La fecha 13 de la Premier League ha dejado duelos tácticos de altísimo nivel y enfrentamientos que levantan bastantes incógnitas. Desde un choque repetido antes de tiempo y primeras veces para dos que se parecen mucho entre sí hasta golpes de realidad y autoridad para grandes y menos grandes, la jornada ha tenido de todo un poco. El duelo de pizarras de Graham Potter y Erik ten Hag en el Chelsea contra Manchester United, el primer Guardiola contra De Zerbi en el Manchester City ante Brighton, una derrota dolorosa del Liverpool en Nottingham, el golpe merecido del Newcastle al Tottenham y un Fulham que ganó en Elland Road al Leeds y se permite seguir soñando son las propuestas para revivir el fin de semana de Premiership.
Graham y Erik, choque de pizarras
El Chelsea-Manchester United pintaba como el partido de la jornada de Premier League. Desde el ángulo del espectáculo para el espectador, quizá haya quedado a deber por las condiciones tácticas que se dieron en Stamford Bridge. Para los más apasionados por la estrategia, fue una batalla de pizarras a la altura de lo que son Graham Potter y Erik ten Hag: dos de los mejores de la liga. Los Devils del neerlandés dominaron durante más de media hora gracias a una presión alta con marcas individuales que ahogó a los carrileros (César Azpilicueta y Ben Chilwell) con los laterales (Luke Shaw y Diogo Dalot) y emparejaban todo el centro del campo, pero también a un plan con balón que buscó juntar al equipo por la izquierda para girar a la derecha y tener a Marc Cucurella -central zurdo del 3-4-2-1 de los Blues– siempre en desventaja ante Dalot y Antony. Y dentro de ese 4-3-3 dibujado por los Reds, el plan con y sin balón dio mucho gracias a un Casemiro mandón que jugó a costados de sus centrales para acumular pases, lanzar de lado a lado y dejarle a Christian Eriksen el armado mientras Bruno Fernandes atacaba entre líneas. Y con el bloque achicando muy bien el campo hacia adelante, todo se hizo más evidente. Ahí entró Graham Potter para cambiar el relato: al minuto 36, retiró a Marc Cucurella y metió a Mateo Kovačić, cambiando la estructura a un 4-3-1-2 con el croata de interior y Mason Mount detrás de Raheem Sterling y Pierre-Emerick Aubameyang en ataque. Desde ahí, el Chelsea fue inclinando la balanza hasta llegar al penal cometido por Scott McTominay al 87′. El local no sólo presionó mejor, sino que encontró mucho mayor control de balón y profundidad al atacar, juntando mucha gente por dentro y conquistando las zonas clave. Pero apareció Casemiro con un cabezazo brutal que confirmó su exhibición, salvó un empate merecido para el United y culminó una genial batalla de pizarras entre Graham Potter y Erik ten Hag.
El primer Guardiola contra De Zerbi
Todos tienen que vivir una primera vez. Para Roberto De Zerbi, una de las que quizá le hacía más ilusión llegó muy pronto. El italiano viajó con su Brighton al Etihad Stadium para medirse al todopoderoso Manchester City de Pep Guardiola, uno de sus más grandes referentes, y enfrentarlo por primera ocasión. Pese a la derrota, se puede decir que exprimió al máximo la oportunidad con un plan de partido que presentó otra gran disputa táctica este fin de semana. Los Seagulls basaron todo en una presión alta con marcas individuales en todo el campo, emparejando a todos los rivales y dejando mano a mano a Adam Webster con Erling Haaland en la última línea. Y si bien los sureños entendieron cómo buscarla, el ingenio y los recursos de Guardiola se hicieron pesar con soluciones pequeñas que hicieron una gran diferencia. Ante esos emparejamientos, el City empezó a jugar con sus alejados a partir de un Ederson que terminó siendo el hombre libre local para lanzar. No hay mejor jugada para ilustrar esto que el 1-0, con el arquero brasileño lanzando al androide noruego a campo abierto, y este, a su vez, sacando de combate a un central de su envergadura física. Pero si el Brighton ya había sido valiente y pagó yéndose abajo al medio tiempo, lo siguiente valió toda la pena. Durante los 20 minutos iniciales del segundo tiempo, el equipo de Roberto De Zerbi adelantó sus líneas, empezó a salir con la pelota más controlada y su posesión creció con buenos rondos de pases por la izquierda, amenazando con Leandro Trossard desde la banda y un juego interior marcado por Alexis Mac Allister y Moisés Caicedo yendo muy bien hacia adelante, dirigiendo ataques y encontrando a Danny Welbeck y Pascal Groß. Tras la lesión de Joël Veltman -central derecho del 3-4-1-2 inicial, el italiano cambió a un 4-2-3-1 que todavía le permitió mostrar más valentía, pero un riflazo de Kevin De Bruyne selló todo y devolvió el control al campeón defensor. Si este ha sido el primer Guardiola contra De Zerbi, hay que imaginar cosas estupendas para los siguientes.
¿A cuál Liverpool creerle?
El partido que abrió la jornada 13 de la Premier League trajo a la discusión una duda real en torno al Liverpool de esta temporada: ¿a cuál versión suya se le tiene que creer? Pese a venir de dos victorias por la mínima ante el Manchester City -con mérito, aunque siendo inferior- y West Ham -superior, pero concediendo varias ocasiones de alto valor gol-, el Nottingham Forest remarcó los problemas que vienen atravesando los Reds con sus lesiones y el armado del equipo. En el City Ground, Steve Cooper buscó plantarles cara con un 4-2-3-1 muy estrecho en el centro del campo, vigilando individualmente y tapando todas las opciones de juego por dentro. Ante semejante atasco, Jürgen Klopp siguió buscando soluciones. Su equipo buscó atacar este muro rival con un esquema que varió entre el doble pivote y un rombo en el centro del campo por momentos, tratando de crear superioridad a la espalda de Remo Freuler y Ryan Yates -pivotes del Forest- con Roberto Firmino acomo media punta. Además, probó a Curtis Jones como una especie de interior izquierdo que bajaba casi a la misma altura que Fabinho para armar ataques y llegaba en vertical acompañado de un Fabio Carvalho que a priori partía de banda y acababa como un segundo atacante, acompañando a Mohamed Salah. Y con Harvey Elliot de interior derecho, más James Milner y Andrew Robertson en los laterales, el Liverpool fue forzado a ser demasiado exterior y depender muchísimo de centros laterales que aumentaron con el ingreso de Trent Alexander-Arnold para la última media hora. Pese a estar atorados, los de Anfield pudieron marcar algún gol, aunque Taiwo Awoniyi los castigará en su propia área al minuto 55 con una jugada de laboratorio que le favoreció al definir. Al final, todo fue una muestra de lo que el Liverpool puede hacer incluso en un mal día, pero también de que, por ahora, no le está alcanzando para mucho más.
El golpe del Newcastle en casa del Tottenham
En otro duelo marcado por la presión al hombre gracias a otro entrenador ingenioso, el Newcastle se metió al norte de Londres y sacó una victoria que le confirmó como la revelación de la campaña hasta el momento. Eddie Howe, estratega de las Urracas, se ha hecho ampliamente conocido por diseñar presiones muy vistosas y efectivas, y eso fue justamente lo que le recetó al Tottenham en su propia casa. Teniendo en frente a un Antonio Conte que nunca rompió el guion de partido que él preparó, el entrenador británico le repitió la dosis que le dio hace unos días el Manchester United apretando con marcas individuales. Con un 4-3-3 muy agresivo, el Newcastle mordió desde el primer pase en área propia a los Spurs emparejando a todos en el campo, empezando por los atacantes con centrales, laterales con carrileros, centrocampistas con centrocampistas y a sus dos centrales con Heung-min Son y Harry Kane, los dos puntas del 5-3-2 del estratega italiano. A partir de esto, los norteños orientaron a los locales a jugar mucho por fuera e inducían al error por zonas interiores, forzando pases y acciones completamente fuera de lo aceptable para el Tottenham y desatando las dos situaciones de gol que los pusieron 0-2 al medio tiempo. Y aunque el anfitrión llegó a tener tramos de balón, el bloque medio-bajo diseñado por Howe para cuando superaban su presión también dejó sus dividendos. La lógica era casi la misma: 4-5-1 muy ordenado, rellenando el centro para evitar juego por esas zonas y vigilancias individuales, en especial a mediocampistas y carrileros para forzarles robos y correr a campo abierto. Y si a esto se le suma que Antonio Conte tampoco pudo corregir desde la pizarra esta situación, se puede decir que el golpe del Newcastle al Tottenham en la capital no sólo fue claro, sino merecido.
El Fulham sigue soñando
Hablar de revelaciones en la Premier League obliga totalmente a mirar al Fulham. Siendo uno de los tres recién ascendidos y habiéndolo hecho como campeón de la Championship, el equipo de Marco Silva está dejando un arranque de campaña que también le da esta etiqueta. No conformes con no esta peleando por evitar el descenso, están en la parte alta de la tabla cuando nos encaminamos a fines de octubre, y esto no se puede explicar sin victorias como la que obtuvieron en Leeds este fin de semana. Desde su 4-2-3-1 tradicional, los Cottagers le hicieron mucho daño a los Whites con la marca de la casa, que no es otra que las salidas rápidas tras pocos pases o con lance directo sobre Aleksandar Mitrović. Una ruta que ayudó mucho a sortear a un Leeds agresivo en la presión fue atraerlos muy abajo con Bobby Decordova-Reid como (¡)lateral(!) ante la baja del titularísimo Kenny Tete y Antonee Robinson, encontrando al matón serbio para que descargara de primera y le diera continuidad al equipo de cara a asentarse arriba. Una vez ahí, Willian marcó diferencias cambiando de ritmo y juntándose por las bandas, además de Harrison Reed y João Palhinha empujando hacia adelante y cargando la frontal y el área rival. Y Andreas Pereira fue el clutch de todo con su golpeo tanto a balón parado como en movimiento, acorralando al rival con sus servicios al área desde el balcón de esta o el banderín de córner y poniendo dos asistencias salidas de esto. Pese a que el Leeds pudo hacer daño por las bandas y atacando bien el segundo palo, no fue suficiente para parar a un Fulham que no deja de soñar con su primera permanencia en varios años.