CONCACAF Liga de Campeones – LAFC 3-1 América: querer y no poder

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Cuando parecía imposible tener un cierre de año aún más gris, el América se encargó de darle un nuevo sentido a la palabra “decepción”, hilando su cuarta derrota consecutiva del mes. En las semifinales de la CONCACAF Liga de Campeones, los dirigidos por Miguel Herrera cayeron ante el LAFC de Bob Bradley. El mismo equipo que dejó en el camino a León y Cruz Azul. Así, en un encuentro sumamente caótico, el equipo de la MLS firmó -de manera justa- su boleto a la gran final del certamen.

Buscando replicar lo ocurrido en cuartos de final, ambos equipos repitieron dibujo. América sostuvo su asimétrico 5-4-1, mientras que LAFC apostó nuevamente por su 4-3-3. Con la fichas en el tablero, las intenciones de ambos equipos no tardaron en ver la luz. Los angelinos buscaron proponer el encuentro utilizando a un finísimo Eduard Atuesta para comandar las posesiones de su equipo. El joven colombiano, quien partía como mediocentro, necesitaba de gestos muy sencillos para superar la primera línea de “presión” del América. Ya en campo rival, los interiores (Cifuentes-Kaye) se encargaban de jugar con las marcas del trivote azulcrema (Sánchez-Cáseres-Córdova), mientras que los laterales (Palacios y Blackmon) ganaban altura para fijar por fuera a los carrileros (Reyes y Sánchez). 

A partir de ahí, Carlos Vela y Diego Rossi, quienes tendían a buscar zonas entre líneas, se encargaban de dinamizar la acción una vez la pelota llegaba a sus pies. Ambos sumaron recepciones a los costados del argentino Santiago Cáseres, girando, y encarando a la línea de tres zagueros que resguardaba el área de Guillermo Ochoa. Pese a esto, tanto Ramón Juárez, como Luis Fuentes sufrieron poco en el mano a mano, logrando imponerse con cierta soltura en los duelos individuales. Con más empuje que claridad, LAFC fue capaz de rematar al arco de las Águilas en la primera parte.

Por su parte, con un plan mucho más reactivo, el América logró acercarse al área de Kenneth Vermeer gracias a Federico Viñas y Leo Suárez. El cuerpeo constante del uruguayo frente a Jesús Murillo y Eddie Segura, y la amenaza del pampero a la espalda de Palacios , ventiló un poco al cuadro azulcrema. Justo así consiguieron el tiro de esquina que terminaría abriendo el marcador tras un gran anticipo aéreo de Sebastián Cáceres.

Fue así como, en la génesis del segundo tiempo, y en el momento más adverso del encuentro, el mejor futbolista de la MLS apareció. Aprovechando los errores del América, Carlos Vela se encargó de machacar al espacio a un equipo que no suele tener el mejor control de su profundidad defensiva. Dos arrancones y dos definiciones al segundo poste fueron suficientes para remontar el marcador en cuestión de segundos. 

Tras el 2-1, el discurso de los capitalinos se transformó en un querer, pero no poder. Una vez más, este equipo dejó en claro que no está lo suficientemente aceitado para cargar con el peso del balón. Más allá de que con los ingresos de Roger Martínez, Andrés Ibargüen y Sergio Díaz América inclinó la cancha contra el arco del holandés Vermeer, el repliegue del LAFC sufrió poco. Al conjunto de Coapa le volvió a faltar creatividad para generar ocasiones.

Bob Bradley gestionó bien sus cambios y, con la entrada de Francisco Ginella, acercó a su equipo a la clasificación. Al final, un carismático Latif Blessing, quien entró al medio tiempo por Musovski tras la expulsión de Atuesta, se encargó de definirlo. Así, de manera justa, el verdugo de los equipos mexicanos en la CONCACAF Liga de Campeones se verá las caras ante los Tigres de Ricardo Ferretti, buscando añadir a una víctima más a la lista para llegar al Mundial de Clubes.

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Paco Villasana
De los que priorizan las formas por encima de los resultados, en el fútbol y en la vida misma. Escribo del juego porque tengo la responsabilidad de explicar el porqué de las cosas, sobre todo en un país que lo necesita. Busco aprender de los mejores y generar un cambio. Mucho fútbol mexicano, aunque acorte la vida.

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