Cinco apuntes de Premier League – Jornada 14

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La décimo cuarta fecha de la Premier League cargó de fútbol el sábado con ocho juegos para cerrar con gran condimento el domingo al tener a dos de los big six en acción. Vueltas incómodas a casa, derrotas amargas, un debut muy complicado y enormes retos tácticos han marcado una jornada emocionante. Roberto De Zerbi dándole una dura bienvenida de regreso a Brighton a Graham Potter con su ex equipo, el City de Pep Guardiola abriendo una muralla en Leicester, un nuevo tropiezo del Liverpool -ahora contra el Leeds-, la grandiosa actuación de Joelinton en casa del Aston Villa y el Tottenham remontando una inminente derrota en Bournemouth son las propuestas para repasar el fin de semana de Premiership.

De Zerbi vs Potter: el duro regreso de Graham a Brighton

Graham Potter dirigió por primera vez a su Chelsea el 14 de septiembre ante el Salzburg en Champions League. Mes y medio después, volvió a su antigua casa para enfrentar al Brighton del joven proyecto con Roberto De Zerbi. En un partido trepidante, los Seagulls mostraron que aunque el entrenador italiano todavía no se apropia por completo del equipo, ya tiene algunas señas y pequeños patrones que marcan a dónde apunta como colectivo. Pasando al 4-2-3-1, dejó sensaciones de muy alto nivel atrayendo la presión de los Blues en sus reinicios. Primero, con una adaptación muy interesante, pasando a Pascal Groß a la lateral diestra cuando venía jugando como mediapunta con Solly March de carrilero -este último fue extremo por su misma banda- y creando una gran superioridad numérica y encontrando por delante Kaoru Mitoma y Adam Lallana con espacios, siendo la parte superior de un cuadrado que ambos atacantes formaron con Alexis Mac Allister y Moisés Caicedo -ambos de gran partido otra vez-. Por fuera, el Brighton volvió a causar mucho daño con los desmarques de Pervis Estupiñán. Todo tuvo más sentido con Leandro Trossard de falso atacante, y fue ahí donde las costuras del Chelsea volaron por los aires en su regreso al AMEX Stadium. La primera victoria de Roberto De Zerbi en Premier League ha sabido a gloria, igual que la primera derrota de Potter al mando de los londinenses ha sido muy dolorosa por el duro regreso de Graham a su última casa. 4-1 de mucho castigo, con dos autogoles provocados gracias a jugadas de centro o pase lateral para cargar el área que acaban rematadas por el compañero o empujadas por el rival, pero bien ganado por los sureños.

Comparativo de zonas de pase entre el Brighton de Graham Potter y el de Roberto De Zerbi. Vía Driblab.

Kevin De Bruyne para abrir la muralla del Leicester

Siempre se dice que una individualidad puede desarmar a un colectivo. Pero hasta un equipo grandioso que tiene muchísimas rutas y nombres para hacerlo las necesita, sobre todo cuando el rival está más unido que nunca en busca de un resultado urgente. Esa puede ser la radiografía general del Leicester 0-1 Manchester City, con los locales proponiéndole un reto táctico brutal al campeón defensor. ¿Cómo abrir un bloque tan angosto, hundido y cerrado por dentro que tiene a todos los suyos en no más de 30 metros de campo? El Leicester planteó un escenario de partido donde se paró lo más abajo que pudo en un 5-4-1 que redujo al mínimo los espacios por dentro, haciéndose compacto entre líneas, con ayudas en todos lados y llevando al City a tener que avanzar por fuera con todos sus jugadores en igualdad numérica como mínimo. La respuesta de Pep, aunque fuese más o menos conocida, estuvo condicionada por la ausencia de Erling Haaland debido a una molestia en un pie. El equipo de Guardiola atacó mucho tiempo en una especie de 2-2-6 que tuvo en John Stones a un comodín como lateral derecho, proyectándose por dentro y conduciendo mucho, incluso llegando a zonas de interior, y todo con mucho criterio y fluidez. Con Cancelo y Bernardo Silva de extremos, buscó la superioridad con sus interiores clavándose con sus atacantes, teniendo muy arriba a Kevin De Bruyne e İlkay Gündoğan y a Julián Álvarez mezclando desmarques en una baldosa. Aún con esto, el Leicester llegó a tener un remate al palo, y todo por su agresividad para ganar rebotes en zonas más adelantadas del campo. Y en una falta frontal al área, el belga clavó un gol de altísima calidad para abrir el cerrojo.

Un Liverpool de tropiezos suma otro más

Los problemas en Anfield no paran. Pese al gran paso en Champions League, el Liverpool ha vuelto a caer en Premier League, y lo hizo ante un Leeds que sabe sufrir y encontrar su momento, pero no siempre está fino de cara a este. Dando continuidad al rombo en el centro del campo, Jürgen Klopp y sus Reds se enfrentaron a un equipo le esperó bastante atrás y le mezcló bien con presión alta en zona, el sello distintivo de Jesse Marsch. Con poca fluidez por dentro gracias a un bloque se fue plegando en torno al balón y cerró espacios por dentro, el Liverpool dependió mucho de encontrar a sus laterales por fuera -particularmente a Andrew Robertson- para tener profundidad llegando a raya de fondo y buscar centros laterales. Además, Darwin Núñez cayendo a zona de extremo izquierdo y Mohamed Salah con mayor libertad por dentro para aparecer mientras el uruguayo fijaba y arrastraba defensas fueron los principales argumentos ofensivos, todo facilitado por un Thiago Alcántara que mandó en el centro del campo y los conectó al juego con una gran exhibición pasadora. El asunto fue que el Leeds esperó bajo, montó una heroica defensa de área, Illan Meslier tuvo hasta nueve atajadas y la calidad de las ocasiones bajó. Entonces, los Whites aprovecharon un error grave de Joe Gomez cuando buscó el pase atrás hacia Alisson para ponerse en ventaja. Para rematar, la viveza de Crysencio Summerville dentro del área valió el 1-2 que acabó con 20 años sin poder vencer al equipo de Anfield.

Una bomba llamada Joelinton en Villa Park

El Newcastle de Eddie Howe asusta cada día más. No hay jornada donde no se le vea una evolución, la mejora es consistente y siempre tiene detalles por ofrecer. Previo al debut de Unai Emery, las Urracas recibieron al Aston Villa en plena transición de entrenador tras haber despedido a Steven Gerrard. Lo que ha quedado claro en St. James’ Park hasta esta altura de la temporada es que ir ahí será sinónimo de sufrimiento, y más cuando todo está por cambiar al interior de un club. Todo el caos lo representó perfectamente Joelinton, dejando una exhibición que explica por qué es indiscutible e irremplazable dentro del equipo del Toon. El brasileño empezó de extremo izquierdo ante la entrada de Joe Willock en el interior de ese mismo lado, rol que suele ocupar el brasileño. Con un Newcastle volcado al frente y generando ocasiones por doquier con mayor cuota de balón y mucha llegada por fuera y dentro de los intervalos entre central y lateral, el ex Hoffenheim siempre supo encontrar los aclarados en el bloque villano, lastimando principalmente el espacio entre Matty Cash y Ezri Konsa al ir de fuera hacia adentro y los costados de Leander Dendoncker cuando dejaba la banda para que Dan Burn estirara. Todo fue mucho más fácil con un tremendo partido de Kieran Trippier llegando a línea de fondo y sirviendo balones con precisión milimétrica. Y por si fuera poco, Joelinton acabó de interior izquierdo con el ingreso de Jacob Murphy al minuto 70, redondeando una actuación completa tanto con balón como sin él, siendo clave al vigilar a Douglas Luiz (pivote) y sumando ayudas en campo propio. La bomba Joelinton cayó en el peor momento posible en la reconstrucción del Aston Villa e hizo mucho daño.

Remontada in extremis del Tottenham

El Tottenham ha encadenado semanas con sensaciones negativas no sólo en cuanto a resultados, sino directamente en el juego. Los sustos crecieron como no había pasado esta temporada al visitar Bournemouth, con unos Cherries que salieron muy enchufados y con un plan perfectamente claro. Los dirigidos por Gary O’Neil se plantaron en un 5-3-1-1 bajísimo que, ante todo, buscó que los Spurs tomaran toda la altura y riesgos posibles con la pelota, proponiendo el juego muy cerca del arco de Mark Travers y buscando propiciar errores rivales con marca zonal por las bandas para robar y correr a toda velocidad por la espalda de los tres centrales londinenses. Destacaron muchísimo Phillip Billing y Lewis Cook (interiores) siendo muy agresivos en las ayudas hacia las bandas, formando ahí el contexto ideal. Los contraataques del local tomaban mucha velocidad gracias a un buen Dominic Solanke jugando de segundo punta y se concretaron por una pletórica actuación de Kieffer Moore martirizando a los centrales tanto en carrera como disputando balones en el área. Así se fue 2-0 arriba el Bournemouth, incluso metiendo dos líneas de cinco en su área para defenderse, pero Antonio Conte agitó la pizarra y sus Spurs empezaron a remar. Las entradas de Eric Dier, Rodrigo Bentancur e Ivan Perišić fueron aire fresco, solidez, profundidad y amenaza tanto al pie como al espacio que se fueron traduciendo en llegadas por fuera y balones parados que terminaron por culminar una épica remontada a segundos del final. El Tottenham estuvo muy cerca de irse derrotado, pero vivió para pelear otro día.

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Roberto González
Periodista y analista. Amo el fútbol desde que tengo memoria. Disfruto encontrar y explicar el porqué de las cosas.

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