La primera gran goleada del premundial de CONCACAF la firmaron las actuales campeonas olímpicas, Canadá. Dentro de esa actuación que si bien fue ante una Trinidad y Tobago que se desdibujó de gran manera en el segundo tiempo, se hizo notar una de las jugadoras más importantes en el proceso. Esta es Janine Beckie.
La actual dorsal 16 se inició en la NWSL con el Houston Dash, pasó por el Sky Blue y emigró a Europa al Manchester City del 2018 hasta el 2020 para volver a la liga de Estados Unidos, pero con el Portland Thorns. En selección nacional fue parte del bronce olímpico en Río 2016 y recientemente pieza clave del máximo galardón, el oro en Tokio 2020.
Describiendo un poco más lo que es como jugadora, por lapsos es delantera centro, pero en general actúa más de extrema por derecha, aunque sin depender tanto de una faceta regateadora y basándose más en el cambio de ritmo al estar mano a mano. También es un complemento importante para atacar intervalos entre centrales y laterales cuando el balón no está por su sector. Por lo tanto, puede pisar el área a su gusto.
Algo que ha potenciado la entrenadora Priestman es el uso del 4-3-1-2, por lo que aún estando como delantera en selección, aprovecha de buena manera las fijaciones sobre la línea defensiva rival y los desmarques para buscar espacios donde finalizar después. Su accionar ante Trinidad y Tobago dejó en claro lo que puede ser junto a sus compañeras en este camino al mundial. Una anotación y dos asistencias en su primer juego.
Canadá todavía debe enfrentar a Panamá y Costa Rica, que podría ser el rival más difícil del grupo. La actuación colectiva e individual de la selección canadiense parece irse encaminando a repetir su lugar en los siguientes Juegos Olímpicos, pero para eso debe instalarse en la final. Con jugadoras como Janine Beckie y compañía parece que la etiqueta de candidatas a ganar el torneo se hará realidad.