En la jornada 32 de Premier League se enfrentaban Manchester City y Crystal Palace en el Etihad. Los de Guardiola acabaron ganando con buena imagen desde el 1-2 en el minuto 33; y con un Kevin De Bruyne que lideró la remontada en la semana del anuncio de su despedida como sky blue.
Pep Guardiola le otorgó a Kevin De Bruyne un rol distinto al habitual, ya que el Manchester City jugó sin referencia arriba. Entonces, fue Kevin quien alternó la zona central del ataque con la derecha, para que también James McAtee aprovechara el medio espacio cuando De Bruyne se movía hacia la derecha.
Como vemos, no había nadie en punta de ataque, con De Bruyne (17) en una posición más céntrica que los demás, pero escorado a la derecha cerca de McAtee (87) y Marmoush (7) más libre en el flanco izquierdo para romper al espacio.
Este rol no le impidió a Kevin De Bruyne ser el centro del ataque, tuvo 60 toques durante su tiempo en el campo, con 37 pases. Pero la estadística clave para el ataque del Manchester City fueron sus 22 pases en el último tercio del campo, con solo tres de sus compañeros logrando más.
El comienzo del partido fue desastroso para el City, con un 0-2 en contra en el minuto 21 y con sensación de goleada visitante. Pero ahí es cuando emergió la figura del líder.
Al descanso ya habían empatado, primero con un gol de falta del belga y luego con un gol de Marmoush en el que participa De Bruyne, quien metió el pase a un Gundogan que previo al disparo del gol, falla su remate. Al empezar el segundo tiempo, De Bruyne pisando área, asiste a Kovačić en la frontal para el 3-2.
Kevin De Bruyne fue el catalizador de la remontada del Manchester City, mostrando su calidad técnica, visión de juego y liderazgo en un momento crítico. Una remontada que no se entiende sin su gol de falta que desencadena el vendaval sky blue; un tanto que supuso un impulso anímico bestial para el equipo.
De Bruyne mostró su polivalencia al participar en tareas de creación desde zonas centrales y laterales. Su capacidad para leer el juego le permitió explotar los espacios que dejaba la defensa del Palace, especialmente tras el empate.
Adaptabilidad y liderazgo podrían ser las palabras definitorias de esta remontada guiada por un De Bruyne que justo lo hacía en la semana que anunciaba que esta es su última temporada como jugador del Manchester City, lo cual fue un impulso más para exhibirse.
