La carrera de Julián Araujo sigue tomando una ruta tan inesperada como retadora e ilusionante. El lateral mexicano pasó del LA Galaxy al FC Barcelona en un movimiento insólito que, aunque no le dio la oportunidad de portar la casaca blaugrana en un partido oficial, le sirvió como trampolín para mostrarse en el fútbol europeo con Las Palmas y atraer miradas en la costa sur de Inglaterra, concretamente en Bournemouth.
Araujo se convertirá en el 12vo jugador mexicano en ver acción en la primera división inglesa, y lo hará, además, en un club cuyo proyecto deportivo emana seriedad y ambición. The Cherries viven apenas su segunda etapa en la Premier League. La primera duró cinco temporadas (de 2015 a 2020), todas a cargo de Eddie Howe, actual entrenador del Newcastle. Mientras que esta aventura apunta a alcanzar esa misma estabilidad, pues se aproxima a su tercera campaña.
Para conseguir dicha plenitud en la máxima categoría, el Bournemouth contó con Richard Hughes como jefe de reclutamiento por varios años. Y tras su salida al Liverpool, han incorporado este verano a Tiago Pinto, cotizado director deportivo con experiencia previa en el Benfica y en la Roma de José Mourinho. Por sus manos pasó el fichaje de Araujo, así como el de varios jóvenes que ha realizado el cuadro británico en el mercado de pases.
Desde luego, otra figura importante en este fichaje, en palabras del propio Julián, fue Andoni Iraola, una más de las atrevidas apuestas del club. Las cosas no iniciaron bien para el estratega español, que en su temporada de debut tardó nueve partidos en obtener su primera victoria. Sin embargo, la dirigencia lo respaldó y le permitió revertir la situación, encadenando buenas rachas y afianzando su modelo de juego hasta terminar el curso en la posición 12 de la tabla, con 48 puntos (22 por encima de la zona de descenso). Con una nómina corta y una plantilla joven, el objetivo debería volver a ser ese: tranquilidad en la media tabla.
Iraola propone una presión intensa y coordinada, habitualmente en un 4-4-2. En esta fase sin balón, el Bournemouth fue uno de los cinco equipos más eficaces en la segunda mitad de la Premier League 2023/24, al liderar ránkings de recuperaciones y presiones en campo rival. Por su parte, al momento de atacar, el equipo de las Cerezas ha sabido ser flexible. Si bien pueden jugar directo con su referente en punta (Solanke en ese curso), también buscan generar sociedades por fuera entre lateral-mediocentro-extremo para poder desbordar y mandar servicios al área. A veces una propuesta elaborada y de vez en cuando pragmatismo.
Ese será el reto para Julián Araujo. Ser lo suficientemente disciplinado sin el balón, y ágil con él para salir avante con toques cortos. Esto último parece haberlo mejorado bajo las órdenes de García Pimienta en una propuesta similar en LaLiga. En cuanto al apartado físico, su conocido despliegue para recorrer la banda debería ser un buen augurio de que podrá soportar el ritmo de la Premier League.
La competencia por un puesto nunca será sencilla, pero en este caso no luce como una misión imposible para el seleccionado tricolor. Podríamos decir, incluso, que sus posibilidades de tener minutos son prometedoras. Como laterales derechos solo están Adam Smith, Max Aarons y James Hill. De los tres, Smith fue quien acumuló la mayor cantidad de titularidades la campaña anterior (25), y ciertamente es uno de los líderes de la plantilla; no obstante, sus 33 años de edad invitan a pensar que el relevo está por llegar. Aarons, en cambio, es solo un año mayor que el mexicano, pero no ha logrado alcanzar el nivel que prometía cuando inició en el Norwich. Y finalmente, Hill es visto más como un comodín en la defensa que como un especialista en el sector derecho.
A reserva de más cambios en la plantilla y los ajustes obligados después de la salida de un referente como Dominic Solanke, son estas las cartas que tiene sobre la mesa Julián Araujo para crecer, hacer explotar su carrera en el fútbol europeo y adueñarse de una vez por todas de la lateral derecha de la selección mexicana, una posición sumamente inestable a pesar de la cantidad de prospectos que han emergido en el último tiempo. Cuesta pensar en mejores escenarios para lograrlo que el Vitality Stadium de Bournemouth.
