Bélgica 0-2 Marruecos: Finales y principios

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Está siendo difícil la participación de Bélgica en la Copa del Mundo de Qatar. La generación dorada del país, que estuvo realmente cerca de la gloria eterna en Rusia 2018, está viendo como el paso del tiempo no les ha sido inmune y se están descomponiendo poco a poco. Ni Courtois ni de Bruyne, que sí son estrellas que han llegado en buena forma a la cita, les salvaron en la derrota ante Marruecos. Bélgica se jugará la clasificación para octavos ante Croacia en un partido donde tendrán que ir a por la victoria, mientras Marruecos acaricia igualar su mejor resultado histórico, cuando en México 1986 cayeron en octavos ante Alemania Federal.

Sorprendió Bob Martínez con el planteamiento, aunque no deja de ser algo que ya ha realizado en más ocasiones. Sin ir más lejos, en su partido más recordado de su etapa en la selección belga, la victoria ante Brasil en los cuartos de final del pasado Mundial. El planteamiento en cuestión consiste en jugar con balón con tres centrales y defender con línea de cuatro. Ante Marruecos, Timothy Castagne se colocaba como tercer central en construcción, con Meunier y Thorgan Hazard dando la amplitud, mientras que en defensa era un 4-2-3-1, con Meunier y Castagne laterales, De Bruyne y Thorgan Hazard extremos.

¿Por qué tomó esta decisión Roberto Martínez? Presumiblemente, para defenderse mejor ante el lado fuerte marroquí. Como ya vimos ante Croacia, la selección africana concentra la mayor parte de su juego en derecha, donde junta a sus dos mejores jugadores: Achraf Hakimi y Hakim Ziyech. De esta manera, la idea del entrenador español consistía en tapar con Eden Hazard al mediocentro rival, que los extremos saltaran a los laterales rivales y que los laterales propios fueran con Ziyech y Boufal. Juntando dos jugadores acostumbrados a contribuir en defensa como Timothy y Thorgan, había más argumentos y presencia para cerrar el grifo y evitar que el rival generara peligro.

Los problemas para Bélgica, de todos modos, llegaron cuando tenía el balón. Mucha lentitud en primeros pases, sin lograr filtrar dentro ni girar el buen bloque en 4-3-3 del rival. Además, en transiciones tras robo, Bélgica no podía conectar con su mejor jugador: Kevin de Bruyne. El del Manchester City cerraba por la banda derecha, mientras que la pérdida de Marruecos solía ocurrir en la izquierda. De esta manera, sin conectar con Kevin para lanzar ni contar con Lukaku para estirar y amenazar al espacio, la selección europea no lograba inquietar la portería rival.

Marruecos lograba amenazar gracias a la buena actuación de Hakim Ziyech. Después de un partido ante Croacia algo decepcionante del jugador del Chelsea, ante Bélgica produjo mucho recibiendo al pie, siendo hábil y conectando con compañeros en espacios reducidos, y cambiando a lado débil donde Sofiane Boufal amenazó contando con espacio para regatear.

Modificó Bélgica en el descanso, cambiando a De Bruyne a la banda izquierda para tener mayor amenaza tras robo, pero los problemas persistían y Marruecos finalmente se logró adelantar en una acción a balón parado. Los dirigidos por Walid Regragui, de hecho, marcaron el mismo gol dos veces: centro cerrado al primer palo, envenenado, y Saïss molestando a Courtois para dificultarle la intervención. La primera vez, se anuló por centímetros; la segunda, subió al marcador.

Con ventaja para Marruecos, Bélgica empezó a juntar jugadores ofensivos, mezclando la vieja guardia (Mertens) con la nueva (De Ketelaere, Trossard), acabando cargando mucho el área con Witsel bajando a ser central, Castagne y Trossard carrileros dando profundidad por fuera, De Bruyne en la base con Tielemans, y De Ketelaere, Mertens y Lukaku arriba. Buscó ofrecer soluciones De Bruyne organizando desde atrás y metiendo centros peligrosos al área, pero aguantó bien una selección africana que volvió a contar con un genial Nayef Aguerd en tareas defensivas y que acabó en 5-4-1 para defenderse con todo. Finalmente, ya en el tiempo de descuento, una transición acabaría en el 2-0 y la alegría marroquí, que acaricia la clasificación. Bélgica se la jugará ante Croacia, pero mucho tendrá que mejorar porque, por el momento, es un equipo moribundo preso de su pasado.

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Hugo Marugan
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