Aventura mundialista de Cuba en Francia 1938

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¡Hola! ¿Qué tal? Esta vez saludamos en español. La vez pasada hablamos de la Agonía de Doha, la eliminación del mundial que forjó al futbol japonés. Desde Japón vamos ahora hacia la Concacaf, y ahí estaremos durante mucho tiempo. Como recuerdas, la selección nipona debutó en Francia 1998. Sesenta años atrás, el país galo albergó otro campeonato mundial FIFA, y aquí llegó la primera selección caribeña en la historia. Hablamos de Cuba.

Recomendación musical 1

Cuba tiene una historia muy rica en la música con ritmos como el montuno, el guaguancó, la salsa, la rumba, la conga, el danzón y el mambo. Grupos cubanos oriundos de la isla o de la diáspora dan giras alrededor del mundo para exponer su alegría. En 1920 en la ciudad de Matanzas surgió una orquesta llamada Tuna Liberal que entre sus filas tenía al inigualable Dámaso Pérez Prado, futuro rey del mambo. En 1960 tuvieron un contrato para trabajar en la Ciudad de México, sin saber que jamás podrían regresar debido a la revolución cubana. En 1938 apareció su primera película, “Tam tam” o el Origen de la Rumba. Esta es la canción que aparece. 

Vamos al tema de esta semana

Caribe, región con serio potencial de crecimiento

Después de recorrer el mundo, ha llegado el turno de adentrarnos en una de las confederaciones más apasionantes, pintorescas e insólitas del mundo, la Concacaf. Hay que recordar que sus siglas nos ilustran de manera descriptiva su composición: Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe. Hay incluso presencia geográfica en Sudamérica, con las Guayanas Inglesa (Guyana), Neerlandesa (Surinam) y Francesa (Guyana Francesa); por logística, no compiten en CONMEBOL (para saber más al respecto, haz clic aquí).

Vamos a lo que nos atañe. La Concacaf tiene 41 miembros, pero atención a este dato: Norteamérica (con la NAFU, Unión de Futbol de Norteamérica) apenas cuenta con tres y Centroamérica (UNCAF, Unión Centroamericana de Futbol) tiene siete. Eso quiere decir que el Caribe (con la CFU, Unión de Futbol de Caribe) aporta cerca de tres cuartas partes de la confederación, entre posesiones de ultramar francesas, soberanía neerlandesa, islas pertenecientes a Estados Unidos, países independientes con pasado español, miembros de la Commonwealth y todavía colonias que no han declarado su independencia del Reino Unido. Gracias a competencias como la Liga de Naciones han pasado de jugar apenas cuatro partidos cada cuatrienio en el mejor de los casos, a disponer de las fechas FIFA, ganando así competitividad y presencia en eliminatorias y Copa Oro. Además, hay que reconocer que el reciente diseño de sus camisetas le ha dado cierto caché alrededor del mundo.

Duelo entre Jamaica (Caribe) y Guyana (Sudamérica)

No obstante, el Caribe es frecuentemente ninguneado por su nivel. Todavía hay gente que cree que practican futbol con cocos en lugar del balones gracias a comentarios de periodistas del siglo pasado como el mexicano Manuel Seyde (QEPD). Antes, el Caribe formaba un bloque que constantemente imponía su ley en la Concacaf (veremos esa historia después). No se olvida que solamente cuatro países caribeños han clasificado al mundial:

  • Cuba (Francia 1938)
  • Haití (Alemania 1974)
  • Jamaica (Francia 1998)
  • Trinidad y Tobago (Alemania 2006)

(Cabe destacar que el curioso patrón de países sede es mera coincidencia)

El pintoresco equipo de Jamaica en Francia 1998

Para muchas personas, el ser primero siempre es signo de valentía y con frecuencia es recordado por el resto de las personas. Es momento de hablar en nuestra historia del pionero caribeño en estas lides mundialistas. Nos vamos a Cuba.

Comienzos del futbol en Cuba

La popularización del deporte inglés llamado football coincidió con la funesta derrota del ejército español ante Estados Unidos en 1898, perdiendo así los territorios que le quedaban en América y Asia: Cuba, Puerto Rico y Filipinas (de este último país ya hablé al respecto con la historia de Paulino Alcántara). Cuba aparentemente era independiente; en la práctica había pasado a una influencia estadounidense. De todas formas, la vibrante comunidad española seguía participando de forma activa en la vida cubana y no perdían el contacto con la vieja metrópolis.

Se cree que en 1906 llegaron a La Habana dos empresarios llamados Manuel Rodríguez Lorenzo y Raúl Lombardo Sierra. Traían tres balones para comenzar la práctica. Eso le pareció muy interesante a otro empresario, Enrique Galán. En 1907 fundó el primer club cubano de la historia, El Hatuey, que recibía a españoles y a cubanos enamorados de este deporte. Dos años después llegó el Rovers, aunque nació como Prado Football Club. En este equipo solamente jugaban personas de las islas británicas. Tras la adquisición de un terreno de 350.000 m2 para su práctica (más tarde llamado el Havana Golf Club), llegó el 11 de diciembre de 1911, fecha del primer partido oficial en Cuba. El marcador terminó Rovers 1, Hatuey 0. Ese mismo año nació la Federación de Futbol de Cuba.

Los clubes empezaron a surgir uno a uno, no solamente en La Habana, sino en Cienfuegos, Santiago y Guantánamo. También surge la Copa Orr, el primer campeonato de futbol en Cuba. Algunos clubes en desacuerdo con decisiones tomadas provocaron que se disolviera la primera federación de futbol y surgiera una nueva, con reglamentos más sencillos. A finales de la década de los 10 había mucha tensión por el alzamiento de los liberales, y el futbol la desahogaba, gracias a la práctica de la comunidad española. Esto se refleja en los clubes fundados por aquellos años: Euskeria, de vascos; el Hispano América, el Iberia y el Casino Español, de españoles de toda procedencia; el Centre Català, de catalanes, el Centro Gallego, de gallegos, y el Juventud Asturiana, de asturianos.

Poco a poco Cuba empezaba a demostrar una pasión por el futbol que rivalizaba con el beisbol. En 1925 la federación se afilió a la FIFA, antes que países que ahora son potencia en la Concacaf, como México, Costa Rica y Panamá. Cuba se posicionó como destino para que clubes extranjeros hicieran una parada en sus giras, y así llegó primero el Galicia Sports Club, de la comunidad gallega radicada en Nueva York. Siguieron el Espanyol, el Colo Colo, el Real Madrid, el Alianza Lima, el Nacional de Montevideo, el Vélez Sársfield, el Bella Vista uruguayo, y el Audax Italiano de Chile.

Para representar a la isla, se formó la selección para disputar los Juegos Centroamericanos y del Caribe en La Habana 1930, en cuya edición el futbol debutaría como deporte. México se estaba preparando para disputar el Campeonato Mundial por invitación, así que declinó participar. Por ello, Cuba se enfrentó en un torneo a Guatemala, Costa Rica, Honduras más Jamaica. Los cubanos ganaron la medalla de oro ganando prácticamente todos sus encuentros de manera contundente.

Como el primer mundial de Uruguay fue por invitación, seguía la cita en Italia cuatro años después. Debido al creciente número de países en todo el mundo, la FIFA instituyó eliminatorias previas regionales para obtener 16 equipos que se batirían en el país sede. Así las cosas, Cuba afrontó la eliminatoria para clasificar a tierras italianas. La primera etapa era ser el mejor del Caribe y tenía que vencer a Haití después de tres partidos en Puerto Príncipe. Primero los cubanos ganaron 3-1, el segundo partido los haitianos opusieron una resistencia feroz y se saldó con un empate a un tanto. Finalmente Cuba destrozó a Haití con un 6-0. La siguiente etapa era vencer al mejor de Norteamérica. México aguardaba. De nuevo tendría que jugar tres partidos de visitante en el Parque Necaxa de la capital mexicana. La altura de la ciudad y el buen nivel de los mexicanos fueron demasiado para los cubanos, que perdieron tres veces: 3-2, 5-0 y 4-1. México posteriormente caería en un partido improvisado con Estados Unidos en Roma, tres días antes de debutar con la Italia de Benito Mussolini… pero esa es otra historia.  

Congreso FIFA Berlín 1936: menosprecio a América y su retiro

Los mundiales de la FIFA debían guardar esa característica, mundiales. 1930 había sido en Uruguay, 1934 fue en Italia. El orden justo reclamaba que para 1938 regresara al continente americano. Argentina era la opción natural, con un desarrollo que rivalizaba con Europa, una cultura de futbol efervescente y equipos que llamaban la atención de los aficionados al futbol. Además, ellos habían sido medalla de plata en los Olímpicos de Ámsterdam 1928. El presidente de la FIFA, Jules Rimet, le insinuó a los directivos de la Asociación de Futbol de Argentina que ellos serían sede.

Los franceses no se quedaron con los brazos cruzados. Henri Delaunay (futuro secretario de la FIFA y presidente de la UEFA) y el ex mandatario Robert Guérin, empezaron a hacer cabildeo con su paisano Rimet. Francia tenía mejor infraestructura, estadios de primer nivel, y además en 1937 París sería sede de la Expo Mundial. Rimet quedó convencido y convenció por debajo de la mesa a los miembros europeos de la FIFA que votaran por Francia.

Henri Delaunay

Llegó el congreso de la FIFA en Berlín, mientras se disputaban los Juegos Olímpicos. Se decidiría la sede del próximo mundial. Francia, Alemania y Argentina eran los candidatos. Alemania se marchó con ningún voto a favor. Argentina apenas tuvo cuatro, y Francia se quedó con 19. El cabildeo había sido un éxito, y el país galo sería la sede de 1938.

Esto provocó el enojo de Argentina. Reclamó con justa razón a Rimet; les había prometido la sede y no cumplió. Negociaron que la FIFA les diera la clasificación directa al mundial como resarcimiento de daño y además porque habían demostrado tener el nivel para competir contra los grandes. La FIFA aceptó, pero los clubes argentinos no quisieron ceder a sus mejores jugadores (¿cuándo no?). A la AFA no le quedó más remedio que retirarse de la competencia.

Si Francia había hecho arreglos tras bambalinas, llegaba la hora de Argentina. Mientras estaba en su estira y afloja, los dirigentes argentinos instigaban a sus hermanos del continente americano que se retiraran en protesta porque la FIFA los miraba por debajo del hombro. No hubo necesidad de convencer a Uruguay; tenía un veto para todo lo que tuviera que ver con Europa, seguía resentida por los pocos países europeos que se dieron cita a su campeonato mundial. Colombia, Estados Unidos, Costa Rica, Guyana Neerlandesa y El Salvador se retiraron en solidaridad. Brasil fue el único de Sudamérica que no le hizo caso a Argentina, y esa decisión le ha valido el estatus de ser el único que ha asistido a cada campeonato mundial disputado.

Estado de la selección de Cuba antes de Francia 1938

Quedaba ver qué sucedía con México. En 1938 su presidente Lázaro Cárdenas decretó la expropiación de todas las compañías petroleras que pertenecían a manos extranjeras. Por esa razón, el país pasó penurias económicas que afectaron finalmente a la selección de futbol. Tenían que tomar una decisión: ir al mundial de Francia 1938 a jugar seguramente un partido o acudir a los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Panamá, con altas probabilidades de ser campeón. Se inclinaron por la segunda opción. Esto le dejó el camino libre a Cuba, que clasificaba así al mundial de Francia como representante de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe.

Cuba era un invitado digno de jugar, y la confederación podía estar tranquila de que tenían un buen representante. Mientras crecía como destino de futbol, equipos cubanos se montaban en giras a Costa Rica para ver su nivel. Jugaron con el Gimnástica Española, el Orión, el Herediano y el Alajuelense. También en 1937 Cuba fue invitada a Cali a jugar un torneo para conmemorar los cuatrocientos años de la fundación de esta ciudad colombiana. Cuba mandó al Centro Gallego a competir con los anfitriones, México, Ecuador y Argentina. Contra todo pronóstico, los gallegos cubanos ganaron la medalla de oro. Cuba también fue un destino para que la selección vasca, involuntariamente gitana debido a la Guerra Civil Española.

Para 1938 Cuba tenía una situación curiosa. En esos momentos contaba con una población de 4,5 millones de habitantes y su número de equipos afiliados apenas ascendía a 50. Mismo caso tenía con respecto a los jugadores afiliados, apenas rebasaban los 1.000. El 2% de ellos formaba parte de la selección, siendo así la proporción más alta de todos los 15 países que estarían en el mundial. Para esta cita importante mundial, el DT José Tapia anunció a los 16 convocados:

Número Nombre Posición Club
1 Juan Alonso Portero Fortuna
2 Joaquín Arias Medio Juventud Asturiana
3 Juan Ayra Portero Centro Gallego
4 Jacinto Barquín Defensa Puentes Grandes
5 Pedro Berges Medio Iberia
6 Benito Carvajales Portero Juventud Asturiana
7 Manuel Chorens Defensa Centro Gallego
8 Tomás Fernández Delantero Centro Gallego
9 Pedro Ferrer Delantero Iberia
10 Arturo Galcerán Nogués Mediocampista Juventud Asturiana
11 José Magriñá Delantero Centro Gallego
12 Carlos Oliveira Delantero Hispano América
13 José Antonio Rodríguez Mediocampista Centro Gallego
14 Héctor Socorro Delantero Puentes Grandes
15 Mario Sosa Delantero Iberia
16 Juan Tuñas Delantero Juventud Asturiana

El equipo cubano se embarcó en el SS Orizaba el 21 de mayo con destino a Nueva York. Al llegar al puerto cosmopolita estadounidense dejaron un registro del desembarco, en el cual jamás apareció Arturo Galcerán. No había tiempo, tenían que ir al trasatlántico Queen Mary si querían llegar a tiempo al mundial de Francia. Desembarcaron en el puerto de Cherbourg el 30 de mayo, apenas cinco días antes del inicio del mundial de Francia.

Sorpresa mayúscula ante Rumania

Cuba tendría su debut en el Campeonato del Mundo contra Rumania el 5 de junio en el Stade du TOEC de Toulouse, llamado así por ser la casa del club de rugby XV Toulouse Olympique Employés Club. Rumania ya era una selección establecida en Europa Central. Tenía participación en los dos campeonatos mundiales previos y tenía ganas de por fin avanzar de ronda después de su fracaso ante los checoslovacos cuatro años atrás. (Para ver la historia completa del futbol rumano, haz clic aquí).

Los rumanos tenían serias esperanzas con una delantera respetable, pero tenían la sensible baja de Juhász Gusztáv, del Oradea, que se había fracturado un mes antes. De todas maneras, Rumania lucía como favorita: 20,1 millones de habitantes, 470 clubes y 47 mil jugadores. Cuba era la debutante (junto con las Indias Orientales Neerlandesas, ahora Indonesia. Ya conté su historia) y los europeos no sabían qué esperar de esta selección desconocida.

A las 5 de la tarde del 5 de junio saltaron los clubes de esta manera:

Rumania: Pavlovici; Bürger y Chiroiu; Cossini, Rășinaru (capitán) y Raffinsky; Bindea, Kovács, Bodola, Dobai y Baratky. DTs: Săvulescu y Rădulescu.

Cuba: Carvajales; Barquín y Chorens (capitán); Arias, Rodríguez y Bergés; Magriñá, Fernández, Tuñas, Sosa y Socorro. DT: Tapia.

Apenas 6.000 espectadores se dieron cita para ver este juego entre rumanos y cubanos. Se recaudaron apenas 103.000 francos (2.900 dólares), la menor ganancia de todos los juegos de la Copa Mundial. El partido transcurrió como se esperaba: Rumania atacando y Cuba defendiendo. Al minuto 35’, Bindea abrió el marcador y todo parecía indicar que sería cuestión de tiempo para que siguieran los goles, pero Cuba reaccionó rápidamente y al 40’ Socorro empató. Se iban al descanso con el 1-1.

Al 61’ Magriñá adelantaba con justicia a los cubanos, que sorprendían a propios y extraños con una velocidad que nadie esperaba. A la par de eso, el portero Carvajales estaba en un plan grande y detenía tiro tras tiro de Rumania. Lástima que no resistió y al 88’ Baratky aparecía para mandar el partido a la prórroga de 30 minutos. Empezó el tiempo extra y de nuevo Cuba tenía la ventaja por medio de otro gol de Magriñá al 93’. Para la FIFA el autor del gol fue Socorro al 103’. Sea como sea, Cuba volvía a adelantarse, pero a punto de concluir la primera mitad, Dobai empató para evitar el ridículo rumano. Terminó el partido con un empate a tres tantos.

Como la tanda de penales fue contemplada hasta los años 70, la FIFA obligaba a jugar un partido más de desempate cuatro días después en el mismo lugar. Ahora el partido se llevaría a cabo a las 6 de la tarde. Por lo duro del encuentro, se realizaron cambios en las formaciones. Rumania, decepcionada, sustituyó a Sadowski por Pavlovici y Felecan por Chiroiu, desdeñados por permitir tres tantos de los cubanos. También querían ganar, así que Bărbulescu entró por Cossini, Bogdan por Bindea, Moldoveanu por Kovács y Prassler por Bodola. Cuba mantuvo casi a todo el equipo sorpresivo, salvo la portería. Ayra entraría por Carvajales. Era un movimiento arriesgado; Carvajales mantenía viva a Cuba. ¿Ayra podría con el paquete?

Ahora en el Stade du TOEC había 8.000 espectadores, atraídos por la expectación de ver una posible sorpresa. Estas eran las alineaciones:

Rumania: Sadowski; Bürger y Felecan; Bărbulescu, Rășinaru (capitán) y Raffinsky; Bogdan, Moldoveanu, Prassler, Dobai y Baratky. DT: Săvulescu y Rădulescu.

Cuba: Ayra; Barquín y Chorens (capitán); Arias, Rodríguez y Bergés; Magriñá, Fernández, Tuñas, Sosa y Socorro. DT: Tapia.

De nuevo Rumania se adelantaría, y al 35’ Dobai marcaba. Se iban al descanso con el 1-0. Todo mundo preveía una victoria rumana, pero Cuba tendría la última palabra de nuevo con base en la velocidad. Primero el buen Socorro metió al 51’ y dio la vuelta con un gol de Fernández al 57’. Hay que reconocer que era fuera de lugar que los rumanos reclamaron, pero que el árbitro alemán Birlem dio por bueno. No ocurrió así con Rumania, que Baratky había empatado, pero fue anulado de igual manera por fuera de juego.

El partido terminaba y se había consumado la sorpresa. Cuba vencía en el desempate 2-1 y hacía historia. Era la primera victoria de un cuadro de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, y era la primera vez que un equipo de esa región avanzaba una ronda.

Masacre por parte de los suecos

Ahora Cuba debía medirse a Suecia el 12 de junio en la ciudad de la Côte d’Azur de Antibes ante Suecia. Los escandinavos llegaban descansados al extremo. Habían clasificado por default. Resulta que el Wunderteam de Austria, semifinalista en Italia y con mucho mejor nivel que cuatro años atrás no se presentó debido al Anschluss, la anexión por referéndum a la Alemania de Adolfo Hitler; incluso su estrella Mathias Sindelar había jugado bajo la bandera de la esvástica contra Suiza en el Parc de Princes de Paris, y perdieron para algarabía de los franceses. Por su parte, los cubanos venían de disputar 210 minutos intensos y con apenas tres días de descanso. ¿Habría milagro? Por lo pronto debían sustituir a Magriñá y Sosa con Ferrer y Alonzo, respectivamente.

12 de junio. 5:00 pm. Stade du Fort Carré, en Antibes. Asistencia de 7.000 espectadores. Así saltaban al campo:

Suecia: Abrahamsson; Eriksson y Källgren; Almgren, Jacobsson y Svanström; Nyberg, Jonasson, Keller (capitán), Wetterström y Andersson. DT: el húngaro Nagy József.

Cuba: Carvajales; Barquín y Chorens (capitán); Arias, Rodríguez y Bergés; Ferrer, Fernández, Tuñas, Alonzo y Socorro. DT: Tapia.

Como se esperaba, Suecia no decepcionó y apenas iniciar el encuentro Wetterström avanzó en un ataque impedido por Carvajales. No fue suficiente y al minuto 9’ Andersson metió el 1-0. Las pésimas condiciones del campo impedían la rapidez característica de los cubanos; aún así respondieron con Alonzo y Socorro, pero Abrahamsson evitó la caída del marco. Wetterström se redimió de su falla inicial con dos goles al 32’ y al 37’. El campo al final perjudicó a los cubanos, pues Arias se debió retirar por lesión al 41’. Un minuto después, se le concedió un penal a Cuba. Fernández fue el encargado de cobrarlo, pero Abrahamsson le detuvo el disparo. Wetterström todavía marcaría un gol al 44’. 4-0 al medio tiempo.

El segundo tiempo vio a Cuba con diez hombres, que aguantaron como pudieron por más de 30 minutos. Al final, la selección caribeña quedó desfondada físicamente y desmotivada. Suecia aprovechó esto para darse un festín. Keller al 80’, Andersson al 81’ y al 89’ y Nyberg al 84’ dejaron el marcador 8-0 en favor de los suecos. Por su hat-trick, Andersson tendría el apodo de Cuba para la posteridad. Mientras tanto, a pesar de los ocho goles, Carvajales fue considerado como el mejor del partido. Cuba se había ganado el respeto del mundo.

¿Por qué Cuba no se ha mantenido como potencia de Concacaf?

Cuba empezó a ceder terreno en la confederación. En las eliminatorias para Brasil 1950, México y luego Estados Unidos rebasaron por la derecha a los cubanos. No se inscribieron a las eliminatorias para Suiza y Suecia. Posteriormente ocurrió la Revolución Cubana de corte socialista/marxista, y al poder llegó Fidel Castro, que más bien prefería el deporte del imperialismo yankee llamado beisbol. Jamás dije que no le gustara el futbol; simplemente, en la práctica le dio relevancia a deportes donde Cuba tenía potencial para dominar el mundo, como el basquetbol, el ajedrez, la lucha grecorromana y el box, todo esto con fines propagandísticos. Cuba se convertiría en una potencia de Juegos Olímpicos… pero el futbol terminó siendo el sacrificado, más con la avanzada mercantilista a partir de los años 90.

Luego se hicieron fuertes selecciones como las Antillas Neerlandesas, Haití, Trinidad y Tobago y Jamaica. Cuba terminaría siendo un equipo que aspiraba a ganar solamente campeonatos del Caribe y de vez en cuando pasar la fase de grupos de la Copa Oro con un golpe de suerte. Eso sí, cuentan con algunos éxitos esporádicos, como alcanzar los cuartos de final en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 (claro que ayudó el boicot de países capitalistas), los cuatro oros de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (tres de ellos consecutivos en los años 70), la plata en los Juegos Panamericanos de San Juan 1979 y el campeonato sub-16 de la Concacaf en 1988. Tampoco olvido que son potencia regional en el futbol sala con cinco clasificaciones al mundial, aunque ahora decepcionaron en las eliminatorias para Lituania 2021. 

Lo cierto es que la aventura mundialista de Cuba en Francia fue un hito por el lado que se vea. Logró colocar a la Concacaf por vez primera en los ocho mejores del mundo, antes que Estados Unidos, Costa Rica e incluso México, que no ha logrado meterse a cuartos de final fuera de casa. Tuvieron que pasar 20 años para que otra selección de la región saliera vivo de un partido y 24 años para que lograra vencer. Muchos no lo saben, pero Cuba es una auténtica potencia dormida, y aunque recientemente sea más famosa por la deserción de jugadores cada que disputan un torneo en Estados Unidos, en Cuba hay talento, potenciado ahora por la tan ansiada incorporación jugadores en el extranjero. Como dijera José Martí, héroe de la independencia de Cuba:

«Para ir adelante de los demás, se necesita ver más que ellos».

Onel Hernández, del Norwich City, es el primer cubano en jugar en la Premier League

Fuentes

Lara, Mario. Historia del Futbol Cubano: 1900-1929. El Nuevo Blog del Fútbol Cubano. Fecha desconocida.
Yunus, Diego Martín. Por qué Argentina no fue a Francia 1938. Tribunero. Fecha desconocida.
Gehringer, Max. A grande história dos mundiais 1930, 1934, 1938 e 1950. E-Galáxia (2021).
Márquez C., Ramón, y Díaz, Pedro. Los Mundiales: Francia 1938. La Jornada: 5 de junio de 1994.

Tras un breve descanso de futbol de la FIFA, tiene todavía una competencia más. Se trata del Campeonato Mundial de Futbol Playa a realizarse en Moscú, Rusia. 16 selecciones estarán en el Complejo Deportivo Luzhniki para medirse en la arena. La Concacaf tiene nuevos representantes de manera sorpresiva, El Salvador y Estados Unidos. Los salvadoreños regresan después de ocho años, y a diferencia del futbol normal, en esta modalidad del futbol es un equipo de respeto a nivel mundial. En el mundial de Italia 2011 llegaron a semifinales con un equipo lleno de pescadores, que le dio la vuelta al mundo. Esa historia la veremos la siguiente semana.

Recomendación musical 2

Cuando uno escucha la palabra Cuba, hay una palabra que se le viene a la mente: Guantanamera. No es debido a la infame prisión estadounidenses a terroristas, sino a la belleza de una mujer en Guantánamo que desairó los piropos de un grupo de amigos del panadero Hermán “El Diablo” García Wilson. En 1929, otro músico, Joseíto Fernández, lo colocó música y una estrofa de un poema del gran José Martí. Así se hizo famosa por toda Cuba, pero una versión en 1967 del grupo estadounidense The Sandpipers la masificó por todo el mundo. La cantan desde próceres de la ópera como Luciana Pavarotti, hasta grupos de aficionados en Inglaterra, Italia y España. Te traigo la versión cantada por Máximo Francisco Repilado Muñoz, mejor conocido como Compay Segundo, el mejor músico cubano. En este video se ve a la Cuba gloriosa que espero que alguna vez volvamos a ver.

Recapitulemos

El Caribe es el bloque más numeroso de la Concacaf, pero solamente cuatro países de esa región han clasificado al mundial. El primero de ellos fue Cuba. Pocos saben que en los años 20 y 30 Cuba era un país respetado en el futbol. Tiene una larga historia que comenzó en 1905. En los años 10 surgieron equipos de diversas comunidades españolas. Ganó torneos como los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1930 y el campeonato de Cali en 1937. Cuba llegó al mundial gracias al retiro de todas las selecciones americanas, salvo Brasil. Su debut fue contra Rumania. Nadie sabía qué esperar de esta selección al otro lado del Atlántico, y sorprendieron a todos primero con su velocidad y dinamismo, luego con la labor del guardavallas Carvajales, más tarde con un empate a tres goles y finalmente con su victoria en el desempate. Cuba es así la primera selección de Concacaf en ganar un partido mundialista y clasificar a cuartos de final. Lástima que por el cansancio quedó eliminada con un marcador de 8-0 a manos de Suecia, descansada gracias al retiro de Austria por el Anschluss. Es verdad que ha perdido mucho terreno en la región; Fidel Castro prefirió darle más peso a deportes como el beisbol, el basquetbol y el box. Aún así, creemos que hay bastante talento en Cuba y esperamos que regrese este gigante dormido.

Nos vemos la siguiente. ¡Hasta luego!

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Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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