línea de cinco o incluso de seis.
Hay veces en las que lanzan presiones altas, emparejando por lo general a delantero y extremo derecho (en caso de jugar 4-3-3) sobre centrales rivales, pero normalmente optan por el comentado bloque medio que tapa bien el centro negando recepciones interiores. No repliegan en demasía, dejando espacio a espalda de centrales, y sufren un poco defendiendo balones largos que busquen atacarles la espalda. En el área, el punto débil es la espalda de los laterales cerrando a segundo palo. Respecto a André Onana, aunque se ha hecho con la titularidad en el Inter Milán y es un buen portero con numerosas virtudes (es clave su criterio y capacidad para construir, encontrando al lejano y superando líneas), también transmite inseguridad saliendo en centros laterales o en situaciones a balón parado. Tiende al error ahí o en momentos en los que no logra bloquear.
Con balón, combinan salidas elaboradas con otras directas. En estas últimas cuentan con un delantero capaz de imponerse por arriba y aguantar de espaldas como es Vincent Aboubakar, y dos interiores (Frank Anguissa y Martin Hongla) de mucho recorrido que se imponen en segundas jugadas y ayudan a instalar al equipo arriba. En ataques posicionales, tienen el lado fuerte en izquierda, con el lateral Nouhou Tolo interiorizando, asumiendo mucho balón mientras el extremo de esa banda (generalmente Karl-Toko Ekambi aunque también puede ser Moumi Ngamaleu) fija abierto. Las intenciones de Camerún son juntarse ahí y encontrar en profundidad por derecha a Collins Fai, el lateral que gana mucha altura y llega a línea de fondo, aprovechando que el extremo de ese costado, ya sea Eric Choupo-Moting o Bryan Mbeumo, se mete, arrastra a su marca y busca cargar el área.
Tienen otras opciones como dar entrada en el once titular a Mbeumo para aportar amenaza yendo al espacio o retener en inferioridad, o usar a Olivier Ntcham en el medio, que aporta juego descendiendo a la base, buscando avanzar mediante conducciones y llegando al área o amenazando con su disparo. Hay ganas de comprobar las opciones de Camerún en Qatar 2022.
XI TIPO
FIGURA: VINCENT ABOUBAKAR
Eric Maxim Choupo-Moting llega en la mejor forma de su vida, ganando minutos en el Bayern de Nagelsmann y estando muy preciso en apoyos, integrándose con compañeros del más alto nivel sin desentonar ni un poco. Anguissa es clave dentro de las ideas de ese maravilloso Napoli de Spalletti, por todo el recorrido que tiene. Y, sin embargo, la figura y cara reconocible del proyecto es Vincent Aboubakar, que no llega en buen momento (solo cuatro goles a nivel de clubes en los últimos nueve meses en el Al-Nassr). Pero en el último precedente de Camerún en un torneo de alcurnia, la Copa África, anotó ocho goles en siete partidos, fue el máximo goleador de la competición y marcó el techo de su selección. Dependiendo del Aboubakar que nos encontremos en Qatar 2022, Camerún podrá optar o no a pasar de fase. Los africanos necesitarán que el delantero de 30 años esté acertado de cara a puerta, les dé amenaza en el último tercio y que también sirva descargando balones largos, aguantando de espaldas o sumando en apoyo. Su país le necesita.
PROMESA: CHRISTOPHER WOOH
El joven central del Stade Rennais no parte presumiblemente como titular en esta cita mundialista, pero le vendrá bien la experiencia para curtirse de cara al futuro, siendo una de las grandes esperanzas de Camerún para la próxima década. Wooh es un central que saca bien el balón desde atrás, especialmente gracias a su buena capacidad dividiendo en conducción. Pasando tiene algún error y no siempre toma la mejor decisión, pero no se suele dejar intimidar y siempre intenta filtrar por dentro.
Defensivamente, es un central algo nervioso, con mejora en la toma de decisiones y que es tendente a descuidar su espalda. No parece lo más indicado darle entrada en tramos finales de partidos apretados, pues su nerviosismo y falta de contundencia puede jugar en contra. De todos modos, es un central poderoso en el juego aéreo, arma a balón parado, y rápido para corregir situaciones a su espalda y aparecer en coberturas. Habrá que ver si está para sumar ya, pero lo que es indiscutible es la buena pinta que tiene de cara al futuro si logra pulir algunos aspectos de su juego.
ENTRENADOR: RIGOBERT SONG
Lleva desde el 2015 colaborando con Camerún en distintos roles, pero no fue hasta el pasado mes de marzo en el que asumió el mando de la selección nacional, reemplazando en el cargo a Toni Conceiçao. Bajo su batuta, solo han disputado cinco partidos antes de la cita mundialista, en los que eliminaron a Argelia remontando el resultado adverso de la ida y tres amistosos más que se resumen en una victoria ante Burundi y derrotas frente a Uzbekistán y Corea del Sur.
Se ha visto un equipo muy continuista con lo trabajado por el anterior entrenador, desde el ataque posicional con los distintos roles de los laterales o el bloque medio con extremos bajando y buscando tapar por dentro. Tocará comprobar ahora qué matices propios añade al equipo y si está preparado para dirigirles en una Copa del Mundo. El reto es exigente y la oportunidad, una de las que no se pueden desaprovechar.