Rivalidad histórica Japón-Rusia a través del futbol

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こんにちは! お元気ですか? Привет! Как дела? (Kon’nichiwa! Ogenkidesuka? | Privyet! Kak dielá?) Saludamos en japonés y ruso, los idiomas oficiales de ambos países. La semana pasada entramos de lleno al futbol japonés hablando de la selección femenil (Nadeshiko). Es momento de hablar de relaciones exteriores y rivalidades reflejadas en el futbol. Japón tiene piques con Corea del Sur, China y recientemente Australia. Hay un país que no luce tan obvio, y es Rusia. Aquí veremos la historia de esta rivalidad.

Recomendación musical 1

La música lo-fi ha conquistado a miles de internautas alrededor del mundo, ya sea por revivir clásicos de la música con frases de película, o por la tranquilidad que genera el carácter repetitivo para concentrarte en el trabajo. Sea como sea, este ha sido mi descubrimiento musical de la pandemia. El género de lo-fi asiático es mi predilecto. Te traigo a Tenno (天皇, emperador en japonés). Su nombre real es Egor Tuchin (Эгорь Тучин). Nacido en Tyumen, Rusia, ahora radica en Budapest, Hungría, y se caracteriza por combinar melodías chinas y japonesas con ritmos como dubstep y drum & bass. Los comentarios en su canal de Soundcloud hablan maravillas. Esta es su primera canción, Journey.

Vamos al tema de esta semana

Los rusos, sin poder competir por su país

Sin duda, una de las características de estos Juegos Olímpicos en Tokio es aparentemente un competidor nuevo en los primeros puestos del medallero. El Comité Olímpico Internacional identifica a cada país con un código ISO de tres letras. El que nos interesa aparece como ROC; cuando ves más detenidamente, te das cuenta de que en realidad es una potencia en toda extensión de la palabra. Esta abreviatura le pertenece a Rusia, porque compite ahora como Comité Olímpico Ruso (Олимпийский Комитет России).

Lo que sucede es que el gobierno del Kremlin quiso alterar los resultados de las pruebas antidoping de sus atletas para tener mejores resultados en su competencia, así como los Juegos Olímpicos de Río 2016. Un primer lugar en los juegos donde fue sede, así como un cuarto en la justa sudamericana parecían normales. Sin embargo, todo cambió cuando en diciembre de 2016 la Agencia Mundial de Antidopaje (AMA) incluyó el Informe McLaren donde se daban cuenta de esta situación que llevaba desde 2011. La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) sancionó primero a Rusia, luego vino la Federación de Gimnasia, posteriormente la Federación Internacional de Natación (FINA); finalmente, la AMA sancionó a Rusia en diciembre de 2019.

¿Qué quiere decir esto? El país no puede competir durante dos años en todos los deportes, incluso en futbol (veremos más adelante este caso). Esta sanción no aplica para los atletas, pero no pueden competir con sus símbolos nacionales ni con el nombre de Rusia. Es por ello que compiten con el nombre de Comité Olímpico Ruso. También desfilan con una bandera compuesta por los aros olímpicos y los colores de la bandera. Para rematar, al subir a lo más alto del podio no suena ese himno imponente compuesto por Alexander Alexandrov (Александр Александров) para la Unión Soviética, sino un fragmento del Concierto n° 1 de Piotr Ilych Tchaikovsky (Пётр Ильич Чайковский).

Curiosamente esta sanción tiene más relevancia en los Juegos Olímpicos de la capital de Japón. Con este país Rusia tiene relaciones un tanto accidentadas. Ante el Imperio Japonés tuvo una derrota dolorosa que desembocó en una revolución fallida. Ante Japón avanzó la Unión Soviética. Con Japón mantiene una disputa añeja por las Islas Kuriles. Técnicamente hay guerra entre ambos, pero llevan la fiesta en paz. Ya había hablado al respecto en un texto sobre equipos entre un extremo y otro de la Federación Rusa. Vamos más a detalle.

Relaciones entre Rusia y Japón

Las economías de Rusia y Japón ocupan los primeros puestos del mundo. Tal es así que pertenecen al G20, que reúne a las 20 economías más grandes. Por su situación geográfica, ambos países tienen un papel primario en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Durante la década de 2000 y la primera mitad de la pasada ambos pertenecían al selecto grupo del G8, pero todo cambió con el conflicto de Crimea en 2014. De inmediato el resto de países se indignó por lo que consideraron una invasión por parte de los rusos, así que boicotearon la reunión que sería en Sochi, y desde entonces es el G7.

Rusia ocupa el lugar 19 dentro de los socios comerciales de Japón, con un valor de 5,89 mil millones de dólares y un porcentaje del 0,99% de todo el comercio exterior. Sus principales productos son automóviles, maquinaria pesada (entre ellos reactores nucleares), neumáticos y equipo eléctrico y de electrónica. Por otra parte, Japón es el sexto socio comercial para Rusia: exporta un total de 11,4 mil millones de dólares, 2,7% de la balanza total. Sus productos de exportación son más bien materias primas, como combustibles, hierro, acero, piedras preciosas, aluminio, madera… Podemos ver que la balanza comercial se inclina de manera pronunciada hacia Japón.

Rusia y Japón tienen importancia geopolítica entre sí. Ambos países se necesitan para contrarrestar el poderío chino en todo el Lejano Oriente y también son los mediadores naturales para el conflicto entre ambas Coreas. Recordemos que Corea del Norte tiene como aliado a China, mientras que Corea del Sur tiene una relación estrecha con Estados Unidos. Para bien o para mal tienen que vigilar que las cosas no escalen en la península coreana.

Rusia tiene su embajada en Tokio, concretamente en el distrito de Azabudai (麻布台), de la región de Minato (港). El embajador es Mikhail Galuzin (Михаил Галузин). Egresado del Instituto de Países Asiáticos y Africanos de la Universidad Lomonosov de Rusia, ha servido anteriormente como Director de la Región Asia-Pacífico del Ministerio de Asuntos Exteriores, y durante seis años fue embajador en Indonesia con concurrencia para Papúa-Nueva Guinea, Timor Oriental y Kiribati. La embajada de Japón en Rusia se ubica en el distrito de Basmanny (Басманный), Moscú. El enviado es Kozuki Toyohisa (上月豊久). Estudió en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Tokio y su carrera en la diplomacia incluye el consulado de Japón en Boston y la sección de la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Externos de Japón.

Embajada de Japón en Rusia

Cuestión de las Islas Kuriles

Es imposible mencionar la relación de Rusia y Japón sin hablar de las Islas Kuriles, o Sajalin en ruso. Volveré a contar la historia que aparece en el texto que te contamos. 

La isla más al norte de Japón se llama Hokkaido (北海道), donde vivía el pueblo ainu; asimismo, habitaba otra más al norte, llamada Karafuto (樺太) por los japoneses. Otro pueblo vecino, los manchúes, la llamaban Sahalian, nombre con el que conocían al río Amur. Los rusos tomaron este nombre y lo convirtieron en Sajalin.

No hubo cuestiones que relatar hasta la mitad del siglo XIX. Japón y Rusia entraron en pugna por la isla. Para los japoneses, era una extensión de Hokkaido; para los rusos, era una oportunidad perfecta para conectarse con la península de Kamchatka y fundaron minas de carbón. Establecieron escuelas, iglesias y demás linduras administrativas. En 1857, los rusos fundaron una colonia penal que recibió al escritor Anton Chejov (Антон Чехов). De hecho, ex convictos rusos fundaron en 1882 un poblado llamado Vladimirovka (Владимировка).

Al principio, Japón y Rusia acordaron que japoneses y rusos cohabitarían la isla, pero al inicio del siglo XX empezó la pugna entre rusos y el imperio japonés, que comenzaba su proyecto expansionista. La victoria japonesa sobre Rusia en 1905 marcó la pauta: se firmó el tratado de Portsmouth, donde se dividía a la isla con base en el paralelo 50, donde el norte iba a Rusia y el sur se quedaba en Japón. Precisamente la ciudad más importante quedaba en jurisdicción japonesa: Toyohara (豊原), la antigua Vladimirovka. Los japoneses trajeron a coreanos de los territorios que conquistaron. Mientras tanto, la principal ciudad en la parte rusa era Aleksandrovsk-Sakhalinsk (Александровск-Сахалинск).

Tras un estira y afloja entre Japón y la Unión Soviética, todo cambió con la II Guerra Mundial. Días antes de que se rindiera Japón, la URSS ocupó toda la isla de Sakhalin. Es verdad que el ejército soviético superaba en tres veces al japonés, pero ofrecieron mucha resistencia, por lo que la captura de Sakhalin solamente duró hasta el 22 de agosto. Toyohara pasó a nombrarse Yuzhno-Sakhalinsk (Южно-Сахалинск). En 1951 se firmó el tratado de San Francisco, donde Japón renunciaba a sus derechos sobre la fracción sur, pero no reconocía la soberanía soviética. En los mapas japoneses, la antigua Karafuto se marca como «tierra de nadie».

Rusia en el mundial Corea-Japón 2002

Rusia regresaba después de ocho años a la fiesta grande. Su eliminatoria había sido bastante accesible. Encuadrada en el grupo 1 con Eslovenia, Yugoslavia y Suiza, Rusia se hizo fuerte de visita y metió una defensa a ultranza que apenas concedió cinco tantos en diez partidos. Definitivamente la figura de la eliminatoria fue el delantero Vladimir Beschastnykh (Владимир Бесчастных) con siete tantos de los 18 que anotaron los rusos. En esos momentos estaba anotando goles en el Racing de Santander, sin duda lo más destacado en un equipo por lo general destinado a pelear por no descender.

Vladimir Beschastnykh

Para cuando se llevó a cabo el sorteo del campeonato mundial en Busan, Corea del Sur, Rusia ocupaba el lugar 28 del ránking FIFA; ni de broma soñaba con ser cabeza de grupo. El encargado de sacar las pelotas con los nombres fue Pelé, quien mandó a los rusos al grupo H con Bélgica, Túnez y una de las sedes, Japón. A priori se trataba del grupo más débil, y clasificar a octavos era una meta nada descabellada.

El primer partido de Rusia fue ante las Águilas de Cartago, que querían resarcirse de una pésima Copa Africana de Naciones que había sido en Malí. Para este mundial, el DT ruso Oleg Romantsev (Олег Романцев) convocó un equipo sobrio donde destacaban hombres como Valery Karpin (Валерый Карпин), Viktor Onopko (Виктор Онопко), Alexander Mostovoi (Александр Мостовой) y Ruslan Nigmatullin (Руслан Нигматуллин). Un segundo tiempo atinado de los rusos provocó una victoria de 2-0. Mientras tanto, Japón debutó en un partido emocionante ante los belgas en Saitama (埼玉). El marcador fue un empate a dos tantos. El futuro de los rusos se definiría el siguiente partido, ante los anfitriones en Yokohama, sede de la final.

Partido Rusia-Japón: pretexto para los hooligans

Era el 9 de junio de 2002. Los rusos tenían mucha expectativa con su selección. No habían podido participar en un torneo de envergadura en seis años, así que el duelo ante esos japoneses tenía cierta expectativa si no querían complicarse las cosas en el duelo ante Bélgica. Por eso, 15.000 aficionados en Moscú se congregaron en varias sedes: la calle Arbat (Арбат), la colina Poklonnaya (Поклонная гора), la plaza Triumfalnaya (Триумфальная площадь) y la más grande, la plaza del Manège (Манежная площадь), que conecta la Plaza Roja (Красная площадь) п con la calle Tverskaya (Тверская улица). Aquí hubo protestas para la caída del comunismo en 1991.

Todo mundo se dio cita en cualquiera de esos puntos, donde había pantallas gigantes para ver a la Sbornaya (Сборная) contra ese viejo enemigo de 1905 y que quería a Sajalin. Se llevaron un chasco porque el cuadro del francés Philippe Troussier tuvo una dinámica para la cual no pudo contrarrestar el parado ruso. El gol de Inamoto Junichi (稲本 潤一) fue el justo premio para los nipones, e incluso el gran Nakata Hidetoshi (中田 英寿) pudo haber incrementado la ventaja. Al final, Japón ganó por la mínima, que de pronto dificultaba el andar de los rusos.

Tras el partido, los aficionados rusos que se dieron cita en el Manège no ocultaron su frustración. El que hubieran tomado cantidades industriales de cerveza y vodka tampoco ayudó. De hecho, desde que cayó el gol del centrocampista del Arsenal volaron botellas de vidrio que cayeron sobre las cabezas de aficionados. Al final del partido, trataron de desquitarse con el asiático que vieran y así el futuro médico del Spartak, Liu Hongsheng, y cinco estudiantes japoneses resultaron heridos en el metro de Moscú.

Enardecidos, los ahora vándalos rompieron los cristales de las tiendas vecinas e incendiaron automóviles estacionados. Algunos ya habían causado terror desde el medio tiempo. En total, más de 100 personas resultaron heridas y un joven aficionado de 17 años no logró sobrevivir a los desmanes de ese domingo sangriento. Respondía al nombre de Andrey Truzhenikov (Андрей Тружеников); era aficionado al Spartak y trató de defender a su amigo, pero se encontró con un cuchillo en el corazón. No se logró identificar a los culpables de ese asesinato. Su familia recibió una compensación de 40.000 rublos.

Hay gente que le echa la culpa a la organización; antes del duelo contra los japoneses alguien tuvo la genial idea de pasar la película “El gran Lebowski”, donde chocaban el automóvil. El caso es que este episodio fue suficiente para prohibir la emisión pública de partidos de futbol en las calles moscovitas durante mucho tiempo. Para colmo, Rusia cayó con Bélgica 3-2 y así quedó eliminada.

Jugadores rusos en el futbol japonés

En Japón viven menos de 10.000 rusos, localizados sobre todo en Tokio. No es una comunidad bastante grande, pero eso no quiere decir que hayan pasado desapercibidos. El idioma ruso sigue siendo una elección popular en las universidades japonesas como lengua extranjera. Ahí tenemos a Victor Starffin (Виктор Старфин, ヴィクトル・スタルヒン), el primer extranjero en llegar al Salón de la Fama del Beisbol Japonés.

Con respecto a la J-League, solamente cinco rusos han llegado a jugar. El primero fue Akhrik Tsveiba (Ахрик Цвейба) en el Gamba Osaka (1994-1996), luego estuvo Igor Lediakhov (Игорь Ледяхов) en el Yokohama Flügels. Más adelante llegó Dmitri Radchenko (Дмитрий Радченко), que buscaba un retiro tranquilo después de formar parte del boom ruso en la liga española. Por esa razón militó en el Júbilo Iwata. Finalmente Yuriy Nikiforov (Юрий Никифоров) se enamoró de Japón y allí decidió poner punto final a su carrera con el Urawa Red Diamonds.

Hay un jugador que es producto de esta mezcla japonesa-rusa. Es el mediocampista Shinozuka Ippei (篠塚 一平, Иппэй Синодзука). Vale la pena ahondar a más detalle en su vida. Nació en Abiko por parte de un padre japonés y una madre rusa. Casi después de haber nacido, la familia se mudó a Estados Unidos, pero cuando Ippei tenía nueve años regresaron a Japón. Con 16 años, sucedió el terremoto que desembocó en un tsunami y una emergencia nuclear, Ippei tuvo que irse a Moscú por seguridad. Ahí comenzó su carrera en el futbol, primero en el Chertanovo, luego en el Spartak. Por eso ganó su lugar en la selección sub-18 de Rusia.

Tras la falta de lugar en el Spartak, Shinozuka probó suerte en la J-League. Primero estuvo en el Yokohama Marinos, pero al jugar menos juegos de lo esperado, tuvo que foguearse en segunda división con el Omiya Ardija. Para este año ha terminado en el Kashiwa Reysol.

Jugadores japoneses en el futbol ruso

La cantidad de nipones que viven en Rusia tampoco es grande. Apenas llega a 1.700 habitantes, con su mayoría en Sajalín y Moscú. Se pensaría que Vladivostok podría ser un lugar donde haya japoneses, pero hay que recordar que Vladivostok estaba cerrada a los extranjeros por seguridad nacional. En la capital hay un Liceo Japonés que brinda educación no solamente a rusos, sino a esos hijos de hombres de negocios procedentes de Japón. Los japoneses que llegaron a dejar huella en Rusia fueron la actriz Okada Yoshiko (岡田嘉子), el tecladista de Nautilus Sergey Kawagoe (Сергей Кавагоэ), la patinadora Kawaguchi Yuko (川口 悠子), la economista y política Hakamada Irina (袴田 イリーナ, Ирина Хакамада) y el activista político marxista Katayama Sen (片山 潜).

Kawaguchi Yuko

En la liga rusa ha habido seis jugadores japoneses. El primero de ellos ha sido Honda Keisuke (本田 圭佑), que llegó al CSKA Moscú y tuvo una relación de mentor con el DT Sergey Slutsky. Llegó en 2010 junto con Maki Seiichiro (巻 誠一郎) al Amkar Perm y Matsui Daisuke (松井 大輔) al Tom Tomsk. Mientras Maki y Matsui solamente estuvieron un año, Honda duró cuatro temporadas que lo llevaron al Milán. Después de su partida llegó Akahoshi Takafumi (赤星 貴文) al Ufa, con apenas una temporada (2014). Tuvo que llegar el 2018 para tener otro nipón en el CSKA, Nishimura Takuma (西村 琢磨). Actualmente hay un solo jugador japonés, Hashimoto Kento (橋本 拳人), en el Rostov.

¿Hacia dónde van las relaciones entre Rusia y Japón?

Las relaciones entre Rusia y Japón tomaron una dinámica más activa con el Primer Ministro Abe Shinzo (安倍 晋三). El objetivo era llegar a un acuerdo de paz y resolver de una vez por todas la cuestión de las Kuriles. Por ello, Abe participó en cuatro foros económicos del Este en Vladivostok y tomó la iniciativa de establecer reuniones con cuestiones militares, algo sorprendente si tomamos en cuenta que se trata de países no alineados.

Hay que decir que Japón fue el único país que estableció relaciones con Rusia en el incidente de Crimea, incluso arriesgándose a recibir sanciones por parte de Washington y Bruselas. Esto fue gracias a la intercesión de Abe en su estrategia para normalizar las relaciones con Putin después de años de incertidumbre. Después de todo, el mandatario ruso se había apuntado una victoria diplomática con un tratado de buena vecindad con China.

Todo acabaría con el tratado de Singapur entre rusos y japoneses, pero finalmente no se concretó. Razones hay muchas. Primero que nada, había una discrepancia de perspectivas. Mientras los japoneses lo entendían como un arreglo definitivo de las asperezas, los rusos pensaban que había una condición previa de fortalecer las relaciones en todos los aspectos posibles. La cercanía de Estados Unidos también complicaba las cosas. Pero el punto no negociable era el destino de las Islas Kuriles, que los rusos no cederían ni con una borrachera de sake y vodka.

La renuncia de Abe detonó cierta incertidumbre en esta política, pero la administración del nuevo Primer Ministro Suga Yoshihide (菅 義偉) ha demostrado seguir la misma línea. Se han extendido hacia arreglar las incursiones imprudentes de barcos balleneros, permitir la participación japonesa en el Ártico y el potencial del hidrógeno como fuente de energía. En esta tajada del pastel, han incluido a India en una especie de ménage-à-trois, porque los tres países tienen muy buenas relaciones y necesitan contrarrestar a China. Asimismo, Rusia y Japón necesitan fortalecer una relación para no depender demasiado ni de la Casa Blanca ni del Zhongnanhai (中南海). 

Primer Ministro Suga Yoshihide

Japón y Rusia gozan de relaciones bastante complejas. Hay deseo de avanzar, pero las Islas Kuriles seguirán siendo el grillete que no permita la libertad esperada. Mientras tanto, Rusia mide fuerzas en la justa olímpica sin himno, bandera y nombre. Los japoneses tienen una buena imagen de Rusia a pesar de todo, y la empatía japonesa no distingue de fronteras. La violencia es cosa del pasado. El Manège volvió a albergar futbol con el mundial de Rusia, y Japón dejó una imagen agradable con la eliminación in extremis ante Bélgica. Nipones y rusos dominan el Océano Pacífico y están dispuestos a tener un tiempo pacífico.

Mascotas de la delegación rusa para Tokio 2020

Fuentes

ABC. ¿Por qué Rusia compite como Comité Olímpico Ruso? 30 de julio de 2021
Trading Economics. Japan: Exports by Country. Actualización constante
Trading Economics. Russia: Exports by Country. Actualización constante
Zarudny, Pavel. Футбольная Цусима Романцева. SportingRU. 3 de junio de 2014
SportExpress. «Убийца достал тесак и пырнул в сердце 17-летнего парня». Погром на Манежке 18 лет назад. 9 de junio de 2020
Abiru, Taisuke. Japan-Russia Relations in the Post-Abe Era. Carnegie Moscow Center. 18 de marzo de 2021

Los Juegos Olímpicos durarán hasta la próxima semana y así es cómo acaba nuestra estancia por Japón. En este último texto iremos hacia la historia del futbol japonés. Sabemos que los Samurai Blues son una selección de respeto a nivel continental y tradicionalmente han clasificado a un mundial desde 1998. Antes de esa edición, esto no sucedía. De hecho, quedaron eliminados en las eliminatorias al mundial previo (Estados Unidos 1994) por un episodio por demás traumante, que fue precisamente en la sede del próximo año, Qatar. Esto es conocido en japonés como la Agonía de Doha, y es lo que veremos en nuestra siguiente parada.

Recomendación musical 2

La música rusa ha conquistado corazones alrededor del mundo. Hay canciones que siguen siendo reconocibles, como Ochi chornye (Очи чёрные), Katyusha (Катюша), Korobushka (Коробушка, la que aparece en Tetris) y hasta Astronomia, la del meme de los africanos con el ataúd. Hay una que no es tan conocida. Se llama Dorogoy dlinnoyu (Дорогой длинною). En Europa se popularizó con el nombre de Those were the Days con la voz de la galesa Mary Hopkin y la francesa Dalida. En japonés también hay versión: Kanashikitenshi (悲しき天使), traducido como “Ángel triste”. Canta Kirashima Midori (霧島 緑).

Recapitulemos

Rusia participa en los Olímpicos de Tokio como Comité Olímpico Ruso sin su bandera e himno debido una suspensión por dopaje estatal. Curiosamente vemos esto en Japón, país con quien tiene una relación agridulce. Si bien son socios comerciales mayoritarios en el Pacífico, lo que define todo esto es una cuestión de soberanía sobre las Islas Kuriles desde la II Guerra Mundial. En el futbol un partido entre Japón y Rusia desembocó en una batalla campal que tuvo un saldo de un muerto y más de 100 heridos. Han pasado cinco rusos en la liga japonesa (como Ippei Shinozuka) y seis nipones en la liga rusa (Honda Keisuke). Desde el periodo de Abe Shinzo, Japón ha tratado de acercarse a Rusia, pero no han cristalizado el acuerdo de paz. Se cree que con Suga seguirá la misma línea, pero hacia otros derroteros. 

Nos vemos la siguiente semana. じゃあね! (Ja-ne) Пока! (Paká!)

Sebastián Alarcón
Sebastián Alarcón
Soy Sebastián Alarcón, tengo 31 años. Aspiro a ser polímata. Junto futbol con geopolítica, sociedad, cultura, idiomas e historia y le agrego música para explicar el mundo. Escribo de futbol de la FIFA y fuera de ella. Si sientes la décima parte de lo que siento al escribir, mi misión está completa.

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